En el Gran Col Ferret.
Alpage
du Glacier, Cascatas, La Joux ,
Entrevers y La Thuille.
Dos autobuses hasta Courmayeur y otro hasta Arnuva, 27 kilómetros .
Refugio Elena, Gran Col de Ferret, La
Grance de Ferret y La Fouly.
10-08-2005
Tiempo efectivo 08:30
h.
Sol.
Fácil.
Una Alta Ruta debe tener sus reglas.
Fijadas estas, la actividad se debe desarrollar bajo sus premisas. Nosotros las
teníamos y actuamos bajo sus condiciones.
Una de ellas postulaba la
posibilidad de tomar algún medio de transporte en los tramos de camino
coincidentes con carreteras, y los había en los puntos bajos.
No la hicimos efectiva en el ni en
el Col de Lautaret ni en el descenso a Modane ni en la llegada a la Fouly ; si en cambio en los
alrededores de Tignes y de Cormayeur. Economizamos tiempo en recorridos
incómodos que nada de interés aportaban a la travesía. ¡Las carreteras son para
los vehículos y los caminantes por los caminos!
Mapa de la Thuile a Cormayeur procedente de Landeskarten der Schweiz. Vía en verde, autobús en amarillo.
Mapa de Cormayeur al Col Ferret procedente de Landeskarten der Schweiz. Vía en verde, autobús en amarillo.
Tras una noche buena, infinitamente mejor que la anterior sin duda,
aparecemos a las seis de la mañana al miércoles 10 de Agosto. Recogemos y
desayunamos con la normalidad acostumbrada y a las siete menos diez,
tranquilamente nos echamos a la calle y a la mañana que está muy buena aunque
ligeramente nublada.
Salimos por la parte norte del
refugio sin haber consultado el camino pero no nos va a hacer falta, se trata
de un transitadísimo camino que alcanza enseguida el collado situado al norte
del refugio y se derrumba materialmente
en busca del rellano del Alpage du Glacier en dirección oeste-noroeste.
Tenemos algunas dudas ya que el desagüe del glaciar va más al oeste
tras el Lac de Ruitor, pero enseguida se disipan puesto que tanto nuestro
camino como el del barranco se aproximan en el rellano inferior aunque no
coincidan de momento.
Precioso Lac du Glacier.
En el primer resalte bajamos alrededor de 350 metros vertiginosos
que nos depositan en una cabaña primorosamente restaurada y en perfecto estado
a la orilla del Lac du Glacier situado a 2158 metros de altitud.
La cabaña nos llama la atención pero
todavía más el lago pues se trata, con cierta probabilidad de uno de los más
bellos que hemos visto estos días. El lugar es sencillamente paradisíaco.
La Tercera Cascata.
El camino gira un poco al oeste y se arrellana un poco para
aproximarse al barranco. Enseguida nos aparece un desvío hacia la Tercera Cascata.
Se trata de una invitación que rechazamos puesto que no sabemos lo que se nos
puede ir si nos entretenemos con las cascadas.
Bajo la Tercera Cascata en la Joux.
Enseguida el camino se va para abajo y nos muestra el final de la
cascada en medio de un espeso bosque mixto.
Luego el camino baja presto en dirección norte muy bien trazado y nos
coloca en uno de los miradores de la Segunda Cascata
que también fotografiamos pero las fotos no saldrán nada decentes.
Continuamos para abajo y encontramos un cartel de obras. Es que se
trata de una zona protegida y primorosamente cuidada. El helicóptero ha hecho
unos cuantos viajes, algunos hasta el refugio y otros para depositar a los
trabajadores del parque que están restaurando y acondicionando el camino.
La Joux y el Pícolo San Bernardo.
Siempre por la orilla derecha del Barranco de Ruitor, alcanzamos la Primera Cascata y
enseguida cruzamos el barranco y
llegamos al Caserío de La Joux
situado a 1650 metros
de altitud.
Hasta aquí llega la carretera asfaltada. Hay un aparcamiento al que
llegan los autobuses de línea del valle y el personal parte de aquí para
visitar las cascadas ya que, nos da la impresión que muchos de los que suben al
refugio para visitar el glaciar lo deben de hacer en helicóptero, a juzgar por
los viajes que ha hecho esta mañana, además de que nos hemos cruzado con muy
poca gente. El costerón es simplemente salvaje.
Son las nueve menos veinticinco cuando nos vamos carretera abajo comentando
y especulando sobre nuestro inmediato futuro. Finalmente decidimos que en La Thuile cogeremos el autobús
y nos quitaremos de encima la carretera.
