Desde un resto del Glaciar de los Infiernos la Brecha de Arnales.
Balneario de Panticosa, Mallata Baja, Mallata
Alta, Ibones de Arnales, Brecha entre Arnales y Bachimaña, Ibones Azules,
Ibones de Bachimaña y Balneario de Panticosa.
28-09-2005.
Tiempo efectivo 05:30 h.
Sol.
Bastante fácil.
Agua en diversos y variados lugares a lo largo de todo el camino con la excepción del tramo entre los Ibones de Arnales e Infiernos pues el ganado prácticamente ha desaparecido.
Se trata de una travesía circular que puede
realizarse en cualquiera de los dos sentidos. La Arista de Bachimaña es una
perfecta desconocida y la brecha no es paso ni habitual ni buscado. Poco miedo
a las aglomeraciones, es un de esos lugares en los que te puedes encontrar
contigo mismo.
Mapa de la Arista de Bachimaña procedente de Prames. Vía en amarillo.
Bajar a la vertiente sur también
tiene sus complicaciones si no encuentras la vía adecuada, que existe; pero que
no suele ser demasiado fácil de encontrar, quizás un tanto cegados o bien por
la brecha de separación con Los Arnales o bien por la tentadora pared sur de la
aguja más alta.
Nosotros sabíamos algo del tema y
estábamos decididos a resolver la papeleta de una vez por todas. Para ello
aprovecharemos la fiesta corta de mi chica del 28 de Septiembre de 2005 y a la
una nos marcharemos a todo trapo, no sin antes tener que volver un segundo a
casa a por la cuerda, no vaya a ser que por no poder asegurar algún paso nos
tengamos que dar la vuelta.
A las dos menos veinte hemos dejado
el coche en el aparcamiento de la embotelladora y nos echamos al monte cruzando
el desagüe del Lago de Panticosa.
Cascada del Barranco de las Argualas.
Estamos a 1650 metros de altitud
y sabemos que tenemos por delante un repecho interesante a estas horas pues el
día está de postal.
Rodeamos el lago por su orilla oeste
hasta confluir con el camino que viniendo de la Casa de Piedra asciende por la orilla izquierda
del Barranco de las Argualas.
Macizo de las Argualas desde la Majada Baja.
Un transitado camino asciende la
morrena granítica del oeste de la cubeta lacustre hasta que, lazada a lazada,
se acerca al barranco y moderada la pendiente sale del bosque en dirección
noroeste para alcanzar la
Majada Baja de las Argualas.
Pico de Pondiellos desde la Majada Alta.
En la parte inferior de la majada el
camino se marcha directamente al norte a través del calcinado praderío dejando
a su derecha los más altos pinos negros de la pared norte y acercándose al
Barranco de los Arnales.
Barranco de Arnales desde la Majada Alta.
Echamos un trago de agua y
abandonando el desagüe del barranco atravesamos la Mallata Alta en
ascenso, ligeramente al oeste, para salir del fondo del barranco, ganar altura
y volver de nuevo hacia el cauce del mismo en el umbral de la Cubeta Lacustre de
Arnales.
Ibón Inferior de Arnales.
Alcanzamos en diminuto Ibón Inferior
de Arnales, lo contorneamos por su orilla derecha e inmediatamente llegamos al
Ibón de Aranales situado a 2320
metros de altitud cuando todavía no son las tres de la
tarde y en la orilla oeste nos sentamos sobre una lisa laja de granito pulido
para comer, se han cumplido mis previsiones.
Comemos
sin prisa pero sin pausa pues, aunque sé que disponemos de tiempo sobrado y el
día es maravilloso, yo pretendo estar en Los Ibones Azules lo antes posible.
Hemos contemplado subiendo el Circo
de las Argualas, el Garmo Negro con su inseparable Aguja de Pondiellos, la mole
del Pico de Pondiellos y tenemos debajo de nosotros toda la cara sur del Pico
Arnales y la Arista de Bachimaña que nos
cierra el horizonte de norte a oeste. A lo lejos ya, al otro lado del Caldarés
de Baños, Serrato, Xuans, Batanes, Bacías y Brazato.
