5 feb 2015

11-15. CIRCULAR CON ESQUIS A GUE. 4-2-2015.

En la Corona de Senegüé viento y Güé muy lejos.

Pista de la Corona de Senegüé y Arista Sur descenso por Collado Norte de Güé, Pista de la Pardina del Barranco del Abate y Corona de Senegüe.
04-02-2015.
Salida 10 h. Llegada 16 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Güé procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Ayer, subiendo al Cordal de los Capitiellos hacíamos una foto de Punta Güé que iba a resultar premonitoria. Mi chica quería pero yo estaba empeñado con mis Capitiellos… mañana vamos a Güé antes de que se estropee el tiempo.

            Son las diez de la mañana cuando entramos a la Pista de la Corona de Senegüé desde la Carretera a Biescas, hemos elegido esta entrada a la de los huertos ya que es más probable que tengamos sitio para aparcar y así será, lo hacemos en las primeras naves que han limpiado por su  parte delantera. Hay una rodada de todoterrenos pero no nos fiamos.

Iniciando la marcha en la parte baja de la Pista de la Corona de Senegüé.

            Sabemos que la jornada será interesante pues hay que chuparse toda la pista hasta la parte alta de la Corona del Campamento o de Senegüé, en ella estaba un campamento militar utilizado por el acuartelamiento del pueblo, y arrancamos prácticamente desde la carretera a 820 metros de altitud.

            Han anunciado viento pero aquí, debajo de la corona hace abrigo mientras avanzamos pista arriba en dirección norte.

            Hay que remontar alrededor de 50 metros de desnivel de manera suave mientras contemplamos como las huellas de los coches terminan por desaparecer a la entrada del rellano.

Foqueando con garbo. Atrás los Capitiellos.

            Atajamos la primera vuelta y enfilamos el rellano con aire marcial y convenientemente ventilados por un viento racheado que se lleva nieve de manera considerable. Tanto que no advertimos la huella que un tractor con cazadores ha dejado al estar completamente venteada y rellena de nieve.

            Preferimos foquear por fuera de la pista pues al menos aquí tenemos la nieve con una profundidad más uniforme y entramos en calor con la excepción de los dedos de las manos que quieren enfriarse.

            Son las once menos cuarto cuando alcanzamos la parte alta del rellano y coincidimos con la pista que se ahonda un poco para continuar hacia el Pozo de Gas Natural. Es aquí donde advertimos la huella del tractor pero ya da lo mismo puesto que inmediatamente abandonamos la pista y nos introducimos en el conocido camino que ascenderá la Arista Sur de Güé. Estamos a 970 metros de altitud.

Foqueando fuera de la huella mientras se pueda.

            Hay una huella de raquetistas que aunque no es demasiado útil para los esquís al menos nos sirve para confirmar el camino completamente cubierto de nieve. Desde luego que conocían el camino aunque de cuando en cuando se permiten alguna licencia.

Avanzando sobre bojes y genistas contemplamos Oroel.

            En la parte baja de la ladera y antes de alcanzar el pinar aprovechamos tramos de nieve suave que cubre claros de la vegetación para progresar por fuera de la huella. Luego la pendiente se acentúa poco a poco, la vegetación va creciendo y no queda más remedio que utilizar la huella.

El camino se arrellana en el pinar.

            Algún pequeño escalón del camino nos requiere un poco más de esfuerzo pero la nieve polvo sujeta muy bien las pieles de foca y alcanzamos  con comodidad el pinar en el que el camino se toma un breve descanso llaneando hacia el oeste.

En el rellano bajo Santa Lucía.

            Una rampa suave en el extremo del pinar nos saca al primer rellano, estaremos sobre los 1200 metros de altitud, desde el que volvemos a contemplar la Cima de Güé mientras llaneamos entre genistas completamente cubiertas y el camino se convierte en una trinchera que marcha en busca de un nuevo tramo de pinar en el que los pinos aparecen cargados de nieve.

El camino es una trinchera entre pinos cargados de nieve.

            El segundo resalte de nuevo nos obliga a algún esfuerzo extra más frecuente y se hace un pelín más largo ya que la pendiente ha ido en aumento y abandonar la huella ya no es ni tan fácil ni conveniente con vegetación alta.

Llegando al Rellano de Santa Lucía.

            Poco después la vegetación se aclara y nos indica que estamos llegando al Rellano de Santa Lucía situado a 1350 metros de altitud cuando son las doce. La capa de nieve ha ido creciendo y salvo en algunos lugares que se empieza transformar aparece polvo y profunda indicándonos que el tajo se puede poner peleón de aquí para arriba. La huella de los raqueteros ha desaparecido y tenemos para nosotros Punta Güé toda virgen.

Güé desde el Rellano de Santa Lucía.

