La Norte de Maupas desde la Tusse de Maupas.
Albergue
de Lis, Cabaña de Prat Long, Refugio de Maupás y Tusse de Maupás. Descenso al
Refugio de Maupás.
10-08-2007.
Salida 09 h. Llegada 17 h.
Sol.
Bastante
fácil.
Ascensión.
Mapa de Maupas procedende del ING. francés. Vía en amarillo.
Habíamos
vuelto de los Alpes, una vez más, algo cansados y dispuestos a marchar con
Biola a la playa en el último fin de semana de las vacaciones 2007 de Rosa.
Biola
se va a Asturias con sus amigas, según su programa, y nosotros nos encontramos
con cinco días de fiesta y con buen
tiempo atmosférico previsto. ¡No nos vamos a quedar en casa!
La
tentación tiene nombre de Pirineo Francés y decidimos a la carrera acercarnos
hasta el Valle de Lis.
El
9 de Agosto a media tarde tomamos la decisión, lo preparamos a todo trapo y
solamente nos olvidamos de las frontales, lo que es un auténtico logro.
El
viernes día 10 llega temprano pues son las cinco de la mañana cuando nos
levantamos con todo preparado, desayunamos y a las cinco y cuarto estamos en el
coche.
Para
el viaje llevamos café hecho, por si acaso; pero no resulta demasiado necesario.
Pasamos la Guarguera
sin circulación, a las seis y media estamos en Ainsa y a las siete y cuarto
estamos en el Túnel de Bielsa.
El
descenso hacia Aragnouet Fabien lo recordamos pero de allí en adelante todo es
prácticamente nuevo. Pasamos por San Lary Soulan con recuerdo incorporado a la
pareja del Gran Paradiso y finalmente hasta Arreu. Allí tomamos a nuestra
derecha y nos llegamos, media hora larga después, hasta Bagneres de Luchón.
Cruzamos
el pueblo bien, recordándolo vagamente y, localizado el camping, no tenemos
problemas en absoluto para introducirnos en la carretera a Superbagneres:
estamos en el Valle de Lis.
Son
8 kilómetros
hasta un desvío perfectamente indicado al Albergue de Lis que alcanzamos 3 kilómetros después.
Son las nueve menos cuarto.
Cascada de Enfern desde el Albergue de Lis.
El
circo nos enseña la Cascada
d’Enfer y un único camino de salida hacia arriba por el que marchan algunos,
luego sabríamos que hay otro junto a la cascada. Nosotros aparcamos en medio de
una mañana espléndida, nos calzamos las botas, cargamos con las mochilas y
partimos en ascenso en dirección sur para girar a lazada limpia al este por un
hayedo de fuerte pendiente.
El
camino arranca de los 1130
metros , son las nueve menos cinco y tenemos un tajo de 1300 metros de ascenso.
Así que, puede resultar duro, largo pues nos anuncian cinco horas y costoso
puesto que mi mochila pesa lo suyo: llevamos comida, toda la ropa, la cuerda y
el material para glaciar además de agua. Subimos a muy buen ritmo puesto que
nuestro objetivo no se limita a llegar al Refugio de Maupás, queremos descansar
allí un poco y hacer alguno de los picos próximos ya al refugio.
El
camino asciende por la orilla derecha del Barranco de Lis que baja del Lac Vert
y está transitadísimo ya que la zona de lagos es afamada y conocida. Pasamos a algunos tardanos y vamos
contemplado suntuosas cascadas que tributan sus aguas por la vertiente
izquierda del barranco en medio de un profundísimo y brillante hayedo.
La Cresta de Mail de Aueran desde el camino al Refugio de Maupas.
Poco
más arriba el camino se arrellana un poco, atravesamos el barranco, abandonando
así el valle principal, y tomamos dirección oeste-noroeste por un rellano
cubierto de verdura en el que se va aclarando el bosque sobre los 1700 metros de altitud.
El
camino deriva muy hacia el oeste y nos hace dudar puesto que uno de los que va
delante de nosotros se queda atrás y no vemos a nadie alrededor, pero una
consulta al mapa nos saca de dudas: el camino que llevamos ha de transitar
cerca del teleférico y siempre al este del mismo, los otros caminos no cuentan
ya ni para despistarnos.
