Cara Norte de la arista que vamos a recorrer.
Parque Faunístico de Lacuniacha, Pista Sur,
Barranco Bozalbo, Mallata Sarronal, Canal del Burro, Punta Cochaldo, Forqueta de los Palomos y
Forqueta de los Huertos.
18-06-2006.
Salida 10 h. Llegada 16 h.
Mixto.
Bastante fácil..
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de La Partacua procedente de Prames. Vía en amnarillo.
Tres semanas después de la
artroscopia me dan el alta médica y, ya que la rodilla está en garantía, lo mejor
es probarla.
El sábado 17 de Junio es la Quebrantahuesos
2006 y nosotros estamos en la primera curva debajo de Hoz. Desde allí se divisa
perfectamente toda cara norte de la
Sierra de la
Partacua. El día está tormentoso, mañana estará igual por lo
tanto hemos de hacer algo de monte no demasiado alto. Al frente tenemos Punta Cochaldo, la Forqueta de los Huertos y
la Forqueta
de los Palomos y queremos ir allí.
Rosa propone Guara por Used en
virtud del tiempo pero cuando nos levantamos al día siguiente, el cielo está
muy despejado, la poca nubosidad que hay viene del sudeste y decidimos ir para
arriba en lugar de para abajo.
Yo sé que la situación atmosférica
del momento no es demasiado significativa pero para qué voy a decir nada.
Son las nueve menos cuarto y una
hora después hemos pasado por Piedrafita, subido hasta casi la entrada de
Lacuniacha, nos hemos ido por la pista que sale de llano hacia el sur alrededor
de un kilómetro
y cuando la pista cruza el amplio Barranco Bozalbo aparcamos.
Hemos entrado a la pista a pesar de
que han puesto una señal de dirección prohibida y le preguntamos a un pastor que
llega por el camino que queremos tomar.
Nos dice que la cadena está rota y
que como la pista es llana y no se estropea pues no la cierran.
Punta Blanca, Peña Blanca y Corona del Mallo desde la Majada Sarronal.
Estamos sobre los 1400 metros de altitud
y comenzamos el ascenso en dirección
casi este a través de los escalonados prados de la Mallata de Sarronal,
siguiendo caminos de ganado fundamentalmente para atravesar los setos naturales
que los delimitan.
Por un sitio o por otro ganamos
altura y alcanzamos el puerto abierto en el rellano bajo los Paredones de la
parte este de la Partacua.
Canal del Burro entre Queba y Blanca.
Atravesamos en dirección sudeste la pradera alpina
apuntando hacia el Arco Natural de Piedrafita y dejándolo un poco a nuestra
derecha nos incorporamos a la enorme pedrera que llena el cono de deyección de la Canal del Burro.
La Norte de la Foequeta de los Palomos.
Conocemos la canal pues ya la hemos
subido en la ocasión en la que estuvimos en Punta Queba y, por tanto, no
tenemos ninguna duda.
Punta Queba o Blanca de Abajo.
La pedrera que es amplísima y casi
plana en principio, arranca sobre los 1600 metros de altitud
y poco a poco la vamos inclinando ya que la tomamos en diagonal.
Cuando se estrecha la canal que
cuenta con tres corredores paralelos, tomamos el de nuestra derecha y
aprovechamos el terreno firme en el que se alterna el praderío con el pedregal
más estable hasta que el corredor se pone tieso y lo cambiamos por un espolón
que lo separa del corredor central.
El ascenso es fuerte pero a cambio
el terreno es muy estable y se sube bien por lo que proseguimos por el mismo
hasta que se pone vertical y nos obliga a introducirnos en el corredor central
para subir por el fondo del mismo un centenar de metros y abandonarlo para
colocarnos en la inclinada y descompuesta pared bajo el Portiecho y Punta
Queba.
Sudamos de lo lindo pues la mañana
que se va arañando poco a poco, está calentita además de que nuestro ritmo ya
no es de paseo.
Vivac en la Norte de Punta Queba.
