La Sur de Mobisón Gran o Entremont desde las Loseras.
Collado de Santa Isabel, Barranco de la
Espuena, Rellano de Entremón y Cara Sudoeste.
17-07-2006.
Salida 06 h. Llegada 09 h.
Sol.
Fácil.
Ascensión en travesía.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Mobisón Gran procedente de Prames. Vía en amarillo.
A Cotiella habíamos ido allá en la Primavera del 97.
Subimos por Barbaruéns y me tocó tirar del grupo que se montó para faldear en
la nieve toda la cara sur del pico y subir la pared para luego, en la
cima, nieblas y poco más. Nos quedamos
con las ganas de ver.
Antes y después nos acercamos a la Basa de la Mora , la Peña de las Doce y la de las
Once y hace tres años a Punta Llerga y Punta Palomera y, en ese momento, nos proponemos volver a
Cotiella pero por la Ereta
de las Brujas.
Es domingo 16 de Julio de 2006, Rosa
tiene fiesta larga y tras desechar la zona del Portillón por las constantes
tormentas de evolución que no nos abandonan en esta mitad de mes, vamos a ver
si podemos aprovechar un poco el tiempo: la zona de Cotiella nos espera.
A las dos nos metemos en el coche,
pasamos la Guarguera
como es nuestra costumbre y en Ainsa nos vamos al norte hasta la entrada del
Valle de Gistain. Unos kilómetros más arriba tomamos el desvío a Sarabillo.
El pueblo está que se sale. Bueno,
mejor así, aunque poco se parece al delicioso pueblo que conocimos en su día,
pero le ha pasado lo mismo a tantos...
Hemos venido tranquilamente pues
sabemos que en poco más de dos horas habremos llegado al Collado de Santa
Isabel. Ahora nos quedan 7
kilómetros de pista que suele estar en muy buenas
condiciones.
Dejamos a nuestra derecha en desvío
hacia San Miguel tras 2
kilómetros de pista y 1 kilómetro más arriba
dejamos la pista principal que va hacia el Refugio de Labasar y nos vamos a la
derecha para tras recorrer 4
kilómetros más llegar al Collado de Santa Isabel.
Refugio del Collado de Santa Isabel. 16-7-06.
Son las cuatro y cuarto. El refugio
está vacío y en buenas condiciones.
Descargamos las mochilas, me calzo y diez minutos después, Rosa se
queda allí, me monto en el coche y me
voy pista abajo.
La estrategia es simple y resuelve
el problema capital para realizar la actividad: la recuperación del coche pues
de Labasar a Santa Isabel hay 14 kilómetros de pista y fuera de la misma
pocas posibilidades. Para hacerlo los dos y con peso en las espaldas, mejor lo
hace uno solo y sin carga.
Se me van 50 minutos con la pista
pero a las cinco y cuarto llego al Refugio de Labasar.
Charlo un rato con un abuelo que
está allí y me confirma el tema de las tormentas: “Todas las tardes hace lo
mismo”.
Luego, una pareja de estudiantes de
Biológicas me pregunta por lugares con pedreras de grandes proporciones para
estudiar roedores y como deben transportar las trampas y controlarlas todos los
días, les digo que lo suyo es el Granito y para ello Benasque les puede ir de
maravilla: carretera en medio de enormes pedreras de granito.
Se me va con las chicas un buen rato
pues están algo pegadas y me despiden agradecidas. Seguidamente aparco a la
sombra de un pino negro y a las seis menos cuarto comienzo el camino de vuelta.
Llevo una bolsa con una camisa, la
capa, un botellín de agua y el móvil. Yo voy con botas, bañador y camiseta y
está comenzando a gotear.
Tomo el camino que baja a Plan en
lugar de la pista y medio trotando me voy para abajo con intención de alcanzar
los abrevaderos de la pista, último lugar en el que se cruza con el camino.
Llueve y me pongo la capa de agua.
Bajo a trotes y enseguida alcanzo los abrevaderos con lo que salvo el riesgo de
pasarme de largo para abajo y perder algo más de lo ganado pues hay 5 kilómetros de pista
hasta aquí.
En la zona está el Pino de Simón
pero el momento no está para pinos por importantes que sean. Ahora tocan otros 5 kilómetros de pista
en suave descenso que me tienen que
llevar al desvío a Santa Isabel y la voy a hacer a trotes intermitentes
controlando pues no he corrido desde la artroscopia de la rodilla.
