Ibón de Estanés.
Aparcamiento de Sansanet, Hayedo de
Sansanet e Ibón de Estanés.
2-01-2015.
Desnivel acumulado 500 m.
Distancia recorrida 7500 m.
Tiempo efectivo 03:15 h.
Sol.
Muy fácil.
Mapa de Estanés procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Visitar
el Ibón de Estanés siempre es un buen recurso para propiciar al personal sin
experiencia una actividad agradable en cualquier época del año y especialmente
en invierno. Nunca se han puesto unas raquetas y, urbanitas ellos, quieren
descubrir la nieve y la montaña y… pues
sea.
Reunidos
a las diez de la mañana del 2 de Enero de 2015, vamos a estrenar el año que
luego es tarde.
Alquilamos
raquetas para algunos de ellos, nos subimos a Somport, e iniciamos el descenso
en medio del tráfico de la Estación de Eski de Fondo del Somport. Hay que bajar
4 kilómetros y tras una gran vuelta a derechas aparcar en la carretera puesto
que el aparcamiento está lleno de nieve y no se puede utilizar.
Inicio del camino en el Aparcamiento de Sansanet.
Son
las once y media de la mañana cuando nos ponemos en marcha a 1310 metros de
altitud. La pista, perfectamente nevada
y pateada se marcha al encuentro del Barranco de Aspe. Las hayas y los abetos
nos propician un arco natural de nieve en una mañana fresquita aquí y a estas
horas de la mañana pues no ha llegado el sol todavía.
Cruzamos
el barranco por el puente y tras cruzar otra rama del mismo nos introducimos en
la pared siguiendo el camino que transita el hayedo en dirección oeste. La
pista se ha ido a dar una vuelta hacia el sur y ya la recuperaremos.
Avanzando por lo claros del Hayedo de Sansanet.
No
hay demasiada nieve y en el camino afloran piedras y raíces por lo que se
aconseja mayor innivación para hacerlo con los esquís. Con las raquetas permite
una subida cómoda vuelta a vuelta.
Enseguida
coincidimos con la pista que también abandonaremos seguidamente en el rellano
que conduce a la Cabaña Escouret donde finaliza.
Nosotros
continuamos con la huella que atraviesa un pequeño rellano limpio de
arbolado en medio del hayedo y
proseguimos, lazada a lazada para arriba.
Poco
después alcanzamos la parte alta del hayedo, la ladera se arrellana y nos
introduce en un praderío suficientemente cubierto de nieve de la que únicamente
afloran esporádicamente algunos bloques metamórficos y pequeños lomos muy
venteados.
Contemplamos
la Cabecera del Hayedo de Sansanet, La Raca, el Col Causiat, la Zapatilla y el
Aspe mientras hacemos un breve descanso. La
continuación es más suave y tendida además de agradable ya que hemos salido al
sol que con cierta timidez se cuela por entre unas altísimas capas de cirrostratos.
Llaneando hacia el Ibón de Estanés.
Cruzamos
el barranquillo que nace en el Puerto de Estanés y por su orilla izquierda
continuamos en suave ascenso contemplando opciones para la Mujer Muerta, una
alomada cresta que se alarga hasta culminar en
la parte Este del Ibón de Estanés.
El
camino sube y baja ligeramente, alcanza el Puerto de Estanés tras mostrarnos
Liouviella Norte y Portaza que son los Señores del ibón y enseguida aparece
ante nuestros ojos el inmaculado lienzo blanco que es la Lámina del Ibón de
Estanés.
Foto del grupo en Estanés.
No
nos acercaremos a su orilla y no porque haya que bajar unos metros, sino porque
se contempla mejor desde una cierta altura sobre el mismo. Ascendemos unos metros
sobre la Oeste de la Mujer Muerta y en un pradillo venteado a 1800 metros de
altitud nos sentamos a comer, a descansar y a contemplar. Va a ser la una y
media.
Detalle de la Norte de Liouviella Norte.
La Norte de Portaza.
Corre
una ligera brisa que cesará poco después permitiéndonos un rato agradable en el
que repasamos la Norte de Liouviella Norte y La Portaza, hacemos algunas fotos,
nos asomamos un poco para ver Acué y media hora después nos calzamos de nuevo
las raquetas aunque no sean necesarias y nos vamos para abajo.
Ibón de Estanés desde la cola del mismo.
Acué desde Estanés.
El
descenso es un poco más ligero que la subida y lo hacemos contemplando
inicialmente al Balaitus y luego el Diente de Anayet, Collarada, la Pala de Ip
y la Moleta amén de la Zona de Aspe.
Diente de Anayet al fondo.
De vuelta del Ibón de Estanés.
Hayas invernales en Sansanet.
Llegando a la Cabaña Escouret.
Liquidado
el praderío entramos en el hayedo… ¡Mira allá es el Caperan de Sesques!
Disfrutamos de los rayos de sol que se cuelan agradablemente por entre las
ramas de las hayas, nos entretenemos un rato bajando por libre sobre la nieve
blanda, quitamos la nieve de las raquetas en el Barranco de Aspe y nos llegamos
a los coches tras contemplar unos preciosos cristales de hielo que el frio y la
humedad del barranco regalan para nuestros ojos. Son las tres y media cuando
liquidamos nuestro camino en el que habremos movido un desnivel de 500 metros
que no ha sido excesivo para ninguno de nosotros.
Joven abeto en el Hayedo de Sansanet.
Transparencias luminosas en Sansanet.
Luego,
volvemos hasta Villanúa, devolvemos las raquetas, aplacamos las sedes personales con unas cañas
en la barra de un bar y hasta se desatan las mentes y las lenguas: alguien
menta que lo próximo podría ser un tresmil y ya el acabose.
Maravillas de la humedad y el frío en Sansanet.
Por
la noche cenaremos en casa prosiguiendo una jornada agradable que remataremos
algo tarde. Para mañana no queremos programa.
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