28 ago 2007

17a-07. PICO MILIEU. 28-8-2007.

Arista Este de Milieu.

San Nicolás de Bujaruelo, Barranco Bernatuara, Ibón de Bernatuara, Cabaña de Lurdes, Lacs de Monferrar y arista este-sureste.

27 y 28-8-07.

Salida 16 h. Llegada 9 h.

Sol.

Fácil.

Ascensión.

 Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Milieu procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Hace ya bastantes años que hicimos Vignemale por Pont d’Espagne. En aquella primera tarde, Rosa se queda en la cima del Petit Vignemale y yo paso por el Col des Glaciers y me subo a la Espalda Chausenque con vuelta incorporada por el mismo camino, solo y a pelo. Al día siguiente subiríamos el Glaciar d’Ossoue y comenzando en la Espalda Chausenque iríamos recorriendo todo el circo  en sentido contrarío a las agujas del reloj para llegarnos a la cima del Montferrat. El mediodía estaba climatológicamente dudoso y para ver cómo es el asunto me voy arista para abajo, mientras Rosa se queda esperando. El destrepe lo recuerdo delicado y entretenido pero yo puedo con casi todo. Faldeo por el este las agujas y alcanzo la Brecha de Tapou con el corredor relleno de nieve. Atravesar el corredor sin material exige decisión pero luego, en un par de momentos hacía sucesivamente los Picos del Gran Tapou y de Milieu y vuelta al encuentro de mi chica que estaba algo enfadada y con frío.
            Era Agosto del 88 y desde entonces tenía en cartera el asunto. Hoy 27 de Agosto pero del 2007, 19 años después, ¿qué son 19 años para el Pirineo?; nos vamos a por la tarea pendiente, como si no hubiera pasado casi nada en todos esos años.

            Dan mal tiempo para pasado mañana y para mañana tormentas al mediodía, hoy y mañana por la mañana el tiempo será aceptable y caliginoso. Por tanto, no podemos subirnos a dormir al Perdido, así que probemos fortuna con la zona sur del macizo del Vignemale.

            Ir a pasar la noche a la Cabaña de Lourdes no es ningún chollo, pero lo puedes hacer de dos formas: una, la cómoda con cuatro horitas de coche hasta el Embalse d’Ossoue situado a 1850 metros de altitud más media hora de camino hasta la Cabaña de Lourdes subiendo alrededor de 100 metros de desnivel; y la otra, un poco menos cómoda, con una hora de coche hasta San Nicolás de Bujaruelo y tres horas y media de camino que, fríamente y con la calculadora supone 1028 metros a subir y 422 a bajar lo que, para aproximación, comienza a valer. Estamos como motos y optamos por la segunda opción. ¡Qué cojones dijo la señora marquesa!

            Salimos de casa a las tres de la tarde y sin dificultades en la carretera pues estamos a finales de Agosto, a las cuatro y cinco aparcamos junto al Puente de San Nicolás de Bujaruelo.

            Nos calzamos y cinco minutos después comenzamos la marcha atravesando el Ara por el puente y tomando el conocido camino al Puerto de Bujaruelo que tan gratos recuerdos nos trae.

            El primer resalte, al sol y a la calima de la tarde bajo las paredes de Escusaneta nos mete en calores pero nosotros sabemos manejar bien estas contingencias. Son alrededor de 200 metros de desnivel los que nos acercan a la pilona del tendido eléctrico que “adorna” al valle y allí abandonamos el camino al Puerto de Bujaruelo, para atravesar el Barranco de Sandaruelo y, por una vez, tomar el camino correcto hacia la Plana de Sandaluelo en la orilla derecha del barranco.

            El hayedo nos regala brevemente con su fresca y agradable sombra pues enseguida salimos al praderío pastado por un reducido rebaño de bacas para atravesarlo fundamentalmente en dirección norte, la dirección de nuestra marcha y, tras pasar junto al Refugio Pastoril de Sandaluelo situado sobre los 1700 metros de altitud, proseguir el ascenso por la orilla izquierda del Barranco de Bernatuara.
El Barranco Lapazosa y el Pico Bernatuara o Gabiet

            El camino se sigue bien puesto que la huella del tránsito de todo el verano es inconfundible y consecuentemente, facilita la tarea de remontar la enorme ladera orientada al sur que nos muestra el collado perdido allá arriba en el infinito, casi tan arriba como la cima del Pico Bernatuara, al que los franceses llaman Gabiet.