Enseguida
alcanzamos un rellano herboso en el que hay un ibón completamente colmatado y
localizamos el Refugio de la
Comunne de Prat Long sobre los 1900 metros de altitud.
Junto al mismo hay edificios relacionados con el teleférico pero tienen el
aspecto de estar muy cerrados.
El
camino atraviesa el rellano y se organiza en sucesivas lazadas perfectamente
trazadas sobre una pared metamórfica, cubierta de verdura y muy inclinada que
nos hace sudar copiosamente y a mi exige un esfuerzo considerable pues la
mochila me pesa más que “un moro muerto”.
Nos
anima la proximidad del teleférico y la vista de unas instalaciones y el
arrellanamiento del tendido del mismo, a veces la basura puede llegar a tener algún
valor. Allí suponemos que se debe encontrar el refugio.
Refugio de Maupas.
Finalmente
cruzamos bajo la tubería del agua y los cables del teleférico y localizamos el
Refugio de Maupás al que llegamos inmediatamente, son las doce menos cuarto.
Lo
primero que hacemos es pedir litera. No hay problema nos dice Yvette que está
al cargo del mismo. No hemos reservado con la premura de la preparación, además
al ser un refugio pequeño y la víspera… pero hubiera sido lo mismo, no le funciona
el teléfono.
Tusse de Maupas y Maupas desde el refugio Maupas.
Cansados
pero tranquilos nos sentamos junto a la pared este del mismo y almorzamos un
poco al espléndido sol de la crecida mañana.
Los dos Quayrat con nieblas en la norte.
No
tenemos prisa pero almorzamos inquietud entre otras cosas pues nos espera el
Maupás aquí encima mismo con ligerísimas y volanderas nieblas.
Vertiente norte de Mamy, Lac, Lezat y Quayrat.
Una
hora después, hemos descargado las mochilas y con lo justo, partimos en
dirección norte pasando por el oeste del laquette del que se obtiene el agua
potable del refugio. Tomamos el camino que se eleva por cualquier parte de una
pared granítica de grandes bloques pulidos por el glaciar y asentados sobre
verdísimos retazos de jugosa pradera alpina. Hay gente que baja un tanto
desperdigada al igual que las citas que aparecerán sembradas por toda la pared.
La Norte de Crabioules a Lezat.
Un
cuarto de hora más tarde nuestro camino se arrellana, pero estamos cansados y
progresar nos supone un considerable esfuerzo, nos visitan las nieblas mas no
será de manera consistente. En el rellano nos orientamos hacia la arista de la Tusse de Maupás que no es
más que un resalte de alrededor de 150 metros que se pueden subir un poco por
cualquier parte.
Maupas desde la Tusse de Maupas.
A
las dos menos cuarto alcanzamos la cima de la Tusse de Maupás situada a 2900 metros de altitud
y tras ella, una arista horizontal nos aproxima al resalte de la antecima del
pico. Como nos ha dicho Yvette no es bueno flanquear la Tusse por la izquierda,
mejor subirla.
En la Arista Norte de Maupas.
Un
caos de bloques graníticos nos conducen a unas lajas lisas y un tanto erguidas
que no tendrán mayor dificultad que un IIº. Son 50 metros que nos
depositan junto a un bloque característico de la arista y que es la puerta de
entrada a la cara norte del pico.
Maladeta desde Maupas.
Los
150 metros
finales son una pedrera granítica bastante erguida pero que se puede subir por
cualquier parte. Nosotros lo hacemos en diagonal y próximos a la arista.
Alcanzamos fácilmente la Cima
del Maupás a 3109 metros
de altitud cuando son las dos y veinticinco de la tarde.
Hito Este y Perdiguero desde Maupas.
La Arista de Literola desde la Cima de Maupás.
Nos
sentamos en la cima infinitamente cansados contemplando el Perdiguero. Hemos
subido al refugio en dos horas y cincuenta minutos y al pico en una hora y cuarenta
minutos: han sido 2000
metros en cinco horas y media con descansos incluidos. ¡No está nada mal!
Arlaud y Gourgs Blancs tras el Collado de Crabioules.
La Norte de Crabioules, Agujas de Lezat y Lezat.
