Hacia el Vértice de Anayet.
Aparcamiento
de Anayet, Barranco Culibillas, Ibones de Anayet, Corredor Nordeste, Arista Sur
y Vertice de Anayet. Rellano de Anayet, Cara Norte de Arroyeras, Arista Oeste y
Arroyeras. Descenso por Corredor Norte de Arroyeras y Barranco Culibillas.
19-03-2017.
Salida 10:15 h. Llegada 16:15 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Anayet procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Como
consecuencia del excesivo porteo de Acue
les propongo a mis socios algo más light en el que no tengamos que cargar con
los esquís a ser posible, aunque solamente sea para compensar: subiremos al
Vértice de Anayet aprovechando la nieve primavera que quizás nos permita hacer
cima foqueando.
Es
domingo 19 de Marzo de 2017, festividad
de San José y día del padre según el Corte Inglés. Sabemos que ayer hubo
retenciones en el Valle de Tena pero a pesar de ello, no madrugamos, son las
nueve de la mañana cuando nos echamos a la carretera a lo que salga.
Iniciando el foqueo por la Pista de Servicio de Anayet.
Lo
que sale es una circulación escasa con
una mini retención de Escarrilla que nos deposita en el Aparcamiento de
Anayet a 1730 metros de altitud cuando van a ser las diez de una luminosa,
cálida y agradable mañana. ¡Así nos gustan!
Pensábamos
subir por la Glera de Anayet pero tal y como vemos la nieve lo haremos por el
Barranco Culibillas esperando que no tenga problemas para foquearlo en ascenso.
En el Barranco Culibillas.
Son
las diez y cuarto cuando comenzamos a foquear por la pista de servicio,
gentileza de Aramón, en dirección sudoeste y junto al Barranco Culibillas que
recorreremos por su orilla derecha siguiendo una huella rotunda y transitada
que nos lleva a la confluencia de barranquillos todos envueltos en la nieve que
la hay en mayor cantidad que la supuesta.
Allí
giramos al oeste y proseguimos en suave ascenso
orientados por el Gendarme de Culibillas al que llegaremos tras superar
un suave resalte en las inmediaciones del barranco siempre por su orilla
derecha y otro subsiguiente sobre un barranco inexistente.
Con Campo Troya detrás.
Hace
calor con el sol en la espalda y vamos adelantando a algunos grupos pues hay
gentes por todas partes. Contemplamos la Sur de Espelunciecha completamente
pelada y enseguida el Corredor Norte de Arroyeras asaltado por un grupo de 26
montañeros. Por delante y remontando el Cerrojo de los Ibones de Anayet
llevamos un grupo de 17 con 4 más sueltos y lo que te contaré.
El Corredor de Arroyeras, por donde bajaremos, concurrido.
La
nieve está muy buena todavía, Juan sube por el Lecho del barranco y nosotros
con una larga diagonal y una zeta final nos liquidamos el resalte que nos
deposita en el Rellano Lacustre de Anayet situado a 2230 metros de altitud.
En el Rellano de Anayet.
Adorando
al Diente de Anayet sobre el altar del Ibón de Anayet habrá un grupo no menor
de dos docenas y eso que casi otros tantos se han ido a Espelunciecha. Son de
Zaragoza que se ha debido quedar medio vacía y les adelantamos pues parece que
vienen hacia el Vértice.
Diente de Anayet desde el rellano de los ibones.
Recorremos
la suavemente ondulada cubeta lacustre con las mínimas pérdidas de nivel
prosiguiendo en dirección oeste ya orientados por el Diente y el Vértice de
Anayet, dejando atrás Espelunciecha al norte y Arroyeras al sur.
Nuestro
objetivo es el Corredor del Vértice de Anayet que orientado al nordeste suele
ofrecer un mejor ascenso que el de su Arista Norte, casi siempre muy dura por
venteada y también muy pelada también por lo mismo.
Con Espelunciecha detrás.
Hay
huellas que recortan ganando altura por el sudoeste para entrar a medio
corredor pero nosotros nos vamos al
fondo para remontarlo amablemente desde abajo.
Muy
soleado a estas horas pues son las doce nos ofrece una nieve bastante
transformada en general y primavera en la zona izquierda del mismo por la que
zetearemos fundamentalmente.
Remontando el Corredor del Vértice de Anayet.
A
la mitad inferior, muy suave, le sucede la otra mitad que se yergue enseguida y
se pone de pie en el resalte final y que nos permite alcanzar la arista sudeste
del pico un poco más arriba del punto bajo del collado y próximo a unas rocas
tras las que desaparece la nieve.
La Sur del Vértice de Anayet.
Estamos
sobre los 2500 metros y dejando los esquís junto a un buen número de congéneres
proseguimos para arriba por una ladera de pizarras metamórficas granates,
características de la zona, por la que serpentea el caminillo de verano.
Pretendíamos intentar el ascenso con los esquís pero nos hemos quedado con los
propósitos.
Cima del Vértice de Anayet.
Un
corto ascenso de alrededor de 50 metros nos deposita en la afilada y alargada
cima del Vértice de Anayet situado a 2555 metros de altitud cuando son casi la
una menos cuarto.
