18 abr 2014

29-14. PUNTA SUR DEL PUERTO DE CANAL ROYA Y MENGUANTE EN LA RACA. 17-5-2014.

La Sur del Puerto de Canal Roya desde el puerto.

Aparcamiento de Espelunciecha, Ibón de Espelunciecha, Pista Canal Roya y Cara Oeste.
Aparcamiento de Astún y Prado Blanco.
 17-04-14.
Salida 09 h. Llegada 13 h.
Salida 22 h. Llegada 01h.
Sol. Sin luna.
Muy fácil/Fácil.
4 y 9 personas.
Esquís de Montaña.
 Clara Abadía, Manolita García, Gaspar López, Jesús Manero, Juan Castejón, Oscar Layos, Rosa Mª. Martínez y Biola y Mariano Javierre.


Mapa del Puerto de Canal Roya procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
 
Mapa de Astún procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
 
            Iniciamos la Semana Santa del 2014 en Familia. Oscar y Biola vienen a casa y sería uauténtico pecado no aprovechar el fastuoso día de Jueves Santo que han anunciado.
            No madrugamos pero antes de las nueve de la mañana estamos aparcando en Espelunciecha. Vamos a hacer una facilona para que Oscar vaya cogiendo práctica con los esquís de travesía.

            La mañana está celestialmente espléndida cuando comenzamos a foquear por la Pista de la Rinconada en la que hay un reducido rehielo que enseguida se encargará de eliminar el sol.

 
            Pasamos el puente pues la orilla izquierda del barranco está muy pelada y proseguimos por la orilla de la pista subiendo el primer resalte para llanear hasta el segundo.

 
            En la cabecera abandonamos la pista y nos vamos al oeste para atravesar la Majada Espelunciecha bajo el ibón del mismo nombre.

Majada de Espelunciecha.
 
            Foqueamos de llano junto a la yurta que está cerrada y proseguimos en busca del barranquillo por el que desagua el ibón.


 
            Atravesamos un par de declives completamente cubiertos de nieve, cruzamos el desagüe y nos llegamos hasta la orilla este del Ibón de Espelunciecha situado a 1950 metros de altitud.

 
Ibón de Espelunciecha con ojos de primavera.
 
            Hacemos algunas fotos desde la orilla oeste, contemplamos los ojos de primavera que lo adornan ya y un rato después, sin prisa pero sin pausa cruzamos de nuevo el desagüe y proseguimos en suave ascenso contorneando los declives suaves lomos que nos aproximan o bien a la pista o bien al inicio del Tubo de a Losa o de la Negra Canal Roya.

 
            No hay gente fuera de pistas a pesar de que la nieve está muy buena pero es que hay pocos esquiadores. Nosotros podemos elegir y dado el estado de la nieve nos inclinamos por Canal Roya.

 
            Descubrimos la pista esta temporada y nos sorprendió de manera agradable. Se trata de una sucesión de suaves resaltes que conforman una especie de corredor discontinuo perfectamente innivado y orientado de este oeste. Un auténtico placer que transita la cara nordeste de la Punta Sur del Puerto de Canal Roya y que nos permite acceder al puerto en la parte alta del mismo siempre rodeando la Punta Sur.



            En el puerto entretenemos la vista con el Diente de Anayet que emerge espectacularmente de la Rinconada, con el Bisaurín y su blanco monaguillo el Puntal de Secús, la Raca con traje pizarroso de primavera, la arista que hiciéramos anteayer, Peña Blanca, Aneu, Cuyalaret, Gralleras y la Campana de Aneu.

 
            Orientados al sudeste foqueamos un  poco junto a la pista de la retrac y nos llegamos hasta la Punta Sur del Puerto de Canal Roya. Hacemos una foto testimonial y ascendiendo una decena de metros pelados de nieve, hemos dejado los esquís, nos llegamos a la cima situada a 2205 metros de altitud. Son las once menos cuarto.

 
            Sentados sobre la hierba seca que cubre la amable cima echamos un café con unos dulces y degustamos un  prestigioso skyline desde Aspe hasta Sabocos…

            -…y esa punta inclinada con esa franja de nieve, el Garmo Negro. A su derecha el Algas Norte y el Algas, los que hicimos aquel día…otro día tenemos que ir a los que están a la izquierda, te gustarán…

          Detrás al sur y oeste  todavía nos queda la Punta Alta de los Faballones, Culibillas,  Espelunciecha y el Diente de Anayet con las Negras.

            A las once y cuarto, nuestras chicas se quedan preparándose para el descenso mientras que nosotros nos alargamos hasta el Porté de Espelunciecha alcanzando el promontorio en el que da la vuelta la retrac.

