Balaitus con la Aguja Lamathe desde Pallás.29-9-00.
Arista norte y Aguja Lamathe.
18-07-1998.
Salida 14 h. Llegada 12 h.
2 d.
3 p.
Muy difícil.
Ascensión.
Miguel Lanaspa, Juan Castejón y Mariano Javierre.
Mapa de Balaitus procedente de Prames. Vía en amarillo.
Al
tresmil más occidental y fronterizo de los Pirineos, los franceses suelen subir
o por el Glaciar de las Neous o por la Gran Diagonal. Los
españoles que descubriríamos posteriormente la Gran Diagonal subían
tradicionalmente por la Brecha
de Latour.
Algún que
otro episodio se suele guardar de esta vía pero, quizás el más novedoso sea la
aparición de un par de bloques empotrados de categoría, si se va con la
temporada muy avanzada y la nieve ha desaparecido del corredor; las clavijas
están ahorcadas allá arriba y… los bloques empotrados se las traen si no estás
dispuesto a hacer pasos de hombros. Aunque siempre queda la alternativa de una
vía fácil que arranca en el espolón de la derecha del corredor y paralelamente al mismo se eleva por la
pared nordeste del Anónimo hasta alcanzar unos metros por encima del bloque
empotrado y destrepar fácilmente al mismo, pero eso hay que saberlo.
Llevaba Miguel años detrás
de llevarme a Arista del Diablo. Recuerdo que el año 94, en el fin de semana
anterior a la travesía La Sarra –Panticosa que hice con
mis alumnos de séptimo, nos lo impidió el mal tiempo reinante. Posteriormente
se había comentado repetidamente y por una cosa u otra, allí quedaba pendiente.
Estamos
en el 98 y viene a visitarme a casa a raíz del desafortunado afaire de Junio…
-Nos
iremos al monte para que te distraigas.
Algunos de los Señores del Circo de Piedrafita. 24-12-08.
Yo se lo
dije a Juan que no dijo nada. Luego añadiría que “eso es fuerte” y acordamos marchar el viernes 17 de Julio.
En el
fondo había una poderosa razón que me impulsaba a hacer la actividad: había dos
tresmiles que de ninguna manera había soñado con hacerlos. Esta era una oportunidad pintiparada para hacerlos;
todo lo demás estaba en contra, me decía claramente que no debía embarcarme en
tamaño “despropósito.” Yo no estaba en forma, el año 98 no había destacado, hasta
la fecha, por la actividad, la escalada
no era lo mío, me daban algo más que respeto esas aristas; Miguel más bien no estaba en las mejores
condiciones físicas para meterse en ese tajo, pero necesitaba escalar, tenía unos días de permiso no tenía nada mejor que hacer, y habían
anunciado tres días de buen tiempo. Así que...
Creía que
iniciaríamos la actividad en la
Brecha de los Sarrios y me llevé la primera sorpresa cuando
dijo que había que ir por Francia, que la actividad se iniciaba con la Aguja Lamathe y que
era lo más difícil, que luego la cosa era más sencilla.
Refugio de Larribet.
Iríamos a
dormir más arriba del Refugio de Larribet y al día siguiente a unas campas
cerca del Pico Solano. El tema estaba clarísimo, teníamos que ir al mínimo de
peso para poder ir ligeros, y consecuentemente no llevaríamos saco de dormir,
vivaquearíamos a pelo.
Salimos
de Sabi y en dos horas nos llegamos hasta Arrens. De allí para arriba, por una carretera que me
sonaba vagamente, pasamos el Barrage du Tech y poco después de atravesar bajo
un teleférico que también me suena, llegamos al aparcamiento atestado y situado
a 1470 metros
de altitud cuando son las dos menos cuarto.
Comemos
una vez confirmado que estamos en el lugar adecuado y sabemos ya nuestra ruta.
Repartimos
peso, hacemos las mochilas y entonces me doy cuenta de que he olvidado la
cazuela para calentar y deshacer nieve. Menudo contratiempo. ¡Cómo vamos a
marchar así!
Decidimos
volver hasta Arrens a comprar algo que nos sirva al efecto. Se nos llevará una
hora pero... Con lo bien que nos iría una lata.
Y
pensando en ello ya carretera para abajo, paramos junto a una casa pastoril a
ver si tienen alguna lata de conserva vacía que nos pueda sacar del “empantullo”,
y efectivamente así sucede. Nos dice la señora, después de explicarle nuestro
problema, que la había abierto por la mañana. Nos la da y salimos para arriba
agradecidísimos. Cogerán tres vasos largos, mejor imposible.
