La mañana está ventilada en la Sudeste de las Blancas.
Villanúa, Refugio de Lierde, Barranco
Chicovil, Cara Sur, Cima Chicovil, Arista Sudeste, Cimas de Blancas, Sayerri y En Medio, Cara Sur y Urbanización Altos de Santiago.
11-11-2016.
Salida 10 h. Llegada 17 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de las Blancas procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
A
las Blancas de Borau se suele ascender por la Pista de Aratorés-Borau. La
tentación de la comodidad está allí aunque los permisos para transitar no
existan para los comunes de los mortales y se puede llegar a la punta sin
bajarse del coche.
No
es la única vía de ascenso, las Blancas tienen unas aristas muy marcadas y nos
ofrecen extraordinarias ascensiones, sobre todo en esos días en los que la
divisoria acumula nubosidad de retención y desaconseja la actividad en la misma.
Una
buena mañana de invierno ascendíamos desde Canfranc por Gabardito y el Barranco
Añaza y hoy le va a tocar a su arista este desde Villanúa por el Barranco de
Lierde.
Son
casi las diez de la mañana, hemos dejado que se espabile el día que irá a
mejor, cuando aparcamos en la parte más alta de la Urbanización de la Espata,
en la Margen Izquierda del encauzado Barranco de Lierde. Estamos a 1000 metros
de altitud.
Inicio del camino en el Barranco de Lierde de Villanúa.
Un
cartel nos indica el nacimiento de una pista hacia Lierde pero enseguida la
abandonamos para tomar el viejo camino que nos ha de conducir en dirección casi norte al refugio.
El
camino poco transitado nos enseña las huellas del glaciar que modelara el valle al solecillo de la
mañana que se cuela entre retazos nubosos desperdigados hacia el este.
Huellas de Glaciar de camino a Lierde.
En
poco más de veinte minutos alcanzamos el
rellano en el que se asienta el coqueto y limpio Refugio de Lierde situado a
1212 metros de altitud. Hasta allí llega la pista para proseguir hacia el
barranco.
En el Refugio de Lierde.
Desconocemos
el valle, avistamos Sayerri al fondo, por la que queremos para a la vuelta, pero nosotros queremos ir hacia Chicovil que
creemos oscurea en el horizonte norte emergente de la nubosidad de retención.
Para ello tomamos una vieja tiradera de madera que sale en medio de los dos ramales de la pista y que
marcha en ascenso al norte.
Tiradera de madera del Refugio de Lierdre
La
pista, abandonada desde hace tiempo, tiene huellas de tránsito de caminantes y
tras ascender unos metros se arrellana en medio de un valle cubierto de un
espeso pinar para proseguir paralela al
cauce del barranco y la rama de la pista que se adentra hacia el mismo.
Hemos
hablado con Azus al recoger los esquís y nos dice que lo conoce bien por ir a
correr y que algunos tramos están muy vestidos y sin camino, también nos liamos
un poco con sus variantes y nuestra idea.
Acebo lleno de frutos.
Hemos
querido ver la huella en el arbolado de una pista que se marcha muy llana hacia
el fondo del barranco. Parece ser que es la que llevamos y nos podría conducir a un lomo sin arbolado, desde
el que ascenderíamos por praderío al cordal que buscamos más al oeste de
Chicovil, lo que siempre es una opción.
Enseguida
aparece un desvío de la pista al nordeste indicado con un hito de piedras que
desestimamos, creo que era el camino que pretendíamos originalmente, pero proseguimos
por la pista, arrastrados por una flecha azul en el mismo desvío.
Faldeamos la Sudoeste de Sobrepeña.
La
pista sigue bastante llana, cada vez más vestida; atravesamos un par de
torrenteras, transitamos un tramo casi lecho de barranco y en un siguiente
barranco abandonamos la pista y tomamos un camino de animales o cazadores.
Según nos dirá el pastor esa pista o camino tenía que conducir al espolón
herboso en el que esta la Cabaña de Enmedio.