            Quitamos pieles y nos vamos tranquilamente para abajo disfrutando de la nieve recién pisada por la máquina. Enseguida nos juntamos los cuatro y nos bajamos hasta el Puerto de Canal Roya.

            Allí tomaremos la Pista de la Rinconada y nos bajaremos  por la misma para que Oscar haga unos minutos más de pista de los poquitos que lleva con esquís. Nadie que lo viera diría que no llevará ni siquiera tres horas con ellos.

            Son las doce y media de la mañana cuando, casi con ganas pues la nieve está blandísima pues no en vano estamos a 17 de Abril, nos llegamos a la base de la estación y al coche situado a 1770 metros de altitud poniendo fin a una deliciosa jornada matutina.

            De vuelta a casa comentamos y acordamos, si el tiempo no lo impide que parece que no, marchar esta noche a disfrutar de la Luna Llena bueno, un poco menguante ya que llevará dos noches de mengua.

            Luego viene una tarde de teléfonos para poner de acuerdo al personal y quedamos a las nueve y media.

            Serán las diez y media cuando nos llegamos a Astún aparcando en las inmediaciones de la Clínica y así aprovechar la iluminación del porche para hacer nuestros menesteres cómodamente somos siete raquetistas y dos esquiadores.

            La noche, con buena temperatura, está muy despejada y oscura pues no ha salido todavía la luna cuando iniciamos la marcha por la Pista de Salida que asciende paralela sal Barranco de Astún. El ambiente está carente de luminosidad pero nos guía la esperanza de que enseguida se levante la luna sobre el horizonte este.

            Enseguida tomamos el resalte para entrar en la Pista de Sarrios mientras que todavía faenan algunas máquinas pisanieves. La nieve debía de estar demasiado blanda y han debido comenzar su tarea un poco más tarde de lo normal. Ahora está rehelada y muy dura incluso lo recién pisado ya que ha entrado un poco de viento.

            Ascendemos al este al encuentro de la luminosidad de la luna que no se decide a levantarse sobre el horizonte perlado de unas nubecillas altas de escasísimo desarrollo y alcanzamos el Rellano de Prado Blanco situado sobre los 2000 metros de altitud. Alguien ha debido de tocar generala y el personal sube de frente y a destajo aunque alguno ya lo empieza a pagar.

            La nieve está buena, sobre todo para las raquetas, pero ya que seguimos subiendo a oscuras, de frente y conociendo la pala cimera, nosotros ponemos las cuchillas y a otra cosa.
 

            Tras algún pequeño atraganto sin importancia nos llegamos a la Cima de la Raca, situada como siempre a 2277 metros de altitud, cuando son las doce y la luna, algo rojiza y menguante se asoma tímidamente en el horizonte hacia el Portalet.

            Hemos subido en hora y media, arriba corre un vientecillo fresco del norte y enseguida se enfría el personal.

            Hacemos lo de siempre: asomarnos para ver el Valle del Aragón sembrado de luces, echar un cafetito caliente  con algunos dulces, alguna foto y comentamos el fastidio de no haber disfrutado de la mágica claridad de la Luna Llena.

            Veinte minutos después iniciamos el descenso. El resalte  superior de la pala está a la sombra y no se ve ni leches. El personal con las raquetas va bajando  pero nosotros disfrutaremos de un ratito toledano: mi chica con la frontal va girando y derrapando a media luz; yo bajo peor pues me salta la frontal del casco y sin luz me tiro derrapando todo el resalte completamente “a guevo” hasta alcanzar el rellano en el que tras intentar colocar de nuevo la frontal decido quitarme el casco y colocármela con lo que aligero el problema. Incluso en un momento aparezco largo de espaldas en mitad de la pala sin saber cómo ha sido.

            De allí para abajo, a media luz, con nieve dura y con algunos tramos algo irregulares, se va llevando.

            Bajan y bajamos ligerillos, como si tuviéramos ganas de finiquitar la noche. La luna no conseguirá elevarse sobre el horizonte  y solamente en algún esporádico tramo la veremos asomándose sobre el oscuro de la nieve al contraluz.

            Alrededor de la una y media de la madrugada nos llegamos de vuelta al aparcamiento, será lo mejor de una noche decepcionante para los que conocemos las bondades de la Luna Llena como para los que estrenaban experiencia.

            Luego besos, adioses y carretera y manta que se harán las dos y media cuando lleguemos a casa, la suerte es que no hay que madrugar para ir a trabajar.

            Nosotros al final terminamos un tanto traqueteados y con ganas de ponernos horizontales, 450 metros de pasada por la mañana y casi 600 con descenso desagradable cuando menos esta noche, nos quieren pasar factura en las piernas.

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