Lacs de Batcrabere desde la arista fronteriza. 14-7-05.
Son las
dos y media cuando iniciamos la marcha. Lo hacemos en dirección sur por un trilladísimo camino que conduce a
través de un bosque mixto en el que predomina el abeto blanco al
Ibón de Suyén, situado a 1526 metros de altitud.
Lo
dejamos a nuestra derecha y atravesando el rellano lacustre nos acercamos a la Cabaña Doumblás
para atravesar el Barranco d’Arrens y proseguir hacia el oeste en ascenso por
el barranco desagüe de los Ibones de Batcrabere.
Miguel
con sus botas de plástico y los pies de gato dentro va mal. En el Ibón de Suyén
se las quita y decide subir con los pies de gato. Yo subo bien pues no llevamos demasiado peso,
son dos horas hasta el refugio y no llevamos excesivo ritmo. Pero a pesar de
todo, nada más pasar la
Cabaña Doumblás , en el repecho me quedo, estoy cansado y no
sé de qué. Bueno, si lo sé pero...
El
Refugio de Larribet está situado a 2060 metros de altitud. El camino para llegar
hasta allí se va orientando ligeramente
al sur y ganando altura de forma prudencial pero para mí resulta un martirio.
Los socios me esperan y a pesar de ello
no subo.
Cara Oeste de la Aguja Lamathe. 14-7-05.
Próximos
al refugio paramos a beber agua y a descansar. Estoy tan agotado que prefiero
recostarme sobre la mochila antes que
beber.
Llegamos
al refugio a las cuatro y cinco. Me recuesto en la hierba y creo que me echo
hasta un sueñecillo. No serán más de diez minutos pero me van bien. Luego bebo
y como un poco, y a las cuatro y media
decidimos proseguir para arriba para vivaquear cerca de la pared. Yo para
entonces ya he pensado en subirme hasta el Balaitus por la vía normal y
juntarme con los socios en la cima, pues con estos temples no creo que esté
para otras historias.
Siempre
ya en dirección sur continuamos junto al
barranco al encuentro de los Ibones de Batcrabere a los que llegamos poco
después pues están situados muy cerca y a una altitud de 2180 metros .
Llevamos
a nuestra izquierda la Cresta
de la Garenere
y de ella hacia el oeste
parte un contrafuerte que identificamos como la Aguja Lamathe , la
roca clara de los desprendimientos de su parte superior no ofrecen duda. Yo
parece que subo mejor. Echamos otro trago de agua en el ibón mientras confirmamos la situación y virando
al este iniciamos el ascenso por la pedrera granítica al encuentro de la base
de la aguja.
La Entrada a la Arista Lamathe.
Se trata
de un pequeño circo orientado al oeste y
vestido de neveros residuales que bajan de
la cara norte de la aguja y que tiene un escalón rocoso pulido por el
glaciar. Lo subimos por medio y de nuevo me siento cansado tan pronto como
entro al esfuerzo.
Subimos
la pedrera y dejando el nevero a nuestra derecha nos vamos a una zona inclinada
pero muy soleada y abrigada frente a la base de la aguja. Nos tendremos que
practicar terrazas en la grava para dormir pero podemos estar bastante bien.
Estamos
sobre los 2500 metros
de altitud. Son las seis y cinco. Allí
está la Aguja Lamathe
con sus dos gendarmes y las manchas claras de los desprendimientos. Juan se va
a ver la entrada por el glaciar con la
intención de hacer huella ya que no hemos traído ni piolets ni crampones, y por
la mañana no será posible ganar la
roca si no hay buena huella. Miguel y yo
cruzamos el nevero en busca de un
rellano sobre una fuerte escorrentía y
allí encontramos unas manchas de pratenses en las que vivaquean los que van a
hacer esta vía. No podía ser de otra manera.
Volvemos
sobre nuestros pasos en busca de las mochilas. Yo traeré también la de Juan.
Nos instalamos mientras esperamos que
baje Juan que lo hará ya directamente a
donde vamos a vivaquear.
La tarde está deliciosamente soleada. Charlamos al sol.
Nos dice Juan que no había huellas, lo que es normal, ya que los crampones por
la mañana no le harán ni siquiera cosquillas al glaciar. Poco después cenamos
tranquilamente, no tenemos nada mejor que hacer.
