Iniciando el Barranco de la Canal.
Viejo Parador de Ordesa, Barranco de la
Canal, Foya Narronal, Arista Oeste, Punta Narronal, Arista Este, Collado con
Escusaneta, Arista Norte, Mondarrruego, Arista Sureste, Aguastuertas, Clavijas
de Salarons y Casas de Oliván.
23-06-2017.
Salida 07:15 h. Llegada 16:15 h.
Sol.
Dificultad media.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Narronal y Mondarruego procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Ordesa,
que tantas y tantas veces hemos visitado y recorrido, es un paraíso en el que
nunca faltan opciones que aguardan pacientemente a que las descubramos para
nuestro disfrute personal.
La
Zona Oeste de Ordesa creo que es sin duda la menos conocida y desde que
accediéramos a ella por primera vez no ha dejado de cautivarnos. Recorríamos la
Faja del Mallo cuando los rebecos huyen de nuestra presencia por uno de los
barrancos situados al Oeste del Tozal y que recoge las aguas del Saco de
Betetuás. Nosotros conocíamos la Parte Superior del barranco que muere en la
falda sur del Casquete Somital de Mondarruego pues la recorrimos de camino al
Ibón y Punta Narronal allá por 2005 y nos decimos que si los rebecos pasan…
nosotros tenemos que conocer el Barranco
de la Canal completo.
Desalentador inicio del barranco de la Canal desde la Carretera de acceso a la Pradera.
Supongo
que goza del desconocimiento del
personal pero todos recordamos las consecuencias de los aludes que acostumbran
a bajar por el mismo. ¡Quién no recuerda aquel tan impresionante de hace unos
años que pasando la carretera a la
Pradera de Ordesa tumbó tantos y tantos árboles en la Orilla de Turieto Bajo!
Visible desde el mirador de poco más arriba del Viejo Parador, todavía hoy, 23 de Junio de
2017, son visibles algunos de los troncos de los árboles derribados.
Son
las seis y cuarto de una mañana recién nacida cuando contemplamos desde la
carretera las desoladoras paredes del
barranco. Presenta enseguida un zócalo rocoso vertical de 50 metros que nos
invita a tomar la opción alternativa: mis chicos se bajan hasta el Viejo
Parador mientras que yo me subo a dejar el coche en la Pradera de Ordesa para
volverme al trote hasta el Parador al que llego a las siete.
Rúsula aurea en Ordesa.
Albergaba
la esperanza de que algún viejo camino… Estamos a 1220 metros de altitud y a 10 metros por debajo del aparcamiento
para autobuses está, con algunas balizas azules que enseguida se pierden.
Un camino poco utilizado nos acerca al Barranco de la Canal.
El
camino con mantenimiento reciente transita bastante llano en dirección este y paralelo a la carretera, atraviesa el
imperceptible Barranco de la Cueva y recorre el Pinar de Sigüerre, suponemos
que al encuentro del Barranco de Salarons y la Pradera de Ordesa hasta alcanzar
el Barranco de la Canal sobre los 1450 metros de altitud y por encima de las
paredes iniciales.
Entrando al Barranco de la Canal.
Hemos
superado cómoda y rápidamente el tramo inicial, cerca de dos kilómetros, del
que suponíamos nos podría acarrear los mayores problemas y nos obligaría a
jabalinear.
El
barranco algo vestido pero transitable marcha muy llano al norte en busca de
las paredes y medio limitado por un pinar que no nos permite ver gran cosa.
Recorremos una parte del mismo de manera cómoda y de bloque en bloque entre
vegetación de ribera hasta que aparece la genista vestida de amarillo a la
sombra de la Oeste del Tozal del Mallo.
Resalte importante con agua que nos obliga a salir del barranco.
Poco después aparece la primera cascada por la
que baja agua y que nos va a obligar a abandonar el lecho del barranco que a partir
de allí se encajona algo y se abre en dos ramas de las que nos interesa la del
oeste y más alejada del Tozal.
Progresando con paciencia en el Barranco de la Canal.
Por su orilla este y jabalineando entre pinos, bojes, genistas y enebros
ganamos altura siguiendo intermitentes caminillos de rebecos que son los únicos
dueños de la zona. Nos agarramos a todo lo agarrable, trocos de genista
espinosa incluidos pero, con abundantes idas y vueltas entre zócalos calizos
emergentes en el pinar sobre una ladera muy tiesa, terminamos volviendo al
barranco. En todo momento nos guía un farallón hermano del Tozal del Mallo al
que nos vamos aproximando lentamente
pues hay que remontar por encima de los 800 metros de barranco.
