Clarabide Oriental desde el Puerto de Guías.
Brecha Oeste de la Torre Armengaud , Puerto de
Guías, Clarabide Oriental, Calrabide, Clarabide Occidental, Clarabide,
Clarabide Oriental, Puerto de Guías, Lac de Clarabide, Lac de Pouchergues y
Refugio Prat Caseneuve.
10-07-2010.
Salida 12 h. Llegada 17 h.
Mixto.
Fácil.
Ascensión.
Mapa de Clarabide procedente del IGN. francés. Vía en amarillo.
En la Brecha Oeste de la Torre Armengaud , el personal de
subida y nosotros de bajada, conversamos distendidamente los que deambulamos
por allí. El cielo esta semicubierto pero no creo que el tema vaya a mayores.
Luego de un buen rato, se hacen las doce y cuarto, cada cual se va a lo suyo y
lo nuestro es atravesar en descenso toda la pedrera de la cara sur de la
Pala Lourde Rocheblave para alcanzar el
Puerto de Guías.
Desde Torre Armengaud Guías, Clarabide y atrás Posets.
No nos
vamos a andar con contemplaciones, ni conservaremos los múltiples caminillos
que recorren la ladera: orientado convenientemente hacia el Puerto de Guías,
nuestro piloto automático nos conduce en una perfecta diagonal al sudoeste.
Guías.
La enorme pedrera
granítica ofrece generalmente materiales bastante adecuados para el transito,
sobre todo en descenso y consecuentemente en media hora alcanzamos el Collado
de Guías, también llamado de Pouchergues,
situado a 2921
metros de altitud. Al paso le echo una ojeada al
espolón rocoso por el que luego hemos de
descender.
Ibón de Guías desde el Puerto de Guías.
La Sur de Torre Armengaud, Gourgs Blancs y Jean Arlaud desde Clarabide Oriental.
Superados
los resaltes se prosigue el ascenso por cualquier parte pues los caminos tanto
transitan por la arista como describen eses en la ladera este del pico.
Detrás Clarabide Central.
A la una,
un cuarto de hora antes de lo calculado, estamos en la cima del Pico de
Clarabide Oriental acotado a 3012 metros de altitud. Se trata de una
pirámide metamórfica clara y medianamente erguida contemplada desde muchas
partes con la excepción de su cara oeste resulta en un vertical paredón de
mucho respeto, así es como se contempla desde la vertiente francesa.
Clarabide Central desde el collado de separación con el Oriental.
Vamos de
paseo pero no será cuestión de dormirse. Por ello iniciamos inmediatamente el
descenso en dirección sudoeste con el que no perderemos más allá de una
treintena de metros a la vez que contemplamos al sur la bicéfala cima del Pico
Guías ya con traje de verano.
De Camboue a Jean Arlaud desde Clarabide Central.
Un suave
collado y un sendero trazado sobre materiales terrosos nos permiten en un
momento recuperar los metros perdidos y unos pocos más, fácil y rápidamente,
para alcanzar la Cima
del Pico Clarabide situado a 3020 metros de altitud. Hemos empleado diez
minutos de punta a punta.
El
clarabide es un nudo de tres aristas fáciles y con reducidos desniveles hasta
los collados próximos. Vestido de rocas metamórficas rojizas nos recuerda
decididamente a los montes del Macizo del Toubkal. Su cara oeste que es un
paredón de características similares a los de sus dos hermanos se contempla
siempre en el mismo lote cuando lo contemplas desde el altivo oeste.
Casquete Somital Nordeste del Clarabide Occidental
Otro breve
descenso ahora casi al oeste y sucesivamente un suave ascenso de una arista muy
alomada y que está vestida de un neverillo residual que ha aprovechado la
amabilidad de la misma y allí permanece todavía, nos permite alcanzar la
alargada cima del Pico Clarabide Occidental, el más bajito de los tres con 3007 metros de altitud.
Hacia atrás desde el Clarabide Occidental.
Con cinco
minutos ha sido suficiente y ahora desde esta cima contemplamos la perspectiva
de estas cimas recortadas sobre el
Macizo de Gourgs Blancs. Desde aquí contemplamos el tajo que todavía queda
hasta el Puerto de Clarabide y la aguerrida estampa de la Fourche de Clarabide más
al oeste todavía y que parece ser que se va a escapar por esta ocasión.
Saint Saud y Camboue.
Lacs de Clarabide y Puchergues.
Hacemos
fotos y volvemos sobre nuestros pasos queremos comer en la Punta Oriental.
Guías desde Clarabide Occidental.
De vuelta el Clarabide Oriental.
