Casquete Somital Sudeste de Puigpedros.
Pista
de Meranges, Refugio de Malniu, Estany de Malniu, Tuc de las Mulleres de
Puigpedrós, Puigpedrós, Portella de Meranges, Estanis de Engorgs, Refugio de
Engorgs y Refugio Malniu.
14-08-2011.
Salida 07
h. Llegada 14
h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Juan
Castejón, Rosa
Mª. Martínez y Mariano
Javierre.
Mapa de Puigpedros. Vía en amarillo.
Cuando
en nuestra travesía de Andorra a Camprodón de 2006 pesamos la Portella de
Engorgs, además de la delicadeza de los Estanis de Engorgs al final de una
jornada dura, nos llamó la atención la espléndida estampa del Roc Colom y ya
desde el Refugio de Engorgs, en el que
pasáramos la noche, la enorme mole del Puigpedrós. Al día siguiente un
embarque no deseado nos complicó la jornada y al mediodía estábamos en
Puigcerdá sin conocer el Estany Malniu. Eran demasiadas cosas aparcadas y había
que recuperarlas.
Pretendíamos
subir hasta el Plan de la Agulla utilizando la pista que sale de Meranges pero
la furgo se calienta al no encenderse los ventiladores por lo que tenemos que
hacer en tres partes el recorrido desde Meranges hasta el lugar en el que el
Camino de Meranges al Refugio Malniu se cruza con la pista.
Madrugamos
un poco, subimos sin problemas el último tramo de pista, quedarán todavía
alrededor de 2 kilómetros hasta el refugio, y nos ponemos en camino sobre los
1950 metros de altitud, son las siete de la mañana del 14 de Agosto de 2011.
Refugio de Malniu.
El
camino que sube de Meranges, no está demasiado transitado ya que la gente opta
por el coche pero, bien balizado en dirección norte se introduce en el pinar y
en suave ascenso se aproxima a la pista que se ha ido a dar la última de las
enormes vueltas para entrar de llano en la zona del Refugio de Malniu a 2130
metros de altitud.
En
media hora nos ponemos en el refugio y tomamos el camino que conduce al Estany
Malniu en parte coincidente con el GR 11.
Estany Malniu.
Transitamos
en dirección nordeste un precioso pinar
instalado entre las afloraciones de granito y la pradera alpina medianamente
húmeda y en suave ascenso nos aproximamos dando, lo que nos parece a nosotros,
una larga vuelta al Estany de Malniu.
Cep.
En
la cola del estany situado a 2250 metros de altitud tenemos alguna duda pues en
ningún momento hemos visto cartel orientador del pico y tampoco llevamos mapa; así
qué hay que decidirse y lo hacemos contorneando un poco el estany por el
sudoeste y atravesando la turbera situada al oeste del mismo, lugar en el que
encontramos un grupito de ceps que guardaremos para la noche, lo cortés n o
quita lo valiente.
Salidos
de la turbera aparecen unas citas que se
elevan por un amplio barranquillo vestido medianamente de pinar con sotobosque
de rododendro y nos conducen a través de un caminillo poco transitado a un
collado en la parte baja del Serrat de las Perdius Blanques.
Las citas se van
un poco al norte transitando la cabecera del barranco del que acabamos de
salir y prosiguen por la zona extrema nordeste de una ladera que se va a
prolongar enormemente.
Se trata de una
extensísima ladera suavemente inclinada que
va dejando atrás al pino negro y se conforma de retazos de pradera
alpina bastante resaca entre abundantes afloraciones de granito muy
meteorizado.
Castell de Lladres.
A nuestra
derecha llevamos un no demasiado profundo barranco que se alarga paralelo a
nuestro camino en dirección noroeste y que cuenta en la otra orilla con una
cresta de la que destaca la Roc des Lladres.
La subida se
alarga tediosa, pues no gustamos de los caminos largos y tras un tramo de rampa
aparece otro en el horizonte hasta que finalmente alcanzamos una acumulación de
granito conocido como el Tuc de las Mulleres de Puigpedrós y que está situado
sobre los 2750 metros de altitud.
Estanis de Planell y de la Agulla.
El lugar no
tiene otra significación que la de mostrarnos la cima del Pico al que nos
encaminamos. Por medio tenemos un enorme rellano alpino en el que pastan vacas
y caballos pero ya sabemos a dónde vamos.
En Tuc de las Mulleres de Puigpedros.
El rellano se va
elevando suavemente y saliendo del praderío alpino nos deposita bajo el
casquete somital que no es más que una importante aglomeración de lajas de
granito.
Son las diez y
media de la mañana cuando alcanzamos la cima del Puigpedrós situada a 2914
metros de altitud.