Bebemos
pues lo necesitamos, comemos un poco por idéntica razón y dormitamos al sol de
la cima. También contemplamos un espléndido paisaje que arranca del Valle de
Remuñé, el Portal, el Hito Este, el Perdiguero, toda la Arista de Literota, el
Collado Superior de Literota y detrás el Jean Arlaud y Gourgs Blancs, la Arista que conduce a los
Crabioules con el Navarro, el Rabada, la Tusse de Remuñé y la Jean Garnier , y la Arista de Lezat y los
Quairat. Más al norte el Cecire y la Estación de Esquí de Superbagneres cerrando el
amplio y verde Valle de Lis. Al este queda cerca ya los Valles de Arán y
Benasque del que destaca la
Maladeta con su vertiente oeste o de Alba y Cregueña y más
cerca la arista hacia el Boum, Mall Barrat, Mall Planet, Salvaguardia…Hay una
vista desde aquí.
Lezat y Quayrat desde Maupas.
Portal de Remuñe desde Maupas.
Estamos
más de tres cuartos de hora en la cima pero no se nos hace largo, se está bien
y las nieblas no nos inquietan lo que ya es decir.
Hacia el este Boum y Mall Barrat.
Navarro, Rabadá, Crabioules y Arista de Literola.
Tusse de Maupas desde el inicio de la Norte de Maupas.
A
las tres y cuarto iniciamos el descenso por idéntico camino. Descender la zona
de las lajas no nos supone dificultad especial y en la cima de la Tusse esperamos un rato para poder hacer alguna
fotografía sin nieblas, algo que no va a ser posible.
Boum y Mall Barrat desde la Tusse de Maupas.
Luego,
alcanzamos el rellano por encima del refugio y junto a un pequeño laquette nos
quedamos un rato a descansar. Mientras Rosa se da un remojón yo me echo una
corta siesta.
El Refugio de maupás desde el laquette.
A
las cinco y media alcanzamos el refugio sitiado por las nieblas y damos por
finalizado el día con 2000
metros subidos y 700 metros bajados, unas
cifras de nuestros mejores tiempos.
El
refugio es un viejo edificio de reducidas dimensiones. Tiene 34 plazas pero a
mí no me pasa por la cabeza que aunque llegaran 100 se quedara ninguno fuera.
Es un refugio de los de antes: un auténtico REFUGIO PARA MONTAÑEROS. Cuenta con
una sola habitación con tres filas de literas, un reducido comedor con tres
mesas y una encimera en la que puedes cocinar y las reducidas dependencias de
la cocina, despensa y almacén, las dos guardas duermen en la cocina. El vater
está junto al refugio y no tiene más que tres paredes cubiertas con techo y una
placa turca a la que llega una tubería de agua. Una pequeña terraza bajo la que
hay un también pequeño almacén completa las instalaciones del mismo. El agua en
una manguera junto al refugio. No tiene calefacción pero maldita la falta que
le hace: tiene calor humano, calor montañero.
No
es un lugar muy visitado pero mejor que se lo pierda la masa. Yvette es un encanto
de guarda a la que tendrían que conservar antes que a los glaciares del
Pirineo.
Es
sabido que cada día nos sentimos más ajenos a los refugios que visitamos por
necesidad y que cada día nos sentimos más desplazados y a disgusto en los mismos, convertidos en malos hoteles y
regidos por pésimos hoteleros. También suelo ser parco en mis escritos en los
libros de los refugios pero en éste me explayo a conciencia, terminé un largo
escrito con una sencilla frase: “NO CAMBIEIS NUNCA”.
A
las seis y media cenamos en la calle pues la tarde a pesar de las nieblas está
estupenda y a las siete y cuarto nos entramos al refugio. Se cena tarde puesto
que los picos visitados desde aquí no exigen madrugar. No estaremos más allá de
20 personas y se está bien.
Leemos
algunas revistas, nos preparamos la comida del día siguiente y a las ocho y
media nos empiltramos: es lo más aconsejable y deseado después del tute del
día.
En
la habitación se hace calor pero a pesar de ello dormimos de un tirón como
auténticos lirones. Baste decir que Rosa no se levanta a hacer pis hasta las
cinco de la mañana.
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