25 sept 2013

44-13. LA CUEVA DEL FORATO POR EL RINCON DEL VERDE. 25-9-2013.


Desde el interior de la Cueva del Forato.

Pista de la Ripera, Puerto del Verde y Corredor al Oeste de la Peña del Forato.25-09-2013.
Desnivel acumulado 700 m.
Distancia recorrida 4500 m.
Tiempo efectivo 03:00 h
Sol.
Fácil.
La actividad se puede alargar en función  del punto de la pista desde el que se comience a caminar. Todavía se podía haber acortado algo  ascendiendo con el coche hasta el Refugio del Verde. Más cómodo sería en primavera cuando los neveros rellenan el corredor aunque el tercio final es algo erguido y la orientación propiciará la presencia de nieve muy dura.
Agua en algunos manantiales de la parte baja del corredor pero mejor llevarla ya que no supone ningún problema para la actividad.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Forato procedente de Iberpix. Vía en amarillo.

            Era allá por el 2004 cuando subimos al Mallo las Peñas y a la Peña del Forato previo paso por la Cueva del Forato de los Diablos. Subimos por la vertiente sur y la visita a la cueva nos impactó pues se trataba de una cueva con dos bocas: la sur que localizamos con algunas dificultades aunque se trataba del acceso normal y muy fácil y la norte que era un ventanal practicado sobre los paredones que daban al Rincón del Verde en la Ripera de Panticosa. Volveríamos el año pasado pero la cueva se convirtió en uno de esos hitos que tratas de localizar y que localizábamos siempre que pasado el Barranco de la Ulot echábamos la vista al sur.

            Allí estaba inaccesible por su vertiente norte pero justamente al este de la misma y en la base de las paredes que unen el Mallo de las Peñas con el espectacular Paredón de la Norte del Forato aparecía otra cueva de mucho mayor tamaño, que parecía perfectamente accesible y que quería conocer. Hoy 25 de Septiembre de 2013 vamos a echarle un tiento también con la intención de prospeccionar un acceso a la Peña del Forato por la Cara Norte.

            Por razones familiares son las diez de la mañana cuando nos echamos a la carretera, pedimos la llave de la Pista de la Ripera en Panticosa y nos hacemos la pista hasta más arriba de la Cabaña de Cantal, pasando incluso más arriba del desvío del Camino hacia el Collado de Tendeñera.  Son las once y cuarto de la mañana cuando comenzamos a caminar. Hemos aparcado el coche en la pista a 1700 metros de altitud.



            Tenemos frente a nosotros, perfectamente al sur las Paredes de la Peña del Forato y justamente al oeste de la misma el corredor que nos interesa y que conduce a las paredes que unen al Mallo de las peñas con la Peña del Forato.

            El corredor arranca del Praderío del Verde un poco al oeste de donde nos encontramos pero nosotros vamos a atravesar el praderío y una pedrera inferior para alcanzar el corredor  justamente en la base de las paredes del Forato.

            La mañana está extraordinariamente cálida, absolutamente  caliginosa y con el cielo medianamente sucio y arañado por lo que enseguida tenemos calor, menos mal que alguna nubecilla colabora propiciándonos algo de sombra y enseguida nos colocaremos a la sombra natural que nos regalarán los paredones de la Peña del Forato.

La Norte de la Peña del Forato.

            Ganamos un poco de altura hasta alcanzar el nivel de la Cabaña del Verde, contemplamos el Rincón del Verde y su posible salida para alcanzar la cabecera de los paredones y tras atravesar el pedregal de calizas ocres subimos una inclinada rampa de verdura y entramos a la sombra y al corredor cuando estaremos sobre los 2000 metros de altitud.


            El corredor es amplísimo y se encuentra lleno de materiales bastante inestables por lo que nuestro objetivo fundamental es progresar por el mismo buscando siempre los materiales de mayor tamaño y por tanto más estabilizados. Se puede subir por cualquier parte y de hecho hay algunos tramos que cada cual progresa por donde cree mejor.


Cueva del Forato y Cueva del Forato de los Diaples.

            El corredor resulta más largo de lo estimado en principio, se estrecha poco a poco, se yergue en la mitad superior y nos enseña la entrada de la Cueva del Forato algo colgada todavía, la del Forato de los Diablos la hemos visto ya desde la entrada al corredor y colgada en la pared 150 metros por encima de las pedreras del mismo.



            Los últimos 100 metros de los 400 que tendrá el corredor son  más erguidos y llenos de gravillas calizas instaladas entre neveros residuales que este año empalmarán con seguridad. Nos obligan a ascender con mayor esfuerzo y nos empujan hacia las piedras de la orilla este del mismo.


