Roc de la Vache y Besso de Moming desde el sur de Zinal.
Zinal, Barranco de La Navisence y Plat de la
Le, Lac de Arpitetta, Roc de la Vache, Alpe Tracuit y Cabaña de Tracuit.
Descenso por Alpe Tracuit y orilla derecha del Desagüe del Glaciar de Tracuit o
Torrente de Barme.
06-08-2007.
Desnivel acumulado 1606 m.
Distancia recorrida 19500 m.
Tiempo efectivo 06:45 h.
Sol.
Fácil.
Agua en el Barranco de La Navisence, en el
Torrente de Barme y en la Cabaña Tracuit.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Tracuit procedente de Landeskarte der Schweiz. Vía en amarillo.
Hemos
decidido, a pesar de todo, marchar hasta
Zinal. Son las cuatro y media, hay bastante tráfico hacia el fondo del valle y
ni grandes prisas ni muchas ganas de correr, así que la carretera se hace un
poco larga hasta que llegamos a la entrada de Sierre, lugar en el que
abandonamos la autopista y nos vamos al sur por una carretera que se empina
fuertemente en una soleadísima ladera.
Vuelta
a vuelta ganamos altura con un puerto tipo Tour hasta que nos introducimos ya
de llano a través de una garganta estrecha en el interior del Valle de
Anniviers.
La
espectacular carretera entra y sale recorriendo valles laterales, se adentra en
el valle principal bastante arrellanada y nos muestra continua y claramente que
no va a ser nada fácil encontrar un lugar para acampar.
Pasamos
por pequeños pueblos del valle asentados junto a la carretera peleando hasta el
palmo de tierra con la pendiente que hacen más larga todavía la carretera, de
la que no vemos el final aunque tiene que estar próximo.
Casi
a la entrada de Zinal creemos localizar algún lugar con cierta posibilidad y
enseguida aparcamos en el centro de un pueblo turístico que está prácticamente
cerrado pues son las seis de la tarde.
Acaban
de cerrar la oficina de turismo y poco o
nada nos queda por hacer que no sea inspeccionar el fondo del valle que parece abrirse
bastante llano.
Alpe Tracuit desde el sur.
Pasamos
pueblo adelante hasta casi el final buscando el camping pues sabemos que el
camino a la Cabaña Tracuit sale por allí. El pueblo termina en unos prados
llanos y por la parte izquierda del ahora plano valle baja impetuosamente La Navisence que desagua el
Glaciar de Zinal entre otros, las zonas llanas se extiendes sobre ambas
márgenes.
La
carretera que se orienta al sur, luego sabríamos que se llama la Avenida de los
Cinco Cuatromiles, se convierte en pista e inmediatamente llega a un merendero
con mesas y sillas y una fuente: perfecto. Luego sigue adelante pero se
introduce en una portezuela escamoteable
que permite y a la vez prohibe el paso pues hay coches aparcados hasta allí.
Buscamos
sitio para plantar la tienda cuando anochezca en la parte este que está vestida
de vegetación y, nos cuesta bastante
pero finalmente encontramos algo medianamente decente.
Nos entretenemos en preparar las mochilas para
el día siguiente. Hemos decidido subir hasta la Cabaña Tracuit y preparamos la cena
Una
hora después volvemos hacia el pueblo, localizamos el camping pero no el camino
del día siguiente, así que, decidimos volver a la oficina de turismo para
consultar un mapa mural que hemos visto allí.
Habrá
entre 2 y 3 kilómetros y se hace largo.
En
el mapa de la oficina de turismo no nos aclaramos, un paseante al que le
preguntamos tampoco termina de aclararnos y es que, tenemos dos alternativas:
la sur y la este. Al día siguiente comprobaremos que aquí también “todos los
caminos conducen a Roma”.
Volvemos
a buen paso pues ya ha caído la noche, cogemos todo lo necesario para acampar y
nos vamos a trompicones, resbalones y tropezones en busca del lugar para
plantar la tienda. Encontrarlo nos cuesta lo nuestro.
Plantamos
la tienda con discreción y cuidado y a las diez estamos en horizontal, el día
ha sido muy largo y, entre otras cosas, nos ha dado tiempo para subir 1068
metros y bajar 1018 metros.
Se
hace calor dentro de la tienda al principio pero no es mayor problema pues van
a ser las seis de la mañana cuando nos introducimos en el 6 de Agosto de 2007,
nuestro último día de montaña en los Alpes.