Hemos sudado de lo lindo subiendo y
casi se hace fresco en la espalda a pesar del sol y del día pero eso pasará
enseguida; a las tres y media, Rosa se va hacia el norte en busca del barranco
y yo trato de hacer una fotografía del ibón desde el lado este pero no termina
de gustarme y la intentaré de más
arriba.
Ibón Alto de Arnales desde un espolón al norte del mismo.
Para ello he de irme encaramando en
el espolón rocoso que se asienta en la orilla izquierda del barranco y que me
va a permitir alguna foto del ibón incompleto.
Mi chica ha subido un poco más a la
derecha del barranco y nos encontramos en la parte superior del espolón rocoso,
alrededor de los 2500
metros de altitud.
La continuación, que ya era evidente
desde abajo, es por el fondo del barranco en dirección norte directos a la
doble brecha que separa la
Arista de Bachimaña del Pico Arnales, pero no iremos
directamente a ninguna de las dos brechas, la oeste está defendida por unas
placas graníticas verticales de no mirar y la del este tiene bajo ella un par
de corredores que se enlazan a media altura en la pared pero esa vía no está
muy clara.
Cara Este de la Brecha de Arnales.
Nuestros intereses están más bien en
la pared sudoeste de la Arista
de Bachimaña. Sabemos que, al menos, hay un paso que desde abajo no debe de
tener gran complicación y que nos puede situar en el lugar desde el que
abandonamos el descenso en la ocasión anterior. Hoy en ascenso y pudiendo
asegurar un poco no debe de haber gran problema; además, desde aquí puede ser
que haya alguna alternativa más, solamente es cuestión de acercarse a la pared
y localizar pasos.
Detalle de la doble Brecha de Arnales.
Pero esa no es la única opción.
Desde abajo he visto una vira herbosa que se incorporaba a la pared al este de
las brechas y que conducía muy continua a la brecha este, sin aparentes
dificultades. Luego en la brecha quedaría la cara norte que seguiría siendo una
incógnita.
Un poco más al este de la vira
herbosa se aprecian un par de placas graníticas bastante tumbadas aunque muy
lisas que, si no me falla el ojo, nos pueden permitir alcanzar la arista entre
la brecha este y el enorme paredón de la Aguja Oeste de Bachimaña, también con la
incógnita de la cara norte posterior.
Entramos a la vira más fácilmente de
lo que pensábamos y con cuidado pero con suma facilidad, hacemos algún sencillo
paso de IIº y alcanzamos la
Brecha Este. Son las cuatro de la tarde y estamos a 2664 metros de altitud
La bajada directa de la brecha está
chunga. Hay varias opciones pero a simple vista todas tienen su asuntillo.
Trato de pasar hacia el oeste ya que
la solución de la pared parece relativamente fácil por esta zona pero Rosa se
empeña en bajar directamente. “Está chupao” y yo soy un “gilipollas” que no me
he dado cuenta.
Sin terminar mi comprobación, me doy
la vuelta e iniciamos el descenso directamente bajando un par de cortos corredores
sucesivos bastante fáciles con sus correspondientes rellanos finales pero allí
se acaban los saldos que ha visto mi esposísima. El resto de la pared está a
precio de temporada y habrá que pagarlo.
Descendiendo desde la Brecha de Arnales.
Estamos en medio de una pared
granítica muy vertical y vestida de placas bastante lisas, demasiado lisas para
no rapelarlas y pobladas de estrechos corredores por los que el tránsito no es
precisamente ni cómodo ni fácil. La pedrera está aproximadamente 30 metros debajo de
nosotros y las travesías que nos pueden conducir a la parte este de la pared,
que es algo más fácil, tienen unos patios interesantes.
