En la Este del Garmo Pipós.
03-06-2015.
Salida 07:30 h. Llegada 14:30 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa del Garmo Pipos procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Es
sabido que una primera visita a un lugar solamente supone una aproximación al
conocimiento del mismo. El pasado año subimos al Garmo Carnicero con intención
de solucionar definitivamente alguna de las cuestiones que se nos plantearan en
su día desde Musales, pero fuera de conocer el acceso al pico, esa compleja
cima nos dejo la inquietud por el conocimiento de sus secretos. Iríamos al Garmo
Pipós para conocer más.
Reflejos de la mañana en la Sarra.
Madrugamos
un poco pues son las siete y media de la mañana cuando aparcamos en la Presa de
la Sarra a 1450 metros de altitud. Es 3 de Junio de 2015 y han anunciado nubes
de evolución y alguna tormenta local para el comienzo de la tarde.
Haremos
circular por la Forqueta de Ibonciecho, mal conocida como Collado de Musales ya
que el Collado de Musales se encuentra entre el Pico Musales y el Garmo Pipós
que es nuestro objetivo principal de hoy.
Sabemos
que es un pico poco visitado y con menos información al respecto del mismo ya
que queda a la sombra de las cimas prestigiosas del Circo de Piedrafita e
incluso de su vecino Musales, quizás por eso es uno de los nuestros.
Restos de alud en Balzaroleta.
Preferimos
la vuelta larga para el ascenso y por ello hemos de bordear el Embalse de la
Sarra hasta alcanzar el Puente de las
Faxas y tomar el camino que transita por
la Orilla Derecha del Aguas Limpias con destino a Reespumoso o Arriel. La
mañana está buena para caminar.
El
barranco de Balzaroleta está lleno de madera que depositó este invierno algún
alud. No es que haya nevado demasiado pero el tiempo cálido después de las
potentes nevadas no permitió que la nieve se adhiriera a las laderas y
marcharon de viaje arreando por delante con casi todo.
Tres
cuartos de lo mismo ha sucedido en el Barranco de Soba en el que los montañeros
han tenido que habilitar una alternativa al camino abundantemente cubierto de
hayas y pinos caídos.
Paso del Oso.
En
alrededor de una hora alcanzamos el Paso del “Onso,” Oso y el Llano Cheto para encontrarnos el Barranco de Arriel que ha
rellenado de escombros el cauce y enterrado, una vez más, el puente. La Cascada
del Paso del Pino baja suntuosa.
Muguete o convallaria majalis en Llano Cheto.
Contemplando
el corte de pelo que la nieve le ha pegado a las viejas hayas del Paso a Arriel
nos llegamos al Paso del Pino y
proseguimos la travesía de las Laderas de Frondiellas en dirección este.
Cascada del Paso del Pino y perfil del Garmo Pipós.
Enseguida
se comienza a recortar en el horizonte y sobre la orilla izquierda del barranco
la aguja somital del pico al que nos dirigimos así como su alomada arista este.
Subimos
con el sol en la cara y con agua en los
pies pues está avanzada la fusión de los últimos neveros de Frondiellas que
corren por el camino y sin prisa pero sin pausa nos acercamos a Reespumoso.
Garmo Pipós desde el Aguas Limpias.
Decidimos
subir por el camino viejo y acercándonos a la base de la presa nos chuparemos
las 188 escaleras que nos depositan en la Ermita de la Virgen de las Nieves.
Ermita de la Viergen de las Nieves y Garmo Pipós.
Son
las nueve y media, estamos a 2100 metros de altitud y atravesamos sobre la
Presa del Ibón de Reespumoso para proseguir camino por la orilla izquierda del
mismo.
Reespumoso.
Atajamos
alguna lazada y enseguida, tras atravesar un par de neveros residuales, abandonamos el camino para proseguir el ascenso en dirección sur.
Unos tramos entre afloraciones de granito y asentamientos de rododendros nos
colacan en un corredor herboso que orientado un tanto al oeste nos quiere
conducir a la Arista Este del Garmo Pipós.
Utilizamos
el corredor para ganar altura y con el mismo entramos en un amplísimo rellano:
es la Majada de Musales situada sobre
los 2350 metros de altitud conformada por una serie dispersa de lomos y
depresiones en las que todavía se asienta la nieve residual de la temporada.
Majada de Musales y Garmo Pipós.
En
unas afloraciones rocosas nos sentamos a echar un bocado y a contemplar el
circo que nos rodea conformado por Sancha Collons, Musales y Pipós.
La
orientación es evidente ya que por una parte la arista este del pico muere en
Reespumoso y por otra, el Collado de Musales situado al oeste del pico, que
tiene un fácil acceso, pero el arranque de la arista presenta unas potentes
lajas que no hay que tomar.
Media
hora después atravesamos el rellano para introducirnos en un espolón orientado
al sur y que ofrece un amable acceso en busca de la parte más oriental de la
arista, a la vez que nos evita atravesar un alargado e inclinado nevero que se
llega prácticamente a la arista y que corta la trayectoria directa al pico.
Casquete Somital Este del Garmo Pipós.
Subimos
por escalones herbosos hasta que alcanzamos la pedrera granítica superior que
muy asentada nos permite alcanzar la Arista Este del Garmo Pipós.