Creo que voy bien y no se me hace
demasiado largo alcanzar la pista en este punto. Luego, enseguida tomo el
camino que asciende directo al collado en dos tramos con un cruce con la pista.
Subo andando a buen ritmo y a las siete y media llego al refugio. He liquidado 14 kilómetros con 720 metros de bajada y 342 metros de subida en
hora y tres cuartos.
La camiseta está muy húmeda por el
sudor aunque no me he mojado en absoluto. Por tanto, encendiendo el fuego con
bojes secos que ha recogido Rosa entre tanto y así la secaré y me secaré
enseguida.
Deja de llover, nos tomamos una
cerveza, preparamos la cena y cenamos tranquilamente. Es lo mejor que podemos
hacer.
Gradiello y Lacués desde Santa Isabel. 16-7-06.
Montañesa desde Santa Isabel. 16-7-06.
Luego hacemos alguna fotografía pues
la tormenta ya ha paso por hoy y a las nueve y media nos empiltramos: hemos
hecho nuestra cama sobre el catre de madera en el que hemos puesto la manta
aluminizada, las esterillas y los sacos.
La este de Mobisón Gran desde santa Isabel 16-7-06.
La Este de Punta Palomera desde Santa Isabel.
La noche va a ser cómoda y cálida.
Rosa toserá un poco pero no demasiado. Es un indescriptible placer el que se
siente cuando pasas la noche en un pequeño refugio solo para nosotros. ¡Cuántas
noches hemos disfrutado de este placer! Es una
de las maravillas de la montaña.
A las seis de la mañana mi despertador
nos introduce en el 17 de Julio. La jornada puede ser larga y hemos de evitar
las tormentas de la tarde. Así que recogemos, desayunamos, enmochilamos y a las
seis y media nos ponemos en camino a 1528 metros de altitud.
Una pista muy poco transitada se
orienta en suave ascenso y en dirección norte a través del pinar mezcla de
silvestre y de negro. La mañana es espléndida y entramos en calor enseguida.
Corredor Oeste de Punta Calva desde el final de la Pista de Santa Isabel.
La pista termina en unas deliciosas
praderillas escalonadas entre bojes, recorridas por un camino que se orienta
fundamentalmente hacia el este y se introduce en la enorme pedrera del Barranco
de la Espuena
para cruzarlo enseguida y proseguir en consistente ascenso por su ladera
derecha, trazando firmes lazadas en la ladera oeste de Punta Calba.
Subimos a la sombra que nos
propician entre Calba y Mobisón e
iniciamos el flanqueo por la cara oeste de estos dos picos sobre la cabecera
del pedregoso barranco.
Ha sido la manera de superar los
enormes paredones que cierran el paso directo desde el refugio al Entremón.
La Oeste de Mobisón Gran.
Transitando bajo los paredones de la
cara oeste del Mobisón pasamos junto a un abrevadero en el que podríamos haber
recogido agua pero estamos en Cotiella y llevamos la necesaria sin contar con
posibles aunque difíciles aportaciones extras.
Puntas Palomera y atrás Llerga desde el Entemón.
En pleno rellano del Entremón y
sobre los 2300 metros
de altitud cuando ya llevamos un rato en dirección sur, dejamos las mochilas y
tomando dirección nordeste cruzamos la pradera alpina en suave ascenso e
iniciamos la subida de la cara sudoeste. Se trata de una pedrera inclinada que
se remata con una pared no demasiado erguida que se puede pasar por cualquier
parte siempre a salvo de las pedrizas sueltas.
En la Cima de Mobisón Gran con Cotiella de fondo que es el tajo que nos espera.
Subimos a buen ritmo sin carga y en
media hora alcanzamos la alargada y casi plana cima del Mobisón Grande a 2593 metros de altitud.
Son las nueve de la mañana.
Mobisón Chico desde el Gran.
Hago alguna foto, me asomo a la
parte noroeste para comprobar el acceso desde Punta Calba que parece fácil y
tras contemplar un paisaje teñido de neblinas que a lo lejos lo hacen
indefinible y todavía más unido al contraluz de la parte este, nos vamos para
abajo tras comprobar que la arista este se corta con un tremendo paredón
calizo.
El descenso es rápido y a las nueve
y media alcanzamos las mochilas y almorzamos al sol de la mañana.
Para ver más fotos.
También puedes ver la Continuación.
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