Peña Blanca de la Larri se destapa a nuestros ojos.
Aparcamiento de Pietramula, Barranco
Sobrestivo, Collado de las Puertas, Ibones de la Larri, Corredor de las Peñas
del Hombre y Arista Sur.
Salida 09:15 h. Llegada 16:15 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Peña Blanca de la Larri procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
No
sé si batimos nuestro record de permanencia en el saco pero, en todo caso, la
marca no es nada desdeñable. Tras once horas de resistencia son las ocho y
cuarto de la mañana del 26 de Abril de 2016 cuando nos levantamos y sin llorar
ni nada ¡eh! Como unos hombres.
Tenemos
el propósito de salir aproximadamente a la misma hora de ayer, pero a las nueve
y cuarto de una mañana en que la isoterma de 0º ha debido rondar los 1800
metros, ahora estamos ya a 3º pues el sol va de faena, nos metemos en marcha
desde el Aparcamiento de Pietramula a 1920 metros de altitud y en dirección
noroeste.
Subimos entre los Barrancos Sobrestivo y Pietramula para pasar sobre la cascada.
El
camino de verano que se suele utilizar para buscar el Collado de las Puertas
sale de la Gran Revuelta de Pietramula y por medio de los barrancos que forman
el Real gana la Cara Sur de Chinipro. Hay una ruta de invierno en las
inmediaciones del Barranco de Sobrestivo pero además de ser muy erguida tiene
más piedras que nieve.
Nosotros
utilizaremos el camino de verano y para ello partimos con los esquís en la
mochila y de forma cómoda cruzar el Barranco del Clot de los Gabachos y poco
más arriba el Barranco Pietramula tras subir un neverillo con un potente y
viejo alud.
La Rampa de la Punta de las Puertas y detrás Robiñera.
Tras
el cruce, aparece un nevero alomado y erguido que es el final del porteo tras
media hora un pelín larga y sin prisas. Ponemos los esquís y empezamos a
foquear aproximándonos al Barranco Sobrestivo de cuya orilla izquierda arranca
la pala que buscamos fuera de las hostilidades iniciales Estamos sobre los 2100
metros de altitud y viramos al norte.
Se
trata de una larga pala situada al sur de la Punta de las Puertas que tiene una
cierta orientación oeste con una arista alomada y algo pelada cuando se inclina
hacia el Barranco del Clot muy vestida de paredones por lo que no resulta
demasiado agradable.
Nos
olvidamos de la arista y progresamos por medio de la pared siguiendo una débil
huella, la del bombero vasco que ha pasado la noche junto a nosotros.
Iniciando el remonte de la Rampa de las Puertas.
El
rehielo ha sido decente y los tramos que están recibiendo el sol están duros
por lo que alrededor de los 2250 metros y en la base de un resalte un poco más
erguido ponemos cuchillas que en principio pueden ser suficientes pero poco más
arriba, alrededor de los 2400 y en el tramo más erguido el personal ha puesto
crampones y porteado esquís.
Sabemos
que la travesía por la Sudeste de la Punta de las Puertas está bien soleada que
es amplia pero también sabemos que tanto por arriba que no importa como por
debajo hay muchas paredes y que no se puede entrar al Barranco del Clot.
Hemos
venido a disfrutar, ponemos crampones y colgando los esquís en las mochilas en
un lugar cómodo e iniciamos el flanqueo.
Hay
un primer tramo bastante largo y suavemente ascendente que con buena nieve casi
nos hace arrepentir de la decisión pero tras pasar sobre una vieja colada, la
travesía se empina y marcha hacia las paredes superiores en un tramo expuesto
que no nos deposita en el collado que buscamos sino que, tras otro tramo más horizontal
sobre un corredor muy empinado, se alarga de nuevo para arriba.
Finalizando la travesía en la Este de las Puertas.