Ascenderemos la rama de nuestra izquierda.
Aprovechamos
un corto tramo limpio del mismo por encima del estrecho de las cascadas que
hemos evitado hasta alcanzar una cascada importante con nevero residual en el
fondo. El pinar es sustituido a partir de aquí por verde praderío entre agujas
y paredes con lo que parece ser hemos dejado atrás los problemas más
importantes de la vegetación del barranco.
El Barranco de la Canal se ha limpiado por fin.
Tomamos
un corredor de verdura de la parte oeste
e iniciamos un ascenso muy similar al del Corredor Sureste del Tozal del
Mallo. Se trata de un praderío escalonado y bastante pendiente en el que vamos
a ganar altura con relativa comodidad y en el que iremos alternando pequeñas
trepadas sobre zócalos de calizas ocres llenos de viras herbosas y sobre los
que se puede elegir el paso.
Habrá que continuar por nuestra izquierda.
Se empiezan a salpicar trepadas en el Barranco de la Canal.
Las
agujas que aparecen a nuestra vista en el horizonte del barranco y que no son
tales sino proas clásicas de Ordesa se van desleyendo con nuestro ascenso
cuando vamos alcanzando los 2000 metros de altitud y creemos que el intríngulis
del barranco está desvelado. El barranco se amplía acercándose a la Faja del
Mallo donde terminara la parte desconocida del mismo.
Hay que emplear las manos de cuando en cuando en el Barranco de la Canal.
Ya vemos las paredes por encima de la Faja del Mallo.
Se
puede progresar a tramos por el fondo del barranco que presenta algunos
encajonamientos salvables por cualquiera de sus orillas ahora amplias y cómodas
que nosotros superamos por los escalonamientos calizos más cómodos
fundamentalmente de su ladera izquierda y enseguida alcanzamos la inclinada terraza
por la que discurre la Faja del Mallo y en la que localizamos sus balizas rojas.
Otro nervero residual en el Barranco de la Canal.
Llegando a la Conexión con la Faja del Mallo.
Son
las diez menos cuarto cuando paramos a beber un poco y picotear algo al sol de
la mañana ya que la subida, como esperábamos, se ha desarrollado a la sombra de
una mañana espléndida para caminar que a nosotros nos la han calentado los
tramos fuera del barranco. Estamos por encima de los 2250 metros de altitud.
La Salida del Barranco de la Canal a la faja del Mallo.
Pedrizas de la Faja del Mallo para continuar con el Barranco de la Canal.
Un
cuarto de hora después proseguimos con el ascenso de la Parte Superior del
Barranco de la Canal atravesando la faja, aquí muy amplia, en ascenso en busca
de la entrada del corredor final. Subimos cada uno por nuestro lado una ladera
mezcla de verdura clara con calizas sueltas para superar un pequeño zócalo de
calizas claras fácilmente y alcanzar la entrada del corredor en las
inmediaciones de una gran cueva en las paredes de su orilla oeste.
El Paso de Hombros en el Barranco de la Canal.
Solamente
recuerdo con claridad que la salida de las paredes finales que cierran el
barranco la hicimos trepando por el este con relativa facilidad pero no
reconozco nada más de lo que va a venir y que me va a sorprender.
Una poco usual imagen del Tozal del Mallo.
En
el fondo del barranco, que quizás pasáramos por su ladera este, tenemos que
hacer un paso obligado de hombros de los que no se olvidan y que luego
remontaremos cómodamente con un par de bagas. Será un tercero superior.
Las pedrizas ocres anuncian el final del barranco en la Sur de Mondarruego.
Poco
después la salida del mismo tiene una pared surcada por media docena de
corredores grieta de los que elegimos dos de los centrales para superar el
cierre sin grandes dificultades. El resto del corredor se reduce al ascenso una
ladera escalonada de calizas firmes alternadas algo de praderío y pequeñas
secciones de pedrizas por la que puedes elegir. Nosotros lo hacemos por su
orilla izquierda mientras Juan se entretiene entrando y saliendo al fondo del
barranco.
El Arazas queda muy allá abajo.
Pasado
el zócalo de salida el barranco se amplía y se llena de materiales ocres
sueltos pues estamos en la Sur de Mondarruego. Progresando un poco al noroeste
alcanzamos el hombro desde el que se divisa la Cuenca Lacustre del Ibón de
Narronal. Estanos a 2650 metros de altitud y son las once de la mañana.
