Ibón Grande de Anayet hoy pequeño.
Aparcamiento
de Anayet, Barranco Culibillas e Ibones de Anayet. Vuelta por la Glera de
Anayet.
10-01-15.
Desnivel acumulado 550
m.
Distancia recorrida 9000
m.
Tiempo efectivo 03:30
h.
Sol.
Muy
fácil.
Agua
en el Barranco, Culibillas, en los Ibones y en la Captación de la Glera según
costumbre y temporada aunque mejor llevarla.
Es
un agradable paseo en cualquier época del año.
Mari
Carmen Arbués, Miguel Bandrés, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de los Ibones de Anayet procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Un
día a Estanés, otro a Anayet. No hay problema pues disponemos de lugares
clásicos, bonitos y adecuados para llevar al personal a que disfrute y ventile
de paso el piojo.
Se
ha determinado una cruzada para sacar a Mari Carmen de casa y en ello estamos.
Hasta hemos comprado pan tierno.
Empezando a raquetear en Anayet.
Son
las diez y media de la mañana del 10 de Enero de 2015, otro día anticiclónico,
hermano gemelo de los anteriores y van unos cuantos, cuando aparcamos en
Anayet, a 1700 metros de altitud, en medio de una cálida soleada y espléndida
mañana que no la mejora ni Mayo.
En el Barranco Culibillas.
Vamos
a hacer la clásica circular Culibillas la Glera que ofrece una visión más
variada de la zona y para ello, discretamente como siempre, nos vamos para
arriba muy orillados de las pistas, e inmediatamente fuera de ellas, en busca
del Barranco Culibillas. Hemos puesto las raquetas más por no llevarlas encima
que otra cosa pues no son necesarias de momento.
Atrás queda Campo Troya muy rocoso.
El
personal va desperdigado por delante cuando nos aproximamos al barranco de
nuevo y siguiendo una de las variadas huellas tanto de esquís como de raquetas
que invariablemente atraviesan algún punto con poca o sin nieve, nos llegamos
al barranco.
El Gendarme de Culibillas nos indica el camino.
Hay
varias huellas cortadas pero la superior tiene nieve continua y con ella nos
introducimos en el Barranco Culibillas cuando presenta su perfil rectilíneo en
dirección oeste.
La Sur de Espelunciecha al sol de la mañana.
Tras
el tramo de imperceptible pendiente ascendemos un corto resalte entre bloques
donde las huellas están un tanto dispersas
para pasar junto al barranco
mientras nos aproximamos al Gendarme de Culibillas que nos orienta por
si acaso.
Pala de Cierre del Rellano Lacustre de Anayet.
Hay
poca nieve en un barranco que la suele tener generalmente abundante pero es lo
que hay. Los esquiadores se tienen que buscar la vida colgados en la ladera
derecha del barranco pues el fondo está con huellas salpicadas de piedras
emergentes solo medianamente aptas para las raquetas.
Terminando la pala del Cerrojo Lacustre de Anayet.
El
personal se quita ropa tras el primer resalte, Miguel se olvida las gafas que
echará en falta al llegar al sol poco más arriba pues le pasa lo mismo que con
Santa Bárbara y yo me doy la vuelta a buscarlas. Un grupo que viene detrás las
ha recogido.
Rebasado
el Gendarme de Culibillas el valle se arrellana de nuevo bajo la Sur de
Espelunciecha sin riesgo de aludes pues no hay nieve y se alarga en busca del
pequeño estrangulamiento que da paso a la pala de cierre del Rellano Lacustre
de Anayet.
Espelunciecha desde los ibones de Anayet.
Tras
un suave ascenso alcanzamos la cubeta de la que arranca el Corredor Norte de Arroyeras, también con poca nieve y
bastantes piedras y la pala que orientada al sur esta vestida de nieve blanda
ya a estas horas.
Ganamos
altura con una larga diagonal paralela al barranco y dejándolo a nuestra
izquierda trazamos un par de zetas que nos depositan en la pelada cabecera de
la pala.
En Anayet.
Una
nueva y suave diagonal al oeste nos enseña el Diente de Anayet y nos deposita
junto al Ibón Grande de Anayet situado a 2230 metros de altitud. Son las doce y
media.
Detalle del Diente de Anayet.
Buscamos
unas piedras limpias de nieve pues las hay varias y en medio del Rellano
Lacustre nos sentamos a echar un bocado y a disfrutar del mediodía.
Ibón Pequeño de Anayet y Midi de Ossau.
Me
alargaré hasta el Ibón Pequeño de Anayet
situado en la parte nordeste del rellano para fotografiarlo con el Midi de
Ossau y contemplar de camino la Sudoeste de Espelunciecha que tiene pelada toda
su arista cimera. De vuelta haré unas fotos con reflejos del Diente de Anayet
en un pequeño ojo del ibón grande.
A cuál más delicioso.
Media
hora después nos acercamos hasta el
grupo que nos ha recogido las gafas, charlaremos un poco con ellos y
seguidamente iniciamos el descenso ahora ya algo más relajados.
Punta de la Garganta o Garmet desde la Sur de Espelunciecha.
Arroyeras
no tiene clientela hoy, debe tener toda la pala cimera pelada y el Corredor
Norte justo justo. Bien se valdrá que mañana entrará una borrasca por el norte que en la zona
fronteriza puede dejar alrededor de 10
centímetros de nieve. “Esa nos tiene que salvar.”
Remontando al Collado de la Glera de Anayet.
Al
final de la pala tomamos una huella que sin introducirse en el fondo del
barranco faldea la Cara Sur de Espelunciecha por la zona habitualmente batida
por los aludes y remontando suavemente por nieve blanda alcanzamos el Collado
de la Glera de Anayet situado sobre los 2080 metros de altitud.
Espelunciecha desde la Glera de Anayet.
Desde
el amplísimo y plano collado, tras despedirnos del Barranco Culibillas y
contemplar el Tubo Pipós con poca nieve y con poquísimo tránsito de
esquiadores, nos introducimos en la Glera de Anayet para acercarnos a la Cabaña
de la Glera y proseguir en suave descenso hasta conectar con la Pista de la
Glera.
Balaitus y Frondiellas desde la Glera de Anayet.
No
hay cuatro gatos esquiando y ni siquiera nos tenemos que salir de la misma, por
lo que descendemos por su orilla derecha contemplando el prestigioso Eskyline
de Sallent-Panticosa.
Llegando al Aparcamiento de Anayet.
Son
las tres y media de la tarde cuando nos quitamos las raquetas, quiere llegar la
sombra al aparcamiento pero la temperatura sigue de cine. Hemos liquidado un
paseo, un poco pesado para Mari Carmen pues 550 metros de desnivel son
significativos cuando no se tiene costumbre, pero ese mal tiene una conocida
medicina que se llama práctica.
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