25 ago 2013

39-13. MAZ Y LA PAQUIZA DE LINZOLA EN CIRCULAR. 25-8-2013.

En la Cima de la Paquiza de Linzola.

Fuente de los Clerigos, Pista Rincón de Maz, Collado de Maze y Arista Sur. Descenso al Collado Aztaparreta y Arista Oeste-Sudoeste. Descenso por la Loma del Sobrante y Refugio de Linza.
25-08-2013.
Salida 13 h. Llegada 19 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Maz y la Paquiza de Linzola procedente de Iberpix. Vía enb amarillo.

            Es 25 de Agosto de 2013. Hemos pasado la mañana en Ansó presenciando los actos de la Exaltación del Traje Típico Ansotano y terminada la presentación en la plaza del pueblo, nos vamos a la furgo y nos subimos a Linza, cogemos agua en la Fuente de los Clérigos y aparcamos a la entrada de la Pista del Rincón de Maz a 1300 metros de altitud.

Maz en el horizonte.

            A la una del mediodía atravesamos la barrera que restringe el tránsito por la pista e iniciamos el camino en dirección noroeste.

            En la primera vuelta de la misma hay un poco marcado camino que parece atajar un gran bucle que la pista desarrolla al nordeste pero no lo tomamos ya que no conocemos el camino y preferimos ascender suavemente con la pista.

            Terminado el gran bucle, intuimos el cruce con el camino y enseguida un cartel nos invita a abandonar la pista que se va un tanto al sur para tomar un camino que a través del hayedo asciende suavemente por medio del Rincón de Maz y nos conduce al collado del mismo nombre situado a 1472 metros de altitud.

            Se trata de un amplio y plano collado sumergido en el hayedo y del que salimos suavemente en descenso sin que hayamos advertido el origen del camino que en teoría ha de transitar la arista sur del pico y que vamos buscando.

            El camino se va claramente para abajo y nosotros nos damos la vuelta hasta el punto alto del collado en el que dejamos el camino para atravesar el hayedo en dirección norte en busca de la arista.

            Siempre avanzando entre plantones jóvenes de haya que nacen como los pelos de la cabeza, buscamos en horizontal primero y en ascenso luego la arista que no aparece de momento.


            La ladera se empina, las hayas empiezan a escasear y son sustituidas por pinos negros ya en una ladera bastante erguida y cubierta de hierbas de gran porte entre las que se intercalan genistas y enebros.


            Utilizando un caminillo de animales ganamos altura fuertemente hasta que  nos aproximamos a la arista en la que se reduce la ladera. Allí aparecen las margas desnudas y con ellas el ascenso se hace más fácil.


            Tendremos que superar un par de resaltes consecutivos entre los que se intercalan descansillos y con los que alcanzamos un resalte cosido de caminillos de ovejas  tras el que se aloja el amable casquete somital vestido de paredes hacia el este y que acuna una amable majada de altura en su suave ladera oeste.

            En el tramo final de arista se van los calores del repecho y una fresca brisa nos acompaña en los últimos metros. Son las dos y media pasadas cuando alcanzamos la Cima de Maz o Txamantxoya situada a 1941 metros de altitud.

            Hacemos una foto desde el vértice geodésico, olisqueamos en el buzón metálico de la cima y buscamos un lugar protegido de la brisa para sentarnos a comer.

La Paquiza de Linzola y atrás la Mesa de los Tres Reyes.

            Al oeste hay una cierta nubosidad de retención pero el resto se aprecia bastante nítido. Anie, Mesa, Petrachema, Acherito, Gorreta, Bisaurín, Secús, Peña Forca, Alanos… están todos. Pero la vista se nos va hacia el norte con la arista que conduce a la Paquiza de Linzola.

            En la Paquiza ya hemos estado pero a partir de la Hoya de la Solana. Hoy recorremos esta arista que desconocíamos y que queremos completar.


            Alrededor de las tres nos ponemos en marcha esperando encontrar camino cosa que imaginábamos para el ascenso aunque no haya sido así en la mitad inferior.

            Si cogemos el camino que es bastante erguido, descompuesto e incómodo y que transita ligeramente al oeste de la arista para bajar el resalte cimero y retornar posteriormente a la arista una vez que han desaparecido las hostilidades.

