Segunda Pasarela en el Parrizal de Beceite.
Beceite,
Carretera al Parizal, Aparcamiento Alto, La Fonollosa, Cueva de la Dona,
Pasarelas y Estrechos del Parrisal de Beceite.
05-09-2016.
Desnivel acumulado 200 m.
Tiempo efectivo de marcha 03:15 h.
Distancia recorrida 16000 m.
Sol.
Muy fácil.
La actividad se
puede realizar en cualquier época del año bien caminando o recorriendo la pista
en coche. Unicamente se aconseja evitar los días de hielo.
Agua en el
Aparcamiento Alto, en el río de allí para arriba según costumbre y en la
surgencia de la orilla derecha del camino.
Rosa Mª.
Martínez y Mariano Javierre.
Mapa del Parrizal de Beceite procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Teruel
nos queda lejos e ir por ir, de propio, pues como que no; pero a veces surgen
oportunidades más o menos propicias que nos invitan. Queremos ir a Salou y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid…iremos a
conocer el tan traído y llevado Parrizal de Beceite.
Tenemos
alguna información al respecto y sin más, el 5 de Septiembre de 2016 nos vamos
de viaje. Son las nueve y cuarto de la mañana cuando aparcamos junto al
acueducto de la salida de Beceite sobre los 600 metros de altitud. Previamente
hemos tenido que llegar a Valderrobres vía Zaragoza y Alcaníz y atravesar todo
el pueblo de punta a punta guiados por los carteles del Parrizal.
Ha
hecho una noche de infierno, y la mañana está ya caliginosa cuando nos ponemos
en camino carretera adelante y en dirección sur. Creíamos que se trataba de una
pista pero la han debido de asfaltar: no hay duda en que ese va a ser nuestro
camino cosa que se confirma de inmediato con la presencia, nada más comenzar a
caminar, de la Piscina Natural del Asut que hay practicada en el Lecho del Río
Matarraña.
Piscina natural del Asut en Beceite.
Tenemos
por delante alrededor de 7 kilómetros que recorreremos por la carretera que
discurre junto al cauce del río por su orilla derecha.
De
llano o en suave ascenso atravesamos las zonas de huerta próximas al pueblo
hasta que en una revuelta encontramos un camino que conduce a las
Fortificaciones Militares de Cabrera, a las que no subiremos pues tenemos toda
la actividad por delante y nunca se sabe.
Pozas de aguas cristalinas en el Matarraña
Proseguimos
pista adelante contemplando el barranco y algunas pozas que aparecen en el
mismo entre zonas de calizas muy desgastadas por el curso de agua hasta que
alcanzamos el aparcamiento intermedio en el que controlan a los escasos coches
que están subiendo.
Se
alternan tramos asfaltados con otros encementados y algunos donde el asfalto ha
desaparecido prácticamente mientras observamos viejas conducciones de regadío
para las huertas adjuntas al río hasta que un rato después alcanzamos el
aparcamiento final en un rellano amplio y plano.
Comienzo de la pista sin circulación.
A
partir de aquí proseguimos por una pista siempre en la orilla derecha del río y
cerrada a la circulación de vehículos para desviarnos unos metros, cruzar el
río y visitar las Pinturas Rupestres de la Fonellosa en una pared orientada al
norte.
Pinturas Rupestres de la Fenellosa.
Cruzamos
bajo un túnel excavado en la roca y enseguida alcanzamos el emplazamiento de la
Cueva de la Dona.
Delante de la Cueva de la Dona.
Si
se quiere visitar hay que ascender por una canal caliza, reseca y terrosa
alrededor de una veintena de metros que nos coloca en la grieta de entrada a
una pequeña cavidad de media docena de metros de fondo.
De
vuelta a la pista, enseguida se alcanza el Pla de la Mina y la pista se
convierte en un camino que marcha río adelante.
Habremos ascendido alrededor de 100 metros hasta ahora en
aproximadamente hora y media de camino con frecuentes paradas.
Primera Pasarela en el Parrizal de Beceite.
