Casquete Somital de Cotiella.
Final Pista Armeña, Collado, Ibón y
Refugio de Armeña, Collado de Cotiella y Arista Sudeste.
1 y 2-5-2015,
Salida 16:30 h. Llegada 14:45 h.
Mixto.
Fácil.
Ascensión.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Cotiella procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Cotiella tenía para mí connotaciones especiales: era la Diosa
que se casa con el Dios Balaitus en mi Historia de la Bal de Tena. Pero además también era ese
macizo calizo que estaba allá en la
quinta puñeta, sin agua y sin especial atractivo, uno de los muchos picos de
este Pirineo que andan por los 2900 metros, también esa cima blanquísima casi
todo el año al norte del Turbón y, por qué no, uno de esos proyectos aparcados
desde tiempo inmemorial.
A
principios de los años noventa, cuando hicimos el Turbón nos acercamos hasta
Barbaruens. Antes habíamos estado en el Ibón de la Basa de la Mora y lo
habíamos visto pero…
En
Semana Santa del 97 estuvimos a punto de
ir. Ahora, en el largo puente de Mayo, antes de que se enfríe la cosa,
decidimos ir a propuesta de mi chica.
El
día 1 de Mayo dejamos a Biola comiendo en casa de Raquel y Paco, celebran la
Confirmación de Benja y marchamos alrededor de la una y cuarto tras pasar por
casa de mi abuela.
El
día es espléndido, el tiempo anticiclónico con posible empeoramiento un par de
días después. Se hace calor por la Guarguera recientemente asfaltada.
Llegando al Ibón de Armeña.
Las
obras entre Boltaña y Ainsa se van a hacer eternas, el Puerto de Foradada del
Toscar no se hace largo y enseguida estamos camino de Seira tras pasar por
Campo.
Una
pista asfaltada que nace en Seira y que ya conocíamos , a vuelta limpia,
estrecha ella, nos lleva a través de 8’7 kilómetros hasta Barbaruens, un
soleado pueblecito asentado a media ladera y rodeado de pinar.
A
la entrada charlamos con un pastor que nos informa. Han cambiado los números
del teléfono y por eso no nos contestaba nadie.
El pueblo está algo cambiado conforme a lo que recordábamos. Damos una vuelta y
a las cuatro y cuarto continuamos la
marcha, ahora por pista, nuestro camino monte arriba. Serán cuatro kilómetros y
media con un tramo último un tanto empinado tras el que alcanzamos el final.
Menos mal que la pista está muy bien engravada.
Aparcamos
el coche y nos echamos a andar. Estamos sobre los 1550 metros de altitud y son
las cuatro y media.
El
principio es fuerte y tiene unas imposibles huellas de vehículo. En dirección
noroeste rodeará los enormes Paredones del Barranco de Bilsé adentrándose en el
bosque de pino negro y ascendiendo finalmente, tras atravesar un par de
corredores barridos por los aludes y en los que todavía queda nieve, alcanzar
el Collado de Armeña en el que se instala la pradera alpina. Estamos a 1900
metros de altitud.
Divisamos
el recóndito Ibón de Armeña y el refugio del mismo nombre al fondo. El alargado
y reducido ibón al pie del Pico Reduno da de beber todavía a un fuerte nevero y
alrededor crece majestuoso el pino negro.
Descendemos
unos 50 metros, saludamos a una pareja que está sentada en la orilla y
atravesando prácticamente en horizontal la mullida pradera alpina salpicada de
pinos añosos y de bloques calizos, tomamos el pedregal y llegamos al Refugio de
Armeña situado a 1860 metros de altitud. Son las seis menos cuarto.
Refugio de Armeña.
Estamos
solos. El refugio es de régimen abierto con hogar, una gran mesa, bancos y 5
literas corridas con colchones; la parte de arriba es un dormitorio con
colchones corridos. Dará para unas 25 personas.
Nos
acercamos al recién nacido barranco de una surgencia próxima bajo el Pico
Llosal y echamos un buen trago de agua con gaseosa, la tarde está cálida.
A
continuación llegará las dos parejas con las que hemos charlado con los que
charlaremos agradablemente. Luego llegarán tres más. Y a media cena un grupo de
franceses. ¿A ver si nos va a pasar lo mismo que en Vivac del Cristo delle
Vette?
Calentamos
la cena con butano prestado ya que lo que olía en el coche no era gasolina sino
butano y a las diez decidimos empiltrarnos, la gente de cháchara está de cine.
Abrimos
un poco una de las ventanas y pasamos una noche deliciosa apareciendo al 2 de
Mayo sobre las seis y media de la mañana.
Desayunamos,
hacemos las mochilas y a las siete y diez empezamos la marcha por el canchal en
dirección oeste. El tema, parece ser, que no tiene pérdida pues ayer vimos el
pico. Hoy tenemos nieblas pero nos vamos en busca del collado que se adivina.
Mobisón Gran y Ereta de las Brujas.
El
ritmo es decente sin más y pronto alcanzamos los primeros neveros con una nieve
estupenda pues no ha debido casi de helar.
Subimos
cerca de los Paredones de la Cresta de Armeña. Los paredones se ponen tiesos
cuando nos aproximamos a la Piedra Blanca. Llevamos una hora de marcha y nos
reunimos: estamos entre las nieblas.