            Un tramo más por la arista pelada o por el praderío del oeste nos deposita en la entrada del hayedo que viste el Collado de Aztaparreta al igual que el Collado Maze.

            La masa arbolada, carente de relieve, nos desorienta pero seguimos el camino a través del hayedo llegando a pensar que hemos bajado demasiado y que nos debemos encontrar ya por debajo del collado por lo que abandonamos el camino y faldeamos el hayedo en horizontal al encuentro de la vertiente oeste. El Collado de Aztaparreta está sobre los 1560 metros de altitud.

            La presencia de un barranquillo con agua y que sigue hacia abajo y hacia el este nos invita a proseguir el descenso hasta que encontremos el cambio de pendiente y lo que encontramos es un camino que tiene un tramo horizontal que se inclina hacia el este camino del Refugio de Linza y que sigue hacia el oeste en suave ascenso.

Maz subiendo a la Paquiza de Linzola.

            Con el camino nos vamos un poco para arriba en dirección oeste y enseguida se abre en dos para tomar la rama que se marcha al norte y que en fuerte ascenso nos deja claro que ese es nuestro camino.


            Subiremos por encima de 100 metros de desnivel a fuerte ritmo y a la sombra del hayedo mientras celebramos el sombrío a estas horas de la tarde. El hayedo se termina y nos deja en un caminillo que serpentea brevemente sobre un erguido praderío y que ya había localizado a la bajada de Maz. Nos depositará enseguida en la arista.


            Se trata de una larga y suave arista que se orienta en dirección nordeste y que con unos tramos pelados y otros vestidos de praderío en los que se dibujan nítidos caminos nos va a ir elevando en busca de la cima.

            Es una arista siempre fácil además de cómoda con vistas tanto al oeste sobre Navarra con la Zona de Belagua y el Orhi muy cubierto por la nubosidad como hacia Linza en la parte este con horizonte bastante limpio.

            Hemos calculado un par de horas para hacer la arista y entre las dudas del collado y la distancia, así será y sin dormirse.

            Alcanzamos un promontorio antecima y seguidamente ascendemos el resalte somital de frente a la cima, por un tramo de margas erguido y descompuesto, abandonando las caminillos que se marcha hacia el este.


            Son las cinco menos diez cuando alcanzamos la Cima de la Paquiza de Linzola situada a 2114 metros de altitud. Echamos un trago, picamos unas avellanas y diez minutos después nos alargamos hasta la Cima Este de la Paquiza de Linzola, acotada a 2084 metros de altitud.


            Sabemos que el descenso directo desde esta punta es muy escabroso, vertical y descompuesto pero nos ofrece dos alternativas: bajar hacia el nordeste para perder altura y alcanzar el Collado de Linza o bajar entre las dos cimas  hacia la Loma del Sobrante y alcanzar más abajo el camino que baja del Collado de Linza.

            Tomamos la segunda opción un poco más corta aprovechando que se trata de una ladera inclinada, descompuesta pero transitable con un mínimo de cuidado. Unos metros más abajo, antes de entrar en el praderío nos detenemos para coger un poco de té de puerto que ya se está pasando.

            Alrededor de las seis reemprendemos el camino de descenso en dirección sur con tendencia al oeste siempre llevando a nuestra derecha el barranco que ha nacido desde la cima del pico y que todavía acuna un potente nevero residual.

Delicados tonos cálidos del secnecio.

            Alternando rampas suaves con resaltes cortos en los que buscamos camino vamos bajando al encuentro del camino que alcanzaremos en el rellano antes de rodear la parte baja de la Loma del Sobrante. Baja gente desde el Collado de Linza, no solamente tardeamos nosotros.


            Seguimos el camino que atraviesa el praderío y siempre por la orilla derecha del Barranco Petrachema, nos llegamos al Refugio de Linza situado a 1340 metros de altitud, mientras recordamos anteriores estancias en la zona.

            Sin siquiera detenernos en el refugio proseguimos carretera para abajo, nos quedan un par de relajados kilómetros al amor del solecillo de la tarde que se despide cuando alcanzamos la furgo a la entrada de la Pista del Rincón de Maz. Son las siete de la tarde y ahogamos con cerveza de limón fresca los 1200 metros de desnivel del paseo circular, nos remojamos las patas en el barranco y al fresco de la chancleta medio mojada nos metemos en la furgo y nos damos el piro para casa.            

