Casquete Somital del Pico de los Monjes a la vuelta de la cima.
Aparcamiento
de Astún, Barranco Escalar, Ibón Escalar, Cara Sudoeste y Arista Sudeste.
Descenso al Collado de los Monjes, Antecima Oeste de Astún, Ibón de Escalar,
Ibón de Truchas y Barranco Truchas.
10-01-2014.
Salida 11
h. Llegada16
h.
Mixto.
Fácil.
Rosa
Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Astún procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Ya hacía algún tiempo que no habíamos
subido a los Monjes. Se trata de un pico al que hemos subido con relativa
frecuencia y actualmente es un pico recurso para hacerlo con esquís. No hay
demasiada nieve en esta zona central de los Pirineos pero esperamos que Astún
sea la excepción.
Cuando
pasamos por Candanchú de camino al Somport avistamos la cara sur del pico que
ofrece las clásicas calvas en zonas venteadas. Sabemos que en esas condiciones
se puede subir bien pero el problema no suele estar allí sino en la subida del Barranco Escalar.
Aparcamos
en la trasera de los edificios de la estación y sobre las once de la mañana nos
calzamos los esquís e iniciamos el ascenso por las suaves rampas de la orilla
izquierda del Barranco Escalar. Estamos a 1720 metros de altitud y brilla el
sol filtrándose entre nubes altas.
En
dirección norte superamos el primer resalte y entramos en los Llanos del Sol
comprobando que el barranco está muy justo de nieve y que la huella de los
esquís transita el estrangulamiento por la orilla derecha.
Barranco Escalar.
Llevamos
gente desperdigada por delante y disfrutando de la mañana cruzamos el barranco
por un amplio puente de nieve y nos incorporamos a la huella de la mayoría que
es fundamentalmente de raqueteros. Los esquiadores marcan poco.
La
salida del barranco antes del estrangulamiento tiene las zonas sombrías con
nieve muy dura y las vueltas marías se complican hasta que decidimos poner las
cuchillas. Liquidado en problemilla las diagonales sobre la Este del Belonseiche nos
depositan en la Cubeta Lacustre de Escalar.
Atravesando el Ibón de Escalar.
Atravesamos
por medio el ibón situado a 2080 metros de altitud y en dirección nordeste nos
elevamos por el corredor que nos debe conducir al Puerto de Jaca o Collado de
los Monjes situado 100 metros más arriba.
La
nieve en la sombra está muy dura pues las temperaturas de estos días han hecho
una costra bastante dura pero al solecillo de la mañana empieza a reblandecer y
a ponerse cómoda.
Sin
alcanzar el Collado de Astún giramos al noroeste y proseguimos el ascenso
paralelos a la arista revisando los campos de nieve que utilizaremos para
nuestro descenso. Hay una huella que transita la arista pero no sé por qué pero
nunca la utilizamos.
Van
a ser las doce y media cuando alcanzamos la antecima sudeste del pico en la que
están los que llevábamos delante. No sabemos si han hecho el pico, creemos que
no, y se van para abajo.
Nosotros
dejamos las mochilas, sacamos los piolets que no creo que sean necesarios y
tras descender la aristilla nevada que nos separa del pico alcanzamos la pared
y nos vamos para arriba.
La
arista es fácil, está mixta y los tramos de nieve tienen huellas. Con algunos
apoyos de manos más para equilibrar nuestros pasos con las botas rígidas en la
roca metamórfica muy escalonada ascendemos tranquilamente los tres cortos
resaltes que componen el casquete somital y alcanzamos la Cima del Pico de los
Monjes situado a 2346 metros de altitud. Es la una menos cuarto y disfrutamos
de tan concurrida cima en soledad.
El
cielo se ha ido nublando fundamentalmente hacia el sur y amortiguando los
efectos del sol: la visibilidad, la luminosidad y la temperatura han descendido
ligeramente. Contemplamos y fotografiamos un amplísimo paisaje circular
conocido y reconocido, advertimos una mayor innivación en la vertiente norte,
se nos hacen los dientes larguísimos contemplando las espléndidas campas
nevadas del Plaa de les Vaques y un cuarto de hora después iniciamos el
descenso en busca de los esquís.
El
descenso del casquete somital no tiene otra historia que poner cuidado en no
pisar alguna plaquilla de hielo y bajar tranquilamente hasta la antecima del pico.
Allí, y orientados al sur nos sentamos en unas piedras limpias para comer un
poco. Es la una y cuarto.
Gayuba o buxareta próxima a la Cima de los Monjes.
Media
hora después, la brisilla que entra del este nos invita a ello, nos montamos en
los esquís y nos vamos para abajo a disfrutar de la mejor nieve de la temporada
hasta el momento. Son un par de centímetros maravillosos que nos propician unos
giros absolutamente disfrutones.
La
dicha resulta muy corta, lo sabíamos, pero llegados al Collado de los Monjes
nos decimos de subirnos a la Antecima Oeste de Astún antes de marchar para
abajo.
La
pala orientada al norte brilla espléndidamente y aunque poco soleada esperamos
que nos acreciente el placer del descenso.
Llegando a la Antecima Oeste del Pico de Astún.
Tras
poner de nuevo las pieles de foca hay que remontar poco más de 100 metros cosa
que hacemos con unas amplias zetas y que nos permiten alcanzar cómodamente la
Antecima Oeste del Pico de Astún situada a 2278 metros de altitud. Son las dos
y cuarto.
En
la amplia cima, preparamos los esquís y nos vamos para abajo disfrutando de una
pala uniforme y agradable vestida de nieve dura que se baja muy bien, se trata
de un “baby” para los que paseamos por los montes con esquís y a nosotros nos
gustan esos disfrutes.
Alcanzamos
de nuevo el Collado de los Monjes y nos vamos corredor abajo pero por la
vertiente derecha del mismo en lugar del fondo ya que cuenta con nieve soleada
mucho mejor que la dureza sombría del fondo.
Hacemos
una diagonal baja sobre la Orilla Norte del Ibón de Escalar y poniendo de nuevo las focas remontamos
brevemente hasta el comienzo de la pista, para marcharnos de llano y faldear el
sur de la Arista de Astún cómodamente y fuera de la pelea incruenta que supone
ese tránsito con los esquís limpios, cosa que mi chica celebra cumplidamente.
Son
las tres de la tarde cuando llegamos al ibón de las Truchas. La nieve fuera de
pistas esta noble y deliciosa así que descendemos por fuera de las pistas
disfrutando, como pocas veces lo hacemos en Astún, hasta alcanzar el Desagüe del
Ibón de las Truchas lo más abajo posible.
Luego,
por la Pista de Salida nos llegamos a la base de la estación y al coche cuando
son las tres y cuarto pasadas, liquidando una deliciosa jornada en la que casi
sin querer hemos movido un desnivel de 800 metros que en medio de un disfrute
enorme prácticamente no hemos advertido.
¡Que lo disfruteis!