Camino de Carlit al fondo.
Lac
de las Bullosas, Lacs Viver, Comassa y Sec, Col Colomer y Corredor Este.
Descenso por Arista nordeste, Carlir de Abajo, Puig de Soubirans, Lacs
Soubirans, Trevens, Cambau, Costeilla, Dougnes, Comassa, Sec y Negre.
18-8-11.
Salida 07
h. Llegada 16
h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Mapa de Carlit procedente de Angulo. Vía en amarillo.
Hay
ocasiones, la mayoría, en las que un pico es el móvil para una actividad
montañera y Carlit es uno de los picos más notables de la Cerdaña francesa,
pero en esta ocasión nuestro móvil fundamental es conocer y recorrer la Cuenca
Lacustre de la Bullosa. Tantas fotos, tantos lagos y tanta belleza sugerida se
imponen al atractivo del pico. Nosotros sumaremos atractivos y nos
incorporaremos a la muchedumbre que suele ser asidua visitante del lugar.
Nos
habíamos puesto al corriente de las restricciones de uso de la carretera hasta
el Lac de la Bullosa y ante las dudas de si se podía o no pernoctar arriba en
la furgoneta, con tienda sí, nos quedamos en Mont Louis justamente en el inicio
de la carretera. Hay un buen sitio apartado de la misma y fuera del calor que a
las seis de la tarde hacía en Vernet. Estaremos a 1550 metros de altitud.
Son
las seis menos cuarto de la mañana del 18 de Agosto de 2011 cuando nos
levantamos y enseguida nos ponemos en marcha carretera arriba. Es noche
cerrada.
Recorremos
alrededor de 3 kilómetros de carretera conocida, llegamos al camping y al
aparcamiento de la entrada y pasamos para arriba llevando detrás de nosotros a
algunos coches con nuestra misma intención.
Son
12 kilómetros de una buena carretera que no suben demasiado ya que el
aparcamiento se encuentra a 1700 metros de altitud.
En
poco más de 20 minutos, tras pasar un par de pasos canadienses y sortear diseminadas
manadas de yeguas, nos llegamos a un desconocido lugar junto a la Presa de la
Bullosa que está rodeada de edificios diversos, para aparcar bajo la misma
sobre los 2000 metros de altitud cuando quiere empezar a amanecer. Hay
muchísimo aparcamiento.
Desayunamos
tranquilamente y a las siete de la mañana nos ponemos en camino, la gente que
ha ido llegando de manera continua pues se puede pasar libremente hasta las
siete va partiendo delante de nosotros.
En
el extremo oeste de la presa tomamos una pista que conduce al Hotel Buenes
Hores para abandonarla en las inmediaciones del mismo y tomar el Camino que
está balizado para hacer los circuitos de los lagos y para el Pico Carlit.
El
camino, en dirección prácticamente este y en suave ascenso se va para arriba en
medio de un pinar bastante claro y transita por medio de un pedregal granítico
de grandes proporciones en busca de los primeros lagos.
Lac Viver.
Vamos
pasando gente y enseguida alcanzamos el primero de los lagos, se trata del Lac
Viver, de reducidas proporciones y todavía sumido en la media luz de la mañana.
Tiene un cartel indicativo como casi todos en los lugares por los que suele
acceder el personal.
Lac Comassa.
Nosotros
no perdemos tiempo en contemplaciones, ya lo habrá, y proseguimos adelante
para, casi de inmediato alcanzar la orilla del Lac de la Comassa situado a 2150
metros de altitud que parece de mayor tamaño que el anterior.
Una
fotografía, otra al refugio metálico que tiene en sus inmediaciones y que nos
recuerda a los clásicos y ya desaparecidos
del Pirineo que recordamos y añoramos, y camino adelante prácticamente
de llano para alcanzar, esta vez a nuestra izquierda, oeste, el Lac Sec, que de
seco no tiene nada, con su característica isla rocosa en medio.
Van
a ser las ocho menos cuarto y el camino que va girando al noroeste, algo
ondulado, sube de manera un poco más consistente. Hay que decir que
teóricamente estamos recorriendo el Camino de los Doce Lacs pero caminos los
hay a montón y por todas partes, casi todos transitadísimos.
Dejamos
a nuestra izquierda los Lacs Long y Lliat que vemos y veremos en la distancia y
desaparecido prácticamente el pino negro avanzamos por una pradera alpina en la
que hay casi más granito que pratenses.