18 ago 2013

38-13. GARMO NEGRO Y DEMAS VEINTICINCO AÑOS DESPUES. 18-8-2013.

 Garmo Negro con la Aguja de Pondiellos. 

Balneario de Panticosa, Mallatas Baja y Alta, Cara Sur y Cara Oeste de Garmo Negro. Descenso al Collado Superior de Argualas, Algas Norte, Algas, Argualas y Collado Inferior de Argualas.
18-08-2013.
Sol.
Fácil.
5 p.
1 d.
Oscar Layos, Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Biola y Mariano Javierre

Mapa de Garmo Negro procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            El 3 de Septiembre del 88 subíamos con nuestra hija Biola al Garmo Negro. Bueno, terminaríamos haciendo el circo, de manera un tanto atípica, incluyendo Argualas. Eran de los primeros tresmiles que hacía Biola con 5 años. El tiempo vuela.

Hoy 18 de Agosto de 2013, el personal quiere hacer un tresmil y vamos a estrenar a Oscar con el Garmo Negro.

            Son las siete y media de la mañana pasadas cuando llegamos al Balneario de Panticosa y nos ponemos en marcha a 1630 metros de altitud para tomar el Camino de las Argualas que se eleva por la orilla izquierda del barranco del mismo nombre.

            El camino, vuelta a vuelta y en dirección oeste abandona la cubeta lacustre deprisa;  bueno, según la marcha que meten algunos fogosos con lo que poco después alcanzamos la entrada a la Mallata Baja tan pronto como el camino se toma un respiro arrellanándose sobre los 1870 metros de altitud.


            Allí, el camino se orienta al noroeste y enseguida vuelve a subir aunque con algo más de pausa acercándonos hacia el Barranco de Arnales. Antes de alcanzarlo cogemos agua de unas surgencias que cruzan nuestro camino y giramos de nuevo al oeste para ascender un corredor con transitado camino que  nos muestra nuestro objetivo adornado con la Aguja de Pondiellos ya iluminado por el sol de la mañana que, por cierto, está espléndida.

            Enseguida se nos termina la verdura que sucumbe a la pedrera granítica mientras proseguimos en mediano ascenso aunque consistente dejando allá abajo el fondo de la Mallata Baja y los Ibones de Ordicuso.

            A ratos por camino y otras por libre vamos desarrollando una travesía ascendente enseguida orientados por las Pedrizas de la Cara Este del Garmo Negro que se van encumbrando vestidas de neveros residuales hacia el Collado Inferior de las Argualas.

            Siempre a buena marcha aunque no tan fogosa ganamos altura, pasamos por una última zona de praderío que conocemos bien y recordamos mejor. Enseguida dejamos a nuestra derecha el Collado de Pondiellos y nos introducimos en la pedrera definitivamente.


            Seguimos casi siempre por camino más o menos rotundo y estabilizado para atravesar la pedriza bajo los paredones acercándonos a los menguados neveros residuales que pobremente defienden el collado.

            Llevamos piolets y crampones consecuentemente con lo observado hace seis días desde el Pico Labaza pero las tormentas de anteayer no solamente han limpiado considerables partes del camino que hemos traído sino que se han llevado más de la mitad de la extensión de los neveros con lo que el asunto se puede liquidar con la travesía de dos lenguas de nieve y el cruce de un nevero residual con huella suavemente ascendente, el resto a la piedra suelta de la derecha del corredor por el que transita la huella.

            Atravesamos las dos lenguas de nieve y tomamos un poco marcado caminillo que se orienta hacia la rimaya izquierda del corredor coincidiendo con un par de vascos.

            Por la rimaya ascendemos unos metros hasta que desaparece cuando el nevero se cierra en la pared bastante erguido.

            Hay una vira bastante definida que a priori permite ganar bastantes metros, no parece complicada pero no ofrece seguridad de solución y Juan no se lo piensa dos veces y se mete vira arriba.

            La entrada tiene muy buena roca y unas excelentes presas para empezar a trepar y como todos tenemos cuatro patas pues eso. Rosa sube con Biola y yo con Oscar pues Biola hace ya mucho tiempo que no practica y para Oscar es su primer día de montaña fuera de alguna excursión con amigos. Uno de los vascos que jamás se ha visto en estos berenjenales se pega a mostros como una lapa y el otro dice que detrás va bien.


