Punta Burnaby y Bishorn.
Refugio de Tracuit, Glaciar de
Turtmann, collado y casquete somital
sur.
12-08-2010.
Salida 06 h. Llegada 09 h.
Mixto.
Facil.
Ascensión.
Mapa de Bishorn procedende de Landeskarten der Schweiz. Vía en amarillo.
Son
las cuatro menos cuarto y nos queda una enorme tarde hasta que a las seis y
media nos den de cenar en la Cabaña Tracuit.. Será una “cena de lata” que
compartimos con una pareja de Cantabria.
Weissmies
Las
nieblas van y vienen, incluso nos permiten, después de la cena, hacer alguna
fotografía sobre las cimas de la Corona Real: Weissmies, Zinalrothorn,
Obergabelhorn, Cervino y Dent Blanche.
A
las ocho y media nos acostamos en la Habitación Bishorn para liquidar una
jornada hasta cierto punto esperada sin garantías. No tenemos mucho sueño pero
la amenaza del guarda con levantarnos a las cuatro y media unida al peso por un
lado de las previsiones y por otro a la urgencia
de aprovechar alguna ventana de tiempo aceptable, nos acuna consistentemente.
La
noche es aceptable. Fuera, en algún momento llueve y hace viento. Pero cuando
Rosa se levanta al aseo todo está mojado menos el cielo que luce una
esplendorosa capa de estrellas.
La
gente mueve antes de la hora, creemos que serán los que se vayan a Weissmies y,
poco después, a las cuatro y media, nos arrojamos al jueves 12 de Agostote 2010
con el alma rebosante de esperanza.
Desayunamos
frugal aunque cumplidamente pues la alimentación no es el fuerte de la Cabaña
Tracuit, la gente sale delante y nosotros nos lo tomamos con calma esperando
entre preparativos que empiece a clarear para ver lo que las nieblas nos
permitan.
A
las seis menos cuarto nos ponemos en marcha 3256 metros de altitud. Llevamos
los crampones puestos puesto que sabemos que tras alrededor de 300 metros sobre
morrena cosida de caminillos entraremos al glaciar.
Con
cuidado el tramo rocoso se alarga un poco pero a pesar de ello entramos en el
glaciar donde se están encordando los cántabros. Delante avanzan por el mismo
un par de cordadas.
Pisando
hielo viejo y negruzco en el que comprobamos que ha debido de helar débilmente
ascendemos el primer y suave lomo en dirección sudeste.
Enseguida
alcanzamos la parte alta del amplio lomo donde adelantamos a las dos cordadas
que nos precedían, el camino se arrellana y seguimos la huella que avanza hacia
la depresión del glaciar.
La
depresión está cosida de grietas, hay muchas huellas profundas. Sortear
algunas consistentes es sencillo pero a
pesar de que la mayoría están bastante cerradas, la capa de nieve bastante
reciente y prácticamente sin transformar nos llena de recelos y nos hace
avanzar con las orejas tiesas, sobre todo a partir del momento en el que
adelantamos a las dos cordadas que llevábamos delante.
El
rato aunque corto, solamente llevamos media hora caminando, se hace pestoso y
alcanzando la base de la pared celebramos que nos reciba la pendiente del
glaciar.
Hemos
derivado un tanto al oeste en el rellano y ahora viramos ligeramente al sur
para ascender el primer tramo de la amplísima pared que se yergue poco a poco
hasta alcanzar una pendiente próxima a 35º en la parte alta de la misma.
Hormigas y atrás Diablons.
Subimos
con ganas este primer resalte en el que la huella comienza a desaparecer porque
ha nevado ligeramente durante la noche y al final la pendiente decrece dándose
un pequeño respiro puesto que enseguida un nuevo resalte se pone a nuestros
pies.
Son
las siete menos cuarto, sabemos que es una pared bastante uniforme y amplia y
que tras un suave resalte vendrá otro pues hay que subir 900 metros.
Enseguida
pasamos una primera rimalla por un puente bastante amplio y proseguimos
haciéndonos nuestro propio camino, puesto que los alrededor de 10 centímetros
de nieve que han caído han borrado la huella. Es la excusa suficiente para
tirar para arriba de frente y sin contemplaciones.
Subimos
a la sombra de la mañana cuando el sol comienza a golpear el nevado casquete
somital del Bishorn que comienza a asomarse en la parte superior de la pared.
Nos
las prometemos muy felices cuando de nuevo la pared se arrellana y nos muestra
claramente las cimas del Bishorn en la parte oeste y la de la Punta Burnaby en
la este, todavía sombreada.
En
medio, el collado entre ambos picos, que es nuestro destino inmediato, se va a
resistir en el tiempo un poco más que en nuestros deseos. La mañana está
sencillamente espléndida por los altos aunque los valles estén ocupados por
nubes inquietantes y ahora aparecen algunos “pelos de bruja” sobre la cabecera
del Glaciar de Turtmann que es el que estamos subiendo.
Pasamos
una segunda rimalla también fácilmente y seguimos ascendiendo, por una pequeña
depresión, un par de resaltes que nos aproximan al collado.
Detrás Punta Burnaby.
Juan
se ha alargado hasta el collado y nos fotografía subiendo el tramo final ya hacia el sudoeste.
Casquete Somital de Bishorn y su imponente rimalla.
En
el collado nos aguarda el casquete somital completamente vestido de blanco y
adornado por una potentísima rimalla.
Avanzando
hacia el oeste pasamos a la vertiente sur y atravesamos la rimalla por un
puente relleno de nieve nueva. Una pequeña y corta arista alomada en suave
ascenso nos deposita en la pared somital. Son una veintena de metros de
desnivel muy erguidos y con la huella completamente cubierta de nieve virgen
que subimos trazando una escalonada y
profunda huella.
Son
las ocho y cuarto de la mañana y estamos en la cima del Bishorn situada a 4153
metros de altitud, solamente tres años más tarde de lo que en su día
programáramos.
Weisshorn y el Gran Gendarme.
Lezspitze, Nadelgrat, Dom, Tasch y Alphubel.
La
cima del Bishorn es un pequeño casquete nevado que conforma una cima cómoda y
amplia. En los valles colindantes cada vez hay más nubes que impelen hacia
arriba crecientes nieblas. A pesar de ello, disfrutamos de un paisaje
extraordinario del que solamente se evade la cima del Weisshorn al sur aunque
nos regale extraordinarias imágenes el Gran Gendarme. Al este y teñidas de azul
están casi todas las cimas de Mischabel desde la Gornergrat, la Lenzspitze, el
Dom y los Tach, Alphubel, Allalin semiescondido, Rimpfischhorn y Stralhorn. Al
norte nubes y más nubes que tienen ya
aspecto amenazador.
Hacemos
fotografías con reducida calidad, echamos un rápido trago de té que todavía
esta templadito y disfrutamos cortamente de una “cima con vistas”.
Dom, Tasch, Alphubel, Allalin, Rimpfich y Stralhorn.
Rimpfischhorn de nuestros recuerdos.
Con
un corto cuarto de hora tenemos suficiente. Al este-nordeste, tentadora nos
espera la Punta Burnaby.
Para ver la continuación.
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