Hacia Arroyeras desde el Vértice de Anayet.
Hay
un grupillo que sube a crampón por la arista norte y por detrás de nosotros
medio Zaragoza. Hacemos unas fotos rápidas y nos bajamos unos metros al sur
para comer al sol y contemplar un
rosario de montañeros pertenecientes al mismo grupo que llegarán
desperdigados durante los tres cuartos
de hora que durará nuestra comida. No creo que bajen de los 50 y ocupan
enfilados toda la alargada arista cimera de punta a punta.
Alrededor
de la una y media, cuando el grupo inicia el descenso, nos vamos como motos
para abajo antes de que invadan el corredor.
El Corredor del Vértice de Anayet resulta divino.
Nos
montamos en los esquís e iniciamos el descenso del corredor con muy buena nieve
que resulta disfrutona. Descendemos aproximadamente por donde hemos subido y
antes de alcanzar el fondo del rellano iniciamos un faldeo hasta un punto bajo
situado sobre los 2300 metros donde ponemos pieles y proseguimos en suave
ascenso y en dirección sur orientados por el Arroyeras.
Hacia Arroyeras.
Recorremos
unos preciosos campos de nieve suavemente ascendentes hacia la Cabecera del
Corredor Norte de Arroyeras pero antes de abordarlo nos alargamos en busca del Collado Oeste de
Arroyeras al que llegaremos tras una larga diagonal y otra más corta de vuelta
que conducen al collado.
La Oeste de Arroyeras.
Estamos
sobre los 2440 metros de altitud y frente a nosotros una arista que tiene un
par de peladuras importantes por lo que
dejamos los esquís y nos vamos para arriba.
Pasamos
el escalón de roca que algún esquiador ha pasado por debajo y enseguida
alcanzamos una peladura importante que tiene nieve por la ladera sur y alguna
huella de esquí.
Mi chica llegando a Arroyeras.
Superada
la peladura y un resalte erguido sin huellas de esquís, la arista ofrece un
pequeño hombro y el resalte final corto y también tieso que se arrellana para
depositarnos amablemente en la Cima de Arroyeras situada a 2556 metros de
altitud cuando son las tres de la tarde.
Cima de Arroyeras.
Desde
la cima hacemos algunas fotos y contemplamos la cara sur del pico en la que hay
alguna huella de esquís. Tiene una salida chunga pero recorriendo una larga
diagonal bastante erguida en la inclinadísima cara sur evita los dos resaltes
de la arista. No es lo que más nos seduzca pero con esta nieve se podría haber
hecho olvidándose de las piedras que emergen dispersas por la pared.
Desandamos
la arista cómodamente alternando nieve muy buena con algún tramo de profunda
que en descenso no molesta y nos llegamos a los esquís.
Iniciando el descenso hacia el Corredor Norte de Arroyeras.
Unas
mandarinas, un buen trago y un granizado de café con leche nos quitan la sed y
tras los preparativos pertinentes iniciamos el descenso de la Pala Norte,
siempre dura a la salida. Sorteadas las piedras emergentes el descenso es
erguido pero lleno de giros agradables que nos catapultan a la entrada del
corredor.
Precioso el Corredor Norte de Arroyeras.
Un
primer resalte erguido y con nieve primavera dura pues está ya a la sombra nos
permite disfrutar como esperábamos. Mi chica lo hace más sobre la ladera
derecha del corredor en la que queda un poco de nieve polvo, yo prefiero
balancearme de un lado a otro del mismo aprovechando de que a pesar del
“overbooking” de la mañana, no está demasiado labrado.
Terminando el Corredor Norte de Arroyeras.
Tras
el rellano se sucederá el tramo final del corredor también erguido pero
igualmente disfrutón: este corredor fue el que nos propició la tentación de los
esquís de montaña y el que nos ha regalado los mejores ratos de esquí que
recordamos.
En el Barranco Culibillas.
El
corredor se amplia y se arrellana paulatinamente y prosigue girando al este ya
sobre el Barranco Culibillas que será por donde descenderemos ya que hay nieve
más que suficiente y no hay que remontar hasta la Glera de Anayet.
Descendemos
por el barranco hasta debajo del Gendarme de Culibillas y proseguimos el
descenso siempre por la orilla derecha del mismo que tiene mejor nieve y nos
ofrece un largo flanqueo que, no siendo lo que más nos gusta, nos permitirá
entrar altos en el cruce de barrancos y así evitarnos de remar para alcanzar la
Pista de Anayet.
Faldeando por la ladera de Culibillas.
Cruzamos
la Pista de Anayet que está hecha un auténtico patatal y nos llegamos sobre los
esquís hasta las inmediaciones del coche.
Son
las cuatro y cuarto. Hemos finalizado una jornada agradable de primavera a
pesar de que todavía estemos en invierno. Al final hemos acumulado 1100 metros
de desnivel que no se han hecho pesados fundamentalmente porque han sido
escalonados.
Narciso de hojas arrugadas.
Recogemos
a todo trapo pues es la hora de que el personal inicie la vuelta a casa y a
pesar de ello tampoco tendremos retenciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Gracias por tu comentario! Responderé tan pronto como lo localice.