            La vira tras el paso de entrada se prolonga medianamente erguida y con buena roca alrededor de una treintena de metros medianamente inclinados que se suben bien.
            Seguidamente aparece un tramo un poco más descompuesto pero suficientemente amplio para que el asunto siga siendo un entretenimiento hasta que poco más arriba se amplía y se arrellana un poco apareciendo hasta algunos claros asentamientos de pratenses.

            La continuación es un tramo de corredor estrecho y erguido pero con muy buena roca metamórfica que agarra como ninguna otra y con ello nos ponemos por encima del umbral del Collado Bajo de Argualas y de bajar al fondo para continuar con el camino normal pues nada de nada, tenemos verticales paredes tanto por arriba como por debajo.


            Continuamos con un nuevo tramo de nuevo amplio y tendido además de que cuenta con asentamientos de pratenses y restos de la última pedregada. Hay alguna posibilidad de tomar la vía normal pero ahora preferimos continuar en busca de la pared Sur del pico progresando por roca madre estable. Hemos entrado a la vira sobre los 2850 metros de altitud y alcanzamos la pared sobre los 2975 metros.

            De esta manera alcanzamos la Pared Sur de Garmo Negro por encima del tercio inferior y lejos de atravesarla para alcanzar el camino más transitado que la recorre por su parte centro oeste, proseguimos en dirección norte de frente y para arriba. Solamente variamos la línea por la aparición de tramos con roca madre que vamos buscando para hacer más cómoda la progresión.


Frondiellas.

            Ya muy arriba alcanzamos el camino cuando la pared está prácticamente terminada. Unos metros por el mismo nos depositan en la Cima de Garmo Negro situada a 3051 metros de altitud. Son las diez y cuarto y sin proponérnoslo hemos subido bastante rápido.

            La cima está llena de recuerdos para nosotros y un paisaje además de espectacular conocido y entrañable: la Pared Oeste de los Infiernos con su espléndido corredor, el espectacular Balaitus mostrándonos su vertiente sur y por debajo los Ibones de Pondiellos y la foto repetida veinticinco años después con ellos; el balneario allá abajo, la Aguja de Pondiellos aquí mismo y todo el Macizo de Panticosa y Tendeñera arropado por el macizo de Vignemal. Al sur como telonera asoma la cabeza la Partacua detrás de las Argualas, Collarada, Escarra, Pala de Ip… Midi de Ossau.

            Charlamos con los agradecidísimos vascos, y sentados al espléndido sol de la mañana almorzamos tranquilamente.

            Se nos va una hora y eso que no sacamos el champán para celebrar. Luego nos vamos para abajo sin objetivos definidos.

Algas Norte y Algas.

            Hacemos el descenso siguiendo el camino establecido sobre la descompuesta pared sur del pico hasta que a media altura decidimos acercarnos hasta el Collado Superior de Argualas siguiendo un caminillo prácticamente horizontal.


            Alcanzada la arista desde la que contemplamos el recoleto Ibón de la Sartén, enseguida llegamos al collado situado a 2930 metros de altitud. Son las once y media de la mañana.

Con las Marmoleras de los Infiernos.

Foto para Oscar en su iniciación como tresmilista.

            Aquí  tomamos el caminillo que en dirección oeste va a recorrer la arista en suave ascenso. Enseguida hemos de apoyar un poco las manos y alcanzamos, un cuarto de hora después y sin dificultad alguna la Cima del Algas Norte situada a  3032 metros de altitud cuando ya nos pasábamos de largo. Hacemos algunas fotos con el personal desperdigado por la arista y girando al este con la arista proseguimos adelante.


            Vamos en busca del gendarme característico que señala la salida del Corredor Oeste del Algas y nos fotografiamos en el “pijorro” recordando nuestro ascenso y descenso del verano pasado. Luego, empleando un poco las manos proseguimos ascendiendo una arista erizada pero fácil y con buena roca que enseguida nos deposita en la Cima del Pico Algas situada a 3036 metros de altitud.



            En la cima nuevas fotos  y viejos recuerdos  mientras contemplamos  una buena parte de nuestro ascenso de la mañana y en el horizonte la arista que se alarga al este en busca de las Argualas.

