Loma Norte de Petrito y Mesola al sur del Collado del Bozo. 10-5-07.
Barrera Pista de Aisa, Barranco Napazal,
Cara Sur de la Llena de la Garganta, Collado y Punta del Collado del Bozo,
Napazal, Petrito y Mesola. Descenso por el Barranco Canaliza.
21-03-1992.
Salida 08:30 h. Llegada 15 h.
Sol.
Bastante fácil.
Ascensión.
Rosa Ma. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de la Sierre de la Estiva procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Habíamos
decidido hacer las Llenas de la Garganta y del Bozo a pesar de que el tiempo
que anunciaban para el 21de Marzo del 92 no era decididamente bueno. Habían
anunciado tantas veces que se estropeaba que ya ni lo creíamos.
En
las mochilas llevamos los piolets que pensábamos utilizar más como bastones que
otra cosa sobre nieve blanda y hasta los crampones.
Quieras
que no, 18 kilómetros a Jaca, 24 a Aisa y 9 más hasta el final de la pista nos
dejan a 1550 metros de altitud y se nos llevan una hora de coche. Son las ocho
y media de la mañana cuando empezamos a caminar en medio de un crecido viento,
pensamos que “alguien habrá debido dejar la portera del puerto abierta” pero no
es así, desde luego.
La Corona de Aspe desde Saleras. 12-11-15.
Pasamos
la portera y nos adentramos en un valle conocido y dominado por un ventarrón
más insistente que interesante. Los corredores de los picos a los que nos
dirigimos están vestidos de blanco y en sus puntas las nieblas se apelmazan.
Debajo, la todavía cenicienta pradera nos espera y sobre todo ello el viento.
Cruzamos
a la Orilla Izquierda del Barranco de Napazal y por la suave y herbosa loma
vamos ascendiendo en dirección a los tres Picos de la Garganta de Aisa. Vamos
por camino conocido en busca del abrevadero de la base del Embudo del Aspe.
Hay
cierto trasiego en altura y las nieblas comienzan a descender. Alcanzar el
abrevadero se nos lleva una hora y la continuación es a nuestra izquierda en
busca del valle que culminará en el Paso
de Napazal.
Vertiente Sur del Macizo de Aspe. 19-7-15.
Allí
nos espera la nieve. Atravesamos los primeros neveros ganando altura poco a
poco por una clara huella y sobre nieve dura estupenda para caminarla.
Una
vez que hemos alcanzado el fondo del valle superamos el primer resalte e iniciamos
el ascenso del amplio corredor a la vez que la nieve se va endureciendo, la
huella va reduciéndose y aumenta la pendiente.
Buscamos
unas rocas a nuestra izquierda para ponernos los crampones pues no hay forma de
continuar sin ellos y decidimos almorzar ya que Rosa tiene apetito y
posiblemente el día no nos ofrezca
mejores condiciones para ello. Aquí al amparo del viento se está bien pero
suponemos que tan pronto como alcancemos el collado se abrirá la caja de los
vientos. Suben dos tras nosotros.
Macizo Bernera y Llena del Bozo desde el Estarrún. 10-5-07.
Rosa
ha cambiado de botas, son un poco más grandes y no le entran los crampones. No
podemos aflojar los tornillos y no queda otra que echarlos a la mochila. Tallo peldaños con el piolet, en contra de la
voluntad de Rosa, para alcanzar un
abrigo sin nieve bajo la pared. Vamos a intentar superar este fuerte escalón
por nuestra derecha a ver si podemos incorporarnos a la roca y salir del
empantullo.
Cada
peldaño se me lleva no menos de seis golpes con el piolet. Hay que picar para
poco más arriba tomar un canalón por el que se sube bien.
Unos
metros más arriba el canalón se convierte en pared por lo que tendremos que
desandar algo e incorporarnos de nuevo a la nieve.
Praderío bajo el Embudo de Aspe. 10-5-07.
Tallar
cuarenta peldaños se lleva lo suyo en una pared que es puro hielo con una
pendiente cercana a los 45º a pesar de que tallo peldaños para gigantes.