Unos ratos por la carretera y otros por fuera vamos suavemente bajando
al encuentro del personal y del tráfico. Enseguida encontramos aparcamientos y
campings llenos de autocaravanas que tienen prohibido el paso para arriba. Las
hay a granel. Luego alcanzamos una urbanización en la que nos cuesta
orientarnos y tenemos que preguntar. Estamos en Entreves y La Thuile está más abajo.
Caminamos por terreno urbanizado en el que se mezclan tanto casa de
montaña como naves industriales de variados tamaños, llevamos el barranco a la
derecha y reconocemos la carretera que baja del pequeño San Bernardo: entramos
a La Thuile
situada a 1447 metros
de altitud cuando son las nueve y cuarto y el sol se ha abierto paso por entre
las nubes.
Perderé un buen rato con unas ardillas que son las dueñas de un enorme
parque a la entrada del pueblo y al final no seré capaz de sacar una foto
decente de ninguna de ellas
Nosotros vamos a lo nuestro que consistirá en comprar pan en una
panadería al módico precio de 3,3 euros el kilo, comprar carretes de
diapositivas para Juan que no resulta fácil y
luego localizar la oficina de turismo, todo de camino. Son las diez y
diez de la mañana.
En turismo nos dan los horarios de los autobuses del valle que
coinciden con los que hemos visto en la parada de autobuses de La Joux.
La parada de autobuses está enfrente de la oficina y el inmediato sale
a las diez y media. Así que, no tenemos mucho tiempo que perder ni nada mejor
que hacer aquí que llegarnos hasta el autobús y ponernos en la cola para
entrar.
Diez minutos de autobús al precio de 1’2 euros nos sirven para
recorrer cómodamente alrededor de 9 kilómetros de una carretera que ya conocemos
y que nos parece cada vez más pestífera.
El autobús nos deja en la parada para que tomemos el que sube por el Valle desde Aosta hasta Cormayeur. Hemos de esperar unos minutos que empleamos
en charlar con una señora que, sin duda es o ha sido montañera y que interviene
delicadamente en nuestra conversación.
Tomamos el autobús previo pago de 1’2 euros otra vez y tras pasar por
Pallencieux que fue donde nos equivocamos nosotros en el viaje de
avituallamiento, enseguida llegamos a la estación de autobuses de Courmayeur
pues han sido alrededor de 5
kilómetros con vueltas y todo.
Macizo de Montblanc desde Cormayeur.
Courmayeur es un hervidero a estas horas y nos confirma nuestro
acierto al decidirnos por la opción del autobús. Solamente preguntando en este
laberinto se nos hubiera ido más tiempo del que teníamos previsto para hacer el
camino.
Sacamos los billetes por 1’6
euros y esperamos sentados en un banco, charlando con unos españoles que están
haciendo el Tour del Montblanc y echando un bocado de pan tierno y un poco de
queso que han comprado mis socios en la panadería.
A las once y media montamos en el autobús y continuamos el viaje en
medio de una multitud de coches y personas que lo llenan todo. El autobús no va
vacío que digamos. Rosa en mi falda, el pasillo de bote en bote, en cada parada
entran más y para a cada momento.
Grandes Jorasses desde Planplincieux.
La verdad es que casi hasta Planpincieux se trata de una población
prácticamente continua a lo largo de la carretera, alternándose con terrenos de
cámping y propiedades valladas completamente. Menos mal que el personal ha ido
desembarcando en las paradas tan pronto como nos hemos alejado del núcleo
fundamental del pueblo.
Glaciar de Planplincieux y Grandes Jorasses.
El día no está demasiado bien para la fotografía y ya, puestos en el
ajo y visto el lío de los autobuses, decidimos no parar hasta el final y acabar
así con el tumulto. Por otra parte, entre unas cosas y otras, se nos ha pasado
la mañana y no hemos cogido los autobuses para nada: pretendemos aprovechar el
resto del día.
Grandes Jorasses desde la Vachey.
A las doce y cuarto llegamos a Arnuva, recogemos el tercer y último
avituallamiento que está en perfecto estado, con la bolsa un poco húmeda por
fuera pues ha debido de gotear algún poco y perfectamente fresco, la
temperatura ha debido de procurar que los alimentos no se calentaran gran cosa,
y tras acondicionarlos de cualquier forma en las mochilas nos vamos hacia
adelante en busca de un lugar adecuado para comer.
Dora de Ferret en Arnuva.
Tomamos la pista en dirección nordeste por la orilla izquierda de La Doire y caminamos en busca
de algún pícnic con sombra para comer. El pícnic no aparece pero si encontramos
un sombreado lugar en el que el personal desperdigado está comiendo y allí nos
quedamos.