Continuamos
subiendo neveros que nos aproximan a paredes que conducen a la cresta y
entonces, ¡oh maravilla! Los que ya habían estado en el pico se dan cuenta de
que no es por allí, que nos hemos ido hacia el oeste y deberíamos haber ido más
al sur, que este debe ser el Collado de las Brujas y no el de Cotiella. Poco
tranquilos que no subíamos nosotros. Como no decían nada…
Calculo,
porque las nieblas no nos permiten determinar con exactitud, que debemos
encontrarnos frente a la Brecha de las Brujas y sobre los 2650 metros de
altitud y lo que viene a continuación debe ser algo así como un par de horas de
faldeo horizontal por empinados neveros en dirección sur y al encuentro de la
ruta que nos conduzca al Collado de Cotiella, si las nieblas nos lo permiten.
Poco
después paramos a almorzar sobre las rocas limpias de un contrafuerte.
En
un claro momentáneo de las nieblas vemos lo que creen reconocer como el
corredor de acceso al Collado de Cotiella y harto ya de no ir a ninguna parte
sigo abriendo huella de frente para arriba, sobre una empinada pala nevada que
se corona rocosa.
La
pala tendrá sobre los 45º en su parte superior y las afloraciones rocosas bajo
el collado son de una caliza absolutamente descompuesta.
Son
las diez y media cuando alcanzamos el Collado de Cotiella situado a 2670 metros
de altitud. Hemos salido en dirección oeste, hemos faldeado girando algo más de
90º al sur y de nuevo hemos girado otros
90º al norte para recuperar la trayectoria.
Las
nieblas nos dejan ver la antecima nevada y la cima más elevada que tiene un
acceso rocoso.
Barranco de Bilsé.
No
daremos el faldeo al oeste sino que nos iremos en dirección norte directos al
corredor central que desde aquí parece el más accesible.
La
cima está ya aquí mismo pero quedan 250 metros de desnivel que salvaremos
faldeando por la cara oeste en dirección norte hasta alcanzar la arista
sur en la base del casquete somital.
Son
100 metros largos, de una trepada fácil y por terreno descompuesto los que nos
conducen a la Cima del Pico Cotiella con sus 2912 metros de altitud y un metro
más pues la nieve cubre completamente el vértice geodésico. Son las once y
diez.
Las
nieblas cubren el fondo de los valles y únicamente emergen de las mismas los
macizos más elevados entre los que
reconocemos al Turbón, Maladeta, Posets, Machimala, Troumousse y Ordesa.
Nosotros
habíamos venido con el objeto fundamental de reconocer esta zona pero nos ha
salido rana. Lo mismo nos sucedió el día
del Turbón. ¿Será este nuestro signo en la zona?
Llegan
un poco después casi todos los demás. Hacemos algunas fotos, echamos un
traguillo de agua y enseguida nos volvemos para abajo. Nos ha costado más de lo
previsto y tenemos cosas programadas para la tarde.
Salimos
para abajo a las once y media cuando de nuevo suben las nieblas.
El
primer corredor lo hacemos con cuidado por las piedras que van tirando los de
arriba. Los esperamos en el collado e iniciamos el descenso de la parte rocosa
del corredor nevado. En un momento alcanzamos la nieve y esquiando el nevero nos bajamos la pala de
una tacada en un visto y no visto.
Nos
reunimos más abajo, hacemos alguna foto entre nieblas y nos vamos directos
hacia el refugio salvando las dolinas características que tendríamos que haber
atravesado a la subida si hubiéramos ido directos.
Al
llegar a las pedreras nos quitamos las polainas para que se vayan secando y a
la una llegamos al refugio.
Mientras
Rosa va a por agua yo enmochilo todo, nos hacemos un isostar y nos vamos para
abajo, ya comeremos en el coche.
De vuelta en el Ibón de Armeña desde su orilla norte.
Nos
despedimos en la terraza del refugio. Unos van a bajar y otros se quedan.
Parece ser que el cambio de tiempo que anunciaban está llegando y no quieren
cambiar de valle sin el tiempo seguro.
A
la una y media salimos hacia el Ibón de Armeña, remontamos hasta el collado sin
detenernos y de allí para abajo al bosque, a pasar los restos de aludes de los
corredores del camino y a recoger las cervezas que hemos dejado en la nieve y
enseguida alcanzamos el coche que está a la sombra. Llegamos a las tres menos
cuarto.
En
el coche cerveza con aceitunas, ensalada variada que es lo que más apetece,
bonito, solamente nos falta el café ya que estamos sin butano.
Son
las cuatro menos cuarto cuando emprendemos el descenso de la pista hasta el
cartel cruzándonos antes con otra pista que baja hasta casi el cauce del
Barranco de Bilsé y a las bordas de la orilla izquierda del mismo.
Luego
más pista hasta Barbaruens y continuación hacia Chía mientras va cargando la
modorra hasta que alcanzado el ensanche en el que comiéramos con la caravana la
primera vez que subimos a Benasque nos detenemos para echar una
"cabezana."
Después,
entre pasar por Barbastro o volver por Ainsa directamente, decidimos lo último
parando en Ainsa a echar un café con buen cañazo incluido. A las siete estamos
en casa.
Cotiella
ha resultado más corto de lo esperado. No han sido más que 1500 metros de
desnivel y no excesivamente largos. Lo peor han sido las nieblas que además de
gastarnos una faena nos han hecho una jugarreta.
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