Cogemos
agua en el Desagüe del Lac Valell, subimos un par de pequeños resaltes, un
amplio lomo redondeado y alargado y comenzamos a divisar, por un parte al este la depresión del Lac Soubiran
y sus próximos y al oeste el Puig Carlit. Perfectamente iluminado por el sol de
la mañana.
Los lagos más altos de la Bullosa.
Casi
sin darnos cuenta pasamos del terreno granítico al metamórfico y el camino se
arrellana como si fuera a tomar impulso. Delante de nosotros tenemos el primer
resalte claro y consistente. Se trata de un tramo de camino que transita la ladera
derecha del barranco, ahora seco. Primero sube el cono de deyección del mismo y
luego se yergue muy transitado y con mucho material suelto hasta alcanzar un pequeño dorso en el que se arrellana para
alcanzar el Col Colomer lugar en el que se remansa el profundo y delicioso Lac
Gelat. Estamos sobre los 2550 metros de altitud y son las nueve menos cuarto.
Lac Gelat.
Pasamos
por la orilla sur del lago y proseguimos camino arriba, en dirección
noroeste en busca de la arista este del
pico.
Subido
un corto resalte sobre materiales más consistentes el camino se arrellana hacia
la arista y nosotros lo abandonamos para irnos en busca de un claro corredor
que ya nos había llamado la atención desde abajo. Se trata de un corredor
situado al norte de la arista y que llega directamente al collado cimero.
Corredor a Carlit.
Hay
que atravesar la ladera en suave ascenso para alcanzar la entrada del corredor
en la parte derecha de su cono de deyección. El terreno es amplio medianamente
inclinado y bastante estable por lo que la travesía es fácil.
El
corredor se estrecha inmediatamente, se yergue poderosamente y se llena de
basura pues está muy poco transitado. La parte derecha del mismo está vestida
de paredes verticales en cuya cabecera transitará el camino que desde la arista
se ha de incorporar al corredor en la parte superior del mismo. La parte
izquierda es una ladera muy erguida y muy descompuesta en la que el tránsito
puede ser muy delicado.
Subimos
apoyándonos en la pared derecha hasta alcanzar un bloque empotrado que pasamos
fácilmente por la izquierda del corredor Luego el corredor se ensancha
paulatinamente y se llena de basura, más si cabe todavía, haciéndose penosa la
progresión en su tramo final hasta que al mismo concurre el camino de la arista
muy cerca del collado nordeste del pico. La gente no debe usar este corredor
debido al riesgo de caída de piedras provocado por los que transitan la arista
aunque solamente sea en un tramo muy corto.
Artemisia alpina.
Un
tramo de camino terroso y muy firme nos permite subir unos pocos metros y nos deposita
en el Collado Nordeste desde el que contemplamos parcialmente la enorme masa de
agua del Lac Lanoux.
Giramos
al sudoeste y en mediano ascenso alcanzamos enseguida la Cima del Puig Carlit
situada a 2921 metros de altitud. Son las nueve y media de la mañana.
Lacs de la Bullosa desde Carlit.
Hacemos
algunas fotos, charlamos con el personal, almorzamos y sobre todo contemplamos
un paisaje con una enorme profusión de lagos.
Al Noroeste
tenemos la Cuenca Lacustre de Lanoux con su enorme lago y su cohorte de
pequeños lagos desperdigados por una llanada un tanto desértica. El Dent d’Orlu
casi no se ve y al note queda la zona del Portal de la Grava y la Arista
Nordeste que iremos a recorrer. Al este tenemos toda la deliciosa Cuenca
Lacustre de la Bullosa que es por dónde hemos subido y en la distancia muy poco
definidos Saint Barthelemy, Canigó, Puigmal y los Prerics que son dos como me confirma un montañero con el que
charlamos un rato.
Tres cuartos de
hora después nos vamos para abajo para tomar la Arista Nordeste y disponer de
una buena perspectiva sobre los lagos desde arriba, ahora ya fuera del contraluz
de las luces de la mañana. En la cubeta lacustre, como dice Juan, se pierde la
perspectiva.
El camino que no hemos utilizado para subir a Carlit.
En el Collado
Nordeste abandonamos el camino que se va para abajo y proseguimos por la cresta
de momento casi llana y muy fácil. Enseguida se inclina y se va también para
abajo fácil y cómoda.
Llegando a la Brecha Carlit.
Perdemos altura
y la cresta inicia el descenso de unos suaves dientes que se pasan por
cualquier parte hasta aproximarse a la
brecha defendida por un resalte bastante erguido, que se puede faldear por el sur, y que requiere del apoyo de manos
para su descenso.