Es la una y
media cuando nos sentamos a comer en la cima del Clarabide Oriental que tiene
un balcón interesante. Coincidiremos con unos ingleses y una pareja de Huesca
que han subido desde Estós.
Gencianas nivales en Clarabide Oriental.
Sobre las
dos de la tarde nos ponemos de nuevo en marcha y siguiendo idéntico camino
alcanzamos en descenso el Puerto de Guías situado a 2921 metros de altitud,
cruzamos en descenso el neverillo de viento que defiende su salida oeste y nos
introducimos en el espolón rocoso a la derecha del corredor central que
asciende desde el rellano superior del Valle de Clarabide.
Hay trazas
de camino sobre un terreno muy descompuesto, se supone que se podrá bajar por
el corredor con la estación más avanzada pero ahora, como es muy erguido y
todavía está bastante vestido de nieve muy blanda las trazas prosiguen a la
derecha del mismo hasta que hemos de elegir lugar por el que entrar al nevero
cosa que hacemos fuera de unas placas inclinadas y pulidas por el glaciar.
Paredes de la Norte del Clarabide Oriental.
La nieve
está divina, no podía ser de otra manera y nos va a facilitar sobre manera el
descenso en el que pillaremos la mayor parte de los neveros que hemos desechado
en el ascenso. La roca castiga mucho los pies y la nieve los relaja aunque se
te puedan mojar. Hoy no se nos mojarán, la huella que se practica no llega a 5 centímetros de
profundidad y será maravilloso.
Espolón y Corredor al Puerto de Guías.
Llegados al
rellano superior atravesamos el cierre rocoso y bajamos unos metros hasta alcanzar la zona intermedia del amplio
corredor donde la pendiente se ha dulcificado un poco. Allí nos volvemos a
introducir en la nieve, sorteamos las afloraciones rocosas más bajas y
proseguimos nuestro descenso hasta el cierre del Lac de Clarabide.
Aprovechando los neveros.
Mientras
bajamos contemplamos largamente el Lac de Clarabide que, para nuestro gusto,
está demasiado helado todavía.
Rododendros floridos.
Luego
iniciamos el descenso del resalte rocoso pero lo hacemos por los neveros que
rellenan las canales próximas al camino de subida con lo que nos saltamos la
mitad del mismo.
Bajamos
cómodamente pero con las orejas tiesas puesto que hay que abandonar los neveros
antes de su fin ya que se cortan en la pared antes de alcanzar la cola del Lac
de Pouchergues. Los abandonamos en el lugar correcto justamente cuando el
camino se sitúa en los tramos más erguidos del resalte en los que habrá que
apoyar las manos.
Lac de Pouchergues.
Cruzamos el
barranco en seco y por su orilla izquierda nos llegamos a la cola del Lac de
Pouchergues cuando son las tres un poco pasadas.
La cola del
lac, lugar por el que se incorpora el agua del barranco es un lugar
sencillamente idílico vestido de una finísima pradera alpina recorrido por
canalillos meandrosos por el que discurre las heladas aguas del barranco que
han llegado hasta aquí filtradas mayoritariamente. Las llanas y poco profundas
orillas del lac están vestidas de verdura y el agua templadita… ¡Qué maravilla!
Soltamos las mochilas y nos damos un delicioso remojón. No tenemos prisa pues
la tarde solamente acaba de empezar y el tajo del día está prácticamente
concluido.
La mayor parte del día desde el Lac de Pochergues.
Estamos
sobre los 2100 metros
de altitud y al solecillo de la tarde nos relajamos disfrutando el momento
mientras mi chica se solea un poco.
Alrededor
de las cuatro y media reemprendemos el camino rodeando el lac por su orilla
nordeste siguiendo el camino de la mañana. Nos entretenemos contemplando las
dudas de un grupo de cuatro que no tiene muy claro como alcanzar las Legnes de
Pochergues, un camino intermedio baja la Cresta de Quartau.
Todavía
seguimos escudriñando cada rincón del circo lacustre en busca del inexistente
refugio, incluso probaremos una única puerta que hay en los alrededores del
lac, es un pequeño almacén de materiales para trabajos en la zona.
A las cinco
y media llegamos al Refugio de Prat Caseneuve. Hay una pareja muy maja: uno de
Pamplona ha huido de San Fermín y otro de Guernica. Disfrutaremos de una tarde
agradabilísima con una distendida charla acerca de nuestro tema común que es la
montaña.
Entre
tanto, hacen y hacemos, cenan y cenamos. Hay personal que no utilizará el
refugio para pasar la noche. Están alrededor del mismo y si fuera necesario…
Sobre las
ocho y media nos ponemos horizontales para compensar los 1400 metros de desnivel
movidos para recordar algunos tresmiles
conocidos y sin notar el mal de altura.
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