Unos
metros más adelante el caminillo se llega al barranco, creemos que el Chicovil
y desaparece prácticamente disuelto en trochas desconexas al otro lado del
mismo. Eso no es el camino que esperábamos pero como la ladera no está
demasiado vestida, nos vamos para arriba en dirección norte a ver qué sale.
Estaremos a 1500 metros de altitud.
Encontramos nieve sobre los 1800 en la Sur de Chicovil.
Subimos
por libre y de frente zeteando al gusto, una ladera bastante limpia, algo
inclinada y transitable con costumbre, que en ningún momento se nos cierra ni
ofrece resaltes que puedan dificultar el ascenso. No encontramos ningún aspecto
diferenciador más allá del inicio de la presencia de nieve a partir de los 1700
metros de altitud.
Subimos
sin prisa pero sin pausa sabiendo que en estas laderas la altitud cae
rápidamente y enseguida nos damos cuenta de que ya no vamos a Sobrepeña pues
estamos superando su altitud y no hemos alcanzado la arista.
La
ladera se arrellana ligeramente y enseguida el azul del cielo nos anuncia el
final de la misma en un pequeño hombro en el que salimos del pinar entrando en
los Pastizales de las Blancas. Localizamos a uno de los pastores que baja con
su perro y nos detenemos al abrigo del bosque para echar un bocado, van a ser
las doce y fuera corre el viento.
Casquete Somital de Chicovil.
Estamos
casi a 1900 metros de altitud y veinte minutos después continuamos por terreno
despejado, hacia el norte siguiendo el límite del arbolado que se encumbrará
hasta la arista.
Son
alrededor de 100 metros largos de desnivel los que nos depositan en la Cima de
Chicovil, en algún mapa Sesín, situada a 2022 metros de altitud. Son las doce y
media pasadas.
Llegando al Refugio de las Blancas.
Desde
la amplia y alomada cima nos asomamos hacia Sobrepeña y las Puntas Orientales
de Chicovil, también visualizamos la Magdalena con Gabardito y el Barranco de
Añaza y la arista que subiéramos en su día y al noroeste la Punta de las
Blancas adornada con el collar de la Pista que conduce al Refugio Lopez Huici.
Hasta
aquí ha llegado el pinar y de aquí en adelante hacia el noroeste una amplia
loma parcialmente vestida de nieve se va a elevar suavemente hasta depositarnos en el Refugio de las
Blancas en el que hay una pik-up. El refugio, en la pista a 2050 metros de
altitud está bastante limpio pero la puerta está desgoznada y ha entrado la
nieve en la sala del hogar.
Cerca de la Cima de las Blancas de Borau.
Cruzamos
la pista y proseguimos en suave ascenso directos a la Cima de las Blancas de
Borau situada a 2131 metros de altitud. Es la una del mediodía. Juan que se ha
quedado limpiando la nieve y tratando de atrancar la puerta llega
inmediatamente.
Chicovil desde las Blancas.
Hacemos
unas fotos en el límite altitudinal del tiempo aceptable pues más arriba es
otra cosa, contemplamos el cordal que prosigue hacia la Magdalena con más nieve
y hacia arriba no digamos pues solamente en contadas ocasiones veremos la zona
de Collarada entre nubes. Ha "nebusquiado" por encima del Refugio de
Lierde y ahora en la cresta somos tiroteados con mostacilla pero es lo menos
malo de lo esperado.
Cima de las Blancas de Borau.
Diez
minutos después tomamos la arista sudoeste que marcha para abajo al encuentro
de la pista y tras transitar unos metros por la misma la abandonamos para
subirnos a Sayerri situada a 2036 metros de altitud. Un caminillo la faldea por
el este y también hace lo propio la pista por el oeste.
Sayerri desde las Blancas.
En
la cima la arista se abre en dos y nosotros tomamos la rama que continúa el
descenso en dirección sudeste por la que proseguiremos en suave y cómodo
descenso mientras contemplamos nuestro camino de ascenso de la mañana y nos
aclararemos por dónde hemos subido.
