Elegantísima Punta de la Garganta desde el Barranco Culibillas. 11-1-09.
Aparcamiento
de Anayet, Barranco de Culibillas, Rellano de Anayet, Cima de Espelunciecha,
Rellano de Anayet, Collado Sudeste de Espelunciecha y Arista Oeste de la
Garganta. Descenso por la Glera de Anayet.
18-01-2003.
Salida 09
h. Llegada 15
h.
Sol.
Fácil.
Raquetas de nieve.
Mapa de La Garganta y Espelunciecha procedente de Prames. Vía en amarillo.
A
Los Ibones de Anayet hemos subido, casi podría decirse, en todo tiempo y por
cualquier lugar. Desde aquella ya lejana ocasión de nuestra Travesía 85 han
sido muchas las ocasiones en las que hemos visitado los ibones, y también
recuerdo una ocasión en la que no llegamos por culpa del mal tiempo.
Hoy 18 de Enero de 2003 volvemos una
vez más. Nos hemos levantado a las ocho menos cuarto y a las nueve y diez
estamos en el Aparcamiento de Anayet, sin que la antigua y conocida acumulación
de nieve del Corral de Las Mulas nos impida llegar hasta aquí, como en
ocasiones anteriores a la apertura de las Pistas de esquí de Anayet.
El día tiene extraordinario aspecto
para el esquí pues dicen que ha caído un par de centímetros de nieve, aunque
han anunciado la entrada de nubosidad para hoy. Nosotros lo vamos a aprovechar
de otra manera a pesar de que luego nos produzca pena.
Dejamos aparcada junto a nuestro
coche a una pareja que está preparando sus esquís de travesía y a las nueve y
veinticinco iniciamos la marcha a 1720 metros de altitud.
Glera de Anayet, Garganta y Espelunciecha desde el Aparcamiento de Anayet.11-1-09.
En dirección sudoeste y junto al
Barranco de Culibillas, iniciamos la marcha por terreno pisado por las
máquinas. Pero dura poco, nos ponemos las raquetas e iniciamos la tediosa media
ladera que nos ha de llevar al cruce del barranco.
Barranco de Culibillas desde las Pistas de Anayet. 6-3-05.
Una cordada de cuatro está entrando
en uno de los corredores del Pico Culibillas mientras nosotros atravesamos un
par de barrancos, con cierta dificultad el segundo, y nos incorporamos en
dirección oeste valle arriba.
Hay una vieja huella de esquís y
otra de caminante, pero ambas han sido hechas por poca gente. La nieve está
blanda, suelta y profunda, las huellas de los esquís son estrechas para
nuestras raquetas y además ceden con nuestro peso y las otras resultan también
pequeñas. Por tanto, se presenta una jornada de trabajo bastante interesante.
Barranco y Gendarme de Culibillas. 10-4-10.
Vienen dos parejas detrás de
nosotros pero no nos alcanzarán en toda la subida y delante llevamos a otras
dos cordadas. Nosotros pasamos el primer estrangulamiento por la derecha del
barranco y en el segundo localizamos a los que pasan por el Collado Oeste de la
Punta de la Garganta. Se trata de la vía clásica a Anayet desde las
inmediaciones de la Frontera del Portalet a través de la Glera de Anayet y que
para nosotros es el Paso de los Franceses.
Entrando a Culibillas desde la Gler de Anayet. 11-1-09.
El primer grupo se introduce en el
corredor de las Arroyeras mientras alcanzamos al segundo que también se irá por
allí. Les adelantamos e iniciamos el ascenso del resalte terminal que se sube
bastante bien pues la nieve está un poco más transformada.
Pared terminal bajo los Ibones de Anayet. 10-4-10.
A las once llegamos a los Ibones de
Anayet situados a 2230 metros de altitud. La mañana está sencillamente
espléndida y de pie nos comemos algunos quesitos y dulces ya que el pan nos lo hemos dejado
abajo.
Diente de Anayet desde el rellano de los ibones. 10-4-10.
Cuando vamos a iniciar el descenso,
diez minutos después, se le ocurre a mi esposa subir hasta Espelunziecha. No es
lo más conveniente, pues queremos volver pronto para comer en casa con nuestra
hija Biola, pero...
La Sudoeste de Espelunciecha. 11-1-09.
Atravesamos parte del rellano de los
ibones en dirección nordeste con nieve
profunda a pesar de las raquetas y siguiendo una vieja huella de esquís vamos
ganado altura sobre la cara sudoeste.
Subiremos por la Arista Sur de Espelunciecha. 10-4-10.