            El rellano de Santa Lucía es el más consistente de todos los de esta arista y hacia el norte se eleva muy suavemente mostrándonos una loma limpia y blanca antes de que el teórico camino se yerga y sumerja en el pinar.

Zeteando en la zona erguida de la Arista Sur de Güé.

            Conocemos el camino en seco y no nos engaña ahora con nieve. Las rampas se yerguen, nos requieren algún esfuerzo considerable, nos propician algún chapuzón en la base de algún boj desde la que salir resulta complicadillo, el personal se ayudará de todo lo que permita progresar incluidas ramas de boj o pino pero finalmente alcanzamos un claro tieso en el que zeteo un poco sin necesidad de hacer vueltas marías.

Zona de vegetación aclarada por el incendio.

            A partir de allí la vegetación se aclara, de ello se encargó el incendio y avistamos la torre de observación: Güé es nuestro.

Llegando a la Cima de Güé.

            Seguimos zeteando como procedimiento de ganar metros cómodamente, pasamos la pista casi sin darnos cuenta pues está completamente rellena de nieve y alcanzamos la Cima de Punta Güé situada a 1579 metros de altitud.

En la Cima de Punta Güé.

            Erata está que se sale de nieve, Telera y Tendeñera así como las Argualas tienen alguna nubosidad y nieblas que se apelmazar en cualquier parte, Oturia, Santa Orosia, y Oroel están completamente limpias de nubosidad y Guara queda muy profunda e inconcreta. Todo un ámbito amplio y lechoso bañado por un espléndido sol.

Oturia y Santa Orosia desde Güé.

            Es la una menos cuarto cuando junto al vértice geodésico nos hacemos algunas fotos para luego bajar unos metros buscando el abrigo del viento en los bojes y echar un café caliente con un dulce y la satisfacción de subir aquí con los esquís, Juan con sus raquetas.

            Quitamos pieles y enseguida iniciamos el descenso cuando es la una. Vamos a bajar por la pista y así haremos la circular.

Entrando a la pista aunque no lo parezca.

            Un par de giros de salida nos colocan en la pista que en una primera largada nos baja hasta el Collado Norte de Güé.

Bajando al Collado Norte de Güé.

            Allí la pista se introduce el un valle orientado al oeste y llena de nieve polvo prácticamente sin transformar nos anuncia que deslizar va a ser un lujo escaso. La pista arrellana mucho y hay que foquear de manera casi continua con la excepción de un tramo poco más abajo del collado norte en el que la pendiente nos permite algún suave giro.

Casi el único tramo esquiable de toda la pista de descenso.

            Le sucede un rellano consistente al final del cual y al abrigo del viento nos sentamos sobre los esquís para comer.

            Media hora después terminamos con el rellano y proseguimos vuelta a vuelta con la pista por la Arista Oeste de Güé. Nos iremos asomando sucesivamente al Pozo de Gas, a Larrés y de nuevo a Güé mientras bajamos hacia la Pardina del Barranco del Abate cuyas ruinas no son fáciles de divisar ya que están muy cubiertas de nieve.

La pista hay que foquearla entera y se hace larga.

            La pista se hace larga, Juan ataja de cuando en cuando pero nosotros nos relevamos haciendo huella para que el de detrás deslice un poco. Incluso se me llegan a hacer zuecos puntualmente y ya es la leche.

            La pista muy llana y soleada se desarrolla luego orientada al sur y tras mostrarnos Santa Orosia y Oturia se decide a bajar al fondo permitiéndonos un breve tramo en el que deslizamos un poco.

Tramo final de descenso y remonte posterior.

            Llegados a la pista que hemos abandonado por la mañana hay que remontar, mi chica pone pieles pero yo subo a pelo sin ningún problema pues la nieve de la huella del tractor aguanta perfectamente.

Hasta el rabo todo es toro pero vosotros podéis con ello.

            Cerramos el bucle abierto a la mañana y alcanzada la parte alta de la Corona de Senegüé tratamos de deslizar un poco pista abajo cosa que conseguiremos en la parte alta. Luego, la mayor parte de la corona hay que remarla con relativa comodidad pero las piernas pesan ya lo suyo, no en vano la pista hasta el cruce tendrá alrededor de siete  kilómetros y luego otros tres hasta el coche. Menos mal que terminada la Corona de Senegüé la pista nos ofrece una pendiente deslizable con cuidado por las rodadas.

            Son las cuatro de la tarde cuando llegamos al coche con ganas tras una jornada peleona y satisfactoria a partes iguales y en la que hemos movido un desnivel de 780 metros con una meteorología mucho mejor de lo anunciada: ha sido una excelente jornada de monte sin nada de esquí, poco deslizamiento y mucho foqueo tanto para arriba como para abajo.

           

           

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