            Hay un nevero muy inclinado que defiende la entrada a la cueva que aunque rugoso tiene la nieve muy dura por lo que lo pasamos por el este del mismo, hemos de utilizar la rimaya superior para dejarlo atrás y encaramarnos a las piedras para progresar de manera más cómoda.


            La caliza está regulín y hay mucha piedra medio suelta y bastante astillada por lo que hay que prestar mucha atención con los apoyos pero de cualquier forma alcanzamos la entrada de la Cueva del Forato situada sobre los 2400 metros de altitud cuando es la una menos cuarto.


            La cueva es enorme y bastante irregular tanto en la superficie que tendrá un desnivel de alrededor de 15 metros como en la planta y en la altura. La boca es un rectángulo de 30 por 15 metros, la longitud máxima este oeste será de más de 60 metros, el ancho máximo en la parte este pasará de los 40 metros y la altura media estará alrededor de los 20 metros. Sus paredes son de calizas claras astilladas que rellanan irregularmente la base de la misma y es utilizada como dormitorio por los rebecos. No es muy fácil de fotografiar.



            Estamos alrededor de un cuarto de hora recorriéndola pues todo su ámbito queda perfectamente iluminado y seguidamente nos vamos para abajo desandando similar camino al de subida y con más cuidado si cabe ya que la zona que destrepamos es proclive para que nos arreemos algún peñazo, cosa que no sucederá.


            El paso de la rimaya resulta más sencillo decididos ya a pasar por el fondo de la misma y algunas rampas de arenilla las patinamos con cuidado en lugar de soslayarlas.

            Bajamos tranquilamente tras comprobar que apenas encontramos tramos descompuestos y patinables y en la base de los neveros residuales justamente en el límite entre el sol y la sombra nos sentamos a comer sobre los 2200 metros. Son las dos menos cuarto.


               Media hora después  proseguimos nuestro descenso ya al sol de la tarde tratando de descender de la manera más cómoda posible y contemplando el mismo paisaje que hemos contemplado desde la cueva: Faceras, Punta Zarre, la Faxa, Xuans, Dientes de Batanes, Piniecho, Catieras, Escuellas, Ferreras y Mallaruego.


            Alrededor de las tres menos cuarto nos llegamos al coche. Con 700 metros de desnivel nos conformamos; bueno, el embrague se ha recalentado algo en la subida fundamentalmente al tener que pasar aguatiellos recientes y profundos ya que la pista la han repaso no hace mucho y está estupenda, pero nos invita a no demorar la vuelta por si acaso.

Cólchico en el Rincón del Verde.

13 sept 2013

43b-13. PIC GABIEDOU. 13-9-2013.

Gabiedou desde la Cima de Bonneu.

Cima de Peña Blanca de la Larri, Brecha Oeste, Pic Boneu y Pic Gabiedou. Vuelta a Boneu, Peña Blanca, Ibones de la Larri y Pietramula.
13-09-2013.
Salida 10 h. Llegada 17 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Gabiedou procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Media hora después, son las diez y media de la mañana, tomamos rumbo oeste por la alargada, amplia y plana Cima de Peña Blanca de Troumouse o de la Larri, situada a 2906 metros de altitud, que enseguida se va a estrechar al acudir al encuentro de las paredes de la vertiente sur. Al norte las paredes del Circo de Troumouse  son conocidamente verticales.




            La arista desciende suavemente y se aproxima a la Brecha Sur que nos presenta su resalte vertical que hemos de faldear inexcusablemente por la vertiente sur, un paredón muy inclinado y descompuesto que no tiene  nada de agradable pero hay que bajar si queremos proseguir por la arista. Parece ser que el 13 de Septiembre de 2013 no acaba más que de empezar.

Llegando al Paso del Burro.

            Utilizamos algunas viras cortas y escalones reducidos siempre en medio de una pared que se ahonda casi hasta el infinito y tras bajar un tramo de presas pequeñas con mucho mármol astillado hacemos una travesía horizontal y hacia el oeste por una franja de rocas ocres que nos deposita en la base de la brecha que llaman el Paso del Burro, mientras me pregunto qué  leches harían por allí con los burros.

            El paretazo tendrá alrededor de 100 metros y desde un promontorio inmediatamente al oeste tiene una estampa absolutamente espectacular.

 Panorámica del Circo de Troumousse.

            Estamos sobre los 1730 metros de altitud y vamos a proseguir nuestra cabalgada descendiendo un tramo de arista muy inclinado aunque fácil que nos va a depositar ya por debajo de los 1700 metros de altitud. A partir de aquí el tránsito se allana lo que no significa en modo alguno que la arista no esté llena de dientes y que no haya cuatro metros planos.

