27 oct 2015

71-15. EL AGUILA DE CAMINO A TORTIELLAS POR EL PASO DEL SARRIO. 26-10-2015.

La Noroeste del Pico Tortiellas.

Canfranc Estación, Olla de Estiviellas, Circo del Aguila, Collado Suroeste, Cima del Aguila, Circo de Estiviellas, Paso del Sarrio, Arista y Pico de Tortiellas, Punta de la Garganta de Borau, Paso de Borau, Tortiellas Bajo y Alto y Rioseta.

26-10-2015.

Salida 08:45 h Llegada 16:30 h.

Mixto.

Bastante fácil.

Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Tortiellas procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Hacía mucho tiempo que no habíamos estado en la Punta del Aguila de Rioseta y queríamos volver, a ser posible, por otra ruta. Juan no conocía el Paso del Sarrio y por qué no hacerse alguna circular por allí y al paso también podríamos hacer la Punta del Paso de la Garganta de Borau que se nos quedó pendiente el día de la circular por los Pasos de Aisa y Borau. Son muchos “pasos” juntos y más pasos reales que iban a salir.

            El 26 de Octubre de 2015 lo anuncian decente y lo vamos a aprovechar después de una semana de parón. Son las nueve menos cuarto de la mañana cuando aparcamos en la parte alta de Canfranc Estación justamente en el inicio del Camino a Estiviellas a 1200 metros de altitud.

Otoño en el Camino del Barranco Estiviellas.

            Un camino que se duerme vuelta a vuelta nos acerca al Barranco de   Estiviellas. Lo conocemos y lo atajamos frecuentemente. Discurre por un bosque mixto en el que abunda el pino royo en la parte baja para ser sustituido por el abeto y el haya más arriba y en el que el otoño nos va a deleitar con su acostumbrado concierto de colores cálidos que no por conocido deja de ser agradable y espectacular.

            La ladera está llena de caminos utilizados en la ingente empresa  de repoblación de las laderas y protección de las mismas con obra para detención de aludes. Se trata pues de caminos con pendiente muy suave  y en los que se utilizan frecuentemente pequeños muros de contención, algunos de ellos encementados. Nos va a asegurar un ascenso cómodo en una ladera de pendiente elevada.

            El camino enseguida se inclina hacia el Sudoeste en busca del Barranco de Estiviellas para mostrarnos los varios diques de su parte baja. Vuelta a vuelta ganamos altura en el amplio barranco hasta alcanzar la Olla de Estiviellas, una pared semicilíndrica por la que no baja prácticamente agua pues estamos en un otoño algo seco.

La Olla de Estiviellas.

            Ya en dirección oeste superamos el nivel de la Olla y contemplamos la parte superior del barranco que nos muestra entre nieblas el inicio del Paso del Sarrio que a donde nos hemos de dirigir pero no directamente ya que queremos acercarnos a la Punta del Aguila.

            El camino lógico al Aguila  sería el barranco o la arista que arrancan de Rioseta y que se elevan en dirección sudoeste. Por allí ascendimos en una ocasión pero la arista está bastante vestida y hay que abandonarla sobre los 1700 metros de altitud para introducirse en el barranco, muchísimo más vestido, en busca del collado sudoeste del pico que es por donde pasa el acceso al casquete somital. Hoy tendremos que pasar desde el Barranco de Estiviellas al del Aguila y habrá que andarse con cuidado con la altitud para ni enrallarse ni acabar en medio del bosque que asedia al barranco pues sabemos que la parte alta del mismo está limpia.

            Nuestros problemas apriorísticos se terminan antes de empezar puesto que el camino que conduce al Collado de Estiviellas por encima del Aguila tiene un cartel que nos indica el Aguila.

            Un caminillo balizado de blanco y amarillo prosigue en ascenso para iniciar el tránsito de valle a valle atravesando  el contrafuerte que nace en El Borreguil de la  Cuca o Cuca y que en dirección este separa los dos barrancos.

Defensas de aludes en el Barranco Estiviellas.

            Pasamos por unas defensas en pleno lomo y nos asomamos al Barranco del Aguila y al pico que está asediado por las nieblas pero hay un caminillo poco transitado que en suave ascenso nos va a llevar con toda comodidad al  collado sudoeste del pico. Estamos sobre los 1850 metros de altitud.

