Las Colladinas.
Fuente de Cordiñanes, Riego de Ansotín, Majada de Ansotín,
Collado Jermoso, Colladinas, Vega de Liordes, Canal del Embudo y Aparcamiento
del Teleférico de Fuente dé.
05-08-2008.
Salida 10:30 h. Llegada 17:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
Travesía.
Mapa de las Colladinas procedente de Alpina. Vía en amarillo.
En la
fuente de Cordiñanes almorzamos, cogemos agua y salimos detrás de una pareja de
militares que parecen conocer la zona, media hora después, pues son las diez y
media de la mañana del 5 de Agosto de 2008. Estamos sobre los 850 metros de altitud.
Pica de Ansotín a la Entrada del barranco del mismo nombre.
Mirador de Cordiñanes.
Nos habían
dicho que había que coger el camino en Cordiñanes, yo había previsto atajar
entrando directamente al barranco y eso nos ha llenado de dudas. El camino sale del pueblo y se va directo a
la pared, en la parte izquierda del barranco pero ya fuera del mismo y
enseguida lo vemos claro: debe haber un camino artificial que rompe la pared
para introducirse en el barranco más arriba.
Saliendo de Cordiñanes.
Así nos lo muestra
la pareja que va delante. Una rampa inclinada y herbosa nos incorpora al
vertical paredón por el que un camino artificial asciende por la pared en
travesía hacia el oeste, atraviesa ganando altura un par de verticales
corredores y se encarama por una brecha en la arista este en la que nos recibe
el sol.
Cordiñanes desde la Pared de Santodota.
Allí el camino
gira hacia el norte abriéndose paso en
suave ascenso a través de una ladera muy inclinada, para atravesar un par de
corredores e incorporarse al hayedo un poco más arriba. Si hubiéramos entrado
por donde proyecté quizás hubiéramos tenido algún problema derivado
fundamentalmente del hecho de que el camino estuviera poco transitado y nos
hubiera hecho perder tiempo. Puente había, un tramo inclinado de pradera alpina
también y luego el hayedo. Toda una incógnita.
Vista atrás desde la Canal de Ansotín.
Bueno, estamos
en el hayedo sobre el que el balizado camino progresa en suave ascenso y se
hace calor. El hayedo se alarga bastante y el camino, en dirección sudeste, lo
deja atrás introduciéndose en una pradera alpina mixta en la que aparecen
tramos de pedrera bastante asentada.
Más arriba del hayedo de Ansotín.
Atravesamos un
curioso canal natural que baja del Pico de los Mojos y que parece hecho
artificialmente y tras superar un resalte completamente herboso alcanzamos el
rellano en el que se asienta la
Majada de Ansotín.
Corredor de Ansotín desde el rellano Intermedio.
Son las doce,
estamos sobre los 1300
metros de altitud y charlamos con la pareja de la fuente.
Nos dicen que el Collado Jermoso es de lo más bonito que hay por la zona, que
al ritmo que llevamos nos puede alargar nuestro camino entre una hora ó dos y…
Rosa se anima y nos se hable más: vamos a hacer algo que espero que no nos
aporte nada que no conozcamos ya, pero…
Allí se
quedan, nosotros llevamos más ritmo a pesar del peso y continuamos por un
camino que se orienta hacia el norte
para irse aproximando en fuerte ascenso hacia la Pica de Ansotín. La verdad es
que no es fácil imaginar un camino por medio de estas torres, estos barrancos y
estos paredones.
Abandonando el Riego de Ansotín hacia el Collado Jermoso.
Ascenderemos
alrededor de 250 metros
de desnivel en un par de tiradas casi sucesivas y alcanzamos un herboso collado
al este de la Pica
de Ansotín, lugar en el que el camino gira casi 180º y con un trazado paralelo
al del fondo del valle progresa hacia el este-sudeste.
Travesía por encima del rellano Intermedio.
Lo que vamos a
realizar es una travesía en suave ascenso para
atravesar tres amplios barrancos que nacen de la Torre Jermosa que faldearemos
por su vertiente sur.
El faldeo se
hace largo mientras contemplamos, bastante alejados, a la pareja que ha salido
enseguida detrás de nosotros.
Alcanzamos un
minúsculo collado tras el tercer barranco que hemos ascendido fuertemente y nos
asomamos a un pequeño rellano en el que desemboca un potente corredor orientado
al nor-noroeste.
Corredor bajo el Collado Jermoso.
El corredor
que es fácil, se nos va a hacer pesado pues somos abrasados impíamente por el
sol, además de que ascenderá por encima de los 200 metros de desnivel.
Un primer
tramo lo lleva hacia los paredones que
se elevan verticales y recorridos por una escorrentía en la que bebemos agua
con alguna sospecha de que pueda bajar del refugio. Luego el corredor salva los
paredones un poco al oeste y se amplía en una ladera muy erguida, descompuesta
y por tanto incómoda que se salva con la primera imagen del refugio algunos
metros más arriba.
Refugio del Collado Jermoso.
