La Sur de Gratal.
Nueno, Golf Gratal, Gorgas y Ermita de
San Julián, Parideras de Bernazal, Collado Sur de Gratal y Cara Norte. Descenso
por la Pedrera Este, Pista a Parideras de Bernazal y Nueno por el tendido
eléctrico.
15-01-2016.
Salida 09:45 h. Llegada 16:15 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Gratal procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
A
Gratal se suele ir desde el Embalse de Arguis bien por el Barranco Bayón o por
el Gaseoducto para terminar ascendiendo el casquete somital por la cara norte.
La
Cara sur suele ser una perfecta desconocida y hace ya algún tiempo que había
puesto los ojos sobre ella; bueno, quería ascender por la cara sur.
En
principio pensé en partir de Lierta y utilizar la pista que sube hasta los
Prados de Fenés pero luego me di cuenta
de que partiendo de Nueno las pistas se comunicaban y daba lo mismo partir del
final de la Urbanización del Campo de Golf que del pueblo.
Gratal tras unos viejos almendros en flor.
No
nos ponemos muy de acuerdo sobre la meteorología del viernes 15 de Enero de
2016 pero… solamente puede suceder lo que tantas veces nos ha pasado y es que
disfrutemos en Guara de un tiempo de perros.
Son
las diez menos cuarto cuando tras atravesar Nueno en dirección oeste llegamos
al cementerio del pueblo situado en las afueras a 765 metros de altitud,
aparcamos allí y tomamos la pista que prosigue hacia el oeste.
Tras
recorrer alrededor de un kilómetro llegamos a la zona deportiva en la parte
alta de la Urbanización de Gratal Golf, lugar al que llega una carretera
asfaltada que sale también de Nueno.
Recorremos
unos metros más de pista y la abandonamos pues vamos a transitar por un camino que en parte conocemos y que nos
llevará hasta la Ermita de San Julián previa visita a las Gorgas.
Gratal desde el Camino a las Gorgas de San Julián.
El Camino a las Gorgas de San Julián recorre la ladera izquierda del barranco del
mismo nombre ascendiendo progresivamente por medio de un sotobosque de enebros
coscojas, romero y gayuba entre otras lindezas propias de Guara. Muy transitado
pues no en vano conduce a uno de los varios lugares emblemáticos del senderista
oscense, nosotros lo conocemos desde hace tiempo y especialmente porque allí
celebramos la boda de Alvarito Correas y Adela hace un porrón de años pues fue
el 8 de Julio del 79.
La Pared de la Ermita de San Julián desde la entrada las Gorgas.
En
poco más de media hora entramos en el estrecho del barranco y progresando entre
vegetales de mayor porte entre los que aparecen los madroños, los bojes y
sanguinos y una sucesión de gradas de conglomerados calizos nos conducen a las
Gorgas de San Julián situada alrededor de los 925 metros de altitud.
En la sala de las Gorgas de San Julián.
Se
trata de una sala de altas paredes que prácticamente se cierran a modo de
techo, amplia en la entrada se va
estrechando hacia el norte hasta
angostarse completamente en el final de la misma por el que baja la escorrentía
del Barranco de San Julián. En el fondo hay una diminuta charca de agua
cristalina y el inicio de una vieja ferrata de la que localizamos tres
clavijas. Además hay una cabra negra que probablemente se ha despeñado, a la
que le han cortado la cabeza y empieza a oler.
Agua en el fondo de las Gorgas de San Julián.
Hacemos
fotos, recordamos pretéritos momentos y un rato después volvemos sobre nuestros
pasos para desandar un tramo final del
camino, cruzar el Barranco de San Julián y ascender unos metros por un camino
que busca las paredes de la orilla derecha del barranco en las que se asienta
la Ermita de San Julián de Adriá.
Hacia la Ermita de San Julián de Adriá.
