14 ago 2010

5.10. APROXIMACION AL OBERAARGLETCHER. 14-8-2010.

Oberaargletscher.

 Presa de Oberaar  Orilla Norte y Oberaargletcher.

14-08-2010.

Desnivel acumulado 50 m.

Distancia recorrida 5000 m

Tiempo efectivo 02:00 h
 
Lluvia.
 
Muy fácil.
 
Senderismo.

Agua en los aseos de la Presa de oberaar, en alguna surgencia de la orilla norte del lago y en el desagüe del Glaciar de Oberaar.

Camino de la orilla norte del Embalse.

Partiendo del Grimsepass y en un día decente puede ser una actividad de senderismo de indudable interés y belleza con algunas variantes adicionales.

Tener en cuenta que la carretera de Grimsepass a la Presa de Oberaar está regulada por semáforo de paso alternativo para vehículos.

 Juan Castejon, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

 
Mapa de Oberaarsee procedente de Bachmann. Vía en amarillo.

            El sábado 14 de Agosto de 2010 estaba señalado para madrugar, a priori tenía adjudicada una tarea intensa pero, por otras razones, también nos levantamos pronto. Son las seis y diez de la mañana cuando nos ponemos en pie.

            El cielo sigue tristemente encapotado y no llueve de auténtico milagro, incluso quiere hacerlo mientras desayunamos.

            Una hora después, hemos preparado unas ligerísimas mochilas, nos metemos en el coche dispuestos a recorrer de nuevo la Furkasstrase. Raron. Visp y comienza a llover, Brig, Morel, la Bettentalstatión y carretera nueva por esta vez.

            El ritmo es lento pues las prisas por pillar a la mañana despistada ya han desaparecido. La carretera se va elevando en dirección nordeste y pasamos Fiesch y un grupo de pueblos próximos de nombres similares, Munster y Ulrichen.

            Aquí la carretera se abre en dos, recordamos nuestro paso hacia el Nufenenpasss cuando viajábamos hacia la Bernina, pero proseguimos valle adentro por Suiza hasta Gletch.

            En el cruce de carreteras paramos, llueve incesantemente, y nos vamos a la oficina de turismo. El empleado en italiano nos deja claro que la carretera del Grimselpass está cortada 24 kilómetros más adelante del paso, nos indica la posibilidad de utilizar la carretera a la Presa de Oberaar y nos dice que el tiempo no sabe si se puede estropear más, porque no es fácil, pero que va a durar por lo menos hasta el miércoles. Quizá mejor hacia Martigny.

            Estamos un buen rato pero terminamos montándonos en el coche, dejamos a nuestra derecha la carretera que conduce al Furkapass y emprendiendo la conocida carretera que por asciende la vertiente sur del Grimselpass.

            Recuerdamos aquel 92 de camino a Grindelwald  y los apuros de mi viejo coche cargado hasta los topes y corto de potencia. El puerto sería una dura prueba para el.

            Gletch está a 1757 metros de altitud y una serie de largas lazadas nos catapultan entre nieblas al Grimselpasss situado a 2164 metros de altitud. Son las diez de la mañana.
 
Totensee.

            El Totensee está situado en pleno puerto en la orilla sur de la carretera, tiene una pequeña isla, está rodeado de nieblas y en un día soleado puede ser sencillamente encantador. Hoy solamente lo contemplan un par de chobas piquigualdas a las que pongo en fuga intencionadamente por lo que me abroncan en su huida.

            Al oeste del aparcamiento esta la carretera de Oberaar con su semáforo: se puede pasar hacia la presa los primeros diez minutos de cada hora e iniciar la vuelta desde la presa cada media hora después.

            Indecisos nos hacemos un café en el puerto al abrigo de la lluvia y almorzamos un poco. Con ello se nos hacen casi las once y como van a abrir el semáforo nos ponemos en la inexistente cola y enseguida pasamos para arriba. Hoy es un día de poco tráfico.

Cola Embalse de Grimsel.

            La carretera en contra de lo que suponíamos avanza próxima al Lago de Grimsel que se queda al norte, mientras que va girando hacia el sudoeste. Tendrá alrededor de 4 kilómetros y la estechez de muchos tramos dificulta el cruce de vehículos de ahí su regulación con semáforo.
 