Cambiamos de corredor un poco al
este ya que el que hemos empezado se ha puesto intratable y con cuidado, tras
hacer sobre el aire un paso que resulta más fácil de lo que vemos en principio,
destrepamos un estrecho corredor que nos permite bajar media docena de metros
pero que nos deposita en otro “punto caliente” de la pared.
Pruebo un corredor que
inmediatamente desecho y retorno en busca de otro a nuestra derecha, este, que
está lleno de basura que he de limpiar para que aparezcan un par de presas
minúsculas de incalculable valor. Será la solución de la pared.
Debajo del destrepe de la Brecha de Arnales.
Destrepo de espaldas al valle tras
limpiar las presas y en la repisa inferior ayudo a Rosa en el destrepe. Luego,
un par de viras inclinadas y cruzadas nos depositan en un pequeño corredor
fácil por el que accedemos a la gravera del recientemente desaparecido Glaciar
de Los Infiernos. Desaparecido o casi pues quedará hielo glaciar a pocos centímetros de
profundidad. No recuerdo que fuera gran cosa pero ahora queda reducido a media
docena de minúsculas manchas de hielo sucio que no son más que su triste acta
de defunción.
Restos del Glaciar de los Infiernos y la Norte de la Brecha de Arnales.
El descenso de la pared se nos ha
llevado media hora, la cuerda ha dormido en el fondo de la mochila y
continuamos con el descenso para salir un poco de la vertical de la pared.
Comprobaremos que subiendo por las placas tumbadas situadas al este de las brechas el descenso
era bastante más sencillo que por las brechas.
Marmoleras y Piedrafita en su vertiente sur.
Luego pedrera abajo vamos en
dirección norte alejándonos un poco del fondo del pedregoso barranco que se va
directamente hacia el lecho del Ibón Azul Inferior. La pedrera está
absolutamente inestable por lo que nos vamos hacia la zona de placas pulidas
por el glaciar y por allí, más cómodamente nos acercamos a la cubeta lacustre superior.
Ibonet de los Infiernos o Azules.
Alcanzamos el recóndito Ibonet de
los Infiernos situado sobre los 2450 metros de altitud, en el que no habíamos
estado nunca y enseguida yendo prácticamente en horizontal hacia el este,
alcanzamos el Ibón Azul Superior.
Agujas de Bachimaña desde el Ibonet de los Infiernos.
Gaurier y Zarre desde el Azul Inferior.
Contorneamos el ibón por su lado sur
y cogiendo el GR11., nos vamos para abajo tranquilamente aprovechando los
últimos rayos de sol que se oculta sobre los Picos del Infierno.
Azul Superior.
Ibón Azul Inferior y Bramatuero Inferior.
En dirección este y en suave
descenso alcanzamos la cola del casi vacío Ibón Superior de Bachimaña y siguiendo
el camino de su orilla oeste alcanzamos la pasarela bajo el Ibón Inferior de
Bachimaña.
La Arista de Bachimaña desde el Azul Superior.
Nos acercamos hasta el Refugio de
Aragonesas y contemplamos a cuatro trabajadores
con un par de minirretros que están limpiando paredes y morteros de los
viejos restos de las obras en los
ibones. ¡Solamente han tardado cincuenta años!
Contraluces en el Azul Inferior.
Granito pulido por el Glaciar de Bachimaña.
Luego, merendamos un poco junto al
desagüe del Bachimaña Inferior y nos vamos Cuesta del Fraile para abajo
llegando al Balneario de Panticosa sobre las siete y media. Hoy ha sido un
paseo vespertino muy agradable pero en el que hemos movido 1025 metros , con ello
hemos inaugurado el Otoño 2005.
Umbral Glaciar de Argualas.
El Balneario no tiene más que grúas
y obras. Ahora hay que tener mucha fe si se tiene la esperanza suficiente en que no se lo carguen del todo
puesto que méritos ya están haciendo para ello. Hace unos años daba grima y
mala gana y dentro de unos pocos no sé qué dará. Lo que sí es seguro es que no
lo va a conocer ni su padre.