Telera desde Pabellón. 30-9-12.
Refugio del Puerto de Biescas, Gruta del Forato, Peñas de
Cochaldo, Cara Sur, Peña Parda, Collado Telera, Cara Sur, Telera, Arista Oeste
de Telera y Plan de Usabas.
22-11-1998.
Salida 08 h. Llegada 15 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Telera procedente de Prames. Vía en amarillo.
Alguna que otra vez habíamos estado en el Refugio del
Puerto de Biescas y también, alguna vez, habíamos proyectado llegar hasta allí
y subir por la cara sur a la Brecha de Telera.
También habíamos proyectado llegarnos para acampar al
Refugio de Usabas, tan pronto como supimos de su existencia, pues estaba
en un lugar ideal para recorrer nuestra
desconocida zona de la Sierra de Partacua.
La burrada de Biescas aparcó momentáneamente este último
asunto pues suponíamos que el tramo de pista entre refugios se habría
destrozado. Además había que ir a pedir la llave de la barrera, lo que suponía
un lío añadido; total que allí estaba el tema.
Este Otoño del 98 que climatológicamente ha siso de cine,
a nosotros nos salió de pena: el día 11 de Octubre tuvimos que venirnos a toda
prisa de Barcelona, Carmen estaba hospitalizada. Solamente hemos hecho desde
entonces un par de escapadas instantáneas a por setas.
Pero de ahora no va a pasar. Carmen está estupendamente,
por suerte pera todos y nosotros, el domingo 22 de Noviembre nos vamos al monte,
¡digo!
Ventana Superior del Forato Furcunfiecho. 28-5-11.
Para ello no quedará otro remedio que coger el coche el
sábado por la mañana y subirme hasta Biescas para pedir en el ayuntamiento la
llave de la pista. El tiempo que está muy frío, también está muy seguro y con
la llave no quedará ya más remedio que marchar.
Ponemos el despertador a las siete menos cuarto y así aprovechamos
que es todavía de noche para ir en coche y así poder echarnos a andar al punto
del día.
Cerrar la cadena me cuesta lo mío y me deja las manos
heladas. De allí para arriba hay 9’5 kilómetros de pista que son una auténtica
incógnita aunque esperamos que estos pelaires la mantengan en condiciones.
La pista, que recordamos bastante, está bien. Solamente
tiene un par de trozos helados porque el agua va por medio.
Se hace de día conforme nos vamos acercando al refugio.
Subimos el último escalón morrénico y antes de las ocho aparcamos junto al
refugio, que por cierto está ocupado, situado a 1600 metros de altitud.
Ladera de pinos, genistas y calizas por encima del Forato Furcunfiecho. 28-5-11.
Hace frío, pero el sol ya está ancho por allí. Nos
calamos los gorros, nos ponemos los guantes y con las mochilas al hombro nos
vamos en dirección este por la pradera hacia la Gruta del Forato que imaginamos
junto al barranco próximo al refugio al que se refieren las precisas
indicaciones de Miguel Angulo. Son las ocho y cinco.
Enseguida encontramos entre los bojes el caminillo que
conduce a la gruta. En ella encontramos una estrecha y vertical galería con
gastadísima caliza en el apoyo de entrada, que nos conduce reptando tras
quitarnos las mochilas, a través de 5 metros a la base de la chimenea abierta
de unos 3 metros de diámetro y unos 5 metros de altura que hay que superar con
buenísimas presas para salir al sol tras atravesar el potente y rocoso paredón próximo al refugio, y de nuevo al camino que
girando 90º frente al barranco encara la
inclinada y blanquecina pedrera caliza
medio vestida de arizón, que nos quitará el frío y nos depositará sin
caminos concretos en la parte superior del paredón del refugio.
En dirección noroeste subiremos alrededor de 300 metros
de desnivel siempre en busca del final rocoso también especialmente descrito.
El Crestón de Cochaldo. 28-5-11.