Se
trata de una modesta ermita rupestre que aprovecha una cueva de la pared
orientada al sur y cerrada por un solo muro en la que está practicada la puerta
de acceso. En el interior están almorzando los tres de Huesca que hemos visto
poco antes y con los que charlamos un ratillo. Nos invitan a un trago de vino con aceitunas de la tierra.
La Ermita de San Julián de Adriá.
Ellos
se quedan recuperando fuerzas y nosotros tomamos un camino balizado que en
dirección sudoeste va a recorrer la base de las paredes de la orilla derecha
del barranco.
Sanguino en flor en el Barranco Fenés.
El
camino rodea por el sur el contrafuerte que separa los Barrancos de San Julián
y Feners y en las inmediaciones de su confluencia cambiamos de barranco y seguimos el camino
que remonta el Barranco de Feners por su orilla izquierda.
No
permaneceremos más que unos cientos de
metros en esta orilla puesto que el
camino atraviesa enseguida el barranco y vuelve en sentido contrario unos
metros más para abandonarlo y alcanzar
poco después la pista que viene desde Nueno y que hemos dejado para pasar por
las Gorgas de San Julián.
Hacia Peña Mediodía.
Estaremos
sobre los 850 metros de altitud y
proseguimos al oeste para pasar unos metros por encima de las Parideras de
Bernazal por las que sube la pista que asciende desde Lierta.
En la pista hacia los Prados de Fenés.
La
pista abrigada del viento que corre en algunos tramos de camino asciende
paulatinamente en dirección oeste, muy soleada y a través de un encinar de
ladera en el que desechamos algunos caminillos que parten de la misma al norte
para, tras una importante largada con un tramo final más empinado, volver al
este y abandonarla por un caminillo con
hitos que atajará la misma.
Atajo en las Lomas de Monte Gratal.
El
caminillo faldeará las Lomas de Gratal por el oeste mientras que la pista lo
hace por el este. De cualquier forma ganamos altura suavemente a la vez que
contemplamos los verticales paredones de la Sur del Pico Gratal que nos indican
que es terreno solamente para buitres. ¡Cómo de lo pasan los jodidos con la
ventolera que hace por arriba!
Paramos
a echar un bocado aprovechando un lugar abrigado y al solecillo de la mañana
que se cuela entre cirrostratos muy altos y volanderos pues son las doce pasadas.
Gratal desde el Collado de las Lomas de Gratal.
Poco
después retomamos el camino que tras un tramo un poco más erguido y vestido de
vegetación espinosa nos deposita en el Collado Sur de Gratal donde coincidimos
con la pista.
Recorreremos
unos pocos metros de pista en dirección norte, ahora ya en busca de los Prados
de Fines y enseguida la abandonamos por un ramal que sale discretamente hacia
el oeste. Hay que saber que paralela a la pista principal actualmente en uso,
hay otra que discurre paralela a ésta pero unos metros por encima. Está
abandonada y prácticamente ha sucumbido al empuje de la genista. Por ella
discurre un camino amojonado que nos permite ganar altura muy suavemente sobre
la Cara Este de Gratal mientras contemplamos las pedreras que bajan desde la
cima y que conocemos ya.
En la pista abandonada de la Sudeste de Gratal.
La
vieja pista se va alejando paulatinamente de la principal y desde una de
las vueltas nos permite reconocer la conexión con la parte inferior de
las pedrizas en medio de un intrincado sotobosque que puede resultar complicado
de atravesar a pesar de que sea un tramo muy reducido.
Un
tramo más de camino nos permite alcanzar la entrada al casquete somita del pico
en medio de su cara norte coincidiendo con el camino que viene de los Prados de
Fines y de Argüís.
La Norte de Gratal.
El
casquete somita vestido de intrincado sotobosque característico de la zona está
recorrido por un caminillo que primero terroso y luego pedregoso se va elevando poco a poco y vuelta a vuelta
en busca de la cima en la que aflora la roca caliza descaradamente.
En la Cima del Pico Gratal.