Desde
la arista confirmamos la impresión que teníamos: se puede acceder directamente
desde el Aguas Limpias a esta zona plana de la arista este sin ningún problema
pues se trata de una erguida ladera uniforme en una zona sin resaltes.
Forqueta de Ibonciecho. Hacia allí iremos.
Desde
aquí contemplamos al sur nuestra futura travesía de vuelta a la Forqueta de
Ibonciecho y la arista que vamos a transitar en dirección oeste a continuación.
La
arista es plana y amable conformada de materiales graníticos bastante estables y
que ofrece faldeos al sur en los puntos donde se afila de cuando en cuando.
Cima del Garmo Pipós con Frondiellas y Crestas del Diablo.
Pasadas
dos pequeñas protuberancias se afronta el ascenso de un corto casquete somital, por cualquier parte,
que nos deposita en la Cima del Garmo Pipós situada a 2579 metros de altitud
cuando son las once y media de la mañana y las nubes de evolución están
creciendo paulatinamente.
Arriel desde Garmo Pipós.
Hacemos
fotos de unos alrededores un tanto asediados por la nubosidad. Comprobamos las
dificultades que presenta su cara norte así como la facilidad de toda su cara
sur, la orientada al más al este presenta paredes que se alargan hasta el
Collado de Musales y recordamos nuestra vía de acceso al Garmo Carnicero con
una perspectiva preeminente.
Crestas del Diablo y Cristales desde el Garmo Pipós.
A
nuestros pies tenemos el Circo de Piedrafita con piel adalmatada y un horizonte
muy azul con Frandiella Occidental, Cambales, Aragón, Faxas, Campo Plano, Llena
de cantal, Tebarray, Forqueta, Sancha Collons, Musales y Garmo Carnicero. Más
atrás Pallas, Arrieles, Ip y Escarra.
Garmo Carnicero desde el Garmo Pipós.
Un
cuarto de hora después iniciamos el descenso en dirección sudoeste a través de
la zona amable de la pared con el objetivo de alcanzar la parte media de las
laderas del circo. Bajamos entre las lenguas de nieve más altas hasta que un
poco por debajo de los 1400 metros nos introducimos en la nieve para realizar
una travesía prácticamente horizontal
primero hacia el oeste para pasar bajo el Collado de Musales y luego al sur de Musales en busca de la
Forqueta de Ibonciecho.
Faldeo de la Nordeste de Musales.
La
nieve está blanda y nos permite una huella cómoda para la travesía que nos
deposita, un rato después en la Forqueta de Ibonciecho tras emplear un poco las
manos ya en medio metamórfico para acceder directamente a la parte oeste del
collado fuera de la vía normal que, por cierto, guarda nieve hasta muy arriba.
La Mayor parte de la travesía desde la Forqueta de Ibonciecho.
A
mis chicos no se les ocurre otra cosa que subir a Musales. Estamos a 2569
metros de altitud y no habrá más que un centenar de metros de desnivel que
recorreremos por caminillo transitado por la arista en dirección oeste.
Arista este de Musales.
No
llegará a diez minutos lo que nos cuesta alcanzar la Cima de Musales situada a
2653 metros de altitud cuando son las doce y media. Y puestos aquí marchamos
hacia el norte, en suave descenso para acercarnos al Collado de Musales.
Garmo Pipós desde Musales, detrás Pallas y Frondiellas.
Nunca
había pasado de la cima y merece la pena puesto que me permite ver el acceso por la vertiente oeste al
Collado de Musales que es una rampa transitable
con lo que es posible una circular por este collado. También localizo
perfectamente un corredor que arranca a una veintena de metros del Collado de
Musales en su vertiente oeste y que faldea por encima de las lajas metamórficas
que defienden el collado permitiendo una
fácil vía de acceso a Garmo Pipós.
Sancha Collons desde Musales.
Volvemos
a la cima desandando la arista para bajar seguidamente a la Forqueta de
Ibonciecho, recoger las mochilas y continuar descenso por la vertiente sur. Va
a ser la una del mediodía.
Vertiente Sur de la Forqueta de Ibonciecho.
La
nubosidad sigue creciendo y oscureciéndose por lo que no vamos a perder
demasiado tiempo con el camino pues nos dedicamos a atajar las sucesivas
vueltas de la senda en una ladera inclinada pero transitable que nos deposita
enseguida en la cuenca en la que se asienta el Ibonciecho.
Ibonciecho.
El
descenso resulta rápido y abandonamos la cubeta del ibón por el camino que
enseguida nos deposita en el Refugio de Ibonciecho al que llega la pista.
Unos
metros más abajo y junto al barranco paramos a comer cuando es la una y media
pasadas.
Otro detalle de Ibonciecho con la Partacua al fondo.
No
estaremos demasiado tiempo pues enseguida reanudamos descenso para hacer un
tramo de pista que es obligado y acceder a la Majada Cambillón ya atajando la
última gran lazada al este de la misma.
Luego,
ya por camino atravesamos la pista en repetidas ocasiones alcanzando el
pinar por el que seguiremos atajando la
pista hasta llegar a la Presa de la Sarra. Quiere caer alguna gota.
Son
las dos y media pasadas cuando liquidamos con ganas los alrededor de 1400
metros de desnivel de la circular del día en la que hemos aclarado algunas
dudas y desconocimientos acerca de la divisoria de Sallent con Piedrafita, pero
no hay problema pues nos queda casi todo un universo montañero por conocer.
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