Las Blancas desde Sayerri.
Blancas y Chicovil desde Sayerri.
Alcanzamos
la pista en una de sus grandes revueltas y tras cruzarla proseguimos loma
abajo.
Charlamos
con otro de los pastores que han subido a por las vacas y nos dice que el
descenso desde Patro está muy vestido, que hay una tiradera de madera…
La Noroeste de Enmedio o Patro.
Detalle del Arco Iris sobre Chicovil.
Continuamos
casi de llano y antes de entrar en el bosque nos detenemos sobre un pino seco y derribado por el viento para
comer. Son las dos de la tarde y al sol y ya al abrigo del viento no se está
mal.
En la Cima de la Punta Enmedio.
Media
hora después continuamos en busca de lo mejor para nuestro descenso. Remontamos
unos metros por nieve y ya dentro del arbolado para alcanzar la aplanada y casi
inexistente Cima de Patro o Enmedio situada a 1822 metros de altitud.
Es
difícil orientarse incluso desde la cima puesto que el viejo pinar oculta toda
perspectiva. Sabemos que a nuestra derecha y en dirección sur-sudoeste marcha la loma hacia Roda y a nuestra
izquierda, una teórica arista desciende hacia Punta Sayeta en dirección
sudeste, pero no vemos ni una ni otra; así que, con la única referencia de la
posición del sol iniciamos el descenso de la Sur de Patro aprovechando que no
está demasiado vestida la ladera. Teníamos la opción de marchar por la pista
hacia Roda pero eso nos hubiera obligado a dar un rodeo enorme bajando por
Aratorés.
Buscando perspectiva en la Sur de Patro o Enmedio.
Hemos
de cruzar en nuestro descenso la pista de Patro no muy lejos de su origen en la
que sube a López Huici y la alcanzamos en un relleno húmedo del que continuamos
para abajo sin referencias: no vemos Sayeta, tampoco la pista que aparecerá más
abajo ni el repetidor que hay en la misma. A pesar de ello el monte no está
demasiado vestido y de momento se baja bien.
Poco
más abajo, la ladera se arrellana, se viste un poco más de boj y enebro y va
apareciendo algún rosal silvestre. En un momento determinado trepará Juan a un
pino al objeto de visualizar alguna referencia pero, estamos algo abajo, cree
ver una pista y hacia ella continuamos sin que haya visto rastro del repetidor.
Hemos
de jabalinear un tramo entre bojes, hasta que entramos en una zona de viejos
campos aterrazados con paredes. En ningún momento hemos visto indicios del
camino que se debe unir a la pista ni marca u hito alguno.
En la pista que baja hasta la Urbanización Altos de Santiago.
Estaremos
ya por debajo del nivel del repetidor, situado a 1240 metros de altitud, cuando
nos damos de bruces con la pista. El altímetro marca 1150 metros.
Pista
abajo llegaremos a las inmediaciones de la Urbanización de los Altos de
Santiago no visible desde la carretera, de descomunales proporciones y con un
aspecto somital deplorable.
Hacia Villanúa.
Habría
que tratar de no entrar en la misma pues nos obligaría a dar una buena vuelta y
no lo haremos. La pista tiene un ramal
que la rodea por su parte norte por la
que accederemos a la carretera que nos permitirá retornas a Villanúa.
Ente
pista y camino nos llegaremos a Aruej, atravesaremos el praderío en el que se
encuentra, visitaremos la ruinosa ermita y, sin necesidad de bajar a la
carretera, un camino balizado de amarillo y blanco nos llevará a Villanúa.
Aruej.
Cruzaremos
la Urbanización de la Espata por una de las calles altas, también el Barranco
Lierde por uno de sus escalones sin buscar puente y nos llegaremos al coche
cuando son las cinco de la tarde, rematando una jornada circular
mayoritariamente por fuera de caminos convencionales en la que hemos completado
un desnivel de 1150 metros además de disfrutar de una benévola jornada invernal
en pleno Otoño.
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