Situados
a nivel con el final del resalte iniciamos una travesía para alcanzar un
pequeño pedregal con lo que creemos haber salido del embarque de momento.
El
corredor se allana para para elevarse luego 100 metros más hasta la Brecha
Wallón o Collado de Napazal. Estaremos sobre los 2200 metros de altitud y la
superficie del corredor es un auténtico cristal pulido por el viento y no se
tienen ni los gatos. La decisión es inevitable pues los que venían detrás
aprovechando nuestras huellas tampoco llevan nada que nos permita regular los
crampones: vámonos para abajo.
Cerca del Abrevadero del Embudo de Aspe. 19-7-15.
Iniciamos
el descenso por el otro lado, la derecha del corredor y aprovechando las rocas
escalonadas que nos permiten bajar muy abajo. De escalón en escalón nos ponemos
a una veintena de metros del final de la pared. Luego nos incorporamos a un
corredor en el que podemos tallar huellas con la puntera de mis botas.
Dos
parejas que suben también sin crampones desisten con nuestra información y dicen de marchar directamente al Collado del
Bozo para hacer algo en la otra parte del circo y confirman mi idea de que hay
paso.
Collado del Bozo desde la Llena del Bozo. 13-6-09.
Inmediatamente
terminan los problemas. Hemos decidido cambiar las Llenas por la Sierra de la
Estiva.
Contorneamos
la Llena del Bozo por su ladera sudeste sin perder altura pues por una parte
hemos de atravesar la depresión de la Foya de Aragüés y por otra alcanzar con
el mínimo esfuerzo el Collado del Bozo que está a 2019 metros de altitud.
Alcanzamos
a las dos parejas que han salido delante de nosotros y les adelantamos pues llevan menos ritmo que
nosotros. Son de Pamplona y asiduos de la montaña.
Valle de Aisa y la Madalena. 6-11-10.
Hemos de perder altura bajando hasta
el fondo de la Foya de Aragüés para tomar la amplia vira sobre los Llanos Superiores de Napazal y
alcanzar fácilmente el Collado del Bozo tras faldear fácilmente algunas de las
Estribaciones Orientales de Bernera.
Del
collado que ya conocíamos parte en
dirección sur la Sierra de la Estiva. Se trata de un suave paseo atravesando
una serie de lomas sucesivas en suave ascenso hasta alcanzar el Pico Mesola con
2177 metros de altitud. Es un sube y baja con desniveles por debajo de los 100
metros para pasar por las cotas 2085, 2128 y 2135 para virar un tanto al
sudoeste y alcanzar la amplia Cima de Mesola a 2168 metros previo paso por
Napazal. Un suave paseo en condiciones normales pero que hoy con este solemne
ventarrón del que Rosa se defenderá ocasionalmente echándose al suelo, se ha
convertido en penoso e infernal exigiéndonos un considerable esfuerzo.
La
cresta continúa pero ya decididamente para abajo en busca de las proximidades
de Aragüés del Puerto. Nosotros hemos sobrepasado el espolón que baja hasta el
refugio pastoril de la entrada del valle por el que pensábamos descender y por
tanto tomamos el valle paralelo que baja hasta la carretera, pensando que
apareceremos cerca de donde hemos aparcado el coche.
La Punta del Collado del Bozo. 6-11-10.
La
bajada es fuerte pero se puede hacer por cualquier sitio buscando un descenso
cómodo. Además nos pone al abrigo del ventarrón y eso es algo que agradecemos.
A
media ladera paramos a comer en un abrigo del barranco. Luego cogemos unos
bulbos de asfódelos que están arrancados y una matas de violetas que
plantaremos en nuestro jardín.
El
barranco que nos ha permitido un cómodo descenso se cierra al final junto a la
carretera, pero estamos ya abajo.
Subo
unos metros por la carretera para recoger el coche y saludo a los navarros que
han bajado por Napazal. Las bordas están atestadas de coches con matrícula de
Navarra: tenemos el valle medio colonizado.
La
tarde aquí abajo es espléndida ahora a las tres de la tarde, algo que poco o
nada tiene que ver con lo que hacía y tiene que estar haciendo en las crestas. ¡A
ver si por fin aciertan los del tiempo…¡