            A partir de aquí la arista pierde altura algo más aérea y hay que apoyar las manos frecuentemente además de ir buscando un poco camino cómodo que se aloja en la vertiente norte. Lo suyo hubiera sido retroceder desde la cima unos metros e iniciar el faldeo de la arista pero no lo hacemos sabiendo que, aunque no tan cómodamente, podremos descender hasta la pedriza en la que se asienta el camino que faldea un tramo de arista muy aéreo.


            Alcanzada la base de la pared Biola y Oscar se sientan a la sombra de la pared mientras que nosotros nos alargamos en un periquete hasta Argualas. Hay que retornar, por un corredor muy transitado, a la arista y allí avanzar sobre algunos gendarmes o faldearlos por el sur  y tomar un corredor que nos devuelve a la arista e inmediatamente a la descoyuntada cima situada a 3046 metros de altitud. Es la una menos cuarto.


            En la cima, fotos, recuerdos y comprobación de que no hay buen sitio para vivaquear pero… La vuelta no tiene más historia que unos cortos diez minutos de camino apoyando las manos y el viejo recuerdo del “terrorífico” faldeo obligado del gendarme tras el que se alcanza la arista para abandonarla seguidamente.

            Recogemos las mochilas y continuamos con el descenso para ir a buscar la cabecera  del doble corredor que articula el Collado Inferior de las Argualas.

            Atravesamos el nevero del corredor situado más al sur y nos llegamos a la cabecera del corredor por el que discurre la vía normal de ascenso y descenso a este circo colgado.


            Nos entretenemos un poco en la nieve con el manejo del piolet  y continuamos para abajo por el nevero hasta que, en la parte baja del mismo cogemos agua y echamos unos buenos tragos ya que en día está rabiosamente cálido.

            Luego proseguimos para abajo por el inclinado terrero al sur del nevero  y alcanzada la huella lo atravesamos en suave descenso.

Vista de la vía de ascenso.

            Se tira Juan sobre el nevero para enseñarles cómo detenerse con los bastones con tan mala suerte que no advierte la presencia de una piedra superficial que le hace un corte tremendo por encima del codo.

            La hemorragia es importante, lo curo con una venda y unas tiras de esparadrapo que por suerte llevamos hoy y arreando para abajo. La hemorragia se ha detenido  y el asunto se zanjará en Sabi con ocho puntos de sutura.

            Lo peor será que pensando disfrutar de la tarde a la bajada tenemos que descender medio al trote y Biola y Oscar lo pasan regular ya que llevan los pies y piernas bastante castigados. Sobre las dos y media he terminado de curar a Juán y a las cuatro menos cuarto estamos en el coche. A las cuatro y media cosido.

Hace veinticinco años.

Había que repetirla hoy.

            Luego, celebraremos con Champan los primeros tresmiles de Oscar sin armarlo caballero ni nada y otro día más.

13 ago 2013

37-13. CIRCULAR AL PICO DE LABAZA. 13-08-2013.


En la Cima del Pico de Labaza.

Balneario de Panticosa, Camino de Brazato, Ibones de Serrato y Labaza, Collado de Labaza y Arista Norte. Faldeo de los Picos de Labaza por Batanes, Collado Alto de Brazato, Lago de Brazato y GR 11. al Balneario.
13-08-2013.
Salida 08 h. Llegada 16 h.
Mixto.
Fácil.
Miguel y Pablo Bandrés, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Labaza procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Llevaba un tiempo que quería subir al Pico de Labaza.

            En el pasado invierno, la nieve dura y el desconocimiento real de la cara este del pico en la vertiente del Ara nos echan para atrás y nos subimos a Bacias. Hoy 13 de Agosto de 2013 vamos a hacer el pico en circular y en compañía ya que conocemos una gran parte de la misma.

            Son las ocho y veinte de la mañana cuando aparcamos en el Balneario de Panticosa a 1630 metros de altitud. La mañana está bastante nublada, hay anunciadas tormentas y estoy convencido de que nos mojaremos pero la temperatura es muy buena y en estas condiciones el agua importa poco. Otra cosa será el paisaje que podamos disfrutar.

            Subimos las Escalinatas de la Fuente de  San Agustín y tomamos el Camino de Brazato.

            Nos lo sabemos de memoria y lo subimos tratando de llevar un ritmo adecuado a nuestros compañeros de camino.

