26 mar 2011

18-11. ARROYERAS. 26-3-2011.

 
Corredor y Cara Norte de Arroyeras.

Aparcamiento de Anayet, Barranco Culibillas, Rellano de Anayet, Collado Oeste y Arista Oeste.

26-03-2011.

Salida 10 h. Llegada 15 h.

Mixto.

Fácil.

Esquís de montaña.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.


Mapa de Arroyeras procedente de Prames. Vía en amarillo.
 
            Arroyeras o Arroyetas es una de las cuatro cimas que conforman el Circo Lacustre de Anayet, tan conocido y tan visitado por los montañeros de ambos lados de la frontera.


Precisamente, su corredor norte fue el que en su día nos tentara y nos llenara de deseos para iniciarnos con el esquí de montaña. ¡Cómo disfrutaban aquellos franceses  bajando el corredor más arrastro que esquiando!

Tenemos que ir a Arroyeras más tarde o más pronto y hoy 26 de Marzo de 2011 puede ser el día.

El tiempo se irá estropeando conforme avance el día pero no creemos que las precipitaciones lleguen antes de media tarde. Consecuentemente, si no es aconsejable una actividad larga  que desestimamos nos vamos a Arroyeras.

Son las diez de la mañana cuando tras aparcar en Anayet, los aparcamientos están medio vacíos, nos vamos en busca del Barranco Culibillas. Comenzamos a 1700 metros de altitud.

La mañana está suavemente soleada, la temperatura es excelente y la nieve se encuentra superficialmente dura aquí en la parte baja del barranco; posee esa dureza propia de las noches en que tras una tarde muy cálida y con mucha fusión le sucede una noche a punto de helar.

Avanzamos por fuera de las pistas y en dirección sudoeste por la orilla derecha del barranco utilizando las pocas huellas de esquí que hay y enseguida adelantamos a un grupo mixto de cuatro que se va a aprovechar de nuestra huella en la zona inclinada junto al barranco.

 
Poco más arriba giramos al oeste y enfilamos barranco arriba quitándonos ropa pues se hace calor en tan abrigado lugar.

Ojos de primavera en el Barranco Culibillas.

Hacia el Gendarme de Culibillas.
 
Ascendemos suavemente por la orilla derecha del mismo en busca del Centinela o Gendarme de Culibillas, ese  crestón afilado que se ha desprendido ligeramente de la cara norte del pico.

 
Rodeamos el centinela por el norte y alcanzamos la zona en el que el barranco queda completamente cubierto y uniforme.

En el rellano localizamos un grupo de raqueteros que va delante y que alcanzaremos a la entrada de la Cubeta de Anayet.


Al inicio del resalte de cierre de la cubeta, desestimamos la idea de continuar la ascensión por el Corredor Norte de Arroyeras y nos vamos a por la pala de cierre de los ibones que está soleada y tiene aspecto más amable.
 
Son las once de la mañana un poco pasadas cuando tras contemplar la hoy siniestra imagen del Diente de Anayet pues las nieblas han ido entrando y dado vacaciones al sol, estamos a 2200 metros, giramos al sudoeste y prácticamente en horizontal nos vamos a atravesar la planicie en dirección a la Sarreta, seguimos una muy débil huella de esquís en ascenso, de un esquiador con el que nos cruzamos en su descenso.

Diente de Anayet.

 
Parte del grupo de franceses se va directo hacia la norte de Arroyeras, mientras que a nosotros se nos hace larga la travesía para alcanzar tras unos suaves resaltes una especie de depresión que en dirección  sudeste nos ha de llevar hacia el nacimiento del Corredor Norte de Arroyeras. Coincidimos en la pala terminal bajo el collado, así que no hemos ido tan despacio como nos ha parecido.

La Norte de Arroyeras.
 
Los últimos 50 metros que nos separan del Collado Oeste de Arroyeras son un pequeño muro que arrancando muy suave se yergue paulatinamente poniéndose medianamente severo y con nieve pelín dura, que superamos con un par de vueltas marías un tanto comprometidas por la pereza de no haber puesto abajo las cuchillas.