Como las raquetas no son demasiado
convenientes para la pendiente decidimos ganar la arista y proseguir luego
hacia la cima en dirección norte, lo que nos permite alcanzar la Punta
Espelunziecha de manera fácil. Son las doce menos cuarto.
En la Cima de Espelunciecha.
Estamos a 2399 metros de altitud, la
mañana no puede ser mejor y además del siempre atractivo Midí d’Ossau
contemplamos un inmejorable paisaje próximo y conocido: la Campana de Aneu, el
Diente y el Pico Anayet con su larga arista hasta el Pico Royo; también echamos
una envidiable visual sobre la zona de Espelunziecha y sus enormes posibilidades
para el paseo con esquís; y la Punta de la Garganta o Garmet que es nuestro
inmediato objetivo.
Punta de la Garganta o Garmet desde la Sur de Espelunciecha. 13-10-07.
Siguiendo nuestras propias huellas
desandamos camino por la arista a la vez que un esquiador alcanza la cima del
pico.
Culibillas desde la Sur de Espelunciecha. 10-4-10.
Nada más iniciar el descenso de la pared
tengo que hacer de portero y recoger el termo que se le ha caído a mi chica del
bolsillo de la mochila que llevaba abierto, puesto que bajaba a toda pastilla.
Pagará con un par de bollos considerables.
Alcanzado el rellano de los ibones
al que está llegando el personal, nos vamos directamente para abajo al
encuentro de las huellas de los que vienen de la Glera de Anayet.
Punta de la Garganta desde el Cerrojo de los Ibones de Anayet. 11-1-09.
Algún intento fallido nos cuesta pero al final tomamos las huellas que
practican un largo faldeo por la cara sur del Espelunziecha a través de los
restos de los aludes que siempre se producen en esta cara.
La huella de los esquís es tan mala
como en el ascenso pero como ahora llaneamos o bajamos ligeramente se lleva
mejor. Bueno, Rosa pierde, según dice, la huella y tarda una eternidad en
llegar al collado.
Llegando a la Glera de Anayet nos recibe la Punta de la Garganta. 10-4-10.
En el amplio Collado Sudeste de
Espelunziecha u Oeste de la Garganta, situado a 2072 metros de altitud, nos
vamos directamente al este, atravesando un par de suavísimos promontorios. En
el segundo espero un poco a Rosa.
Luego dejamos las raquetas para
ascender el casquete somital del pico, ya que tenemos que superar un resalte de
unos 40 metros de altura que resulta bastante erguido por la arista pero que se
suaviza un tanto hacia el sur.
Hago huellas a punterazos en los
tramos de nieve más dura y tallo un par de escalones con el piolet. No es
necesario sacar los crampones.
Superado el tramo aparece, tras un
corto rellano, el resalte terminal; mucho más corto pero con nieve durísima
sobre la que he de tallar media docena de escalones que nos permiten arrimarnos
a la roca y ya por ella, fácilmente ascender los últimos metros mixtos, que nos
depositan en la cima de la Punta de la Garganta a 2147 metros de altitud.
Es la una del mediodía y ni siquiera
vamos hasta la punta sur 50 metros más
allá. La arista no tiene complicaciones pero mixta como está se nos llevaría
veinte minutos entre ida y vuelta. Tenemos prisa.
Bajamos a continuación hasta el
collado y allí giramos al norte para, inmediatamente, virar al este y tomar el
corredor que perfectamente nevado nos deposita en los campos nevados de la
Glera de Anayet.
En la Parte baja de la Glera de Anayet con Garmet detrás.
La zona que está inmaculadamente
nevada, suavemente nos va bajando por cualquier parte pero siempre con nieve
muy profunda incluso para las raquetas, pues
hasta se hacen zuecos.
Nos vamos separando del pico y a la
vez del barranco ya que creo recordar que un poco más al norte el descenso es
mucho más suave y siguiendo las huellas de unos esquís nos apartamos de las
paredes del barranco y alcanzamos zona transitada en las inmediaciones del
Aparcamiento de Anayet.
A las dos y cuarto llegamos al
coche, ahora en un aparcamiento lleno hasta la bandera, pues hay coches
aparcados en la carretera.
A las tres estaremos en casa tras
cerrar la circular, un pelín cansados ya que han sido 750 metros de desnivel
movidos con las raquetas, lo que no es demasiado, pero la nieve estaba en malas
condiciones para caminar y además hemos hecho muchas medias laderas que son el
peor tajo para caminar con las raquetas. Al fin la nieve nos ha obligado a
trabajar la jornada de lo lindo.