            Son las nueve y diez cuando tras dejar el desvío de caminos acartelado junto a los paraaludes  alcanzamos el rellano bajo la Pared de Labaza, lugar en el que acostumbramos a calzarnos los esquís en primavera.

            Hay que decidir aquí el sentido de la circular y puesto que desconocen tanto la Cuenca Lacustre de Labaza como la de los Ibones Altos de Brazato, preferimos subir a Labaza que es un recorrido menos transitado que el de Brazato, además de más corto en el caso de que el tiempo se estropeara y tuviéramos que darnos la vuelta.

            Hemos partido en dirección este y tras dar una amplia vuelta en el pedregoso rellano siguiendo las balizas del GR 11., abandonamos el camino que prosigue al sudeste y continuamos hacia el este.

            La pared de Labaza es un amplio y pedregoso corredor, por decirlo de alguna manera, que situado al norte de los Picos del Serrato se eleva consistentemente.

            No hay camino establecido en tan amplio pedregal que se articula en dos rampas de similares características con un minúsculo rellano intermedio que además de minúsculo no tienen nada de rellano.

            Lo vamos a ascender primero por húmedo praderío que se elevan en la parte este del mismo para trazar una poco decidida diagonal en busca de la parte central de la pared, siempre buscando los materiales graníticos más estables y las zonas en las que quiere instalarse el praderío.


            Cruzamos la tubería que lleva las aguas de Brazato Inferior al Balneario de Panticosa y, tras localizar la cabaña de obras de las inmediaciones de la misma, proseguimos ascenso cambiando continuamente la orientación prevista en función de los materiales que hemos de pisar, ahora bloques de mayor tamaño.


            Luego, la pared se arrellana y transitando entre reducidos neveros residuales nos aproximamos a la cita característica, que es un bloque  de 4 metros de altura situado para orientarse a prueba de nieblas y en las inmediaciones del ibón de Serrato. Se trata de un pequeño ibón circular que rellena una pequeña cubeta granítica situada a 2462 metros de altitud.


            Son las diez y cuarto de la mañana, hacemos algunas fotos del ibón, y de la Cresta Norte con Xuans y los Dientes de los Batanes mientras Miguel coge un poco de aire.

Reflejos en el Ibón de Serrato.

            La mañana se ha estabilizado por no decir que ha mejorado ligeramente por el norte y cinco minutos después proseguimos al norte en busca del Ibón de Labaza que anida en la cubeta del mismo nombre unos metros más adelante.

Ibón de Labaza.

            Se trata de un ibón longitudinal, de mayor tamaño que el de Serrato y que se encuentra, creo yo, a la misma altura que éste. Nosotros alcanzamos el suave borde la cubeta por el sur y viramos un poco al este, ni siquiera nos bajamos hasta la orilla sino que flanqueamos su orilla este y junto a un nevero residual nos sentamos a almorzar. Son las diez y media de la mañana.

            Contemplamos el Ibón de Labaza y el prestigioso fondo oeste con las Argualas el Garmo Negro y los Infiernos. También se distinguen perfectamente los Marmoleras, Piedrafita, Llena Cantal, Gaurier y Zarre.


            Media hora después proseguimos ascenso por la parte alta del Circo de Labaza. Conocemos el paso directo entre los Ibones Altos de Brazato y el Ibón de Labaza, situado entre Los Picos de Labaza y los Picos del Serrato, pero nuestro objetivo es el Collado de Labaza situado en el horizonte este del circo y perfectamente imaginable, que no visible del todo ya que un promontorio anterior y situado un poco al este del mismo lo  tapa parcialmente.

            Encontramos algunos hitos y algunas viejas balizas blanquinegras mientras transitamos una zona irregular poblada de lomos y pequeñas depresiones y alcanzamos una zona de neveros residuales junto a los que proseguiremos en ascenso, el collado no está lejos.


            Son alrededor de 200 metros de desnivel a través de un canchal bastante estabilizado los que nos depositan en el Collado de Labaza situado a 2712 metros de altitud. Son las once y media pasadas.
            Al norte de la pequeña brecha enseguida se yerguen los Paredones de los Batanes pero al sur la arista es algo más amable. Dejamos las mochilas e iniciamos su ascenso.


            Se trata de una arista granítica, algo afilada en principio y medianamente erguida cuyo primer tramo visible se sube con facilidad y algún apoyo de manos.