Taillón y Gabietos desde la Sur de Bernatuara.

            Unas veces más cerca del barranco, otras un poco más lejos; unos tramos más erguidos y otros en los que se arrellana un poco, el camino se acerca hacia el oeste de la ladera aproximándose a las paredes del Pico Crapera como procedimiento de suavizar el ascenso, trayéndonos a la memoria nuestra ascensión de frente y por las inmediaciones del barranco Lapazosa, nosotros siempre al grano.


Llegada al Ibón de Bernatuara.

            La llegada al Collado Sur del Ibón de Bernatuara es, por tanto, de llano y desde allí hemos de perder unos sabidos 30 metros de desnivel para alcanzar la orilla del ibón, cosa que hacemos contemplando la verdiazulada masa de agua que colma la delicada y geométrica cubeta lacustre.

Labás, Estom Soubiran y Puei Mourou cerrando el Valle de Canau.

            Son las seis y veinte y en la orilla nos preparamos un té con limón pues no hemos bebido prácticamente nada en toda la subida. Luego, tras coger 3 litros largos de agua por si acá, rodeamos el ibón por su orilla oeste y siguiendo el conocido camino nos subimos hasta el Collado Norte del ibón de Bernatuara a 2336 metros de altitud, con lo que por hoy damos por concluida la subida, pero nos queda una propina con la que casi no cuentas pero que está allí, servida pues la Cabaña de Lourdes está a 1934 metros de altitud y por medio la mayor parte del Valle de Canau.

Milieu y Gran Tapou detrás de los Picos Rond y Poitu.

            Descendemos en soledad por transitado camino, se han retirado ya los galos, a través de un praderío ocupado por bacas y marmotas siempre por la izquierda del Barranco de Canau. Son unos suaves resaltes que se allanan finalmente y en los que invertimos una hora pasada para alcanzar la Cabaña de Lourdes a 1934 metros de altitud cuando son las siete y media de una tarde en la que no han aparecido las consabidas  tormentas vespertinas.

Cabaña de Lurdes.

            La cabaña consta de dos partes una libre consistente en una habitación con media docena de literas y un sucio colchón y la otra más amplia, con doble puerta, que debe ser de los pastores consta de una habitación una salita intermedia con hogar bajo y una entrada con un aseo adjunto en la que hay una cocinilla de gas, un fregadero con agua corriente y una sucia mesa. El refugio está recogido pero bastante descuidado al ser de uso libre.

            Lo primero que hago es darme una vuelta y comprobar que hay un pequeño torrente junto al refugio que aporta agua bastante filtrada, luego advierto que al oeste del refugio baja un profundo barranco y que no merece la pena marchar directos al noroeste y que es preferible caminar unos metros hacia el Embalse d’Ossoue y pasarlo por el puente y ya, finalmente me concentro en la manera de pasar la noche.

            La habitación del pastor tiene unos trozos de tarima en el suelo que además de estar limpia nos aislará del cemento. Además hay unos sacos de plástico blanco muy limpios y con dos de ellos forraré otro colchón tan sucio como el de la otra habitación y así dormirá Rosa con toda comodidad. Para mí hay un buen trozo de gomaespuma, también muy sucia que forraré con una capa de plástico que han dejado por allí y disfrutaré de la comodidad del mullido. Nosotros solamente hemos traído los sacos.

            Sobre las ocho preparamos nuestra cena y poco más tarde de las nueve, cuando ya cae plácidamente la noche en medio de una suave y cálida nubosidad nos empiltramos dispuestos a descansar para comenzar el día siguiente lo más pronto posible.

            La noche resulta cálida y cómoda y el despertador nos llama a las seis y cuarto. No merecía la pena levantarse antes puesto que es muy de noche todavía.

Milieu, Tapou, Agujas de Tapou y Monferrat desde la entrada al Glaciar de Ossoue. 22-7-03.

            Dejamos los sacos tal cual, desayunamos, preparamos nuestras reducidas mochilas dejando sobre la mesa lo que no es necesario y a las siete menos cuarto de la mañana nos echamos al praderío con las frontales ya que está amaneciendo con cierta nubosidad un día que presentimos caliginoso con vientos del sur.