Una peña aislada sale a nuestra izquierda y hacia ella
nos vamos: se trata de las tres peñas que forman la Brecha de Cochaldo, no hay
duda.
Aquí, recuperado el camino, atravesamos en horizontal una
gran comba herbosa que muy inclinada desciende hasta las proximidades del
refugio. Vamos en busca de la zona en la que la grada superior rocosa pierda
potencia y se pueda superar fácilmente para acceder al tramo posterior de
nuestra vía.
Vertiente Sur de Peña Parda y Brecha de Cachiribizas. 28-5-11.
Poco más adelante, ya entre ligeras dudas, avistamos el
abrevadero mientras el camino en suave ascenso se aproxima a la zona izquierda
del circo donde el paredón rocoso termina. Nosotros nos vamos de frente antes
del final atacando el último corredor. Son una veintena de metros fáciles los
que nos depositan en el lomo herboso desde el que avistamos la Brecha de Telera
y sus satélites al vientecillo fresco que campa por aquí recién llegados.
Echamos un trago a 2150 metros de altitud. Nos quedan 200 metros de pasada
hasta la brecha, pero la vemos próxima y eso siempre anima lo suyo.
Tenemos que continuar en dirección a los murallones sur
de Peña Blanca, o “Corona del Mallo” como la llaman ahora; caminamos hacia el
este, para pasar bajo los mismos virando hacia el norte bajo la Brecha de
Telera y continuar bajo los verticales murallones de Peña Parda. Queremos ir a almorzar al sol
y al abrigo de los mismos en el inicio de la vía que permite subirlos sin
necesidad de contornearlos totalmente. Para ello hay que buscar el mejor camino
de entre varias posibilidades que conducen a nuestro objetivo con el mínimo
gasto de energías. Son las diez y cinco cuando nos sentamos a almorzar a 2375
metros de altitud en una soleada mañana que nada tiene que ver con el frío que
está haciendo estos días.
La Entrada a la Pared Sur de Peña Parda o del Medio. 28-5-11.
Quince minutos después continuamos nuestro ascenso
abordando la pared. Tres citas perfectamente colocadas hacen inequívoca a la
vía. Yo la recuerdo vagamente de la vez anterior que la pillé “a huevo” desde arriba y con prisa. Ahora
desde aquí es otra cosa.
Se trata de una vira bastante vertical que se abandona al
final cuando se asoma a la vertical de la pared y que se continúa, tras girar
un poco a nuestra derecha, con otra que termina poco más arriba en una laja
aérea pero fácil de superar y un pequeño corredor que nos saca a los primeros
retazos de pradera alpina, para continuar para arriba ya por cualquier parte,
ascendiendo la cara sur de Peña Parda.
Telera desde la Sudoeste de Parda. 5-8-04.
Se alternan tramos de pedrera caliza con otros de pradera
alpina. Se supera una desdentada barrera de calizas ocres y se alcanza
finalmente la zona somital del pico vestida de meteorizadas calizas claras,
acompañadas de un fuerte viento racheado que se hará extremadamente frío en la
Cima de Peña Parda cuando son las once
de la mañana. Estamos a 2680 metros de
altitud y Rosa llega cansada y enfadada.
No es demasiado grata la estancia en tan venteado lugar
por lo que apenas dedicamos tiempo a una fotografía, a pesar de que Rosa no
había hecho este pico y nos vamos en descenso en busca del Collado de Telera 75
metros más abajo.
La poca nieve polvo se camina perfectamente y en un abrir
y cerrar de ojos estamos abajo en el collado, de nuevo al sol y ahora al abrigo
del viento, asiduo compañero de las crestas y las puntas.
Son las once y cuarto. Nos esperan alrededor de 150
metros de desnivel por la soleada cara sudoeste de Peña Telera, al abrigo del
viento, al calorcillo del sol y sobre continuada pradera alpina abrasada por el
invierno.
Peña Parda desde Telera. 5-8-04.