Son las doce cuando alcanzamos el collado situado sobre los 2425 metros de altitud. Las nieblas nos envuelven y quiere empezar a nevar.

 
La Arista Oeste de Arroyeras no es demasiado erguida pero no es amplia ni agradable para nuestras competencias con los esquís por lo que nos los quitamos y tras clavarlos en la nieve sin las pieles de foca nos vamos para arriba.

La primera parte se puede hacer bien sobre la nieve o buscando las rocas y las peladuras próximas a la arista. Hay una vieja huella rellena de nieve y como rehacerla no supone gran beneficio, adelantamos a los franceses que están poniéndose los crampones y nos vamos para arriba haciéndonosla sobre una nieve decente.

 
La arista cuenta con dos resaltes más, cortos y separados por un descansillo intermedio. Con las botas de travesía y apoyado en los bastones la huella se hace bien. La aprovechara primero  mi chica que sube como una princesa confiada en su piolet y luego el grupo de franceses que viene detrás en la gloria.


Son las doce y media de la mañana cuando alcanzamos la Cima de Punta Aroyeras situada a 2557 metros de altitud.
 

La cima es un crestón alargado prácticamente horizontal y vestido de cornisas hacia el sur. Envueltos en las nieblas y nevando débilmente no tenemos paisaje definido que disfrutar.

Hacia Culibillas.

Los franceses nos dan las gracias vivamente por la huellas y tras intercambiar fotografías, diez minutos más tarde nos vamos para abajo.

Iniciando el descenso.
 
El descenso hasta el collado es cómodo puesto que los talones de las botas practican una huella suficiente y cómoda sobre la nieve incluso en las partes más erguidas de la arista. Solamente hay que cuidar con no aproximarse a las afloraciones rocosas junto a las que la nieve aparece dura.

En el collado, echamos un trago y decidimos sacarnos de delante la matraca del inicio de la pared. Recogemos los bártulos y sin darle más vueltas nos vamos para abajo.

La nieve está estupenda y en la parte más erguida con la que se inicia el descenso de la pared daremos los tres mejores giros del descenso.

Inmediatamente se cierran un poco más las nieblas y nos quedamos sin visibilidad por lo que practicamos una larga diagonal hacia la cabecera del Corredor Norte y tras unos cuantos giros “a guevo”  alcanzamos la silla de la orilla izquierda del recién nacido corredor.

Hay una peladura en la nieve y en unas rocas de la misma nos sentamos a comer. Es la una y cuarto y comemos tranquilamente ya que las nieblas van y vienen hurtando la poca visibilidad que hay. Esperamos a que se produzca algún claro para aprovecharlo y disfrutar el descenso del corredor que conocemos y que, según hemos visto tiene la nieve muy uniforme.

Bajando por el Corredor Norte de Arroyeras.
 
Media hora después sigue nevando intermitentemente, la visibilidad no ha crecido ni esperamos que lo haga y, consecuentemente, nos vamos para abajo.

Descendemos los dos resaltes que articulan el corredor sin pena ni gloria ni disfrute, hay que bajar y… bajamos. Es una pena la buena nieve que tiene.

El clásico alud de la Sur de Espelunciecha.

Alcanzado el fondo del Barranco Culibillas bajamos unos metros sobre el fondo del mismo y en el lugar que ya hemos elegido a la subida iniciamos una larga diagonal sobre la Cara Sudeste de Punta Espelunciecha. Se trata de faldear con el mínimo esfuerzo para alcanzar el collado entre Espelunciecha y La Punta de la Garganta para acceder a la Glera de Anayet.
 

La primera parte de la diagonal la hacemos en suave descenso para transitar la parte más erguida de la ladera con cierto ritmo e iniciar un imperceptible ascenso con los esquís desbloqueados, atravesar el potente y clásico alud que suele caer todas las temporadas y alcanzar el collado prácticamente en horizontal aprovechando una nieve cómoda para hacer una huella tan alta.