En los bordes de la Cubeta Lacustre de Narronal.
El
ibón casi 100 metros más abajo ocupando el fondo de la hoya está completamente
enterrado por la nieve por lo que no vamos a bajar a su inexistente orilla.
Descenderemos una cincuentena de metros para rodear la cubeta por el sur y tras
superar un pequeño resalte de calizas claras tomar la arista que girando al
norte nos conducirá cómodamente a Punta Narronal.
Escusaneta y su Faja, Gabietos y Tallón desde Narronal.
Calculo
media hora pero con veinte minutos tendremos suficiente para alcanzar la Cima
de Punta Narronal situada a 2753 metros de altitud. Los socios llegarán detrás.
Lecho cubierto de nieve del Ibón de Narrunal.
Mondarruego desde Narronal.
Hacemos
fotos desde una cima poso visitada que nosotros conocemos bien; pasamos revista
a Escusaneta, Gabietos, Tallón y Blanco además de a Mondarruego, contemplamos
Bujaruelo y de Fenez a Tendeñera con Otal en medio y nos sentamos a comer y
descansar un poco en medio de una mañana caliginosa y cálida bastante mala para
la fotografía.
En la Arista Este de Narronal.
Alrededor
de las doce iniciamos la vuelta que haremos recorriendo la poco cómoda arista
este del pico, faldearemos el resalte por el norte, cruzaremos en descenso el
potente nevero que se mantiene orientado al norte y remontando suave y
pausadamente alcanzaremos la Arista
Norte de Mondarruego en el collado con Punta Escuzana.
Plana Catuarta desde Mondarruego.
En la Cima de Mondarruego con Narronal detrás.
No
bajaremos a los Llanos de Catuarta sino que ascenderemos la arista norte para
alcanzar cómodamente y por caminillo transitado la Cima de Mondarruego situada
a 2845 metros de altitud. Va a ser la una cuando hacemos alguna foto en la
pedregosa cima, echamos unas visuales a la Zona de Marboré, una retrospectiva a
nuestro recorrido alrededor del Ibón de Narronal y enseguida iniciamos el descenso
de la arista sudeste del pico tan amable como las otras tres.
Iniciando el descenso de la Sudeste de Mondarruego.
Sin
prisa pero sin pausa nos vamos para abajo hasta que la arista se abre en dos
para tomar la que se orienta al este ya que la sur nos llevaría a las paredes
próximas al Tozal. El descenso es cómodo hacia la parte sur de Aguas Tuertas al
objeto de no tener que hacer remontes innecesarios. Solamente y en el zócalo
más bajo tenemos que buscar paso para destreparlo.
Alcanzado
el cierre continuamos descenso en busca de agua ya que se hace algo de sed y
queremos beber con la tranquilidad de no bebernos toda la que llevamos.
Justamente encima del camino que llanea hacia el Tozal encontramos escorrentías
y rellenamos las botellas y nuestros estómagos.
Destrepando las Clavijas de Salarons.
Luego
tomamos el camino de las Clavijas de Salarons y nos introducimos en el circo
del mismo nombre para recorrer en descenso un conocido camino entre asfódelos
pasados y antericos en plena floración: es la Quincena Blanca de Salarons que
no tiene nada que ver con la del Corte Inglés.
He
calculado un par de horas y así será. Son las tres y cuarto cuando nos reunimos
bajo la Cascada de Salarons, me he pegado un remojón pues hace bastante
calor mientras llegan los socios que se
lo han tomado con calma. Son las tres y cuarto.
Anthericum liliago en salarons.
Mientras
ellos continuarán el descenso tranquilamente, yo me adelantaré para atravesar la zona barrida por los aludes
de esta temporada que han hecho importantes destrozos en el pinar sobre la zona
del abrigo de troncos y entrar a la sombra del bosque con ganas.
Dejaré
la mochila junto a las Casas de Oliván y me marcharé en un trotecillo a buscar
el coche al Aparcamiento de la Pradera donde lo he dejado a la mañana. Llegaré
de vuelta antes que ellos y los esperaré a la sombra.
A las cuatro y cuarto hemos liquidado la
jornada, una más de abono con 1750 metros de desnivel acumulado. Hemos
terminado algo zurrados todos pero, nosotros dos al menos, contentos por
conocer un lugar tan singular que añade un acceso más a la Zona Alta de Ordesa,
mi chica está hasta el gorro de nuestras “delicatesen”, la de hoy no demasiado
recomendable si no es para sarrios de nuestra “telada”.