12 ago 2010

3.10. PUNTA BURNABY. 12-8-10.

Punta Burnaby desde Bishorn.

Cima de Bishorn, collado y arista oeste de Punta Burnaby. Descenso al collado, Glaciar de Turtmann, Cabaña Tracuit, Alpe Tracuit y Zinal.

12-08-2010.

Salida 08 h. Llegada 15 h.

Mixto.

Bastante fácil.

Ascensión.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
 
Mapa de Burnaby a Tracuit procedente de Landeskarten des Schweiz. Vía en amarillo.
 
Mapa de Tracuit a Zinal procente de Landeskarten des Schweiz. Vía en amarillo.


            Hay una poderosa razón que nos impulsa a abandonar la cima del Bishorn con premura: las nieblas suben a todo trapo.

Burnaby y Bishorn.

Turtmangletscher.

A poco de salir de Tracuit,

Se asoma Punta Burnaby.
 
            Son las ocho y media y deshacemos sin querer la huella que hemos hecho en el ascenso del casquete somital pues la nieve cede demasiado y lo sentimos por los que vienen detrás pues sabemos el valor de una buena huella en determinados momentos.

Pasando por debajo de Burnaby.

Desde Bishorn la arista no tiene huellas.
 
            Bajamos con cuidado la parte erguida e inmediatamente atravesamos la espectacular rimalla superior alcanzando el collado de separación de los picos situado alrededor de los 4100 metros de altitud.


Ha empeorado el tiempo.
 
            De tirón iniciamos el tránsito del amplio collado en suave descenso y de oeste a este dirigiendo nuestros pasos hacia el inicio de la Arista Oeste de Punta Burnaby y a medio camino nos encontramos con Sergio y Ana. ¡Ya nos veremos!

La Arista Oeste de Punta Burnaby.

            Un cuarto de hora después de abandonar la cima del Bishorn atravesamos una pequeña rimalla muy cerrada junto a la brecha y nos introducimos en la arista.

            Se trata de una corta arista que cuenta con un diente rocoso de inicio. La ladera sur es erguida y rocosa y la norte es una corta pero tiesa pared de hielo. Hoy la roca está blanca de nieve y excesivamente mixta nos invita a pasarla por su vertiente norte
.
La Entrada a la Oeste de Burnaby.

            Una rampa de hielo, bastante inclinada, que se sube bien nos permite faldear por el norte el gendarme de inicio. Podríamos incorporarnos a la arista pero preferimos proseguir en la cara norte faldeando por debajo de unos pequeños bloques de placas lisas. Hacemos la corta  travesía con mucho cuidado y con el recelo propio del contacto inicial con el hielo vivo en una ladera bastante inclinada que se pone vertical debajo y en la que aparece la rimalla muy cerrada.

            La travesía se alarga en las inmediaciones de la arista y en suave ascenso hasta que alcanzamos un corredor corto y muy erguido que nos ha de depositar en la parte alta de la arista con la incomodidad de la roca bajo una tenue capa de hielo disfrazada con nieve reciente.

Fotos cimeras de dos en dos.

            El corredor nos sitúa en la arista que se allana mixta y nos conduce fácilmente a la Cima de Punta Burnaby situada a 4135 metros de altitud.

            Son las nueve menos diez. La cima es un crestón alargado, prácticamente horizontal, rocoso y mixto debido a la nieve recién caída.

 
            No estamos solos, ya nos hacen compañía las nieblas y con cierta dificultad se aprecian las siluetas de nuestros compañeros en la cima del Bishorn. Nos dirán que no han tenido la suerte nuestra pues las nieblas no les han dejado ver prácticamente casi nada.

            Nosotros tampoco disfrutamos de paisaje pero si lo hacemos por conseguir “dos de dos”, seremos con seguridad los únicos visitantes a Punta Burnaby.

            Hacemos algunas fotos testimoniales para el recuerdo ya que no hay otra posibilidad y además las vistas son similares a las que hemos disfrutado en Bishorn, y sacamos la cuerda y nos encordamos para el descenso, así agilizaremos la bajada de la arista ya que las nieblas van en aumento.

 
            Bajamos en ensamble con mi chica en medio, aseguramos un poco los tramos erguidos y mixtos y en diez minutos pasamos la rimalla y recogemos la cuerda.

            Nuestros compañeros han marchado para abajo como motos, están llegando al collado la componentes de la primera cordada y nosotros aprovechamos un pequeño claro en las nieblas para echar un centelleante bocado y un trago en lo que empleamos ni siquiera cinco minutos. Son poco más de las nueve.
 