Recoger
nos cuesta poco, el desayuno sobre la mesa del merendero resulta breve y a las
seis y media, batiendo records, estamos en marcha.
Gracias
a un conjunto de razones poco concluyentes entre las que figura el aparcamiento
de los coches que han pasado la noche aquí y que el camino está balizado y
parece transitadísimo, decidimos tomar la opción de progresar hacia el sur,
valle adentro y junto al río.
Zinal
se encuentra a 1670 metros de altitud, la Cabaña Tracuit está allá arriba pero
nuestra pista por la orilla derecha del río llanea un par de kilómetros hasta
que el valle se cierra un poco y pasa por un puente a la orilla izquierda del río.
Es el final del Plat de la Le
Junto
a unas grandes rocas hay un poste indicador que tiene todas las indicaciones
del mundo menos la de la cabaña Tracuit. ¡Será posible!
Concluimos
definitivamente que por aquí no es nuestro camino y cuando ya estamos pensando
en desandar lo hecho y buscar junto al camping, se acerca un montañero y
decidimos preguntarle.
Nos
dice que el camino a la Cabaña Tracuit sale desde el pueblo por la ladera este
pero que por aquí también podemos ir sin que por ello tengamos más desnivel.
Solamente tenemos que seguir las indicaciones de la Roc de la Vache.
Más
o menos junto seguimos, ahora pista arriba y en dirección hacia el sur-sudeste;
luego, a pesar de que lleva un buen ritmo, nos despedimos y nos vamos adelante.
Hemos
dejado atrás las indicaciones de una vieja mina de cobre, progresamos por una
estrecha garganta, pasamos junto a una cabaña de montaña y nos acercamos al
cauce del río. La pista sigue al sur, hacia el Glaciar de Zinal y nosotros
cruzamos el río y nos orientamos hacia el este, parece ser que nos vamos a
introducir en un valle lateral que baja del Glaciar de Moming pero no será así.
El
Besso de Moming que nos lleva observando toda la mañana será testigo de que
inmediatamente cruzamos el desagüe del Glaciar de Moming y nos incorporamos a
la ladera derecha ganando altura hacia
el nordeste.
Pointe de Arpiteta.
Subimos
a buen ritmo espoleados por el desnivel que tenemos que salvar y un poco más
arriba salimos del arbolado a la pradera alpina y encontramos en un rellano el
Lac d’Ar-Pitetta.
El
camino describe una importante lazada en el rellano, dejamos a nuestra derecha
un camino que conduce hacia la Cabaña de Grad Mountet, que es donde nos podían
buscar alojamiento en el Valle de Zinal al estar completa la Cabaña Tracuit.
Subimos
un fuerte resalte a través de camino muy bien marcado y muy bien conversado;
mientras, como procedimiento para
distraernos un poco del tajo en el que estamos metidos, iniciaré
intencionadamente una conversación acerca de nuestros comunes recuerdos de
juventud y con ella subiremos casi sin darnos cuenta. No sé realmente cómo se
encuentra físicamente Rosa. Seguro que no está mal pero no parece con el empuje
que tenemos nosotros en estos momentos que seríamos capaces de hacer alguna
burrada de calibre. Va bien sin dar la impresión de ir sobrada y por ello
decidimos olvidarnos del Bishorn. Creo que Juan y yo lo hubiéramos hecho sin
problemas, pero eso carece de importancia, la decisión está tomada y ni
siquiera nos cuestionamos el asunto.
Weisshorn, Schonbielhorn y Zinalrothorn.
Al
final del resalte nos espera el sol. Estamos en la Roc de la Vache situada a
2480 metros de altitud cuando son las nueve menos cuarto.
La
Rock de la Bache es ese paredón tremendo
y vertical situado en la orilla derecha de la Navisence, una fotocopia reducida
del Besso de Moming de 3657 metros de altitud situado inmediatamente detrás al
nordeste de la Roc. Nos acercamos hasta el extremo del rellano de la cumbre y
contemplamos todo el valle con Zinal a nuestros pies. Es un mirador
impresionante. Es el un último resalte de la Arista de Ar-Pitetta que conduce a
la Pointe de Ar-Pitetta, una torre ligeramente
al sur del Col de Milon que se prolonga en ascenso hasta la Tete de Milon en la
Arista Noroeste del Weisshorn.
