Aparcamiento de Anayet, Barranco
Culibillas, Collado de la Glera, Arista Oeste, Punta de la Garganta, Collado de
la Glera, Collado Pipós, Arista Oeste, Espelunciecha Oriental, Corredor Sur y Glera
de Anayet.
01-03-2022.
Salida 11 h. Llegada 14:30 h.
Sol.
Fácil.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Parece
ser que, aunque los “meteorólogos más mediáticos” ya han tenido algunos
intentos frustrados, el anticiclón se traslada y las borrascas van a traernos
un empeoramiento del tiempo que no sé si yo con mucha lluvia y nieve. Como decía aquel
lugareño cuando le preguntaban los turistas por el tiempo que iba a hacer hoy…
“mañana te lo digo.”
Hoy
martes 1 de Marzo de 2022 vamos a estrenar el mes y aprovechar quizás el mejor
día de toda la semana. Ha habido inversión térmica y la mañana está
soleadamente espléndida cuando a las once comenzamos a foquear desde el
Aparcamiento de Anayet a 1710 metros de altitud. Tenemos 8º centígrados.
Vamos
a dar una vuelta por el Valle de Anayet y no sabemos exactamente a dónde. Lo
único que tenemos claro es que vamos a subir el Barranco Culibillas que ya no
nos acordamos de la última vez que lo hicimos.
Cruzando
las pistas visualizamos nuestras opciones que se cifran en torno a la Punta de
la Garganta o las Espelunciechas, todas lucen espléndidas y enseguida tomamos
la huella que transita la zona umbría del Barranco Culibillas.
Se
trata de una huella vieja y firme sobre nieve dura esperada que pasamos sin
ningún problema pues llevamos delante a algunos raqueteros que la han atemperado algo.
Por
la orilla derecha del barranco alcanzamos la confluencia de cauces todos
cerrados y nos orientamos al oeste iniciando un suave ascenso guiado por el
Gendarme de Culibillas. La nieve comienza a transformar en esta orientación.
Poco
después pasamos al norte del gendarme y
visualizamos el Cierre de los Ibones de Anayet, la Sur de Espelunciecha, el
Collado de la Glera y enseguida la Punta de la Garganta bajo la que hemos
pasado.
Llegamos
a los restos del clásico Alud de la Sur de Espelunciecha y remontamos igual de
suavemente, ahora al este, mientras contemplamos la Arista Oeste de la Punta de
la Garganta.
Van
a ser las doce y cuarto cuando alcanzamos el Collado de la Glera situado a 2070
metros de altitud. Desde allí iremos a la Punta de la Garganta que hace ya
bastante tiempo que no tocamos.
Recorremos
hacia el este el amplio collado al que le salen sucesivos y amables
promontorios que nos llevan a la base de la arista que remontamos por su ladera
oeste algo erguida.
Luego se allana y
enseguida nos deposita en la base del pequeño casquete somital al que trepamos
pues está limpio de nieve, al igual que un tramo de arista horizontal con un
par de manchas de nieve que conducen a una pequeña brecha.
Son las doce y
media cuando alcanzamos la Cima de la Punta de la Garganta situad a 2143 metros
de altitud. Hacemos algunas fotos, contemplamos Canpo Troya, Culibillas,
Arroyeras y las Espelunciechas, todo aquí mismo y sin más nos volvemos a por
los esquís.
Es la una menos
cuarto y entre hacer el Ocho a Espelunciecha para lo que nos parece un pelín
tarde ya que está entrando cierta nubosidad alta y subirnos a Espelunciecha
Oriental para bajar el Corredor Sur, optamos por esto último algo más corto.
Hay que recorrer
de nuevo el Collado de la Glera y continuar al
noroeste en busca del Tubo Pipós, se trata de un foqueo suavemente ascendente y
cómodo por unos preciosos campos de
nieve que quiere blandear más de la cuenta en algunos tramos de la Este de
Espelunciecha.
Subiremos el tubo
prácticamente por fuera hasta alcanzar el Collado Pipós. Allí giramos al este e
iniciamos el ascenso de la amable arista oeste que, por una vez, se ha olvidado
del hielo y ya era hora.
Más cómodamente de
lo esperado alcanzamos la amable cima de Espelunciecha Oriental situada a 2246
metros de altitud. Es la una y media.
Se ha levantado un
poco de brisa que no es molesta pero unido a la veladura del sol por los
altoestratos nos invita a buscar un lugar menos ventilado para echar un bocado.
Hacemos la
transición e iniciamos el descenso en busca del hombro intermedio. Allí y al
pobre abrigo de unas rocas nos sentamos a echar un bocado tras abrigarnos.
Pasadas las dos
nos montamos en los esquís y nos metemos a disfrutar en el corredor sur que
tiene una nieve sencillamente maravillosa: hasta nos parece que sepamos
esquiar. Luego bajamos la mitad inferior del Tubo Pipós por su orilla izquierda
que está mejor que la propia pista y seguimos directamente hasta pasar por
encima de la Cabaña de la Glera.
Luego y tras
cruzar la Pista de la Glera nos metemos en la Negra Escarrilla, paralela a la
Pista de la Glera y que le pasa lo mismo que al Tubo Pipós, que se baja mejor
por fuera que por dentro.
Son las dos y
media pasadas cuando llegamos al coche. Hoy ha sido un breve y agradable paseo
con alrededor de 625 metros de desnivel acumulado y con buena nieve tanto para
foquear como para esquiar. No sé si se puede pedir más.
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