Desde la Sur de Reespumoso camino de Musales.
Vivac bajo el Ibón de Llena de
Cantal, orilla sur del Ibón de Reespumoso, Collado de Musales y Arista Este.
Descenso al Collado de Musales, Ibonciecho y Puente de la Faxa en La Sarra.
01-07-2010.
Salida 12 h. Llegada 16 h.
Sol.
Muy fácil.
Ascensión.
Mapa de Musales procedente de Prames. Vía en amarillo.
Arreglo
la mochila sentado junto al vivac, echo un trago de agua fresca que acabo de
coger en el barranco y como unos frutos secos a la vez que me descanso un poco.
Hace un sol de justicia en este primero de Julio de 2010 y el calor cansa lo
suyo por lo que me lo tomo con calma.
Ultima mirada al Pico llena de Cantal.
Son
las doce de la mañana cuando me cuelgo la mochila a la espalda, abandono mi vivac debajo del Ibón de Llena de cantal y sigo para
abajo acercándome al Barranco de Llena de Cantal para atravesarlo por el puente
de nieve y proseguir por la orilla izquierda del mismo.
Poco
después alcanzo el camino que rodea el Ibón de Reespumoso por su orilla
izquierda, he bajado en dirección noroeste y ahora llanearé en dirección oeste
por un camino que está lleno de agua: hay infinidad de barranquillos y
escorrentías que vierten agua por doquier y los neveros residuales que todavía
cortan el camino son pura agua.
Superado
un punto bajo situado alrededor de los 2120 metros de altitud
el camino que es GR, con algunas indecisiones avanza en su rodeo al Ibón de
Reespomuso hasta que, rebasado el Refugio de Piedrafita de la otra orilla,
prosigue en busca de la pared de la presa cuando lo abandono incorporándome a
la ladera norte de la
Divisoria de Musales.
Reespumoso con Refugio de Piredrafita y Crestas del Diablo..
Algunas
trazas de caminillos se confirmarán enseguida y ya único se aproximará en suave
ascenso y en dirección este al barranquillo que baja de la zona del Collado de
Musales.
Circo de Piedrafita desde la Norte de Musales.
Con
paciencia voy ascendiendo el primer resalte vestido de pradera alpina hasta un
pequeño rellano en el que el camino se sumerge en los neveros residuales que
son muy importantes todavía. Consecuentemente prosigo en ascenso por libre y
hacia el sudoeste un terreno variado, con una ruta dictada por la ausencia de
neveros.
Bajo el Collado de Musales.
Superado
un segundo resalte alcanzo un amplísimo rellano ligeramente por debajo de los 2400 metros de altitud
asentado al norte del Collado de Musales.
Atravieso
la cuenca en dirección sudoeste y en suave ascenso me aproximo a la pared
ligeramente al este del collado, un espolón rocoso baja mucho y ascendiendo
unos metros por el nevero que se empina consistentemente me introduzco en la
pared.
La
pared, metamórfica, descompuesta y bastante erguida además de escalonada
permite ascenderla un poco por cualquier parte siempre con contínuos apoyos de
manos. No me molesto demasiado en elegir camino y terminaré trazando una
diagonal de este a oeste siguiendo aproximadamente el trazado de la vieja línea
eléctrica de la que todavía queda algún poste.
La
travesía me deposita en el Collado de Musales que algunos llaman de Ibonciecho
situado a 2569 metros
de altitud. Se trata de un collado inconfundible a pesar de los semiderruidos
restos del teleférico instalado en la época de las obras en las que se
represaron los ibones de la zona.
La Este de Musales.
Dejo
la mochila y tomando la arista en dirección oeste me subo siguiendo un tenue
caminillo a la vez que recupero el aliento; ya es sabido que todo lo que no te
mata te hace más fuerte.
Arriel.
Pallas.
La
arista, metamórfica, descompuesta y con reducidos asentamientos de pratenses,
no es más que un corto paseo para alcanzar la cima del Pico Musales situado a 2654 metros de altitud.
Son las dos menos cuarto.
Garmo Carnicero.
La Norte de Musales.
Collado de Musales desde la Cima de Musales.
Recorro
la alargada cima en dirección norte hasta que se aproxima al collado de
separación con el Garmo Pipos y el Garmo Carnicero, hago algunas fotos, me
vuelvo a la cima y seguidamente desciendo la arista este del pico al encuentro
de la mochila.
La Divisoria de Musales.
Van
a ser las dos de la tarde cuando tomo el camino que desciende la pared hacia el
sur a base de sucesivas lazadas. Se trata del viejo camino que utilizaban
algunos trabajadores entre el final de la Pista de Ibonciecho y el Ibón de Reespumoso.
El Sur de Musales.
Detrás
del resalte superior viene otro también vestido de pedreras metamórficas que
terminan sumergiéndose en las verdísimas e irisadas aguas del
Ibonciecho. Son las dos y cuarto cuando alcanzo la orilla del Ibonciecho
a 2240 metros
de altitud y me siento tanto a comer como a descansar.
Tebarray, Infiernos, Garmo negro y Argualas.
La
imagen de los Infiernos, el Garmo Negro y las Argualas, combinado con la
delicadeza del ibón no tiene precio.
Hacia Ibonciecho.
Vertiente Sur del Collado de Musales.
Ibonciecho.
Un
cuarto de hora después atravieso el cerrojo por la derecha orográfica del
desagüe y siguiendo el camino desciendo el resalte que al final se hace herboso
y que me permite alcanzar el Refugio de Ibonciecho desastrosamente “cochineado”
por fuera. Está cerrado y en las inmediaciones del mismo un reducido rebaño de
vacas sestea en las inmediaciones de un enorme panel metálico, primo hermano
del Espantallo de Cancias.
Silene acaulis.
Desde debajo del Refugio de Ibonciecho.
Hasta
allí llega la pista pero yo la voy a emplear unos cortos tramos puesto que
prefiero tomar el viejo camino que atraviesa el bosque cruzándose repetidamente
con la pista. Me permitirá localizar unos boletos amarillos que estarán
deliciosos.
Foratata desde la Pista de Ibonciecho.
Paredones de la Oeste de Puy Arcol.
Se
agradece la sombra de los pinos silvestres y del variado arbolado de hoja
caduca: fresnos y servales fundamentalmente, crecidos en la orilla sudeste del
tramo inferior de la pista que proporciona una agradable sombra, y tras
fotografiar unas hermosísimas coronas de rey florecidas sobre una placa de roca
llego a la Presa
de Lasarra.
Saxifraga longifolia o corona de rey.
Son
las cuatro de la tarde, dejo la mochila y me marcho carretera adelante en busca
del coche que dejé ayer en el Puente de la Faxa.
Me costará un imperio, casi un cuarto de hora, llegar al
mismo.
Junto
al puente me pego un chapuzón rápido para quitarme el calor y me cambio de ropa
poniendo fin a una actividad en la que en veinticuatro horas he movido 2250 metros de
desnivel. Luego ya más relajado recupero la mochila y carretera para abajo a
Sallent y otro día más.
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