Alcanzada la
brecha sobre los 2750 metros de altitud hay que pasar un par de gendarmes que
no ofrecen dificultad e iniciar el ascenso. Una mirada atrás nos pone de
manifiesto claramente que el tramo de arista
recorrido tiene un tamaño considerable
y el Carlit queda ahorcado allá arriba.
Carlit de Baix.
Los perfiles de
la arista que tenemos que ascender son encantadores, se trata de una arista, en
esta parte, muy plástica ópticamente hablando y que el camino recorre en suave
ascenso casi siempre en la ladera sur de la misma.
Castell Isard y Lanoux.
Enseguida
alcanzamos la Cima del Carlit de Abajo situada sobre 2800 metros de altitud
lugar en el que la arista se aloma e invita al paseo. Son las once y cuarto.
Embalse de Lanoux.
Hay que perder
unos metros suavemente en dirección este para alcanzar un amplio collado del
que se sale en suave ascenso para alcanzar el altiplano del Puig de Soubirans
lugar en el que encontramos una lápida funeraria conmemorativa.
Recorreremos el
altiplano por su cabecera dirigiendo continuamente la vista tanto a una
vertiente como a la otra, al frente sigue la loma y de telón de fondo están los
Perics.
Cómodamente y en
suave ascenso alcanzamos la parte culminante del Puig de Soubiran situado a
2785 metros de altitud en medio de un tránsito de lomas suaves sobre una enorme
losera de pizarras, lugar en el que encontraremos varios abrigos completamente
mimetizados con el paisaje.
La loma se va
suavemente para abajo en busca de la Portella de la Grava y nosotros la
abandonamos para bajar suavemente en busca del Lac Soubiran que desde aquí no
vemos.
Descendemos
hasta la parte inferior del altiplano en
dirección sur hasta alcanzar la ladera por la que continuaremos con un descenso
más consistente y girando un poco al sudoeste para acercarnos a una surgencia
de agua.
No nos vendrá
mal esta nueva orientación puesto que nos encontrábamos ya al este del lac al
que nos queremos dirigir. Se puede bajar un poco por cualquier parte salvando
los ocasionales resaltes de la ladera.
Por la orilla
izquierda del recién nacido barranco bajamos un
buen tramo siempre buscando el mejor camino e introduciéndonos en la
pradera alpina que nos permite alcanzar la orilla norte del Lac Soubiran a 2370
metros de altitud.
Lac Casteilla.
Siguiendo ya el
camino que alcanzamos en la cola recorreremos sucesivamente el Lac Trevens en primer lugar sin acercarnos
al colmatado, el diminuto Lac Combau y seguidamente el Lac Casteilla de
notables proporciones aunque da la impresión de no ser demasiado profundo.
Los rincones son
encantadores y conforme nos vamos acercando a la Bullosa vamos encontrando
gente en cualquier parte pero sin la impresión de aglomeraciones en una zona
tan dilatada.
Nos llama la
atención que la gente no da la impresión de bañarse en los lagos a pesar del
calor tremendo del día pero…
Lac Dougnes.
Alcanzamos el
Lac des Dougnes, comemos y nos remojamos un poco los pies, son las dos de la
tarde. A partir de aquí nos olvidamos un
poco de la ruta de los lagos que en buena lógica nos debería de conducir a
nosotros por el de Bailleul hacia la
zona del Long y del Lliat; nos vamos a dedicar a otras cosas, no tan prosaicas
pero si prácticas: en Bailleul nos desviamos hacia el sur y buscamos setas
entre el disperso pinar. En la orilla norte del Lac de la Comassa la colección
de ceps ya está hecha.
Queremos bajar a
la Bullosa por la orilla este de Comassa pero deberemos retornar para hacerlo
por la oeste incorporándonos al Circuito de los
Lagos.
Lac Sec.
Apareceremos de
nuevo en el Sec y siguiendo el camino nos acercaremos hasta el Lac Negre, lugar
desde el que retomaremos el camino y tranquilamente nos llegaremos a la Bullosa
cuando son las cuatro de la tarde.
Lac Negre.
Tenemos tiempo
para recorrer los alrededores visitar el albergue y el refugio, recorrer la
presa y consultar información en el Centro de Orientación además de descansarnos
de una agradable jornada en la que habremos movido por encima de los 1050
metros de desnivel, no tenemos que mover la furgo.
Hemos comido
algo verde fundamentalmente al llegar y cuando cae la tarde pues cenamos
tranquilamente. Con la llegada de una noche de mil estrellas liquidaremos
acostándonos una jornada a la que mañana le ha de seguir otra, los Perics nos
esperan.
Para ver más fotos.
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