            Las paredes al norte son perfectamente verticales y arranca de la misma arista. Al sur también lo son pero se aloman ligeramente y de cuando en cuando son clementes con los transeúntes, pero hay que recorrer la arista por ambas vertientes cuando no por el filo y la roca sombría está llena de verglas. Un patinazo de Juan nos pone las pilas definitivamente.

            La arista es generalmente fácil con algunas complicaciones dispersas en las que hay que apoyar las manos, sobre todo en un tramo de arista horizontal que liquidamos con una larga babaresa.


            Alcanzamos la Punta Blanca de Abajo situada a 2707 metros de altitud y el panorama cambia de color: los mármoles lechosos son sustituidos por pizarras oscuras con frecuentes tramos completamente astillados. Es un continuo sube y baja al encuentro de la siguiente prominencia que es el Pic Boneu.

            En un momento determinado iniciamos un faldeo sugerido por un caminillo en la vertiente norte que va a resultar un auténtico encule ya que nos hace perder una treintena de metros largos para tenerlos que recuperar por una ladera mixta descompuesta y vertical que nos hace arrepentir de la decisión tomada. Además, en la vertiente sur hay una vira estupenda que utilizaremos de vuelta.

            Dejamos dientes atrás y afrontamos un suave ascenso que con algún apoyo de manos nos deposita en la Cima del Pic Boneu situado a 2727 metros de altitud. Van a ser las doce y media, la arista tiene más tela de la supuesta y de empalmar con el Pico de la Capilla nada de nada. A pesar de ello, todavía nos vamos a alargar un poco más.

            Descendemos unos pocos metros suaves y agradables hasta alcanzar un amplio collado al que llega un camino que sube por un amplio corredor desde el norte.

Pic Gabiedou.

            Tomamos ese caminillo que por la vertiente norte de la arista se eleva hasta la base del Casquete Somital del Pic Gabiedou.

            Allí pasamos a la cara sur que es una pared muy erguida pero que perfectamente escalonada nos permite retornar a la arista.


            Ya en las inmediaciones de la misma en la que nos encontramos con una pareja de franceses, un  corredor erguido pero fácil con algún apoyo de manos nos deposita en la Cima del Pic Gabiedou situado a 2848 metros de altitud cundo es la una y cuarto. Hemos metido dos horas largas en la cresta.



            Desde la cima contemplamos los paisajes que hemos ido dejando atrás pero nuestros ojos se van al oeste a por el tramo de cresta que no vamos a recorrer hoy. Allí se queda el Tormacal en el que la arista se abre en dos; la rama norte que se alarga hacia el Estaube y el Monferrrant y la rama oeste en la que aparece el Puerto Viejo o Canau antes del Pico de la Capilla.


            Especulamos acerca de alguna ascensión futura sobre esta zona todavía por reconocer y enseguida nos damos la vuelta sobre nuestros pasos: la vuelta es larga y no hay demasiadas oportunidades de abreviarla.





            Faldeamos todo lo faldeable, nos saltamos pequeños dientes que a la ida hemos pasado a toda cresta,  hacemos la vira fácil de nuestro embarque de la ida y dejamos que discurra la cresta bajo nuestros pies. El mediodía se ha templado al ceder la brisa y el hielo ha desaparecido.


Bajando de Peña Blanca de Abajo.



            Volvemos a buen ritmo y la subida de la pared posterior a la Brecha Oeste de Peña Blanca resulta muchísimo más agradable que el descenso de tal manera que alargamos la diagonal de ascenso hacia el este saltándonos un tramo de la arista cimera.

            Son las dos y media de la tarde cuando llegamos de vuelta a la Cima de Peña Blanca y nos sentamos a comer casi en el sitio que hemos almorzado pero con un orache infinitamente mejor que a la mañana.


            Alrededor de las tres iniciamos el descenso hacia los Ibones de la Larri, conociendo ya la arista. Alcanzamos el lecho lacustre utilizando un corredor que intentamos resbalar y que nos deposita tras un resalte herboso en la Cola del Ibón Superior de la Larri.


            Rodeamos el ibón siguiendo el camino de su orilla oeste y seguidamente rodeamos Ibón Inferior por su orilla este alcanzando el Collado de las Puertas.

Cardos en flor, última oportunidad de la temporada.

            De allí para abajo seguimos en camino de ascenso utilizado por la mañana atajando de cuando en cuando.

            Son las cinco menos cuarto cuando llegamos al coche que sigue aparcado en Pietramula. La jornada de hoy ha resultado durilla, algo más que los 1500 metros teóricos que  hemos movido.