Hay gente en la
cima que pasa de nuestro saludo y peor para ellos, nos vamos hacia la punta
noroeste y allí nos sentamos a almorzar charlando agradablemente con un par de
grupos que están por allí.
Los Picos de Engorgs.
Bajando hacia la Portella de Meranges.
El descenso
hacia la portella nos lleva al camino que transita la ladera aunque no sea
necesario. Alguno sube cansinamente y nosotros relajados nos vamos para abajo.
Roc Colom.
Un considerable
descenso en dirección noroeste nos deposita en la Portella de Engorgs situada a
2630 metros de altitud. Desde allí contemplamos la espléndida estampa del Roc
Colom en primerísimo plano y las amables pendientes de los Picos de Engorgs a
los que no vamos a ir.
Tampoco vamos a
bajar directamente al Refugio de Engorgs, consecuentemente y tratando de no
hacer demasiado desnivel vamos a dar una vuelta por la cuenca lacustre que
recorrimos por su parte noroeste.
Saxifraga androsácea.
Con ritmo
relajado continuamos el descenso ahora en dirección sur suroeste para ir
perdiendo altura suavemente en dirección a los estanis más orientales. Se trata
de un grupito de pequeñas acumulaciones de agua, algunas de ellas casi
colmatadas que salpican el praderío y que contemplaremos desde arriba sin
acercarnos a sus orillas.
Atrás Puigpedros.
Estany Llarc.
Luego girando un
tanto al oeste proseguimos en un suave sube y baja hasta alcanzar algunos de
los estanis centrales y más adelante el Estany Llarc. A partir de aquí,
estaremos sobre los 2500 metros de altitud, nos orientamos al suroeste y nos
vamos al encuentro del GR que no está lejos.
Refugio de Engorgs.
El camino se
baja directamente hacia el refugio tras pasar junto a la cola de un diminuto
estany que recordamos perfectamente y en suave descenso nos acerca al Refugio
de Engorgs o Folsch y Girona situado a 2380 metros de altitud cuando son las
doce y media de la mañana.
Alrededor del
refugio hay gente. Por dentro está un pelín mejor pero no pasa de ser una pena
con lo fácil que sería adecentarlo. Hay basura a granel.
Diez minutos más
tarde continuamos por el balizado camino
en dirección sur-sureste, cruzamos el Barranco Durán y por su orilla izquierda
nos vamos en suave descenso.
El Plan de la Agulla.
El camino
prosigue fundamentalmente llano mientras que el barranco se ahonda. Tratamos de
localizar el lugar de nuestro embarque y creemos identificarlo así como la
razón del mismo, aunque ahora ya de lo mismo.
El camino que en
principio ha descendido un tanto se vuelve muy ondulado e incluso nos ofrece
algún tedioso resalte que ascendemos acalorados en una ladera perfectamente
soleada durante una buena parte de la mañana a pesar de que ahora se araña un
poco el cielo. En un barranco subsidiario del Durán paramos a comer un poco y a
echar unos tragos de agua pues todavía vamos subiendo. Serán unos minutos lo
que dure la parada pero dará tiempo para que caigan unas gotas sin importancia.
Finalmente el
camino se arrellana en un lomo herboso y comienza a bajar adivinándose la
proximidad del refugio al que llegaremos con ganas unos minutos más tarde.
Estany Sec de Malniu.
Son las dos y
media de la tarde cundo llegamos al Estany Sec en las inmediaciones del Refugio
Malniu. El aparcamiento está lleno de coches y hay tanta gente por los
alrededores como ganadería en los prados de los alrededores de un inmundo
terreno de acampada. El estany no está seco pero casi la mitad de su superficie
está colonizada por las hierbas clásicas colonizadoras de estas aguas,
Cerrado el bucle
que abríamos por la mañana no nos queda otra tarea que tomar el camino que en
algo menos de media hora nos lleva a la furgoneta que está ardiendo al “rayo del
sol”.
En estos casos
no hay nada mejor que ponerse en marcha y enchufar el aire acondicionado.
Bajamos un trozo de pista hasta que encontramos el puente sobre el Barranco
Malniu, que ha sido donde hemos dormido, y nos damos un buen remojón quedando
hechos unos brazos de mar y ahogando en las cristalinas aguas los alrededor de
1150 metros de desnivel con los que hemos pagado la circular.
Luego comeremos
tranquilamente y trataremos de solucionar el problemilla del calentamiento de la
furgo que no esperamos sea fácil ya que es domingo y mañana lunes
festivo. Pero eso será otra historia en Puigcerdá.
Puedes ver más fotos.
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