Unos minutos
después alcanzamos el Refugio del Collado Jermoso situado a 2064 metros de altitud
cuando es la una y media.
Se trata de un
refugio de entre mediano y pequeño tamaño situado en un collado herboso y que
trae el agua por una tubería de plástico desde un manantial permanente en la Torre Casiano de Prado.
Nos metemos
dentro con ganas de sombra para comer y descansar un poco.
Estaremos algo
más de media hora pero finalmente hemos de continuar.
Yo sigo con mi
tesis de que esta variante va a resultar un encule. Estamos muy altos y todavía
tenemos que continuar ascendiendo, ahora en dirección sudeste hacia un visible
collado bajo las Torres de Casiano y de las Minas de Carbón. Habrá que subir
algo más de 50 metros
y esperemos que cueste y valga.
Canal de Ansotín desde las Colladinas.
Pero no será
así. Estamos en las Colladinas, nuestro punto alto del día sobre los 2120 metros de altitud.
Transitando las Colladinas hacia la Vega de Liordes.
No perdemos
demasiado tiempo reconociendo una buena parte de nuestro ascenso, entre otras
cosas porque no vemos un terreno muy definido. En el collado, el camino
continúa con otro baja y sube a un siguiente collado, cosa que se repetirá
alguna vez más. Se trata de desniveles pequeños que hacen el camino altamente
tedioso, precisamente cuando esperábamos que bajara definitivamente a la Vega de Liordes.
En el tercer
sube y baja nos encontramos con un conocido de Luis Arcas de la época de
nuestros comienzos en la montaña. Casualidades de la vida.
Llago Cimero a la entrada de la Vega de Liordes..
El camino
prácticamente rebasa por el sur la
Torre de las Minas de Carbón cuando en fuerte descenso se
orienta casi al sur y por un bien trazado camino, corta una vertical pared y se
introduce en la verde y sinuosa Vega de Liordes. En la bajada tenemos certeza
de que hacer el recorrido sin la variante del Collado Jermoso hubiera resultado
muchísimo más corta y económica de esfuerzo, además de que hubiéramos pasado
por uno de los llagos que todavía tiene agua.
Vega y Collado de Liordes.
Caminando
prácticamente en dirección este ni siquiera tocamos el fondo de la vega.
Pasamos por encima de la fuente que se encuentra en el extremo este de la vega
y remontando suavemente en medio de restos de actividades mineras alcanzamos el
Collado de Liordes a 1959
metros de altitud cuando van a ser las cuatro menos
cuarto.
Vega de Liordes desde el collado del mismo nombre.
Delante de
nosotros está la Canal
del Embudo recorrida por el Camino de los Tornos de Liordes y que, tanto desde
abajo como desde el teleférico habíamos visualizado. Es un camino con abundantísimas
cetas que hay que bajar. Está transitadísimo.
Inicio del Canino de los Tornos de Liordes.
Tan transitado
que al poco de comenzar el descenso encontramos a una señora sentada a la
orilla del camino llorando prácticamente presa de un ataque de histeria. Un
grupo de domingueros ha subido por la
Canal de Pedabejo a la Vega de Liordes y se han echado para abajo
dejándola sola con una chiquilla de alrededor de 16 años. Mal calzada,
resbalando un paso si otro también, está al borde del desastre.
En los Tornos de Liordes.
Juan la apoya
con un bastón y le va tapando la vista y yo del brazo, la bajamos para abajo.
Sus familiares la llaman repetidamente por teléfono, tranquilos desde el final
del camino, de subir a su encuentro para ayudarle a bajar, nada de nada.
Clavelinas de pastor en los Tornos de Liordes.
El ridículo de
esta gente resulta bochornoso para la chica que le dice a su tía que apague el
móvil de una puñetera vez.
Pastizales en la Norte de Peña Remoña.
El descenso
resulta largo pues la señora no está preparada para esa actividad ni para ese
camino. Le duelen mucho las rodillas, los pies y el alma. La historia de los
domingueros, que no servirá de nada, puesto que un buen día de cualquier otro
año, repetirán alguna faena similar hasta en esa ocasión no aparezcan unos
primos como nosotros y los grupos de rescate tengan que ir a sacarlos del monte
vivos o muertos.
Cuando
llegamos al aparcamiento, una hija de la señora viene a dar la cara, han debido
de echarlo a “pajeta.”
-¿Se os ha
hecho larga la espera, no? No tenéis conocimiento, sois tan atrevidos como
ignorantes y resultáis francamente patéticos e impresentables. En la montaña no
se hace eso.
El Mirador de Fuente De.
El coche está
a la sombra según calculamos cuando elegimos el lugar para estacionarlo.
Comemos una fruta y nos vamos para abajo. Media hora después estamos de nuevo
en nuestro campamento. Toca sesión de Río Deva con baño y lavado de ropa.
Ponemos un
tenderete enorme sobre el cable de un pastor eléctrico desconectado.
Luego
repetiremos tarde y noche como la anterior al inicio de la travesía. Mañana
emprenderemos el regreso.
Puedes ver más fotos.
Aquí puedes ver el Comienzo.
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