Mientras voy por agua
al río mis socios preparan un poco la comida a base de cervezas con aceitunas
rellenas, judias con perdiz y naranjas; las latas de ensalada mediterránea las
guardamos para más adelante.
Glaciar de Triolet.
Comemos bien a la sombra de los viejos alerces y recibimos la visita
de un can que ha olido nuestra comida. Luego, recogemos los bártulos, lo
enmochilamos todo y nos disponemos para aprovechar la tarde. Es la una y media.
Rosa se ha ido delante al encuentro del camino y nosotros tras
recogerlo todo continuamos tras ella atajando un poco para alcanzar el camino
que es una transitadísima pista que asciende suavemente en dirección
nor-nordeste.
Cogemos ritmo, empezamos a sudar las judías y alcanzamos a Rosa.
bastante arriba pues debe de llevar buena gasolina en el motor.
Petit Col Ferret por encima de Arnuva.
Arnuva está a 1769
metros de altitud y se encuentra al final de la
carretera del Valle de Ferret, en la
orilla izquierda del Barranco la Doire. Atrás al oeste han ido quedando desde el
Montblanc hasta el Diente del Gigante, luego las Grandes Jorasses y ahora
estamos en la parte terminal del Circo de Ferret frente a las Agujas de
Lexchaus, las de Talefre y la de Triolet al noroeste.
Una potente morrena lateral del lado izquierdo del Glaciar de Pre de
Bar se prolonga casi hasta el lugar en que la pista gira más de 90 grados
orientándose casi al sur pero nosotros no vamos hasta la vuelta sino que
atajamos directamente y nos plantamos en el rellano del Refugio Elena sobre los
2000 metros
de altitud.
El Glaciar de Pre de Bar desde el Refugio Elena.
Nos llegamos a la terraza del refugio y contemplamos desde allí un
fastuoso paisaje con los Glaciares de Triolet y de Pre de Bar coronados por la Aguja de Triolet y el Mont
Dolent. Son las dos y cinco.
Del Petit Col Ferret a la Arista de Triolet.
Echamos una visual al refugio que es
más un hotel que otra cosa, miramos la predicción del tiempo que lo anuncia
bueno y tras hacernos una fotografía nos cargamos las mochilas, pasamos junto a
los que están haciendo el Tour de Montblanc que en menos de una hora han dado
por finalizada su jornada, y en dirección este nos vamos para arriba.
Toda Alta Ruta debe contar con
alternativas en función del tiempo atmosférico de que se disfrute. La nuestra
no tenía demasiadas pues era muy rectilínea pero, quizás para compensar, el
final estaba muy abierto, y ahora estábamos en ello.
Ibamos a abandonar Italia para pasar
a Suiza, aunque también podríamos ir directamente a Francia pero no era el
caso, y teníamos dos opciones: el Petit Col Ferret que nos podía conducir de
una forma muy directa hasta la
Fouly y el Grand Col Ferret, un poco más bajo, más transitado
y ofreciendo otras opciones. Nosotros habíamos elegido previamente la segunda
opción porque, a partir de allí el tiempo decidiría por nosotros.
Mont Dolent y Pointe Allobrogia sobre el Glaciar de Pre de Bar.
Si el tiempo era pésimo bajaríamos hasta la carretera y con ella por
Ferret, La Fouly
y Praz de Fort a Orsieres y fin, autobuses a Martigny, Chamonix y Grenoble. Si
el tiempo era mediano bajaríamos a la carretera y remontaríamos hacia el este
para pasar por la Combe
des Planards y bajar por carretera hasta Bourg St. Pierre donde terminaríamos
cogiendo el autobús que baja hasta Orsieres y etc, etc. Y por último, si el
tiempo era bueno en altitud bajaríamos hasta la carretera y por ella nos
llegaríamos hasta Praz de Fort para
irnos de nuevo para arriba, pasar por el
Plateau de Trient y bajar hasta Argentieres donde cogeríamos el autobús
a Chamonix y Grenoble.
En estos momentos, el tiempo
meteorológico y las predicciones permitían cualquiera de las tres y a esta hora
del día se trataba de aprovechar la tarde. El refugio Elena era el lugar
previsto para pasar la noche, la decisión de tomar autobuses para no hacer
carretera nos había propiciado ir con adelanto y nosotros íbamos a adelantar
camino y programa con vistas a comprimir casi dos etapas en una.
Gran Combin y nuestra vía en la Chamonix-Zermat.
A través de un camino trazado sobre
la ladera cubierta de pradera alpina un tanto abrasada ascendemos
consistentemente en dirección nordeste. Entrados en calor subimos a tren, creo
que muy bien y cuando queremos darnos cuenta estamos en el Grand Col Ferret a 2537 metros de altitud.
Hemos salido de Elena a las dos y cuarto y son las tres y cinco.