Amanece sobre los Picos Milieu, Tapou y Monferrat.

            Bajamos unos metros hacia el norte, atravesamos el barranco antes de llegar al puente metálico e iniciamos el ascenso por medio del praderío en dirección noroeste. Vamos al encuentro del camino que partiendo del Embalse d’Ossoue, en el que también hay un pequeño refugio libre, se orientará hacia los Lacs de Montferrat.

            Subimos suavemente por pastizales bastante crecidos puesto que se trata de una zona con abundante agua, alcanzamos enseguida una senda transitada sobre el prado y con ella proseguimos hacia arriba cuando ya podemos prescindir de las frontales.

Rond y Pointu de camino a los Lacs de Monferrat.

            Nuestro primer objetivo consiste en atravesar la arista que baja del Pico Pla d’Aube para cambiar de circo bajo las paredes metamórficas del Pico Pointu y así acceder a la cubeta lacustre en la que se alojan los Lacs de Montferrat. Para ello hemos de subir unos lomos de verdura y recorrer algunos vallecillos longitudinales siempre en busca de una buena senda que comienza a estar muy señalizada tanto con pintura amarilla como con hitos de piedra, no en vano es un camino muy frecuentado.

            El camino describe una sinuosa trayectoria atravesando pequeñas depresiones que se encaminan hacia el valle, se eleva hacia los paredones para faldear bajo los mismos e introducirse tras ascender un pequeño resalte en la cubeta lacustre.

Lacs de Monferrat.

            A las ocho menos cuarto alcanzamos los primeros Lacs de Montferrat situados a 2374 metros de altitud, cogemos agua en el desagüe más importante de los mismos y siguiendo la senda, los dejamos a nuestra izquierda y abandonamos la cubeta por la zona este de la misma, fundamentalmente en dirección noroeste superando un paso entre las rocas que nos eleva y nos permite localizar a la mayoría del conjunto.

            El circo lacustre está cerrado al oeste por el Petit Tapou y ahora nuestros empeños se dirigen a atravesar la arista este del mismo, pero para ello hemos de remontarla un poco siguiendo hitos de piedras que disipan nuestras frecuentes dudas. Resulta bastante incómodo ir hacia un lugar que no conoces, que no sabes si lo ves o no lo ves y por un camino bastante sinuoso que pasa de un valle a otro ofreciéndote alternativas continuamente. Terminas por pensar que no vas a ser capaz de alcanzar tu objetivo y que puedes plantarte en cualquier otro lugar.

Valle Colgado entre Milieu y Tapou.

            Por la arista o en su fácil ladera norte ascendemos introduciéndonos en otro valle longitudinal en el que encontramos unos neveros residuales acostados sobre un lecho que se eriza con grandes bloques bajados de paredes metamórficas decoradas al más puro estilo impresionista e impresionante.

Desde la Arista Este de Milieu.

El Valle de Ossoue y los Lacs de Monferrat.

            Hemos de remontarlo saliendo de las mismas un tanto al norte para faldear una vez más otra pequeña arista orientada al este e introducirnos en un nuevo corredor que nace en una clara arista recortada sobre el azul del cielo.

Cara este de Milieu.

Arista Somital Este de Milieu.

            Este tiene que ser nuestro collado y lo es. El vallecillo nace entre los Picos de Milieu al sur de la arista y el Gran Tapou al norte. Nosotros seguimos remontando próximos a la arista este-sudeste del Milieu y alcanzamos fácilmente a través de una amplia pedrera metamórfica el collado y de allí, en un momento en suave ascenso y en dirección sur llegamos a la cima del Pico Milieu de 3130 metros de altitud. Son las nueve y veinte de la mañana y nos ha costado subir sobre dos horas y media, justo la mitad de lo que decía la información.

Cima de Milieu.

Monferrat y Agujas de Tapou desde Milieu.

Desde Milieu detalle de la Sudeste de Monferrat de gratos recuerdos.

Marmoleras de Labaza y detrás Cerbillona,Central, Clot de la Hount y Gran Vignemale.

            En la amplia cima Rosa se dedica a lo suyo pues hay cobertura española para su móvil y yo a lo mío: fotografiar lo próximo y contemplar con poca claridad lo remoto ya que hay mucha neblina.

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