La Rimmalla Superior de Burnaby.

            La primera cordada se va al Bishorn y la otra está llegando al collado cuando nosotros nos vamos de frente y para abajo.
 
Allá se ha quedado Burnaby.

            Haremos un descenso con nieblas intermitentes siguiendo nuestras huellas de ascenso directo y fuera de las lazadas que han practicado las dos cordadas, Bajamos a buen ritmo a pesar de que en el tramo intermedio de la pared se nos hacen zuecos a Juan y a mí ya que no llevamos antizuecos.

Dimensiones del la parte superior del Glaciar de Turtmman.

            El tiempo está muy cambiante y en el glaciar disfrutamos desde nieblas hasta un poco de sol. Los fondos de los valles están muy negros y en algunos momentos hasta nos nieva ligeramente cuando vamos a alcanzar el rellano del glaciar.

            El tránsito de la zona de grietas hay que hacerlo con extremo cuidado pues la nieve está más blanda si cabe con estas temperaturas pero con paciencia y cuidado lo dejamos atrás cuando quiere empezar a llover.
 
Llegando a Tracuit.

            Finalmente alcanzamos la zona final del glaciar vestida de hielo viejo, en el extremo inferior nos quitamos los crampones y las polainas y ligeramente zozobrantes por el cambio de apoyos y de medios, pasando la morrena junto a la cruz del promontorio próximo al glaciar nos llegamos a la Cabaña Tracuit cuando son las diez y media de la mañana. ¡Seguimos teniendo suerte!

            Nos metemos en el refugio y sentados en una mesa del rincón sur nos sentamos tranquilamente para comer y charlar con Sergio y Ana.

            Comemos y bebemos abundantemente y con gana ya que nos sobra comida a montones. Habíamos quitado parte de la comida preparada para la travesía pero a pesar de ello…

            No tenemos ninguna prisa, la mañana se ha cerrado y llueve aquí a 3256 metros de altitud. En los valles, da la impresión de que la lluvia puede ser todavía más consistente y nosotros dentro de unas pocas horas estaremos en el valle, en medio de la lluvia y con un día de adelanto sobre nuestro programa de refugios reservados. Son las once de la mañana y ¡menudo panorama! Tenemos por delante.

            El presupuesto indica esperar tranquilamente a que se abra algún claro y marchar para abajo, pero nos da la impresión de que en un día como este, un claro de un par de horas al menos puede ser sencillamente imposible.

            De cualquier forma, incluso después de hacernos algo caliente, recogemos y empezamos a organizar las mochilas, hay que hacerlo de nuevo por completo.

            La mañana aclara, deja de llover y nosotros nos aprestamos a iniciar el descenso a Zinal.

            Son las doce cuando abandonamos la Cabaña Tracuit, las nubes se han partido y nos ofrece una franja clara. Por arriba siguen las nieblas a partir de los 3500 metros y por debajo de los 2000 metros hay nubarrones muy oscuros.

Agua en Alpe Tracuit.

            Bajamos la Brecha de Tracuit y relajadamente hacemos camino pedrera abajo en medio de una animada conversación. Atravesamos ya en descenso Alpe Tracuit  cuando comienza a llover y nos ponemos las capas.

            No será demasiado e incluso cesará cuando alcancemos la Cabaña de Alpe Tracuit. Pero poco después, cuando nos aproximamos a la Cascada  del Roc de la Vache vuelve la lluvia que nos acompañará pertinaz e insistente en el resto de descenso.

Pulsatilla alpina en el Valle de Zinal.
 
            Cuando el camino se introduce en la pradera alpina aparecen incómodos y resbaladizos tramos terrosos que mojados nos obligan a poner toda la atención del mudo en cada paso. Nos mojamos tanto con capas como con chubasqueros pero a las dos y media llegamos al coche en Zinal dando por liquidados 2625 metros de desnivel.

            Nos felicitamos mutuamente por la coincidencia con Sergio y Ana y nos despedimos deseándonos buen tiempo, del resto trataremos de ocuparnos nosotros.

            Recogemos las capas, ponemos las mochilas en el coche y nos vamos para abajo con la calefacción a tope para secar lo que llevamos húmedo o mojado, cosa que conseguiremos fácil y prontamente. Otra cosa será lo que nos espera. Y no tiene demasiada buena pinta. A pesar de todo hemos tenido suerte y que nos quiten lo bailado.
 
Para ver la continuación.
   

 

           

           

             

 

 

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