Hacia el Collado Sudoeste del Aguila.

            El camino tiene algunos hitos que serán barridos año tras año por la nieve, atraviesa la parte alta del circo conformada de una capa de margas grises bastante descompuestas, exenta de vegetación y en las que unas amplias viras paralelas facilitan la progresión.

Detalle de la Sur del Aguila de Rioseta.

            Nos deposita cómodamente en el collado situado al sudoeste de la cima y a 1927 metros de altitud. De allí para arriba el caminillo entre resistentes pinos  nos conduce a un corto zócalo vertical que se asciende apoyando las manos y utilizando una fisura herbosa y escalonada que nos deposita en una corta arista de andar y en la Cima de la Punta del Aguila situada a 1976 metros de altitud cuando son las diez y media de la mañana. La tarea ha resultado más sencilla de lo esperado.

En la Cima del Aguila de Rioseta.

            Se trata de una cima alargada y rodeada de paredes muy verticales excepto en la arista por la que acabos de acceder. Contemplamos y fotografiamos un paisaje cercenado por la  nubosidad estacionada sobre los 2200 metros y tras echar una visual a la Sur del Tobazo, Rioseta y al Borreguil de la Cuca que es la continuación de la Arista del Aguila, nos vamos para abajo en busca de un lugar abrigado de la fresca brisa del sur que campa por estos territorios.

De vuelta hacia el Barranco Estiviellas.

            Bajamos al collado sudoeste y mientras mis socios desandan camino yo me acerco a fotografíar, desde el otro extremo del amplio collado el corredor norte que arranca de Rioseta. ¡Quizás lo intentemos algún día!

Rebeco en el Barranco del Aguila.

            Atravesamos el Circo del Aguila y en los para aludes   que encontramos a la entrada al Barranco de Estiviellas nos sentamos a almorzar al sol y al abrigo de la brisa. Son las once de la mañana.

            Veinte minutos después abandonamos el camino e iniciamos una travesía horizontal hacia el este con la intención de cruzar un poco el Circo Superior del Barranco Estiviellas  con el objeto de alcanzar el camino alto que recorre el circo y que nos puede venir muy bien al objeto de alcanzar la entrada del Paso del Sarrio que se encuentra justamente en el otro extremo del circo.

            En muy suave ascenso, hemos localizado el camino que nos sirve de orientación, coincidimos con el que sube al Collado de Estiviellas y siguiéndolo continuamos con la travesía del circo.

            Enseguida dejamos el camino que sigue vuelta a vuelta para arriba y tomamos un ramal que es precisamente el camino que buscamos.

Atravesando el Circo de Estiviellas.

            El camino recorre la base de los Murallones Orientales de Tortiellas horizontalmente recorriendo una línea de para aludes que atraviesan el circo hasta alcanzar  la zona sur del circo bajo el Paso del Sarrio.

            Una serie de zetas recorren la empinada ladera de verdura por encima de la Fuente del Centenario y a través de una zona de para aludes metálicos alcanza el hombro del contrafuerte en el que se inicia el Paso del Sarrio sobre los 2030 metros de altitud.

Llegando al Paso del Sarrio.

            Hay una instalación para provocar aludes por medio de descargas de gas y una cabaña de piedra en lamentable estado próximo a la ruina. A partir de allí cambiamos de circo e iniciamos el Camino del Paso del Sarrio.

            El camino que sorpresivamente encontramos balizado, está bastante más transitado de lo que recordamos y recorre un pequeño circo en la vertical del Embalse de Ip, completamente dislocado y compuesto de cuatro corredores sucesivos.

Descendiendo el Segundo Corredor del Paso del Sarrio.

            Una rampa herbosa y descendente permite cruzar el corredor para ascender inmediatamente por una pared rocosa y cuarteada que nos deposita en un pequeño hombro herboso en el que se inicia el segundo corredor, más profundo y del que se sale mediante un corredor lateral muy erguido que se sube bien con algún apoyo de manos siempre por su orilla izquierda. La brecha de salida del corredor tiene una pequeña aguja en su cabecera que dejamos a nuestra izquierda al alcanzar el subsiguiente hombro también herboso.