Veinte minutos después, con los cálculos previstos, tras
asomarnos a la llegada de la Gran Diagonal de gratos recuerdos, hacemos cima en
Peña Telera a 2764 metros de altitud. Mientras Rosa llega, me asomaré a la
vertical de la cara norte para
contemplar los paredones y el Corredor de Cachivirizas o Telera.
Contemplamos brevemente el limpio paisaje conocido de los
alrededores con la excepción del sur que queda tapado por Peña Parda. ¡Qué poca
nieve hay!
Echamos un trago de agua con isostar junto al vértice
geodésico y cinco minutos más tarde iniciamos el descenso. Lo vamos a hacer por
la arista oeste hasta el Collado Este de
Capullo.
Se trata de una ladera absolutamente inestable en la que
hay que bajar una pequeña grada con algún apoyo de manos y que a la sombra nos
somete al rigor más fino del invierno.
La Noroeste de Peña Telera. 13-6-99.
Me asomo a la entrada del Corredor Aller y ya en el collado continuamos en dirección sur
el descenso orientándonos valle abajo dejando a nuestra derecha la alargada Peña
Zarrambuchos nacida de entre el Pico Sin Nombre y el Tríptico.
El valle que describe una pequeña curva a nuestra izquierda se compone de una serie
de escalones sucesivos vestidos de pradera alpina. Al bajar uno de los resaltes
encontramos la primera surgencia desde la
que se conduce el agua entubada hasta el abrevadero de Usabas. Paramos a
comer cuando es la una menos cuarto.
Al sol y en un paraje bastante abrigado se está bien pero
sin tirar tiros. No resulta tan bueno como nos parecía en principio y decidimos
tomarnos el café más abajo y en mejores condiciones.
Cueva de las Gralleras o Zarrambucho. 28-5-11.
Pasamos junto a la Cueva de la Grallera y a las dos menos
cuarto alcanzamos el llano del Refugio de Usabas cuando el sol está a punto de
marcharse del lugar.
Plan de Usabas. 28-5-11.
El refugio está impecable. Se nota que a este valle no
llegan los “cerdos.” Lo dejamos perfectamente cerrado tras comentar que sería
uno de esos lugares ideales para estar unos días de relax total.
Son las dos menos cuarto. Alcanzamos los restos de la
vieja pista que inmediatamente se pierde en el cauce del recién nacido Barranco
del Puerto y en dirección este ya por la
sombra nos vamos para atravesar el barranco y continuar nuestro regreso por la
pista que discurre ahora en la orilla derecha del barranco. La recorremos
durante un buen trecho y comprobamos que ha sido cortada por varios barrancos
que bajan de Burrambalo. La parte más
próxima al Refugio del Puerto está arreglada como comprobaremos poco después.
Fefugio Furcunfiecho en el Puerto de Biescas. 28-5-11.
Abandonamos la pista, atravesamos el barranco y
alcanzamos la pista de nuevo, 300 metros antes del refugio. A las tres y cinco
estamos junto al coche.
Entramos al refugio y comprobamos que ha sido utilizado
hasta hace muy poco, todavía hay rescoldo, el ambiente está muy cálido y los
alrededores huelen a humo. Se trata de
un refugio de dos plantas con un par de habitaciones en la parte superior con
literas para varios. Abajo la sala está muy limpia a pesar de que hay leña.
Lo cerramos, nos metemos en el coche y nos vamos pista
abajo sin más. Ha sido un día estupendo pero que ya se ha refrescado algo.
Agradecemos el calorcillo de la calefacción del coche, lo mismo que hemos
agradecido el calorcillo del hogar del refugio.
En Biescas entramos para devolver la llave y misión
cumplida. Hoy ha sido un día estupendo en el que hemos movido 1250 metros de
desnivel. ¡Ya tenía ganas!
A las cuatro y cuarto estamos en nuestra casa. Hemos
recuperado el sol pero el día está frío.