Las nieblas vienen descendiendo y ahora cae aguanieve. Lo hará hasta prácticamente alcanzar casi el aparcamiento.

Tubo Pipos y nieblas.
 
Nosotros bloqueamos los esquís y nos vamos para abajo en busca de la Pista Pipos con la intención de abreviar en el descenso pues nos estamos mojando.

Da casi lo mismo bajar por la pista que junto a la misma, la nieve está muy húmeda y pesada. Lo único que ha cambiado es la visibilidad que ahora es decente a pesar de las gotas de agua sobre los cristales de las gafas de ventisca.

La gente ha dejado en su gran mayoría de esquiar cuando llegamos al aparcamiento. Son las tres menos cuarto las nieblas se han quedado un poco más arriba y al menos no llueve. El tiempo nos ha presionado un poco más de los previsto y los 870 metros de desnivel acumulados en la jornada han resultado un tanto caros para el reducido disfrute que nos han propiciado. Pero qué vamos hacerle la montaña es así y mañana parece que será peor según han dicho y no hay nada que permita augurar ninguna mejoría del tiempo.

 

 

 

   

20 mar 2011

17-11. CIRCULAR DESDE ACUMUER POR NARRONAL, ICUN, CANALES Y BALPOSATA. 20-3-2011.

La Norte de Balposata.

Acumuer, Camino Sarratiello, Narronal, Icun, Canales, Balposata, Pilón de Acumuer, Plan de Igüés, Loballo y Pista a Acumuer.

20-03-2011.

Salida 10 h. Llegada17 h.

Sol.

Fácil.

Ascensión.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Balposata procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Dos días seguidos con los esquís nos invitan a cambiar de tercio y marchar a caminar aunque, como no nos gustan las pistas ni los fondos de valle malo será que no terminemos pateando nieve.

            Marchar a media distancia con el coche no nos apetece, los alrededores están algo trillados pero siempre puede aparecer en el horizonte cerebral alguna variante que, con un poco de fortuna nos propicie algún disfrute. ¡Veámonos a Acumuer!

            Es 20 de marzo de 2011 y en la plaza del pueblo aparcamos cuando van a ser las diez de la mañana. A mí no hay quien me saque de las sábanas temprano a no ser que sea un seductor programa, que los hay.

Desde la Corona de Larres.

            Iniciamos la marcha a 1191 metros de altitud, pueblo arriba para tomar el Camino Sarratiello y en dirección norte hemos de recorrer la alomada arista que nos conducirá a Punta Narronal.     El camino es un GR, está bien balizado y además ha sido recientemente limpiado y a conciencia. Se va elevando suavemente entre paredes de viejas fajas de labor, abandonadas hace tiempo y actualmente invadidas por el boj, el roble y la aliaga lo que conforma un claro y seco bosque más bien poco agradable.

Acumuer.

            Enseguida se va quedando el caserío abajo a la vez que ganamos altura en medio de una mañana espléndida.

            A nuestra izquierda u oeste llevamos la loma que arrancando en Punta Sastre se incorpora a la Cima de Punta Canales; a nuestra derecha o este la Arista Divisoria con el Sobremonte que también coincidirá en Canales. Por delante camino que poco a poco se incorpora al característico sotobosque de genista hórrida en el que pacen unas yeguas.

Cabaña Sarratiello y Lucas.

            Enseguida coronamos un suave resalte y alcanzamos el rellano en el que se asienta la Cabaña Sarratiello, a la que no llegaremos pues abandonamos el camino que se orienta hacia el Barranco del Bal o Val y proseguimos en busca de la loma que estamos ascendiendo. Estamos a 1600 metros de altitud.

Val Ancha y Guara.

            A continuación de subir el resalte aparecen las primeras manchas de nieve y en nuestro horizonte la arista que hemos de transitar bastante vestida de blanco pero con claros. También sobre el horizonte se perfilan blancas tanto la Arista de Bacún, y la afilada Punta Ralla como la alineación que arranca en Collarada y pasando sobre el Circo de Bucuesa nos enseña hasta Peña Blanca. Más atrás aparece Burrambalo y Tendeñera al fondo.