Pointe de Zinal, Obergabelhorn, Besso de Moming Y Cervino desde Diablons.
Allí
se nos aclara casi todo. Inmediatamente al norte de donde estamos pero unos
metros más abajo confluirá nuestro camino con el que saliendo de Zinal, en
dirección este, nos ha de llevar hacia la Cabaña Tracuit y que es por donde, en
principio queríamos subir.
Hemos
de bajar una treintena de metros como poco pero no gran cosa, con lo que
confirmamos la apreciación del montañero que nos ha orientado esta mañana.
Alcanzamos
un rellano herboso en el que confluyen algunas torrenteras casi todas secas y
proseguimos en ascenso por un amplio valle en dirección este y llevando siempre a nuestra
derecha la Arista de Ar-Pitetta.
Se
trata del Alpe Tracuit, un amplio valle colgado debajo de los glaciares que
están en amplia recesión y que parece tener una importante utilización
ganadera.
El
valle es largo y el camino lo transita por su ladera derecha estructurándose en
dos grandes resaltes: el inferior sobre pradera alpina en una zona de pasto
bastante comida y el segundo en el que la hierba se va mezclando con la roca
para terminar desapareciendo al incorporarse a un amplio pedregal ya muy
arriba, alrededor de los 3000 metros de altitud.
Tete de Milón y Weisshorn de Camino a Tracuit.
Un
camino bastante bien asentado sobre la pedrera comienza a girar ligerísimamente
al sur en busca de ganar altura hasta el nivel de una brecha en la parte
central del amplio collado.
Cabaña Tracuit desde debajo del Col de Milon.
Hay
que subir alguna centena de metros vuelta a vuelta y piedra a piedra para que,
finalmente, con unos apoyos de manos podamos salvar unas lajas verticales que
conforman un pequeño diedro y nos depositen en el collado desde el que
divisamos el Glaciar de Turtman y la Cabaña Tracuit.
Llegando a la Cabaña Tracuit el Glaciar de Turtmann.
Hemos
de recorrer el amplio collado un poco en dirección sur y cinco minutos después
llegamos a la Cabaña Tracuit situada a 3256 metros de altitud Son las diez y
media y nos hemos liquidado una subida de 1600 metros como quien se da un
paseo. De todas maneras estamos bastante en forma y la mochila nos ha pesado
poco.
Pasamos
junto a la cabaña y nos subimos a un promontorio al sudeste, camino hacia el
Bishorn y en lo alto nos sentamos almorzar.
Bishorn desde la Cabaña Tracuit.
Tenemos
delante de nosotros la parte del Glaciar de Turtman por el que se desarrolla la
vía de ascenso hacia el Bishorn, a través de unas palas de nieve con una
pendiente muy suave y por las que baja gente.
Nos tenemos que conformar con unas fotos.
De
la cima del Bishorn arranca una arista que conduce en dirección sur a la cima
del Weisshorn. Otra arista que pasa por Tracuit asciende la Tete de Milon y se
incorpora a la arista Bishorn-Weisshorn. Aquí mismo tenemos la cascada de
seracs del Glaciar de Turtman hacia Zinal. Nosotros disfrutamos de la música
que producen unos que a base de motosierra taladro están haciendo una captación
de agua en medio del glaciar.
¡Qué
cerca estamos del Bishorn! ¡Qué poco nos costaría hacer el pico! Son solamente
900 metros de desnivel pero ahora es el momento del chorizo y del queso en
medio de una mañana sencillamente espléndida que en nada permite adivinar el
anunciado cambio de tiempo, aunque en los Alpes en particular y en la montaña
en general, a veces, con muy poco tiempo basta.
Con el Besso de Moming y el Cervino desde la Cabaña Tracuit.
El
Bishorn es el menor de los 5 diamantes de la Corona Imperial. Una corona que de
este a oeste está formada por el Bishorn, seguido por el Weissmies, el centro
de la corona esta La Pointe de Zinal, al oeste el Obergabelhorn y más todavía
la Dent Blanche. Además entre el Ober y
la Dent se asoma ni más ni menos que el Cervino y otros de menor kilataje como
el Besso de Moming, el Mont Durand, el Gran Cornier… una auténtica corona.
Obergabelhorn desde Tracuit.
Una
hora después nos vamos para abajo pues es hora de dejar el tema ya.