            Metemos las cosas en el coche y nos vamos para abajo cogiendo a una pareja de eslovenos que se querían cepillar la pista andando. Marchamos para casa pero nos ha quedado cresta para hacer pero será desde le Maillet.

Si quieres conocer la Parte anterior sigue el enlace.

43a-13. PEÑA BLANCA DE TROUMOUSSE O DE LA LARRI. 13-9-2013.


Peña Blanca reflejada en el Ibón Inferior de La Larri.

Rellano de Pietramula, Collado de las Puertas, Ibones de la Larri y Arista Sudeste.
13-09-13.
Salida 08 h. Llegada 10 h.
Sol.
Muy fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de Peña Blanca procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Cae la noche en Pietramula. La temperatura es muy agradable y la noche va a ser estupenda a 1920 metros de altitud. Además nos condirá, ya que nos empiltramos sobre las nueve y media y se nos harán las siete y cuarto del 13 de Septiembre de 2013, en un suspiro.

            Recogemos bártulos, desayunamos y a las ocho menos cuarto nos ponemos en el camino que parte de la vuelta de 180º que practica la pista hacia la Sierra de Liena.

Cruce de barrancos.

            Tras pasar el resalte el camino se allana para pasar entre el Barranco Sobrestibo y el Barranco de los Gabachos que nos muestran sus correspondientes cascadas.


Hacia atrás Chinipro.

            Subimos un resalte en dirección noroeste y enseguida giramos al norte para afrontar unas amplias rampas  de verdura que suavemente nos llevan para arriba.
            Hay escarcha sobre la hierba y enseguida el camino se arrellana mientras iniciamos el faldeo de la Este de la Punta de las Puertas a la vez que contemplamos la Sur de Robiñera.

Robiñera desde el Faldeo de la Punta de las Puertas.

            Luego el camino se pone horizontal y marcha directamente al encuentro del Collado de las Puertas diferenciándose de la Senda a Robiñera que prosigue al norte.

Llegando a los Ibones de la Larri.

Ordesa desde el Ibón Inferior de la Larri.

            Son las ocho y media cuando fotografiamos el Ibón Inferior de la Larri o la Munia y mientras que mis socios rodean el ibón por su orilla oeste yo lo hago por la este comprobando que las piedras están cubiertas de una fina capa de hielo trasparente como el cristal.

Cascada entre los dos Ibones de la Larri.

            Contemplamos la cascada que forma el barranco entre los dos ibones y tras echar una visual al inferior desde la cola, abandonamos el lecho lacustre y nos orientamos hacia la Peña del Hombre echando alguna mano ya que trepamos por cualquier parte.

Ibón Alto de la Larri.

            Ganamos unos metros sobre el nivel del ibón y continuamos con una travesía suavemente ascendente para faldear las Peñas del Hombre por su ladera este.

Llega el sol a las Peñas del Hombre.

            El faldeo nos conduce al inicio de la amplia Arista Sudeste de Peña Blanca compuesta por una masa característica de mármol lechoso de la que deriva su nombre.

En la Sur de Peña Blanca.

            La roca refulge al sol de la mañana de forma espectacular y contrasta con los tonos oscuros de las rocas, también metamórficas, de los alrededores, entre los que destacan espectacularmente oscuros tanto Robiñera como la Munia al contraluz del sol de la mañana.

Collado de Añisclo.

La Munia.

            Nuestro camino nada tiene que ver con las paredes que guarda nuestra memoria de la cara sur del pico. Una suave loma que en la parte alta se inclina un poco más y se llena de materiales sueltos nos deposita en la Cima de Peña Blanca a 2908 metros de altitud. Son las diez de la mañana y corre una fría brisa que nos invita a buscar abrigo al solecillo de la mañana que todavía no calienta demasiado.

En la Cima de Peña Blanca.

Panorámica hacia Ordesa.

            Nos abrigamos y almorzamos un poco mientras contemplamos un amplio paisaje con el Circo de Troumouse encabezado por la Munia, el Cuello de Robiñera de gratos recuerdos de un altísimo campamento de altura en el 87, Robiñera casi de luto, Chinipro y la Punta de las Puertas… detrás desde el Puntal de Bachaco hasta la Suca, el Collado de Añisclo, las Olas, los Baudrimont, El Soum de Ramond, el Perdido, el Cilindro, los Astazus… y nuestro futuro inmediato.

La Norte del Perdido.

Nuestro futuro.

Robiñera.

            Al norte y a nuestro pies tenemos el Rellano de Troumouse y Aires y en el horizonte, además del Circo de Troumouse, el Gerbats, el Soum des Salettes y atrás el Macizo de Neouvielle. Hemos hecho la vía normal a Peña Blanca de Troumouse o de la Larri en un tiempo prudencial de dos horas y cuarto.

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