Resalte hacia Pla de la Gradillera.
Aparcamiento de Espelunciecha en
Formigal, Barranco Espelunciecha, Puerto de Canal Roya y Punta Este del Puerto
de Canal Roya. Descenso por el Collado Espelunciecha, Glera de Anayet y Cuello
Garmet.
31-12-2010.
Salida 10 h Llgada 13 h.
Sol.
Muy fácil.
Esquís de Montaña.
Mapa de Espelunciecha. Vía en amarillo.
El
28 de Diciembre nos vamos a celebrar en familia el Día de los Inocentes. Biola
nuestra hija abandonó hace tiempo la montaña, se ha transformado en una
urbanita que hace medias maratones, pero no olvida nuestra vieja costumbre de
celebrar en la montaña el fin de año.
Valle de Aneu.
Sin
prisas nos vamos hasta el Portalet d’Aneu, hace un día espléndidamente soleado,
nos montamos en los esquís y nos subimos por el tan conocido como trillado
valle hasta el Pla de la
Gradillera , comino natural al Pico de Canal Roya.
Es
uno de nuestros lugares favoritos y en la acostumbrada zona de piedras
ligeramente descubiertas de nieve nos
sentamos al sol para contemplar, recordar y echar un bocado con dulces y
poncho. Echamos unas fotos para el recuerdo sobre unos horizontes encantadores
como siempre y entre los que se encuentran conocidos como el Canal Roya, la Peña de la Glera , Arrious, Pallas,
Arriel, Balaitus y Frondiellas.
En el PLa de la Gradillera.
Casi
siempre hay gente por aquí, deambulando para arriba y para abajo y
tranquilamente rematamos la celebración negociando el descenso con una nieve
entre desigual y muy dura que no nos proporciona excesivo placer pero… la
montaña es así.
El
día 31 y antes de que se nos escape el 2010 de las manos nos vamos a por la
última que será la salida 78 de un año que, modestamente, no ha estado nada mal.
Queremos
volver a comer a casa y madrugamos un poquillo de tal manera que, librados con
suerte de los embotellamientos de la zona de Formigal en los días de puente,
nos llegamos al Aparcamiento de
Espelunciecha que está prácticamente vacío.
Son
las diez de la mañana cuando nos ponemos los esquís a 1750 metros de altitud.
La
nieve está muy dura por un rehielo impresionante, un sol bastante oblicuo
ilumina el valle y nos promete una jornada estupenda cuando abandonamos el
rellano y cruzamos el Barranco Espelunciecha para subir por su orilla derecha.
Resalte
a resalte alternando tramos de nieve virgen con abundantes huellas con algunos
trozos de pista avanzamos valle adentro en dirección sudoeste.
Llevamos
a nuestra derecha la luminosa Divisoria
de Batallero y la izquierda los paredones de los Faballones surcado por
algunos corredores de respeto. Al frente se suceden resaltes que tienen como
horizonte el Puerto de Canal Roya. El tercero es el más consistente y lo
abordamos con una pequeña lazada que nos deposita debajo del Collado.
Diente de Anayet.
El
Puerto de Canal Roya es un amplísimo collado situado a 2150 metros de altitud.
Nosotros, en lugar de alcanzarlo por la zona más deprimida proseguimos en
dirección sudoeste orientándonos directamente hacia el Diente de Anayet que
emerge delicada y rotundamente por detrás del Collado.
Midi de Ossau.
Nos
acercamos a contemplar las Cascadas de Hielo de la Rinconada de Anayet y la
Cara Norte del Diente y seguidamente continuamos en suave ascenso y
en dirección prácticamente sur por una
zona recorrida por la retrack que remonta esquiadores desde el Puerto de Canal
Roya hasta el Collado de Espelunciecha.
Llegando a la Punta Sur del Puerto de Canal Roya.
Punta Alta de los Farrallones.
Cruzamos
la huella de las máquinas y nos dirigimos en suave ascenso hasta las
inmediaciones de la Punta Este
del Puerto de Canal Roya situada a 2204 metros de altitud. Los últimos metros con
poca nieve los hacemos tras quitarnos los esquís.
Punta Sur del Puerto de Canal Roya.
Hacia Balaitus.
Son
las once y media de la mañana, echamos un café con leche caliente, contemplamos
un conocido paisaje y recordamos que esta fue una de las ascensiones
iniciáticas en el esquí de montaña para nosotros. Cerca quedan las Gralleras y
Cuylaret, las nieblas tapan el resto de la Arista De Canal Roya y aquí mismo la pared norte
de las Puntas de Espelunciecha.
Diez
minutos después retomamos los esquís y tras un breve descenso proseguimos en
ascenso hacia el Puerto de Espelunciecha hasta el lugar en el que las retrack dejan a
los esquiadores, una loma redondeada que debe estar situada alrededor de los 2230 metros de altitud.
Campo Troya.
Quitamos
las pieles de foca al sol y en medio de una agradabilísima mañana y alrededor
de las doce del mediodía nos vamos para abajo en dirección este hacia el Puerto
de Espelunciecha situado solamente unos metros más abajo.
En
el puerto se inicia un precioso tubo que baja en dos resaltes hasta la Glera de Anayet.
Perfectamente orientado al sur, la nieve se ha reblandecido ligeramente hasta
alcanzar un punto sencillamente perfecto: el descenso es una maravillosa gozada
que realizamos disfrutando del sol en la soledad que se origina entre dos
remolcadas de esquiadores: solamente por estos giros ya merece la pena la
jornada.
Punta de la Garganta desde la Glera de Anayet.
Decididos
a poner las pieles de foca para remontar hasta el Cuello de Garmet nos bajamos
suavemente disfrutando de una nieve dura que se deja negociar de maravilla, en
lugar de faldear lo más horizontalmente por la cara este de las Puntas de
Garmet, como solemos hacer.
A
medio rellano ponemos las pieles de foca sobre los 1900 metros de altitud
y remontamos tranquilamente y en
dirección norte hasta el Cuello Garmet, lugar al que llega la silla más
oriental del Valle de Espelunciecha a 2030 metros de altitud.
Los Gendarmes de Cuello Garmet.
Son
las doce y media pasadas y no resta más que quitar de nuevo las pieles de foca
y descender en dirección nor-nordeste para cerrar el bucle que hemos abierto al
cruzar el puente sobre el Barranco Espelunciecha.
La
nieve fuera de pistas está muy dura y en las pistas hay placas absolutamente
cristalinas así que vamos alternando unas y otras en busca de una comodidad
aceptable aunque a veces “saliendo de Pilatos nos pongamos en herodes”.
Es
la una de la mañana cuando desbloqueamos los esquís y caminamos con el talón
libre hacia el aparcamiento poniendo fin con 625 metros de desnivel
movidos a la última jornada del año 2010. Estamos contentos y brindamos con cerveza, al fresco de la
nieve, por las montañas y por nosotros que tanto disfrutamos con ellas. Mañana
será otro año que esperamos lleno de montañas para todos aquellos que sean
capaces de disfrutar de tan exquisito manjar.