Cervino y Dent Blanche tras el Besso de Moming.
Schilhorn y Zinalrothorn desde Diablons.
Tras el Pointe de Arpiteta, el Besso y el Cervino.
Otra de Zinal a Cervino.
Alpe Tracuit desde los Diablons.
Juan
hace fotos y nosotros contemplamos el paisaje. Bajamos sin prisa pero sin
pausa, nunca mejor dicho y alcanzamos el rellano bajo la Roc de la Vache.
Desde
allí el camino se orienta al noroeste deja al oeste la Roc de la Vache y
coincide con el barranco que acaba de surgir pues bajaba filtrado desde el
Glaciar de Tracuit.
Descenso hacia Zinal.
Echamos
un buen trago de agua pues hace calor y nos tiramos para abajo con el camino en
el que están realizando trabajos de conservación y mejora para el tránsito de
las bicicletas.
El
barranco también se despeña formando una vertical y espectacular cascada para
luego tributar sus aguas en el cauce principal del valle justamente en el lugar
donde tenemos aparcado nuestro coche.
El
camino se derrumba por un brutal paredón casi primo hermano de la pared de la
Roc de la Vache, haciéndonos pensar en la dureza que debe tener en ascenso.
Roc de la Vache descendiendo de Tracuit.
A
media ladera un camino sale horizontal hacia el norte y a partir de allí el
camino es más clemente con nuestras rodillas, baja un poco menos y lo
agradecemos vivamente. Por lo demás, lazada a lazada nos aproximamos a Zinal.
Nada
más llegar a las casas más altas del pueblo encontramos coches aparcados que
suponemos de montañeros y, efectivamente, pasamos junto al camping.
El Besso de Moming nos indica el final por este año 2007.
Hace
calor y resultan pesados los últimos momentos de la jornada. A las dos y
media llegamos al coche con ganas y
sabiendo que es el fin de nuestros sudores alpinos, al menos por este 2007.
Sudores que vamos a eliminar de nuestro cuerpo en el desagüe del Glaciar de
Turtman del que hemos bebido y hasta visto nacer unos cientos de metros más
arriba.
Frescos
y cambiados de ropa somos otros ya. Nos trasladamos a nuestro comedor y
preparamos la comida tras rescatar otro par de cervezas del río. El día sigue
valiente y se está de cine bajo la sombra de fresnos, alerces y alisos.
Recogemos
cuidadosamente todo en el coche, cargamos agua para no depender de la misma
durante el viaje y a las cuatro y media de la tarde empezamos la última parte:
la vuelta a casa en coche.
Valle
abajo entramos a la autopista recordando el comentario de los madrileños sobre
las multas de la policía suiza si te pillan en la autopista sin haber pagado la
tasa de circulación por las mismas, echamos gasolina en la frontera a precio
suizo, es decir, alrededor de 1’1 euros por litro, de Chamonix hacia abajo comenzamos a tener pequeñas retenciones y
tráfico algo lento. El desvío a Anency con su semáforo la está liando de tal
manera que se organiza una caravana de categoría se nos lleva algo más de media
hora y con ello no termina el asunto.
Pasamos
el semáforo pero la retención originará tráfico muy lento en San Gervais
llegando a tener incluso alguna retención.
Luego
hacemos carretera sin demasiado futuro puesto que pasamos Albertville y nos
detenemos para acampar montando la tienda a todo trapo y cenamos a la carrera
La
tormenta anunciada llega con todo su resplandor
Son
las nueve y media cuando estamos terminando de cenar, es casi de noche y quiere
empezar a gotear. Lo recogemos todo y montamos el plástico sobre la tienda con
lo que, de momento, estamos tranquilos.
Durante
la noche lloverá abundantemente y lo hará hasta media mañana pero nosotros
sobre las seis levantamos el campo y nos perdemos carretera abajo hacia el sur
para echarnos un baño en Sete. Luego vendrán retenciones, lo de siempre,
la vuelta.
La
celebración será finalmente el 26 de Septiembre. Rosa prepara una suntuosa
cena, con su estilo más sofisticado, y después de ver unas fotos, cenamos y
brindamos. ¿Por qué brindamos?
No
lo recuerdo exactamente pero posiblemente por 4 nuevos cautromiles y van ya 51.
¿No es suficiente?
¡Otro
año más!
También puedes ver el Comienzo.
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