Hacemos unas fotos, contemplamos
relajadamente el paisaje y sin más, diez minutos después, entramos en Italia
primero en dirección norte para girar enseguida al este con un camino que
transita una amplia pradera alpina. Estamos en medio de una montaña amable que
se puede atravesar por cualquier parte.
Macizo del Combin desde la Tete de Ferret.
Hay gente en el camino en cualquiera
de las direcciones pues se trata de un tramo del Tour del Montblanc. Al final
hemos comprendido que lo que llevan esas reatas de mulas cargadas con bolsas de
cuero iguales son las pertenencias de algunos grupos organizados que hacen el
Tour cómodamente; eso si, los trekinistas se llevan a si mismos y no sabemos si
no se montarán en las mulas en algún momento.
Bajando a Le Peule el Col Chevaux y el Plan de Chaux.
Nosotros a nuestro ritmo pasamos el
primer tramo bastante llano y luego transitamos a buen ritmo el potente resalte que finaliza en un Gite
d’Etape en La Peule.
Estamos a 2071
metros de altitud.
De allí para abajo tomamos la pista
que nos baja en dirección norte hasta el Barranco de La Drance de Ferret que
cruzamos por un puente junto al aparcamiento a 1840 metros de altitud.
La pista marcha en suave ascenso
hacia el sudeste para irse hacia loes Arss,
Dessus y el Plan de Chaux camino de Les Planards. Nosotros tomamos la
carretera en dirección contraria y hacia abajo.
Glaciar de Nouve y Tour Noir desde Ferret.
Caminamos un poco en dirección
nordeste y enseguida llegamos a la aldea de Ferret a 1700 metros de altitud.
Echamos un trago en una fuente de una casa junto a la carretera que tiene un
estrecho jardín delantero lleno de Edelweis grandes como boinas
Luego
perdemos un poco el tiempo tomando un camino que va coincidiendo con la
carretera y finalmente siguiendo la carretera pasamos La Neuve y llegamos a La Fouly cuando son las seis y
media.
Hay que plantearse el buscar un
lugar donde dormir y en la
Oficina de Turismo nos informan de los autobuses que bajan
valle abajo y nos aconsejan el Guite d’Etape Le Dolent cuyo anuncio hemos visto
en la carretera a la entrada del pueblo. Así que hemos de dar la vuelta,
atravesar de nuevo el pueblo y tomar el caminillo que saliendo de la carretera
frente al cartel anunciador, en dos minutos nos deposita en el albergue donde
damos por finalizada la jornada.
El albergue está vacío y su amable
dueña nos atiende diligentemente, nos enseña la habitación y los servios puesto
que desconocemos el funcionamiento de este tipo de instalaciones.
La gente, por lo visto, anda de
marcha todavía pues luego irán llegando. Nosotros entre tanto tomamos posesión
de nuestra habitación y nos damos una buena ducha además de hacer una
minicolada.
Yo aprovecharé para pedir permiso y
recargar la cámara digital que llevo en uno de los enchufes de los sanitarios.
Luego Juan se va un poco al jardín
para recoger los últimos rayos de sol que le sequen el pelo y nosotros tendemos
en la ventana.
A las siete y media preparamos la
cena en la habitación y cenamos en la mesa de la misma como unos generales.
Podemos bajar al comedor y utilizar además de la cocina la vajilla de la misma
pero preferimos quedarnos aquí, bastante abrigados puesto que el albergue está
algo fresco en este sombrío paraje y se nos hace casi frío.
El personal va llegando, entre ellos
un grupo de Valladolid que se conoce la marcha. Recordamos que en la Zona del M’Goum había
anunciado un Gite d’Etape y es que, aquí en Francia y Suiza, suelen ser
bastante frecuentes.
Pongo al día las memorias e
inventarío la jornada. Hemos subido768 metros, bajado 1789 metros , recorrido 30,5 kilómetros y
para ello hemos empleado ocho horas y media, con lo que el día no ha sido tan
duro como lo preveíamos pero gracias a que hemos hecho en autobús alrededor de 27 kilómetros .
Además el autobús nos ha permitido
llevar unas horas de adelanto que damos por buenas y que nos permiten alguna
alternativa para el día siguiente.
A las nueve y media, todo queda en
orden y nosotros ordenadamente nos empiltramos con el objetivo primero de
entrar en calor y aprovechar la noche descansando con los puños prietos puesto
que si el tema saliera muy bien igual pasábamos de largo en la Cabaña d’Orny.
La noche está vestida de nubes
negras pero como eso es inevitable, entramos en calor a cubierto de un nutrido
número de mantas y pasamos una noche deliciosamente reparadora.
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