Subirá
hasta situarse por encima del aparente nivel del Collado de las Puertas que es
de donde se suele acceder a la Cara Sur del Robiñera, pero el corredor que por
fin se ha decidido a acercarse a nuestra línea de travesía, todavía está algo
profundo.
Habrá
que superar otra tramada ascendente más para alcanzar un minúsculo hombro desde
el que habrá que llanear u poco y perder finalmente unos metros para alcanzar
el corredor donde quitaremos crampones y
calzaremos los esquís.
En el Collado de las Puertas.
Un
tramo amplio y suavemente inclinado de corredor nos deposita en el Collado de
las Puertas situado a 2524 metros de altitud. Son las once y media.
Desde
el collado contemplamos la Cubeta Lacustre de los Ibones de la Larri
completamente innivada y con nieve dura pues el sol poco ha hecho hasta ahora en esta altitud. También contemplamos al fondo,
nordeste, la Oeste de la Munia y en el lado oeste el Tozal de los Gorgos y las
Peñas del Hombre tras las que se esconde discretamente Peña Blanca que es
blanca en verano debido a sus calizas claras y blanquísima en invierno por
estar perfectamente cubierta de nieve; vamos, como para dudar de su nombre.
El Corredor de las Peñas del Hombre está más tieso de lo que parece.
El
circo se completa con Robiñera al este y con las Puertas y Chinipro al sur.
Hemos
superado dos de las dificultades sabidas de la jornada pero Peña Blanca queda
lejos y muy arriba desde aquí.
Pasamos
por la orilla este del Ibón Inferior de la Larri, junto a nuestra “piedra
comedor” y en un resalte entre los dos ibones coincidimos con el bombero que es
un esquiador de fuste. Ha salido una hora antes que nosotros y ya vuelve.
Almorzaremos
juntos y charlaremos de montaña. Nos dirá que el corredor por el que ha bajado
está estupendo y que los tres que iban a subir a la Mota y que también han
dormido junto a nosotros, se han venido por aquí y están accediendo a la arista
somital a partir del Corredor de las Peñas del Hombre. Son los que han salido a
las siete y media.
Nosotros
sabemos que el circo se alarga hacia el norte con resaltes asumibles pero del
final del circo al pico queda una pala demasiado erguida para hacerla con los
esquís a pesar de estar orientada al este.
Remontando el Corredor de las Peñas del Hombre.
Son
las doce y media cuando buscamos la base del corredor y nos vamos para arriba
con una nieve que está buena en esta orientación que es una auténtica sauna. El
trío está en la arista cimera.
El
corredor tendrá alrededor de 150 metros de desnivel y la mitad superior pasará de los 45º pero la
nieve está de vicio. Así que, fiel a mi costumbre me olvido de la huella y me
lío con una largada exigente con la que cruzo todo el corredor y me planto a
mitad, no me gustan demasiado las vueltas maría y eso que aquí son una delicia.
En
una siguiente zeta también amplia coincido con la huella que en lugar de
retornar al corredor se va a la pared derecha del mismo en busca del collado
que originalmente pretendíamos pero no me gusta porque las pocas rocas que
afloran en esta parte del circo están aquí y el paretazo es soberano. Así que me
olvido de nuevo de la huella y en otra larga y consistente travesía alcanzo el
final del corredor que se allana en busca del collado pretendido.
De frente a la Arista Sur de Perña Blanca.
Juan
se queda contemplando las maniobras de mi chica que se ha quedado detrás por
libre pues no le ha gustado mi huella y yo me voy hasta el collado para definir
continuación.
Creía
que tras el collado la ladera seguiría en ascenso pero se hunde con lo que trazar una diagonal larga buscando
un arranque alto queda descartado pues cuando alcanza el nivel al que me
encuentro estamos en plena cara este del pico.
Así
que haremos lo que han hecho pero sin subir los esquís en la chepa. Dejamos los
esquís, ponemos crampones y nos vamos para arriba hacia el oeste en busca de
los últimos 200 metros. Los crampones no serán necesarios pero nunca tienes
toda la seguridad.