Hoy
baja muy poco caudal y se puede transitar un poco por cualquier parte, por uno
u otro lado o por el mismo cauce sin mojarse las zapatillas salvo cuando el agua
se embalsa en sucesivas pozas con orillas rocosas intransitables y cuya
superación se realiza mediante un par de pasarelas de troncos a nivel del agua
y cuatro pasarelas de madera elevadas y
acompañadas de sirga pasamanos.
A tramos por el Cauce del Matarraña.
Más pasarelas río arriba.
Una
última pasarela a modo de puente tibetano permite remontar un caos de bloques
anunciándonos el aumento de pendiente del río en un lugar en el que el caudal
baja filtrado.
Tramo de bloques en el Parrizal de Beceite.
Gradas en el Parrizal de Beceite.
Luego
unos tramos entre grandes bloques nos
permiten contemplar el desarrollo vertical de las paredes que se elevan y
angostan hasta alcanzar una especie de sala de la que se progresa alcanzando
los Estrechos del Parrizal, una zona de alrededor de 200 metros de largo en
forma de pasillo angosto que se estrecha hasta alcanzar solamente un par de metros de ancho y con
paredes que se elevarán aproximadamente algo más de 50 metros.
Las Gubias del Parrizal de Beceite.
Es
un auténtico cañón muy horizontal en el que parece se haya encementado el suelo
y que se alcanza tras un escalón de acceso de un par de metros. No hay problema
ni con el calor del día ni con el sol que aquí difícilmente penetrará incluso en
el solsticio de verano.
Las Paredes de los Estrechos del Parrizal.
La zona más angosta de los Estrechos.
Los
Estrechos se amplían progresivamente y en la base se instada de nuevo el pinar sobre
el cauce del barranco lleno de redondeados bloques calizos. Nosotros
continuamos ahora en dirección sudeste progresando junto a por el cauce, en un
camino balizado en azul y muy llano. Caminaremos algo más de media hora río
arriba en el que ocasionalmente aparecen pequeñas pozas de agua muy parada
hasta que decidimos darnos la vuelta, los Puertos de Beceite no están en
nuestros cálculos.
Los Estrechos desde el sur.
La
mañana está sobrada de calores y buscamos una sombra para pararnos a echar un
bocado. Son las doce y cuarto y calculamos que estaremos alrededor de los 800
metros de altitud.
Las Gubias del Parrizal de Beceite.
Poco
después volvemos a ritmo en busca de los Estrechos y su agradable sombra. Hay
que decir que la mayor parte del camino en el Parrizal tiene sombra pero cuando
falta se hace sentir la calima de manera descarada.
Gendarme en la Orilla Derecha del Matarraña.
Informamos
a algunos paseantes que se han llegado hasta aquí y desandamos camino tratando
de fotografiar los torreones calizos que coronar las paredes, especialmente de
la orilla izquierda del Matarraña, suponemos que se trata de Las Gubias del
Parrizal, cosa no fácil en un paisaje secuestrado parcialmente por las copas de
altos pinos laricios.
La Pasarela Superior del Parrizal de Beceite.
Fotografiamos
una espléndida aguja en la Orilla Derecha del Parrizal y sin más alcanzamos la pista y nos continuamos
para abajo salerosos.
Vista atrás hacia el sur desde la pista.
Calculamos
que sobre las tres y cuarto estaremos a remojo en la piscina pero un coche se
detiene, clementes con la calorina que está haciendo y nos invita a bajar. No nos parece correcto rehusar y nos evitamos
media hora de calor.
Media
hora antes de lo previsto estamos a remojo: el agua está divina y quedamos
frescos como flores de primavera para compensar la casi ausencia total de las
mismas en una época tan avanzada del verano.
Todavía queda alguna adelfa en flor.
La actividad se puede realizar en cualquier
época del año, incluso invierno solamente controlando la presencia de hielo en
cuyo caso se desaconseja su realización. Y, ya por pedir, mejor en primavera
con la vegetación en todo su esplendor y el caudal del agua rellenando las
pozas. El desnivel es poco significativo y para el recorrido completo, se puede
hacer solamente el camino y no la pista, no pasará de los 200 metros de
desnivel.
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