Casetón de Sarrapana y Canales.

            Por la cabecera de la loma alcanzamos el Casetón de Serra Pana en avanzado estado de destrucción y afrontando el resalte cimero llegamos a Punta Narronal situada a 1920 metros de altitud. Son las doce menos cuarto.

Burrambalo y Tendeñera..

Asoy Yosa en el Sobremonte desde Canales.

            Continuamos por la arista en dirección norte transitando nieve casi continua en medio de una espléndida mañana a la vez que contemplamos nuevo paisaje pues al este llevamos ahora el Sobremonte en cuyo fondo se distinguen los Caseríos de Aso y Yosa.


            La pendiente es muy suave y enseguida alcanzamos la siguiente prominencia de la arista, se trata de Punta Icún de 2000 metros de altitud. La subida ha sido muy suave y tras un descenso prácticamente inexistente, la arista se alarga  casi horizontal para  elevarse de nuevo paulatinamente y tras un corto ascenso alcanzar la Cima de Punta Canales situada a 2140 metros de altitud. Cuando van a ser las doce y media.

Brecha de Cachibirizas y yegüas.


            Prácticamente en la cima encontramos unas yeguas que comen en el límite de la nieve posiblemente contemplando la maravillosa estampa de la Brecha de Cachibirizas. Se debe tratar de una comida con vistas.

Bajando hacia Cuello Petruso.

La Norte  de Canales.

            Hacemos una foto apoyando la cámara en el pilón de hormigón y especulamos sobre si continuar, bajarnos hacia Punta Sastre y la Lacuna  descendiendo por la arista que no hemos hecho nunca y que tiene la parte baja muy vestida o bajarnos directamente al Plan de Igúés que tiene una ladera noroeste muy llena de nieve. Mi chica tiene ganas de marcha a pesar de que no le apetecía en absoluto la actividad y proseguimos en dirección este-nordeste continuando la arista.

            Hay que perder alrededor de 100 metros de desnivel en una arista perfectamente blanca y con huellas de alguien que la recorrió ayer en sentido inverso al nuestro. Las huellas están muy duras al rehelarse y es preferible ir por libre alternando nieve muy buena con placas bastante duras por venteadas. Pero como no hay ningún resalte consistente bajamos cómodamente.

Subiendo a Balposata. Canales y Oroel detrás.

            Llegados a Cuello Petruso situado a 2040 metros de altitud, sin solución de continuidad proseguimos con el ascenso de la arista sur de Balposata.

            Caminamos en ascenso tanto a un lado como a otro de la valla divisoria de puertos buscando los tramos de nieve más favorables y las reducidas afloraciones de la pradera alpina que vista la arista.

Peñas de Aso.

            Subido el primer resalte, bastante consistente, la arista se arrellana un poco transitando entre afloraciones calizas ocres para enseñarnos en la cabecera del Sobremonte las Peñas de Aso y traernos a la memoria nuestro comedor particular de la primera ocasión que subimos por el Sobremonte.

Gabacha y Ratona desde Balposata.

            Luego, suavemente proseguimos con un corto ascenso que nos deposita en la Cima de Punta Balposata o Petruso situada a 2198 metros de altitud. Es la una del mediodía y en la misma cima nos sentamos a comer. Bajo Narronal solamente hemos echado un café caliente.


            Se trata de un balcón excepcional para contemplar la cara sur de la Sierra de la Partacua que está en nuestras narices. A nuestros pies la vista se derrumba nevero abajo en busca del Plan de Usabas: en medio de encuentra el refugio y no hay huella por los alrededores. El Puerto de Bisecas es muy largo, la cadena está muy abajo y el personal no ha venido por allí.