La
tierra húmeda está helada y las piedras también por lo que habrá que bajar con
cuidado en el caso de que lo hagamos por aquí. Subimos frescos, a la sombra y
en medio de un viento racheado que resulta francamente frío y terminamos por
salir al sol prácticamente cuando alcanzamos la Cima del Pico Gratal situado a
1567 metros de altitud.
Las Lomas de Gratal y parte de nuestro camino de acceso.
Es
la una y cuarto, hemos llegado con el propósito de abrigarnos un poco pero no
se está mal al este de la cruz que corona la cima. Hacemos unas fotos,
contemplamos el Pirineo ahogado por la ventisca que nos lo oculta totalmente y
tras deshojar la margarita nos vamos a por las pedreras.
Pedrera de descenso en la Nordeste de Gratal.
Desde
la naciente arista este del pico arranca un amplio corredor encajonado entre
paredes, mixto de roca madre y materiales sueltos en pequeñas dosis que hay que
bajar con cuidado pues además está un poco helado. Se trata de una pequeña
contribución de alrededor de 50 metros que bajamos con el propósito firme de no
arrastrar el culo.
Inicio de las Pedreras Nordeste de Gratal.
El
corredor se estrangula y tras unos metros obligados nos deposita en la pedriza
por la que perderemos metros cómoda y rápidamente. No es una pedriza muy larga
pues no tendrá más allá de 100 metros pero hay que conocerla pues no termina
donde se ve. La pedriza se alarga por medio de una canal estrecha entre bojes y
genistas llena de piedra menuda tan cómoda con la anterior.
Termina
en el zócalo rocoso que hemos estudiado desde la pista y que hay que descender
utilizando trazas tenues de caminillos practicados por los que solemos bajar
por aquí. En cualquier caso se encuentra fácilmente paso que atraviesa una
decena de metros finales de sotobosque tras los que alcanzamos de nuevo la
pista y con ella nos vamos para abajo al amor del solecillo que hace muy
agradable el mediodía.
Alcanzado
el collado, desistimos de recorrer el Camino de los Pozos de Hielo dejándolo
para otra ocasión y nos vamos por la pista para conocerla.
No
tiene más historia que rodear las Lomas de Gratal por el este, en medio de un
encinar, carrascal decimos por aquí, con ejemplares aceptables que llevan
tiempo alejados de la presión humana.
Un
rato después nos sentamos al sol para comer, son las dos y media.
Hacia las Parideras de Bernazal
Alrededor
de las tres reemprendemos vuelta, cerramos el bucle que hemos abierto a la
mañana y proseguimos pista abajo para tras la gran revuelta orientarnos al este
en busca de las Parideras de Bernazal, descartando la peregrina idea de
bajarnos a Lierta.
No
queremos volver por las Gorgas y tendremos que buscar la pista un poco al sur y
debajo del tramo que hemos recorrido finalmente. Con ella derivaremos bastante
al sur para alcanzar una zona de campos de labor y prados hasta coincidir con
la pista que va directamente de Nueno a Lierta. Nos sirve de orientación el
tendido de alta tensión bastante
coincidente con el trazado de la pista.
Gratal y la Peña mediodía desde los campos del sur.
Llaneamos
con la pista ya claramente al este, contemplamos frontalmente el Barranco de
San Julián y tras recorrer un par de kilómetros finales alcanzamos la zona
deportiva de Gratal Golf. Diez minutos después llegamos al coche aparcado en el
Cementerio de Nueno.
Son las cuatro y
cuarto cuando finiquitamos una agradable, no corta jornada que hay que abordar con buen sentido de la orientación y en la que hemos
movido un desnivel acumulado de alrededor de 900 metros. Guara ha sido
compasiva con los caminantes y nos ha regalado una agradable jornada nacida de
inciertos presagios. Por arriba, de donde hemos huido hoy, el día ha sido
infernal.
Al anochecer nevusquea
en Sabi: ¡Qué bien! Pero al día siguiente reina la ventisca en el horizonte;
así que, como decía aquella abuela: “No en saldremos de manta cagada y guelta
ta casa.”
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