Juan en la Punta Sur del Collado de Canal Roya.
Aparcamiento
de Espelunciecha, Ibón de Espelunciecha, Puerto de Canal Roya, Punta Sur del
Collado de Canal Roya, Cabaña de la Glera de Anayet y Cuello Garmet.
02-12-2015.
Salida 10
h. Llegada 14
h.
Sol.
Muy
fácil.
Juan
Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Espelunciecha procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Noviembre de 2015 fue un mes de nevadas tempranas. La
primera fue importante pero no le hicimos caso. La climatología posterior dio
buena cuenta de ella dejando una testimonial mancha blanca en las laderas
sombrías.
La
segunda fue casi a final de mes, vino del noroeste, con mucho viento y ya es sabido que las precipitaciones de ese
origen dejan poca nieve en el Valle de Tena. ¡Queremos nevadas del sur!
Además
el finde nos pilla en Barcelona y… no hay prisas, vendrá Diciembre.
Hablamos
con Juan de salir a ver la nieve que hay y a las diez de la mañana del segundo
día del mes de 2015 estamos aparcados en Espelunciecha.
Espelunciecha desde el aparcamiento.
La
mañana está espléndida en lo que se refiere a temperaturas con algo de
inversión térmica pero el cielo está aborregado y retrasa la esperada tarea del
sol.
Formigal
está abierta de manera testimonial y no hay esquiadores en sus pistas cuando
nos introducimos en el Valle de Espelunciecha por la Pista de la Rinconada.
El
aspecto general del valle no es malo aunque sabemos que es más apariencia que
realidad, en el fondo hay poca nieve como iremos comprobando a lo largo de la
mañana.
Buscando nieve en Espelunciecha, que no hay demasiada.
La
nieve tratada está muy buena pero alrededor de las pistas hay una cristalera de
rehielo nocturno y lluvia de algún día posterior a la nevada que invita poco a
salirse por libre. A pesar de ello abandonaremos la pista poco más arriba para
acercarnos y pasar revista al Ibón de Espelunciecha.
Remontando hacia el Ibón de Espelunciecha.
La
cámara fotográfica que está algo viejeta y lleva algunos días dando problemas
se cansa de hacer fotos y me entretiene un ratillo mientras que mis chicos se
van para arriba. Luego echamos una charradeta con Jonchu Zabala y cuando me doy
cuenta está algo altos por lo que abandonaremos la pista en descenso para
acercarnos al ibón atravesando los dos barranquillos de rigor.
En el Ibón de Espelunciecha, gentileza de Juan.
Hay
que hacerlo un poco abajo y remontar por nieve recién soleada para acercarnos
al desagüe. El Ibón esta sencillamente celestial y sin huellas alrededor del
mismo.
Hacia el Puerto de Canal Roya.
Luego
retornamos un poco sobre nuestros pasos, cruzamos el primer barranco por un
puente alto y remontamos la loma divisoria del segundo que está muy transitada.
La Sur del Puerto de Canal Roya desde el puerto.
Al
final convergemos con la pista y alternando tramos por libre con otros de pista nos acercamos al
Puerto de Canal Roya.
La
nieve mejora pues a esta altitud no ha llovido y queda algo de nieve polvo y
nos propicia una llegada agradable al Puerto de Canal Roya donde nos recibe el
Diente de Anayet. Estamos a 2150 metros de altitud.
Espelunciecha como siempre al contraluz.
Una
vez en el puerto nos orientamos al sur. Han pegado una pasada a la pista por la
que funcionará la retrac que remontará esquiadores par los Tubos de los
Farallones.
Vista atrás al Valle de espelunciecha.
Ganamos
un poco de altura, Juan se marcha de frente para arriba y nosotros damos un
poco de rodeo para subir más cómodamente y alcanzar la Punta Sur del Puerto de
Canal Roya.
Gralleras y Midi desde la Sur del Puerto de Canal Roya.
Corre
viento en este pináculo a 2205 metros de altitud y Juan se baja de la cima. Nosotros dejamos
los esquís unos metros más abajo pues no nos gusta segar la hierba.
Culibillas, Espelunciecha y su corredor norte.
Hacemos
unas fotos y descendemos para volver a la huella que cada vez menos regular y firme alcanza el punto alto
frente el Corredor Norte de Espelunciecha donde vuelve la retrac.
Quitamos
pieles y nos aprestamos para la primera esquiada de la temporada. La huella
todavía se prolonga hasta la Cabecera del Tubo Pipos. No sabemos si empalmará
con la Glera pues no se ve desde aquí.
Esquiando el Corredor a la Glera de Anayet o Tubo Pipos.
La
nieve está algo transformada, más bien dura y cubierta de nieve polvo de forma
dispersa pero se esquía decentemente. Bajamos al rellano y alcanzamos la
cabecera del corredor donde la máquina se ha dado la vuelta.
El
Tubo Pipos o de la Glera tiene una nieve divina pues no en vano recibe el sol
desde que remonta el horizonte. Un tramo suave se continúa con una estrecha
rampa que enseguida se amplía y nos deposita en el rellano intermedio. Por
debajo pasamos de una rama a otra en busca de un amplio pasillo de nieve que se
inclina suavemente y nos deposita en el amplio cono de deyección.
Hemos echado un bocado en la Cabaña de la Glera.
Una
ladera amplia nos conduce en suave
descenso hasta la Cabaña de Glera y al sol del mediodía nos sentamos a comer en
una de las mesas que está exenta de nieve, es la una menos cuarto.
Un
rato después, bien soleados pues hace un mediodía de verano, nos montamos en
los esquís y nos vamos glera abajo hasta el encuentro de la pista Garmet que
habrá que remontar para volver luego al Valle de Espelunciecha.
Un skyline de lujo desde la Glera de Anayet.
Para
ello ponemos de nuevo las pieles y remontamos alrededor de 50 metros. Juan ha
faldeado por arriba y nos juntamos en la llegada de las dos sillas en Cuello
Garmet. Es la una y media pasadas y el termómetro señala 9º centígrados.
De
nuevo quitamos las pieles y nos
disponemos a la esquiada final del día que nos bajará de los 2032 a los 1750
metros del aparcamiento donde hemos dejado el coche.
Comenzamos
el descenso por la pista pero inmediatamente
de hacer unos giros placenteros nos salimos por las inmediaciones de la
misma para girar en nieve más dura con
unas zonas intermitentes de nieve polvo. Es un descenso placentero que nos
deposita en el aparcamiento cuando van a ser las dos de la tarde.
En
la zona de servicios se ha notado la disminución de la superficie nevada. No
hay mucha nieve pero en la zona que hemos recorrido nos ha resultado suficiente
y en aceptables condiciones. Si además el desnivel acumulado ha rondado
solamente los 500 metros pues nuestro estreno de temporada en un día casi
veraniego es difícilmente mejorable.
¡Deseo
una excelente temporada de nieve! ¡Tengan ustedes cuidado y sobre todo
disfruten!
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