Vertiente Este de Culibillas.
Cima del Pico Royo, Arista Norte,
Depresión bajo los Dientes de Lapazuso y Antecima Este de Culibillas. Descenso
por la Arista Oeste.
22-10-2011.
Salida 10 h. Llegada 11 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Mapa de la Arista de Culibillas procedente de Prames. Vía en amarillo.
Charlamos
agradablemente con Xabi y Joseba al solecillo de la mañana mientras ellos se van recuperando pues
caminan con ese ritmo normal pero duro que nos recuerda al nuestro.
A
ellos les esperan sus chicas para comer y a nosotros el Culibillas para almorzar.
Xabi y Joseba a por el Royo.
Nos
despedimos con ese invariable deseo de volvernos a ver en la montaña si es
posible y cada cual a lo suyo: ellos para arriba, también dejan las mochilas y
nosotros, sin prisas, esperamos un poco para fotografiarlos.
Cuando
ellos hacen cima nosotros recuperamos las mochilas, estamos sobre los 2250
metros de altitud y reanudamos la marcha en dirección oeste.
Hay
un pequeño resalte de rocas claras que se puede sortear por ambos lados pero
por medio tiene un corredorcillo que desechamos
y una preciosa y cómoda vira que rompe el resalte por la mitad. Encima
de la misma aparece la pedriza metamórfica que se eleva brevemente hacia la
pared sudeste de la Antecima Este de Culibillas.
Enseguida
alcanzamos un corredor de pizarras rojizas, muy meteorizado y con bastante
basura que se sube muy bien buscando las afloraciones rocosas firmes. Arriba se
pone un pelín tieso pero a cambio mejora la roca con lo que alcanzamos la
Arista Sudeste del pico, justamente superados los Dientes de Lapazuso que
accidentan espectacularmente la arista.
Arriba
sorprendo a un rebeco que huye hacia los dientes y seguidamente ascendemos
suavemente por terreno muy fácil hasta alcanzar la Antecima Este de Culibillas
situada a 2450 metros de altitud.
Culibillas desde la Antecima Este.
Arroyeras y Culibillas.
Hay
que perder unos pocos metros hasta alcanzar un pequeño resalte de rocas claras
muy descompuesto que a toda cresta da un poco de cosa.
Bajando
unos metros en la vertiente de Izas aparece una grieta que corta la placa
rocosa y permite fácilmente su tránsito. También es posible faldear el resalte
por la Vertiente de Culibillas.
Pico Royo cabalgando sobre la arista recorrida.
Del
pequeño collado se sale en suave ascenso por una arista, más bien pared amplia
que se va elevando poco a poco, vestida de pizarras rojizas, lo que nos
recuerda que estamos en la zona de las Arroyeras, Royo… terreno rojizo.
Unas
rampas de hierba absolutamente abrasada nos conducen a la parte alta del pico en el que afloran
rocas más claras que constituyen un último resalte. Se puede pasar por
cualquier parte y nos depositan en la cónica cima del Pico Culibillas a 2509
metros de altitud.
Bueno,
la imagen de la cima es un perfecto cono pero realmente es una cima pequeña, un
poco largada y con asentamientos dispersos de pratenses.
La vista atrás
nos muestra casi todo nuestro recorrido de hoy con la excepción de un par de
zonas ocultas por la enorme mole del pico que a modo de doble cabeza se asoma
al norte.
Los valles y las
cumbres del sur aparecen llenas de neblinas, que se extienden sobre las zonas
de sombra del Pirineo Axial. Solamente el oeste luce pero no con todo su
esplendor ya que hoy no es un buen día para la fotografía.
A nuestros pies,
enorme, el Vallle de Izas y espectaculares desde Escarra hasta la Moleta. Más
allá se perfila en la distancia todo el Macizo de Aspe desde los Mallos de
Lecherines hasta Bernera y Bisaurín. En el oeste infinito aparece hasta el Anie
pintado de esa discreta elegancia que presta la distancia.
De Antecima Arroyeras a Vértice de Anayet.
En primer plano Arroyeras y la arista
que culmina en el Vértice de Anayet, a su lado noroeste el Diente de Anayet controlando todo el rellano
lacustre de los Ibones y atrás preside el Midí d’Ossau.
Son las once y
media de la mañana y almorzamos tranquilamente contemplando tan conocido y no
por eso menos maravilloso paisaje lleno de momentos inolvidables. No habíamos
estado nunca en Culibillas y lo disfrutamos.
Un cuarto de
hora después proseguimos para abajo en dirección oeste en busca de la brecha
que separa Culibillas de Arroyeras.
Hay un resalte
inicial de rocas grandes y dispersas que se baja fácilmente aprovechando los
escalones entre ellas. Nos conduce a una rampa herbosa amplia y medianamente
inclinada que desciende hasta una balconada desde la que veremos la
continuación del descenso.
La brecha queda
todavía muy abajo y para ello tenemos la opción de bajar por una rampa amplia
herbosa y bastante inclinada en la vertiente sur que hay que ir a buscar un
poco por libre o decidirse por la cresta formada por una serie de corredores
estrechos y paralelos al Más importante que se corta más debajo de la brecha.
Optamos por
iniciar el descenso de este tramo por una especie de rampa estrecha, terrosa e
inclinada, muy próxima al corredor amplio y que hay que bajar con cuidado.
La rampa se introduce entre lajas puntiagudas
convirtiéndose en corredor y aunque bastante inclinado se baja muy bien. Unos
pocos metros más abajo el corredor se pone muy tieso pero la roca es firme y
está muy bien escalonada: una delicia de descenso vertical que nos saca de la
arista y en diagonal nos colocada debajo de los otros corredores, en una rampa
herbosa e inclinada.
Bajamos un corto
tramo por otra rampa también herbosa, próximos a la arista, que nos lleva a la
cabecera de un último resalte vertical que hemos de faldear por la vertiente
sur fácilmente y con ello alcanzamos tranquilamente la brecha que separa al Culibillas
del Arroyeras y a la que se puede acceder desde ambas vertientes, mejor desde
la sur que desde la norte. Estamos sobre los 2378 metros de altitud y en el
descenso hemos visto casi todo lo que necesitamos para continuar arista
adelante.
Oeste de Culibillas.
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