            Le sigue un tercer corredor  que se atraviesa en descenso para alcanzar el fondo de calizas claras y remontar una ladera descompuesta de pedriza que remata en un crestón herboso. Ascendemos unos metros por el crestón e iniciamos la travesía ascendente del último de los corredores  conformado por una rampa escalonada y rellena de calizas claras bajadas de la arista próxima y que nos deposita en la brecha en la que finaliza el Paso del Sarrio a 2150 metros de altitud. Son las doce y media y se nos ha ido media hora en el paso.

En la Arista de Tortiellas.

            En las inmediaciones de la brecha de la que arranca el corredor que baja hacia de la Gruta Helada de Lecherines, se inicia una corta y fácil arista que nos permite alcanzar   fácilmente la Cima de Peña Blanca situada a 2189 metros de altitud y en la que hay una instalación para provocar aludes.

            La Arista de Tortiellas es conocidísima por las instalaciones de estructura metálica que separadas unos metros unas de otras deben tener como misión romper el paso de la ventisca de tal manera que no carguen la arista. Son unas estructuras curiosas de las que no sabemos su efectividad. Están asentadas linealmente en esta parte de la arista.

Placas calizas cuarteadas en la Oeste de Tortiellas.

            Desde la brecha iniciamos un suave ascenso a toda cresta contemplando las instalaciones y al paso las nieblas que nos aguardan poco más arriba. La recorremos en suave ascenso y en dirección  primero norte para girar poco a poco al nordeste  y tras faldear un resalte más por comodidad que por otra cosa, entrar a las placas somitales de la cara oeste de la arista

En las Placas Cuarteadas de Tortiellas.

            Se trata de una rampa medianamente inclinada de lajas calizas ocres y cuarteadas que ascendemos ligeramente al oeste de la arista. Nos conducen a un pequeño casquete somital herboso que conforma la Cima del Pico Tortiellas situado a 2364 metros de altitud. Es la una de un mediodía frescucho y ventilado y en la que disfrutamos de un reducido paisaje secuestrado parcialmente por las nieblas.

Cima del Pico Tortiellas.

            Contemplamos la Arista que desciende al Borreguil de la Cuca y al Aguila conviniendo que tiene mucha más tela que de lo que aparenta desde abajo y tras hacer unas fotos nos abrigamos un poco y proseguimos arista adelante en busca de la Punta de la Garganta de Borau.

            Descendemos brevemente un corto tramo de arista amplia y herbosa que nos deposita en la cabecera de las torres que accidentan la arista. Enseguida advertimos que el asunto está muy complicado con al menos tres torres de verticales paredes por todas partes separadas por brechas de respeto.

            Desde las inmediaciones de la primera brecha nos damos la vuelta, Juan lo hará poco después y nos vamos a faldear las hostilidades por el sur.

            De la cima de Tortiellas  a la que casi retornamos, arranca una línea de paredes verticales orientadas al oeste que seccionan la herbosa ladera oeste del pico y que conducen a un torreón característico en la arista de cierre de la cubeta en la que se encuentra la Gruta Helada de Lecherines. Se trata de faldear en descenso y en busca de un paso que permite franquear las paredes para iniciar el ascenso de retorno a la Arista de Tortiellas más al oeste de los torreones que nos han echado para atrás.

Parte Superior de los Paredones de la Oeste de Tortiellas.

            Prospeccionamos de cuando en cuando la cabecera de las paredes y terminaremos perdiendo alrededor de 200 metros hasta que la ladera herbosa bastante inclinada y que hay que bajar con sumo cuidado muere en el fondo del corredor. Desde allí ascenderemos unos metros bajo las paredes para seguidamente atravesar un amplio corredor de pedrizas de variado tamaño e incorporarnos  a la ladera sur de la Punta de la Garganta de Borau.

Remontando entre los Torreones Gemelos de la Oeste de Tortiellas.