            La Brecha de Cachibirizas está aquí con Telera que nos espera esta primavera para cumplir un viejo compromiso con el personal, nosotros hemos estado por cinco vías diferentes pero nos falta la del Plan de Usabas. Y mostrándonos el camino, tras el Pilón de Acumuer se encuentra la espléndida Peña Gabacha y más al norte la impresionante Peña Ratona también llamada Retona de Zarrambucho e incluso Peña Ratona. La Peña Retona más conocida se encuentra algo más al noroeste. Casi comemos más paisaje que comida.

Hacia el Pilón de Acumuer.

            Media hora después tras desestimar la idea de retroceder por la arista para bajarnos luego al Plan de Igüés, decidimos bajar por la Arista Norte.

            La arista está completamente nevada, es amplia, no tiene huellas pues el montañero no hizo Balposata y sabemos que tiene un pequeño muro en mitad de la misma.

            Consecuentemente nos vamos para abajo con precaución. La nieve está buena pero hay que clavar tacones  con fuerza. Llegados al resalte lo bajo de espaldas al valle para hacer huellas con las punteras de las botas ya que es más seguro y cómodo. Pasada la placa del resalte cómodamente y por buena nieve alcanzamos el Collado del Pilón de Acumuer situado a 2012 metros de altitud.
Circo de Usabas.

            Contemplamos el este el Circo de Usabas, al norte la impresionante pared de Peña Gabacha deteniéndonos con detalle el la famosa Vía del Pastor que en su día hiciera con Miguel Lanaspa y tras recorrer la casi totalidad del amplio collado nos orientamos al oeste y nos vamos para abajo en busca del Plan de Igüés.

Bajada hacia el Plan de Igüés.

            La amplia ladera está perfectamente cubierta de nieve que se deja pisar maravillosamente y que sería una delicia para bajar con los esquís. Son 200 metros de desnivel que relajadamente bajamos en un pis-pas.

Ratona y Gabacha.

            Alcanzado el rellano, echamos una última ojeada a Punta Zecutar y orientándonos al sudoeste nos vamos en busca de la pista tras cruzar los barranquillos que originan el Barranco Zecutar.


            Hemos dejado a nuestra izquierda, este, a Balposata; transitamos ahora bajo Canales y más al sur queda Punta Sastre. Nosotros nos vamos pista abajo que gira un tanto al oeste, ya limpia de nieve, hasta el Loballo situado a 1380 metros de altitud.


            Allí, en el rellano, paramos un rato a disfrutar del sol de la tarde y del lugar.

            Son las tres y media de la tarde cuando tomamos la pista principal del valle y en dirección sur nos vamos para abajo. Nos queda una hora de pista que conocemos perfectamente. Tenemos tiempo más que suficiente para recordar un día casi en completa y deliciosa soledad puesto que únicamente nos hemos cruzado con una pareja que subía la Pista al Plan de Igüés montados en Quad.

            Nos llegamos a Acumuer remontando desde la pista por el camino del puerto y llegamos a la plaza cuando son las cuatro y media de la tarde. Hemos rematado una jornada con 1150 metros de desnivel, que pone fin a un fin de semana aprovechadito.


  

19 mar 2011

16-11. TUCA BLANCA. 19-3-2011.

Aspe y Tuca Blanca desde el Tobazo.

Aparcamiento de Candanchú, Cara Norte del Tobazo, Cima Oeste del Tobazo, Ladera Sur de la Zapatilla, Cara Este de la Tuca Blanca y Arista Nordeste. Descenso por el Paso del pastor a la Rinconada.

19-03-2011.

Salida 12 h. Llegada 17 h.

Sol.

Fácil.

Esquís de montaña.

Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre

Mapa de la Tuca Blanca procedente de Prames. Vía en amarillo.

Esta noche hemos estado allí, en la Raca.


            Nos acostamos pasadas las dos de la mañana vueltos de nuestra nocturna a la Raca y, consecuentemente nos levantamos también tarde y sin prisas ya que no tenemos programa para esté sábado 19 de Marzo de 2011.

            La nieve está muy alta y se han hartado de dar riesgo de aludes también muy alto; consecuentemente, decidimos hacer algo cómodo y al amparo de una estación de esquí. Hace tiempo que no hemos estado en Candanchú y ¿por qué no irnos a la Tuca Blanca?