Hemos dejado atrás algunos
neverillos residuales en los fondos de los barrancos y cuando alcanzamos el
persistente nevero bajo el Portiecho, viramos al sur y comenzamos el flanqueo
bajo el casquete somital de la blanquísima Punta Queba.
El camino se arrellana con el
flanqueo y nos conduce al Collado Sudeste de Punta Queba situado sobre los 2250 metros de altitud
cuando son las doce menos veinte.
Hasta aquí hemos llegado y el tema
del día va a comenzar a partir de ahora.
Echamos un trago, fotografío unas
delicadas Miosottis alpinas y nos vamos cresta adelante en dirección
este-sudeste.
Se trata de la arista que en
descenso arranca, por decirlo de algún modo, de la Brecha de Cachibirizas y
termina sobre la morrena glaciar a la altura de Santa Elena.
Dejamos a nuestra espalda desde Peña
Blanca hasta Punta Queba pasando por Punta Blanca y tenemos por delante un
auténtico rosario de puntas que irán perdiendo altura paulatinamente al
encuentro del Río Gállego.
La arista que esperamos fácil si las
brechas no son muy importantes, tiene dos laderas completamente diferenciadas:
la norte conocida por los brutales y verticales paredones patrimonio de los
escaladores tanto de roca como de hielo y la desconocida al sur que da al puerto
de Biescas, también muy vertical y salvaje pero que cuenta con un praderío
colgado bajo la arista y que suponemos será nuestra salvación para atravesar
las brechas.
La Sudoeste de la Forqueta de los Palomos.
Con un corto ascenso por terreno
fácil alcanzamos y pasamos los tres dientes al sur de Punta Queba, el primero de los cuales es Punta Cochaldo. situada a 2232 metros de altitud. Bueno, en la
arista son dos los que nos conducen en descenso a una primera brecha fácil a la
que llegamos por praderío de asfódelos entre pinos negros. Descendemos hasta los 2175
metros . La brecha, que es amplia nos enseña los
verticales paredones de nuestro primer objetivo la Forqueta de los Palomos.
Punta Cochaldo, Queba, Blanca. Peña Blanca y la Corona del Mallo.
Hay que faldear un poco al sur por
terreno vertical pero fácil al estar cubierto de verdura escalonada, hacer un
pequeño destrepe también muy fácil y, pasada la brecha, iniciar el ascenso,
siempre por verdura hasta alcanzar la arista poco antes de la cima.
Desde el Collado Oeste de la Forqueta de los Palomos.
Son las doce pasadas cuando
alcanzamos la cima de la
Forqueta de los Palomos situada a 2213 metros de altitud
y, de momento, se van cumpliendo nuestras suposiciones ya que las brechas no
han resultado “caras.”
La Oeste de la Forqueta de los Huertos.
Hacemos algunas fotos tanto hacia atrás como hacia delante,
contemplamos el Valle de Tena desde este privilegiado mirador y nos lamentamos
de que el día no sea nada decente para el paisaje, aunque sabemos que en la
montaña días como estos y peores son muy corrientes ya que, los buenos de
verdad, son la excepción.
La inquietud nos lleva enseguida a
progresar hacia el este para ver el futuro que pasa por perder alrededor de 200 metros de desnivel
que mejor será fuera de la arista. Por tanto, iniciamos el descenso por un
medio similar al anterior pero más vertical si cabe. Nos ayudamos de las ramas
de los pinos y, ya acostumbrados al medio, progresamos con cierta comodidad y
rapidez a pesar de la verticalidad del terreno.
Enseguida alcanzamos una barrera
caliza vertical y la destrepamos por un corredor de alrededor de 30 metros muy tieso pero
muy asequible, no pasará de IIº. Luego más descenso en busca de la brecha
Otra imagen de la Forqueta de los Huertos.
La vista hacia atrás de la Forqueta de los Palomos
desde la brecha es sencillamente espectacular: la enorme mole redondeada que se
ve desde el norte es, desde aquí, una afiladísima aguja, algo casi
inimaginable.