Presas del Embalse de Oberaar.
 
            Tiene una serie de paradas para contemplar el lago de Grimsel y avanza a ratos por debajo o al lado del trazado del teleférico que partiendo del Hospice de Grimsel llega a la Presa del Embalse de Oberaar.

Refugio de Oberaarsee.

            Primero en ascenso y luego casi de llano hasta que alcanza un punto alto a partir del cual inicia un fuerte descenso, pasa junto al Refugio de Oberaar de uso privado y se va hacia abajo hasta el aparcamiento de la Presa.

 
            Sigue Lloviendo para no variar pero un poco pensando que puede ser este nuestro paseo final, nos ponemos las capas y nos vamos primero al edificio de llegada del teleférico e inmediatamente iniciamos la marcha para cruzar la presa.


            En la orilla norte de la misma un camino se orienta próximo a la orilla izquierda del embalse y prácticamente llano se alarga hacia el oeste. Es el camino para alcanzar el Glaciar de Oberaar y por allí entrar hacia el refugio de Oberaar y posteriormente llegar a Konkordiaplatz en el corazón de la masa glaciar.
 
            Un grupo de montañeros, suponemos que abandonando la zona glaciar llega a la presa cuando nosotros vamos a iniciar la marcha. Van calados hasta los huesos.

            Cruzando la presa la echa sin clemencia y el chaparrón se prolongará alrededor de veinte minutos, tiempo suficiente para comprobar que nuestras nuevas botas son cómodas y no se pasan.
 
A cubierto del chaparrón salvaje.

            A medio tránsito del embalse hay un enorme bloque. Pensamos al menos llegar hasta allí pues la lluvia es torrencial y las nieblas bajan hasta los pies del glaciar en las inmediaciones de la cola del embalse. Además en algún momento ya hemos localizado el collado por el que tendríamos que aparecer en otras circunstancias.

            Pero la lluvia quiere aflojar, hacemos alguna foto con cierto humor artificial y proseguimos ya con la intención de llegar al glaciar como sea. Si nos hartamos de agua es igual.

Hacia el Oberaargletscher.
 
            Poco más adelante la lluvia va cesando hasta que nos permite quitarnos las capas cuando alcanzamos la cola del embalse. Allí el camino se baja ligeramente de la ladera y tras atravesar unas placas pulidas por el glaciar se incorpora en ascenso a la morrena lateral  izquierda.
 

La plancha de agua del embalse.
 
            El glaciar tiene dos desagües uno a cada lado y en medio tiene la lengua Terminal abombada, vestida de hielo viejo y negruzco y media cubierta de piedras. Tendremos que atravesar el caudaloso curso de agua de la parte izquierda del glaciar  cosa que haremos por un pequeño y casual estrangulamiento de piedras.


 
            Hemos venido a buen ritmo y alcanzamos el hielo del glaciar tras una hora de camino. Hacemos algunas fotos en una boca de hielo del mismo, yo me daré un corto paseo por el resbaladizo hielo del glaciar y tras esparcir nuestras ilusiones sobre la masa glaciar que se eleva suavemente hacia el oeste al encuentro de las nieblas, damos la espalda al glaciar ye iniciamos la vuelta sobre nuestros propios pasos convencidos de que por allí no hubiéramos hecho nada.

De vuelta.

Acederillas en Oberarsee.
 
            Pasada la zona limosa y llana de la cola del embalse vuelve a llover pero será brevemente. Las nieblas se levantan un poco y nos permiten, a las marmotas un intento de soleo, ¡vaya atrevimiento! Y a nosotros un camino de vuelta fundamentalmente tranquilo y sin prisas.

Allí se queda aparcado nuestro proyecto.
 
            Es la una y media cuando nos proponemos, atravesando la presa, comer junto al coche para contemplar el Embalse y el Glaciar de Oberaar, pero no será más que una vana ilusión pues de nuevo las nieblas bajan, se echa a llover y tenemos que comer a cubierto en las instalaciones del teleférico.
 
No sabemos cuál de los dos es el collado de salida.

            Una hora después, montamos en el coche, hacemos una parada en el Aparcamiento del Refugio de Oberaar y alguna parada más de vuelta, saliendo de la carretera a las tres en punto cuando se abre el semáforo permitiendo una nueva subida de vehículos.