            Unas rampas herbosas y algo inclinadas nos permiten recuperar altura  hasta que se acuestan en las inmediaciones de la Arista de Tortiellas. Nos permiten ver frontalmente las paredes que hemos recorrido por arriba y comprobar que algo más abajo de medio descenso había una zona escalonada  por la que se podrían haber descendido las paredes evitándonos unos metros más de descenso y ascenso pero desde arriba era difícil de ver además de que la ladera herbosa de cabecera era erguidísima.

            Alcanzada la arista nos restan unos pocos metros que hacemos utilizando un corredor amplio y fácil que enseguida nos deposita en la Cima de la Punta de la Garganta de Borau situada a 2338 metros de altitud. Nos ha costado una hora de punta a punta.

La Norte del Pico Tortiellas.

            En la cima que no habíamos estado nunca, contemplamos la pared de Lecherines en la que se encuentra la Gruta de la Garganta de Borau y la arista que, paralela a la de Tortiellas, hacia el oeste alcanza otro torreón característico: dos aristas paralelas y dos torreones gemelos.

            Cinco minutos después, tras hacer unas fotos iniciamos el descenso de la arista noroeste.

            Se trata de una arista tendida y fácil salpicada de pequeños resaltes que se faldean fácilmente y que enseguida nos depositan en el Paso de la Garganta de Borau situado a 2284 metros de altitud.

             Son las dos y cuarto y perdiendo unos metros por el corredor hacia el norte nos ponemos al abrigo de la brisa y nos sentamos a comer. Nos entretenemos con un macho de rebeco que solitario sube el corredor hasta casi darse de narices con nosotros que lo observamos quietos como muertos.

Vertiente Norte del paso de la Garganta de Borau.

            Media hora más tarde emprendemos el descenso del corredor que bajáramos no hace más de mes y medio.

            El corredor tiene una parte superior cubierta de pedregal poco estable que un poco transitado caminillo recorre por su orilla izquierda. Tras el rellano en el que aparece el praderío descendemos la parte inferior del corredor utilizando una fisura a la izquierda del barranco en la que emplearemos un poco las manos.

            Hemos perdido los hitos en la cabecera y bajamos por donde podemos. Lo cierto es que no sabemos por donde debe transitar el camino. Desde el Remonte a Tortiellas Alto creemos que pasará más al oeste del lugar por donde lo hemos hecho nosotros.

El Aguila y la Cuca.

            Luego descendiendo una erguida rampa de verdura alcanzaremos el fondo de la Majada de Tortiellas Bajo situada a 1750 metros de altitud, cogeremos un poco de agua en el Barranco de Aspe que se filtra en el totalmente colmatado Ibón de Tortiellas e iniciamos el ascenso hacia Tortiellas Alto. Son las tres y cuarto.

            Hemos bordeado la cubeta lacustre por su parte oeste e iniciamos en remonte por praderío en dirección nordeste siguiendo caminillos de animales y finalmente el camino que nos deposita en el Rellano de Tortiellas Alto situado a 1920 metros de altitud donde damos por finiquitados los varios ascensos del día.

            Recorremos de llano  el praderío de la majada hasta alcanzar el camino que inicia el descenso hacia Rioseta.

El Circo Bajo de Tortiellas bajando a Rioseta.

            Contemplamos una nutridísima manada de rebecos que se solean en la Ladera Oeste del Tobazo con los tímidos rayos de sol que se cuelan por entre las nubes y despidiéndonos del Aspe nos vamos para abajo siguiendo el camino que, balizado de rojo y blanco,  transitará siempre bajo las paredes de la Oeste del Tobazo.

            Poco después alcanzamos las instalaciones militares del Campamento de Rioseta y mientras que mis chicos inician la carretera yo me quedo solo en el ensanche del campamento para hacer dedo pues no nos apetece gran cosa hacer los cuatro kilómetros de carretera después de habernos chupado 1800 metros de desnivel. Me cogerán enseguida a pesar del poco tráfico que desciende  del Somport cuando son las cuatro y media de la tarde.

            En Canfranc Estación cogeré el coche y volveré a buscar a los socios que bajan relajadamente charrín charrando, con lo que finiquitaremos una jornada que al final se ha puesto cara pero ya se sabe que si quieres caminar con libertad hay que pagar el inevitable peaje de un esfuerzo cuantioso.

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