            Seguidamente se atraviesan un par de pequeñas brechas sin ningún problema hasta que la arista se arrellana y se amplía convirtiéndose en una amplia canchalera que nos deposita en la  Cima del Pico Labaza a 2764 metros de altitud. Son las doce menos cuarto.

La Partacua en la distancia.

Ibones de Serrato, Labaza y La Basa.


            Hacemos algunas fotos, contemplamos fundamentalmente el horizonte este en el que destaca poderosísimamente el Macizo de Vignemale y Ordesa muy difuminado por la calima, el Ara y el Barranco de los Batanes con sus diminutos ibones a nuestros pies y un cuarto de hora más tarde desandamos tranquilamente la cresta y nos llegamos al Collado de Labaza.

            Allí iniciamos el descenso en dirección este entrando en la vertiente del Ara. Se trata de un corredor en el que persiste todavía algún nevero residual y que desciende hasta la zona de los ibones, pero nosotros descendemos por la orilla izquierda del corredor y enseguida iniciamos un faldeo en descenso de la amplia Ladera Este de los Picos de Labaza.

            Nuestra intención es faldear al sur con el objetivo de alcanzar el Collado Alto de Brazato sin tener que remontar metros pero enseguida advertimos de un crestón rocoso que baja muy abajo en el valle y que tendremos que faldearlo por debajo.

Bacias y la Punta del Puerto.

            Atravesamos pequeños corredores que bajan de la arista vestidos de materiales mediamente estabilizados alternando con otras zonas un poco más inestables siempre en suave descenso. Alcanzada la base del crestón cuando se sumerge en la pedrera continuamos el faldeo ya en ligerísimo ascenso puesto que será preferible alcanzar el camino del fondo del barranco en la parte alta.

Vignemale e Ibones de Batanes.

            Vemos gente que desciende por el GR 11., gente en Bacias y gente cuando tras remontar unos pocos metros alcanzamos el amplio Collado Alto de Brazato situado a 2566 metros de altitud cuando es la una del mediodía.

            Inmediatamente continuamos el descenso entrando en la irregular Cubeta lacustre de los ibones Altos de Brazato. Vamos a proseguir por el GR. ya que bastante rato llevamos fuera de sendero.

Uno de los Ibones Altos de Brazato.

            Contemplamos los Ibones Altos de Brazato que dejaremos a nuestra derecha ya que el camino atraviesa la Ladera Nordeste de la Punta del Puerto y se llega al lomo divisorio con el Lago de Brazato.

Lago de Brazato.

            Siguiendo el camino descendemos el potente resalte  en cuya parte baja se aloja la enorme plancha de agua del Lago de Brazato y alcanzado el lago, el camino se arrellana para transitar por su parte norte en busca de la pequeña pared que represa el ibón original.

            Son las dos de la tarde cuando nos sentamos a la orilla del lago a remojarnos los pies y a comer. El lago está inmenso rebosando por el sobradero y la cola sigue adornada por las cimas de Brazato y Tablato. Estamos a 2400 metros de altitud.

            Media hora después retomamos el camino que se va para abajo en dirección nordeste para bajar la Diagonal de Brazato una terraza amplia inclinada y con bastante verdura que confluye en la mitad del corredor que conduce directamente a los Ibones Altos de Brazato.


            Descendemos sin prisa pero sin pausa y enseguida atajamos ligeramente hasta alcanzar el rellano herboso bajo el corredor por el que discurre la tubería medio enterrada que lleva las aguas del Brazato Inferior al Balneario.

            Atravesamos la parte inferior del pinar que se asienta al sur de los Picos del Serrato y seguidamente la loma herbosa por la que serpentea el camino antes de alcanzar el pedregoso rellano bajo la Pared de Labaza, lugar en el que cerraremos nuestra circular del día.

            Continuamos seguidamente el descenso por el camino siempre con la vista puesta en el Ibón de Baños que es nuestro objetivo.

Campanulas.

            Agradecemos las sombras del arbolado que rellena el fondo de la cubeta lacustre cuando llegamos al coche. Son las cuatro menos cuarto. El Balneario tiene bastantes visitantes y demasiadas obras sin concluir que empobrecen algo no demasiado fácil de arruinar.

            Carretera abajo la tarde está espléndida además de despejada y no nos hemos mojado, lo que es un logro indudable.