El
bombero ha subido por la cara este que es por donde finalmente subirá Juan y
nosotros tomamos la huella que han hecho dos del trío y nos vamos para arriba
de frente por un palón demasiado erguido para nosotros con los esquís, con
crampones se terminaron los problemas. Mientras subimos el trío bajará un poco
más al sur pues también esquían bastante.
Desde la Arista Sur de Peña Blanca el casquete somital del pico. Juanillo diminuto en la este.
Tras
el paretazo que tendrá alrededor de 100 metros nos queda el casquete somital
pues hemos alcanzado la arista sur del pico. Está muy bien tanto para foquear
como para esquiar pero los esquís se han quedado donde los hemos dejado.
Llegando a la Cima de Peña Blanca de la Larri.
Coincidimos
con Juan que se ha tenido que emplear a fondo con el paretazo y alcanzamos la
Cima de Peña Blanca de la Larri a 2902 metros de altitud cuando son las dos
menos cuarto.
En la Cima de Peña Blanca de la Larri.
Guara y Fragineto tras el Collado de Añisclo.
La Munia desde Peña Blanca.
Hacemos
fotos pues Ordesa, la Munia y Robiñera nos rodean y un cuarto de hora después
nos volvemos para abajo peleando con los zuecos de mis viejos crampones sin
antizuecos que llevo por ligeros.
El paretazo es bastante tieso y bajamos de espaldas al valle.
Bajamos
la pared de espaldas al valle, es el mejor procedimiento contra zuecos y
alcanzamos los esquís los tres a la vez. Son las dos y media.
La
transición es breve pues los esquís se han quedado listos y nos echamos al
corredor sin retintín alguno, disfrutaremos como niños con zapatos nuevos
descendiendo el corredor sin problemas de pendiente: la gloria tiene que ser
algo parecido a esto.
El Corredor de las Peñas del Hombre tiene una nieve deliciosa.
Un par de moscas en el Corredor de las Peñas del Hombre.
Luego,
remontamos agradablemente sin tener que poner pieles ni penar hasta el Collado
de las Puertas pues la nieve se ha
puesto en condiciones.
Cruzando el Ibón Bajo de la Larri se esconde Peña Blanca.
Nos
quedan cuatro agradables giros corredor abajo para vencer la tentación de
continuar puesto que sabemos que se complica demasiado y nos llegamos al inicio
del flanqueo de la Este de las Puertas.
Breve remonte al Collado de las Puertas con el Circo de la Larri detrás.
Como
hay que remontar una veintena de metros nos echamos los esquís al hombro y nos
vamos para arriba. Coronado el resalte y aprovechando que las botas hacen una
excelente huella nos bajamos el primer tramo erguido por fuera de la huella y
un poco más abajo hago un par de plataformas y cómodamente nos calzamos los
esquís.
En busca de la Diagonal de las Puertas con Comodoto en el horizonte.
El
resto de la travesía es agradable y al final de la misma esperamos a Juan, cosa
rara, que se ha tenido que quitar las raquetas y se clavaba a cada paso.
La
rampa que esta mañana nos ha obligado a poner cuchillas y luego crampones está
como debería estar siempre y la bajamos disfrutando de punta a punta incluso
junto a la loma pelada sabedores de que esto se acaba.
Bajaremos hasta el cruce del Barranco Pietramula y no va más.
Son
las cuatro y cuarto cuando soltamos las mochilas, recogemos un poco y comemos
en la furgo para equilibrar los 1000 metros de la jornada. ¡Joder como están
las cervezas!
A
las cinco y media echamos demasiado humo blanco pista abajo, debía ser debido a
una mala combustión del motor frío y prácticamente sin acelerar. Luego pasaría
nada más empezar a acelerar en carretera.
¡Qué
pocos días de esquí nos quedan en esta temporada!