Aguas graníticas en Grimsel.
 
            En Grimselpass comentamos que si bien el rodeo del lago se ajustaba a nuestros cálculos, el tramo de la presa de Oberaar a Grimselpass podía resultar un pelín más largo de lo calculado, dan una hora y cuarto cuando nosotros preveíamos una hora.

            Además había que contar con que hubiera sido necesario bajar a dedo a Gletch y allí tomar el tren para volver  a Bettentalstatión, recoger el coche y volver en busca de mis socios. Con todo ello además de la bajada del glaciar desde el Refugio Finsteraar se habría compuesto una cumplidita jornada.

Hospice de Grimsel.

            Desde la cima del puerto tomamos la carretera en descenso por la vertiente norte y por camino que recordamos vagamente nos llegamos al lateral este de Grimsel y tomamos la carretera de servicio al Hospice de Grimsel situado a a 1900 metros de altitud y en la orilla sur de la Presa del Embalse de Grimsel.

            El Hospice de Grimsel es un monumental edificio convertido en hotel y situado en un promontorio que domina el embalse. Perfectamente remodelado junto a sus alrededores, cuenta con aparcamiento tanto cubierto como descubierto y con las instalaciones del Teleférico de Oberaar.

Raterichbodensee entre nieblas.
 
            Se puede bajar hasta la presa y atravesarla para tomar un camino sobre pulidas y verticales placas de roca que conducen a un túnel que permite atravesar una zona absolutamente lisa y vertical para proseguir posteriormente hacia la Cascada de Grimsel que tiene todas las pintas de estar originada por una conducción artificial de agua hasta este embalse.

            Aprovechando que ha cesado de nuevo la lluvia, damos una vueltecilla por el aparcamiento, bajamos hasta las inmediaciones de la presa a través de una escalinata balizada, contemplamos un espectacular conglomerado de cristales de cuarzo blanco y, un rato después desestimando la idea de llegarnos hasta la cascada, montamos en el coche y nos volvemos hasta Grimselpass para parar y fotografiar las esculturas del aparcamiento de motos de la zona sur del puerto.

            Iniciado el descenso hacia Gletch nos cruzamos con una Autobús postal de época y nos llama la atención poderosamente puesto que nos han dicho que no había autobús en Grimselpass. El autobús lleva en la morrera un precioso ramo de flores naturales.

            Llegamos a Gletch y en la estación del ferrocarril hay movida y un tanto extraña, poco natural. El Tren Postal desde esta estación pasa a Italia por el Furkapass y no creemos que esa sea clientela normal.

            Seguimos bajando un poco y vemos gentes aparcadas por la carretera esperando algo. Enseguida vemos humo en el valle y… un tren antiguo de carbón hace el recorrido del Furkapass conmemorando algo que no sabremos pero es todo un espectáculo ver suspirar al tren cremallera por semejantes pendientes echando humo  como solamente recordamos los que hemos visto en nuestra infancia las máquinas de vapor del ferrocarril. Hacemos fotos llenas de humo y celebramos la feliz coincidencia.

            Luego, tranquilamente nos vamos para abajo dejando que la calefacción del coche seque nuestras poco húmedas pertenencias.

            Pasa la tarde y nosotros nos llegamos  a Turtmann cuando son las seis y media.

            Todavía y para hacer hora nos daremos un paseo para visitar la ermita que se encuentra inmediatamente por encima de nuestro campamento y aunque no está muy lejos, se nos hará largo el camino porque de nuevo se echa a llover.

            En la ermita que está abierta y primorosamente cuidada estamos un buen rato esperando que cese la lluvia pero no nos quedará otro remedio que bajar a pesar de la misma.

            Llegados al coche y en vista de que la lluvia persiste, montamos nuestro campamento a cubierto, preparamos la cena y la despachamos como si fuéramos reos de muerte. Luego, sumidos un tanto en el hastío y en la desesperanza de que nuestro signo cambie nos empiltramos con ganas de acabar con el día.

            Llueve insistentemente durante toda la noche y sin parar y la temperatura desciende, lo que tiene un claro significado: ha debido de nevar en altitud.

Puedes ver algunas fotos más.

Aquí está el comienzo.

             

  

             

 

 

           

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