La Sudoeste de Aspe.
Puerto de Aisa Refugio de Saleras,
Embudo y Lapiaz de Aspe, Cara Sur y Arista Sudoeste.
02-06-1988.
Salida 08:h. Llegada 15:30 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y y Mariano Javierre.
Mapa de Aspe procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Cuando
desde alguna atalaya adecuada se enfoca la mirada más allá de Collarada hacia
occidente, al otro lado del Valle de Canfranc, llama poderosamente la atención
un grupo de tres cimas antes de llegar a una gran cima alomada que es el
Bisaurín. Más allá, casi perdido en el infinito aparece la Pirámide del Anie.
Son el Aspe o Pico de la Garganta de Aisa, la Llena de la Garganta y la Llena del Bozo.
Cuando
en Mayo del 87 nos aceramos al Valle de Aisa nos llamaron poderosamente la
atención; hoy, 2 de Junio, un año después, nos decidimos por el más alto y
oriental de los tres: el Aspe.
La Sur del Macizo de Aspe desde Saleras. 19-7-15.
El
día sale bueno, casi veraniego en una primavera fundamentalmente lluviosa. Nos
hemos levantado temprano y a las siete estamos en el coche. Por el Puente de
San Miguel dejamos Jaca, Guasillo, Caniás, Novés y Lastiesas para llegarnos a
Aisa. Luego, carretera arriba a las ocho estamos en la portera que cierra el
acceso al valle para vehículos y donde termina también la carretera.
Estamos
a 1500 metros de altitud, cogemos las mochilas y por camino muy marcado entre
bojes, nos vamos valle adelante con el
Estarrún a nuestra derecha.
Praderío casi otoñal bajo el Embudo de Aspe. 19-7-15.
Enseguida
se abre el valle y el camino se acerca al río para dejar a nuestra izquierda el
Refugio Forestal de Saleras, de buen aspecto por cierto y pasamos a la orilla
izquierda del río donde nace un espolón herboso que suavemente se va elevando
en dirección norte en busca del pico que desde aquí no se ve.
Llegando al Embudo de Aspe. 19-7-15.
Ganamos
altura fácilmente transitando la parte este del espolón en principio para
proseguir por la parte alta a fin de tener mayor campo visual. Vamos buscando
un abrevadero que nos han anunciado como la llave del camino pero nos han
debido de informar con poca exactitud pues tenemos certeza de estar en el
camino y sin lugar a dudas, por el tiempo que llevamos andando tendría que
haber aparecido ya.
Pedrizas por encima del Embudo de Aspe. 19-7-15.
Al
fin aparece sobre los 1800 metros de altitud y a nuestra derecha el
inconfundible y pedregoso embudo sentado sobre un nevero primaveral y a la
derecha del mismo una cueva reconocida con la satisfacción de sentirnos en el camino pues cuando
volvamos a tener dudas, el pico será visible ya.
Superado
el nevero y el pedregoso y descompuesto embudo seguimos por fuerte pendiente en
la que paulatinamente va desapareciendo la pradera para ser sustituido por
pedregal calizo bastante descompuesto. Nos calentamos bastante pues además el
sol, que ha madrugado bastante, nos acompaña desde la salida.
La Sur del Aspe por encima del lapiaz. 19-7-15.
Poco
más arriba la pendiente se hace clemente y ganamos los llanos a la vez que
entramos en una zona cubierta por la nieve, estupenda para caminarla. Nos
encontramos a 2300 metros de altitud.
Atravesamos
los llanos por su borde este junto a la pared de un escalón rocoso importante
que nos separa del camino que conduce al Paso de la Garganta de Aisa en dirección a Tortiellas.
Contemplamos
desde aquí el pico: una loma blanca y alargada que poco o nada tiene que ver
con la imagen de diente de sierra que guardamos del mismo visto de desde tantos
sitios.
Calizas de dos colores en la Sur de Aspe.
Vamos
en busca de la Cresta Sudoeste subiendo ahora neveros pendientes; el corredor
sur, conocido como el Tubo que arranca de debajo del nivel que transitamos nos
indica el camino.
Llegamos
al collado sudoeste que está a 2550 metros de altitud e iniciamos el fuerte
aunque fácil nevero de la amplia cresta que nos llevará sin ninguna dificultad
a la Cima del Aspe.
Arista Oeste de Aspe desde la Salida del Corredor Central. 14-6-08.
Estamos
a 2645 metros, hemos empleado tres horas y cuarto en subir los 1150 metros de
desnivel y aquí está el vértice geodésico, alguna placa de recuerdo y un
minúsculo Portal colocado por algún grupo de militares, posiblemente salidos de
Rioseta según reza la inscripción.
Aspe 23-4-09.
La
mañana es estupenda y el panorama también lo es: al sudeste tenemos la
Alineación de la Partacua, un poco más al norte Rioseta, Tortiellas, Tobazo,
Astún; Tuca Blanca y Estanés defienden los Pirineos Franceses; al oeste la
continuación de la Partacua con las Llenas de la Garganta y del Bozo; al sur
queda del valle de donde hemos venido y por donde hemos de volver, dormido
plácidamente en la somnolienta y caliginosa mañana de un final de Primavera
absolutamente encantador. Además durante el ascenso nos han vigilado los Mallos
de Lecherines y el Sombrero, el encanto de la montaña nos es privativo de
ningún lugar en concreto, es atractivo propio de la montaña del que algunos
tenemos el inmenso placer de poder gozar.
La Norte de Aspe absolutamente espectacular desde la Tuca Blanca. 19-3-11.
Junto
al vértice geodésico comemos algunas cosillas y bebemos agua y paisaje hasta
hartarnos. Luego se hace casi la una y hay que volver.
Iniciamos
el descenso y nos cruzamos con algunos montañeros que suben con el ahogo
clásico del desnivel incrementado por el calor que el sol regala a estas horas
mientras nosotros bajamos plácida y distendidamente.
La Este de la Llena de la Garganta desde Aspe. 14-6-08.
Salidos
de la nieve, buscamos la sombra de algún bloque errático asentado sobre el
canchal. Agradecemos la sombra cuando el sol decididamente molesta nuestros
ojos. Comemos, descansamos y hasta tomamos el sol con la cara cubierta.
Sombrero Lecherines, Mallos de los Lecherines y Rigüelo. 19-7-15.
Son
las tres menos cuarto cuando reemprendemos el camino. Bajamos el Embudo y el
nevero que se deshace a todo trapo y descendemos la loma que nos conduce al río
mientras contemplamos caminantes que van río arriba en dirección al todavía
lejano Collado del Bozo.
Cruzamos
el río y nos acercamos al refugio. No está muy cuidado pero al menos parece
limpio.
Aspe desde la Llena de la Garganta. 12-11-15.
Son
las tres y media pasadas cuando llegamos al coche, es muy buena hora.
Antes
de llegar a Aisa nos encontramos con Ramón Rivallo que pasea por la carretera a
pecho descubierto con la guardia personal de abuelas nuera y nietos. Les damos
agua y continuamos para abajo Luego pararemos en Esposa, un pueblecito asentado
en la solana en medio de una tarde con decididos aires veraniegos.
En la Cima de Aspe con el Bisaurín de fondo.
A
las cinco estamos de nuevo en casa después de haberle dado otra dentellada al
Pirineo, uno de nuestros manjares preferidos.