            Son las once y media pasadas cuando llegamos a Candanchú y aparcamos junto a la nieve después de mover el coche con las botas de esquí puestas que eso si que es una buena puñeta. Estamos a 1550 metros de altitud.

            Iniciamos la marcha en dirección oeste pasando por debajo de los arrastres de la Norte del Tobazo y enseguida, antes de acceder a la Rinconada, remontamos la cara norte para coger altura suficiente que nos permita pasar por encima de esos remontes.

            Candanchú no es una estación de esquí fácil a nuestro entender. Se trata de una zona de calizas donde las paredes rocosas aparecen por cualquier parte y en la que no puedes ir a ver qué sale ya que puedes enriscarte con suma facilidad.

Nosotros lo sabemos pues aunque poco, la conocemos y por ello tomamos el acceso fácil hacia el Tobazo: es una pista que se orienta hacia el este y que gana altura de manera suave en principio; luego, para no acercarse demasiado hacia los Cortados del Puente del Ruso hay que virar un tanto hacia el sur y ascender de manera más consistente.


La nieve en la parte baja estaba blanda y húmeda en su parte superficial bajo la cual aparecía una capa dura y la progresión no resultaba cómoda cuando la pendiente aumentaba un poco. Ahora sobre los 1800 metros de altitud, al sol de la espléndida mañana, la nieve está mucho mejor aunque las placas duras aparecen por cualquier parte. Nosotros avanzamos casi continuamente por las orillas de las pistas para no molestar a los esquiadores pues por fuera es una zona que no facilita las maniobras.

Ya muy arriba, bajo el tubo que lleva a la llegada de uno de los telesillas charlamos con una pareja muy maja que nos dice que enseguida llegamos a una cafetería. Nosotros entre risas correspondidas casi les invitamos a café. En este mundo tan variopinto está la gente maja y “otros.”
Murallones de Tortiellas.

Es la una y cuarto cuando alcanzamos la punta Este del Tobazo prácticamente a 2000 metros de altitud. Se nos ha hecho un pelín pesada la subida aunque no sepamos muy bien por qué.

Murallones de Borau.

En este punto tomamos en suave descenso la pista de enlace con la zona de Tortiellas Alto y avanzando en dirección oeste por la sur de la cresta nos vamos adelante teniendo por guía nuestro objetivo que es la Pirámide Cimera de la Tuca Blanca.


Tras un corto sube y baja al sol del mediodía hemos de descender un poco hasta alcanzar el Collado de Tortiellas. Podríamos haber subido directamente para aquí desde la Rinconada pero hemos preferido dar un poco de vuelta, subir más pausadamente y dejar la vía directa para el descenso.

La Zapatilla.
Por delante de nosotros tenemos a la Zapatilla al noroeste y al oeste la pirámide cimera a la que nos dirigimos. Hemos de faldear la Sur de la Zapatilla y  progresar hacia el sur para alcanzar la parte este de la Tuca Blanca. De esta manera ganamos altura progresivamente para hacer un par de lazadas importantes y bien definidas en la  cara este del pico y alcanzar su arista  norte bastante más arriba del Collado de la Zapatilla. Es el lugar al que llega el remonte más alto de la estación situado sobre los 2250 metros de altitud.

Arista cimera.

Van a ser las dos y media, contemplamos la arista somital del pico que es lo que nos queda por subir y decidimos buscar un lugar abrigado del viento y sentarnos a comer al sol.

A mi chica no le gusta caminar con las botas de esquiar, no se siente cómoda. Tampoco me gusta a mí demasiado a no ser que haya nieve profunda pero es algo que hay que hacer de cuando en cuando y para ello nada mejor que acostumbrarse.

Arista Norte de Aspe y la Llena del Bozo.

Tendré que conquistarla una vez más, ella se deja conquistar y alrededor de las tres nos vamos para arriba.

