La Arista Oeste de Acue.
Central Eléctrica de Estaens, Rellano de
Couercq, Collado de Acue y Arista Oeste.
17-03-2017.
Salida 10 h. Llegada 15:30 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Acue procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
La
última ocasión en que subimos a Acue nos había dejado un saborcillo
desagradable: aquella ventolera en busca de la arista oeste nos dejó sin cima y
hoy 17 de Marzo de 2017 volvemos. Nos ha pasado por la cabeza que puede ser un
día espléndido y calculamos algún pequeño porteo por lo que cargamos los esquís
en las mochilas ya en casa, así abreviaremos puesto que está previsto que saldremos un poco tarde.
Desde Les Forges de Abel se nos muestra un aspecto desolador.
Son
las diez de la mañana cuando aparcamos en la Central Eléctrica de Estaens pues
la vuelta siguiente está ocupada por un nevero.
Comenzamos el porteo en la Central Eléctrica de Estaens.
Estamos
a 1270 metros de altitud y comenzamos el porteo con la deprimente impresión que
nos ha dado la primera visión de Les Forges de Abel con la nieve colgada en el
infinito.
Los prados por debajo del hayedo de Espelunguere están limpios de nieve.
Tras
el nevero, la pista que avanza hacia el oeste, está limpia en medio de una espléndida mañana de primavera
nos conduce al aparcamiento de la barrera, también defendido por otro
neverillo.
En el Hayedo de Espelunguere tampoco hay nieve.
Abandonamos
la pista, tomamos el camino y nos asomamos a la Cascada de Espelunguere que
baja inmensa y deliciosa sin nada de nieve en sus alrededores, lo que es un mal
asunto.
Alcanzamos
los prados en los que esperábamos calzar los esquís pero nada. Atajamos las
lazadas de la Pista Forestiere de Espelunguere, pasamos los dos aludes de
siempre y, perdidas las esperanzas nos meteos en el camino de la parte alta del
hayedo, ya en dirección norte, que hoy está limpio y pisando pequeñas manchas
de nieve alcanzamos el umbral del Rellano de Couercq a 1620 metros de altitud.
Al fin nieve en el inicio del Rellano de las Cabañas de Couerq.
Las
cabañas están limpias de nieve, la ladera izquierda del barranco con más hierba
y piedras que nieve… pero se ve una línea de neveros por los que se podrá
acceder al Collado de Acue. El rellano tiene nieve y la orilla derecha del
barranco también.
Con Gebedeille por delante.
Son
las once cuando nos calzamos los esquís y siguiendo alguna vieja huella nos
vamos en dirección noroeste sorteando los suaves lomos en los que aparecen
peladuras. Ni siquiera pasaremos por las cabañas altas ya que esa ladera y el
fondo del barranco presentan demasiadas discontinuidades.
Nos espera la travesía por la Este de Gebedeille.
Siempre
por la orilla derecha del barranco faldearemos la Este de Gebedeille en suave
ascenso hasta que finalmente alcancemos
el fondo del mismo en una zona ya amplia y bien nevada con aisladas piedras
emergentes.
Algo arriba cruzamos el Barranco de Couerq.
Juan llegando al Collado de Acue.
Juan
continúa por el fondo del barranco pero nosotros enseguida lo abandonamos para
tomar las rampas que se elevan por su orilla izquierda y que ofrecen una vía de
ascenso progresivo y cómodo para foquear, de tal manera que nos saltamos la
pala que defiende el Collado Acue al que llegaremos prácticamente en horizontal.
Gebedeille desde el Collado de Acue.
Son
las doce pasadas y en las rocas del falso collado, como casi es costumbre,
echamos un café y sin perder tiempo proseguimos en busca del Collado de Acue
que alcanzaremos enseguida situado a 2020 metros de altitud y desde el que
contemplamos Guarrinza demasiado limpia de nieve pero es lo que hay.
Iniciando el faldeo de la Oeste de Gebedeille.
En
el collado viramos al sur contemplando
la espléndida imagen del Pico Gebedeille y ascendemos las suaves y alomadas
rampas que nos permitirán faldear la cara oeste del pico en busca de la Arista
Oeste de Acue.
Hacia la Oeste de Acue.
Se
trata de un lienzo inmaculadamente blanco, hoy amable y luminoso, que nos
permite foquear cómodamente en busca de la arista en cuyas inmediaciones
encontraremos un poco de nieve dura que no deja de ser amable.
Llegando a la Cima de Acue.
Alcanzada
la arista sobre los 2120 metros de altitud proseguimos para arriba por la
misma, bastante amplia y vestida de nieve primavera. Superaremos un par de
resaltes que se suben bien y muy cerca de la cima dejamos los esquís ya que el
final es rocoso y hay que descalzarlos obligatoriamente.
Nuestro descenso hacia Aguas Tuertas del año pasado.
Inmediatamente
alcanzamos el hombro afilado de la arista que recorremos en horizontal y nos
acercamos a la cima en la que nos espera Juan que ha subido por un corredor más
directo atajando el recorrido en la arista.
En la Cima de Acue.
Es
la una del mediodía cuando alcanzamos la Cima de Acue situada a 2258 metros de
altitud. Hacemos unas fotos en medio de un paisaje espléndido de 360º a la vez
que nos deleitamos con recuerdos que nos ofrece el mismo: Caperan de Sesques,
Liouviella, Arlet, Gourzy, Les Echelles, Costatiza… no faltan Collarada, Aspe, Bisaurín, Castillo de Acher,
Petrechema, Anie, Midi…
Hacia Sesques desde Acue.
Sentados
sobre las avinagradas pizarras cimeras comemos al sol del mediodía mientras se
nos seca la espalda. Luego sobre las dos menos cuarto iniciamos el descenso en
busca de los esquís y charlamos con un grupo de zaragozanos que suben.
La nieve de la Arista Oeste de Acue está excelente.
El
descenso de la arista será de lo mejor de la jornada con una nieve primavera en
su punto. Luego vendrá el faldeo en busca del Collado de Acue con buena nieve
que se acostra ligeramente y del collado para abajo nieve primavera que se
pondrá pesada tras la pala que defiende la vertiente sur del collado que
bajaremos disfrutando.
Hacia las Cabañas de Couercq
No
queda otro remedio que desandar el camino de subida para no embarcarse con
alguno de los cortes de la nieve o tener que remar pero de alguna manera disfrutamos de un
descenso que se nos hace corto.
Allá se queda el Collado de Couercq o Acue.
En
el límite del hayedo hemos de cargar los esquís e iniciar el descenso del
hayedo por el mismo camino. La pista que hemos visto a la subida tiene
demasiados cortes y además nos obliga a
remontar unos metros iniciales desde aquí y como que no merece la pena.
Fin de la esquiada de la jornada en Acue.
El
descenso no tiene otra historia que la parada en un barranquillo para echar un
trago de agua pues nos hemos bebido la que llevábamos con los añadidos de nieve
y se nos hace sed y cincuenta minutos de tranquilo porteo que nos depositan en
la Central Eléctrica de Estaens a las tres y media pasadas.
Las primeras de la temporada: el tusílago fárfara en Acue.
Liquidamos
una jornada placentera en buena parte con 1000 metros raspados de desnivel
acumulado en la que casi hemos porteado más que avanzado con los esquís: Acue
ha sido inmisericorde con nosotros pero como dice Juan: “hay que salir al monte
a lo que venga.”
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