Hemos de bajar unos pocos metros por
debajo de la misma, situada a 1990 metros de altitud, para iniciar de manera
ya cotidiana el ascenso y recuperar la arista.
Forqueta de los palomos desde la de los Huertos.
La arista es afiladísima pero no nos
ofrece otra dificultad que el vértigo especialmente debido a su cara norte.
Estamos en la Forqueta
de los Huertos a 2035
metros de altitud.
Progresamos hasta el extremo este en
el que se asientan unos pinos negros todavía verdes en medio de la mayoría que
han sido acentellados y consumidos posteriormente por el fuego, y decidimos
bajar hasta el diente siguiente en el que de nuevo se rompe la arista
considerablemente.
Sombrero del Pinarillo desde la Forqueta de los Huertos.
Unos minutos después alcanzamos el
inicio de la profundísima brecha que nos separa de del Sombrero del Pinarillo y
nos detenemos para comer en tan espléndido lugar. Aquí se inicia una brecha
vertical que bajará algo más de 200 metros y que no vamos a pasar. De aquí nos
daremos la vuelta ya que la alternativa lógica sería desender toda la arista y
buscar vía de regreso por el bosque bajo los Cuellos del Pinarillo. Pero no
sabemos que haya camino y me da un poco de repelús intentarlo con Rosa, que sí
que lo haría pero con música.
Forqueta de los Palomos y Balposata en la distancia.
Bubal desde la Forqueta de los Huertos.
Es la una menos cuarto. Comemos,
bebemos poco pues el agua está caliente y
además la queremos conservar para mezclarla con nieve de Punta Queba y
hacemos algunas fotos a pesar de que no tenemos muchas esperanzas con el día.
Este mirador se merecía algo mejor.
De vuelta faldeando dientes y pasando collados.
Media hora después nos damos la
vuelta pues sobre Telera ya lleva un rato desarrollándose nubes de tormenta.
Asfódelos en la sur de la arista.
Por una vez no vamos a volver sobre
nuestros pasos. Coincidiremos en algún momento con ellos pero nada más.
Vamos a trazar una vía directa en
suave ascenso fuera de los dientes de la arista, como procedimiento económico
de esfuerzo para llegar al collado situado al este de Punta Queba. Total, vayas
por dónde vayas el medio es similar y la pendiente es prácticamente la misma.
Nosotros tenemos costumbre de hacer nuestros propios caminos y yo recuerdo
perfectamente los pocos puntos conflictivos.
Casquete Somital Este de Punta Queba.
Así será. En cincuenta y cinco
minutos hacemos el flanqueo de toda la cara sur mientras que las nubes siguen
su desarrollo.
Peña Blanca desde el inicio de la Canal del Burro.
Sin perder mucho tiempo iniciamos el
flanqueo por el norte de Punta Queba visitando el abrigo que hay bajo la pared
somital, rellenamos la botella de agua con nieve, echamos un buen trago de agua
fresca y nos vamos Canal del Burro abajo siguiendo el mismo camino que en el
ascenso.
Bajamos
con cuidado pues las rodillas se resienten lo suyo después de la jornada que
les hemos dado. Ha querido caer alguna gota arriba y ahora cuando ya estamos
casi en la Pradera
de Sarronal se echa a llover y nos ponemos el chubasquero.
Será poca cosa, pasará en diez
minutos y enseguida se querrá colar el sol por entre las nubes.
Forqueta de los Huertos y los Palomos desde la Majada Sarronal.
Visitamos el viejo y precioso
refugio de la Mallata
de Sarronal y seguidamente reconducimos nuestro camino para bajar por el
Barranco Bozalbo aunque no exactamente por el camino de subida, aunque
finalmente lleguemos al coche justo donde lo teníamos aparcado cuando son las
cuatro de la tarde.
Hemos movido sobre los 1250 metros de desnivel
y no han sido cómodos de hacer. Mis rodillas se quejan y no sabría decir cuál
más de las dos. ¿Será que la izquierda tiene celos de la derecha?
A las cinco menos cuarto estamos en
casa con nuestra chica que está finalizando el periodo de exámenes.