La Arista Nordeste de la Tuca Blanca tiene huella. Alguien ha subido y ha vuelto ya que hay huellas en los dos sentidos y las utilizaremos a conveniencia.

El resalte de inicio tiene nieve bastante dura y reafirmaré las huellas para que mi chica suba detrás cómodamente. Luego un pequeño descanso de nieve más amable se sucede con un nuevo resalte que culmina en una afloración de rocas.

La arista se afila un poco pero está vestida de nieve buena  que enseguida se yergue y amplía: es un pequeño muro de nieve más dura pero con recrecer las huellas de subida se pasa muy bien.

La continuación es un poco más tendida y se camina muy bien ya en suave ascenso guiados por el Aspe que ha aparecido detrás de la cima de la Tuca.

Son poco más de las tres y cuarto cuando alcanzamos la Cima de la Tuca Blanca situada a 2323 metros de altitud. Se trata de un crestón estrecho, alargado y cubierto de nieve que se desploma en dirección oeste. Más allá aparecen unos terroríficos crestones que constituyen la Arista Norte del Aspe.

Hacemos una difícil foto de cima sin paisaje de fondo y disfrutamos de las suntuosas vistas que nos propicia la Tuca: Los Murallones de Tortiellas, Los Pasos de Borau y Aisa ya hace buen rato que hemos disfrutado de ellos y están celestiales; el Aspe, la Norte del Aspe, es un dulcísimo y a la vez imponente merengue: una novia perfecta. La Arista de los Murciélagos se recorta vertical, salvaje e inmediata pero nuestros ojos se van al erguido corredor Noroeste lleno a rebosar de nieve que nos deja supendidos…

-¿Te acuerdas pequeña?

-¿Por allí… subimos?

-¡Joder! Pues claro. Aquel día había un poco menos de nieve pero estaba igualmente guapo.
Aspe.

Lecherines y el Paso de la Garganta.

Las nieblas quieren velar ligeramente la estampa del Aspe, el Dios local y nosotros nos vamos para abajo pues nos queda la vuelta.
La Cuca y el Rellano de Tortiellas.

El descenso de la arista resulta breve y sencillo como la subida. Bajamos el corto muro de espaldas al valle ya que mi chica confía poco en sus bastones a falta de costumbre y yo le reafirmo las escaleras que prefiero hacer con las punteras. Luego, siguiendo la huella fácil nos llegamos a los esquís, nos montamos en ellos, están preparados ya, y nos vamos para abajo. Van a ser las cuatro menos cuarto.


Bajamos alternando tramos de pista pisada por máquinas con otras pisadas por esquiadores, la diferencia es inapreciable y, en todo caso, nos quedamos con la de fuera de pistas: esta ladera de la Tuca tiene una nieve estupenda.

Enseguida faldeamos por debajo de la zapatilla a suficiente altura para alcanzar el Paso del Pastor sin tener que remar. Una vez allí nos vamos directamente para abajo hacia la Rinconada.

La parte superior de la pista esta muy buena pero enseguida se estropea llena de placas y bañeras hacia la zona del quiebro. La continuación sin ser mala no es precisamente cómoda ya que el tramo final es una placa de nieve muy dura  en la que no puedes andarte con contemplaciones.

En la apertura de pistas nos vamos a rodear por el riñón del este vestido con nieve abundante aunque algo blanda y amontonada por el trasiego de toda la jornada.

Terminamos con nieblas.

Al final, unas peladuras en la loma al este de la Rinconada, nos echan un poco más abajo de lo deseado y terminamos remontando unos metros para girar al este y prácticamente de llano, pasar bajo los remontes de la Norte del Tobazo y cerrar un bucle en el que hemos movido 800 metros de desnivel. Son las cuatro y media.

Recogemos los bártulos mientras contemplamos como las nieblas se han convertido en nubes altas sobre el Tobazo aunque esperamos que nos sean nada que pueda empañar la jornada de mañana. Lo que no sabemos es si a la noche no volverá a suceder algo parecido a lo de la noche pasada en la Raca. Puede ser que esta noche haya abundante clientela.

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