Brecha de los Sarrios coronando la Gran Diagonal. 14-7-05.
Se va el
sol y baja la temperatura un poco. Llegan a comer un rebaño de ovejas pero se
detienen poco, está ocupada su habitual majada.
Son las
nueve cuando nos acostamos. Las cuerdas servirán de cebecera. Toda la ropa que
llevamos nos la hemos puesto, las mochilas descargadas nos servirán para
colchón y de aislante de la humedad de la hierba. Yo me rebozo con una manta
aluminizada junto al vivac y Juan y
Miguel se cubren con un plástico que lleva Juan colocándose juntos dentro del
abrigo de piedras.
Me dirán
que enseguida me dormí. Estaba cansado, preocupado y con ganas de que pasara la
noche que siendo buena no pasaría de ser
una maña noche en estas condiciones.
Y así
fue. Se hizo fresco a pesar de todo, la noche resultó larga. Dormimos a tramos
y ya casi de madrugada una tenue brisa
que se levantó nos trajo frío y acabando con
los sueños nos metió en vueltas y más vueltas que nos llevaron con todas
las ganas del mundo a las cinco de la mañana. Se acabaron los chasquidos de mi
manta alumnizada y de su plástico, rígidos por el frío de la noche y fue una
pena que la mochila de Miguel no hubiera sido más larga ya que la utilizó a
modo de saco de dormir pero le quedaba un pelín corta.
Las dimensiones de la Gran Diagonal. 14-7-05.
Desayunamos un poco tras hacernos la leche en la lata, lo
enmochilamos todo y a las cinco y media empezamos a caminar el día 18 de Julio.
En veinte minutos, pedrera arriba, nos llegamos hasta la base del nevero que defiende
la entrada a la pared ascendiendo cerca de 200 metros . El nevero
está cristalino.
Serán
cerca de 50 metros
bastante empinados que subimos como podemos: yo con una piedra en cada mano y
utilizando las pobres huellas que había hecho Juan la tarde anterior. Bueno,
pasamos y nos encaramamos a la roca en dirección oeste por unos tramos fáciles
de repisas y viras que nos han de permitir, según nuestros cálculos, alcanzar
la arista en la brecha de separación de los dos gendarmes.
El
material está bastante suelto pero trepamos bien. Serán algo más de 50 metros los que, sin
complicaciones, nos llevan a la brecha en flanqueo.
Nos
encordamos sobre la amplia terraza una vez que hemos alcanzado el filo de la
arista y empezamos la pared. Llevamos
dos cuerdas una de 50 y la otra de 60 metros con lo que los largos serán
cumplidos. Aseguramos a Miguel que irá de primero.
Una más de la Aguja Lamathe. 14-7-05.
El primer
largo que será de IIIº es fácil, son una serie de lajas, pequeños diedros,
chimeneas y grietas que se pasan bien.
La reunión es buena y nosotros dos subimos en ensamble abreviando pues el
granito lo permite.
El largo
siguiente tiene un paso de cuarto en un
bloque un tanto atlético y aéreo que se completa con un largo diedro bastante
fácil del que se sale por la izquierda y que nos deposita en una terraza bajo
los desprendimientos. Lo pasamos con seguro.
La
dificultad ha ido creciendo y el tercer largo se ve peleón. Sabemos que es la
dificultad más importante de la vía. La referencia es inequívoca: hay que pasar
por allí.
Los
desprendimientos han dejado una laja lisa y vertical cuya parte más severa
tendrá unos 10 metros
con una grieta en medio, bastante vertical en la que hay que empitonar y
asegurar. Yo lo veo mejor, para mí, por
la parte derecha de la laja, pero por allí no se puede asegurar.
Sube Miguel, va con
pies de gato y monta la reunión en la cima, nosotros vamos detrás.
Salida final de la Gran Diagonal en la Brecha de los Sarrios. 14-7-05.
Mi mayor
dificultas estará en sacar la cuerda de
los mosquetones para poder progresar asegurado. Me cuesta un imperio izarme
hasta mitad de la pared y liberar mi cuerda. Es un paso de Vº, evidentemente
superior a mí capacitación de penitente trepador, que hago utilizando las
cuerdas. Luego me voy a mi derecha y en
el final de la laja, donde me gustaba desde abajo, contemplaré tranquilamente
como suda Juan para sacar la clavija con un paso largamente atlético.
Para mí,
el paso es de adrenalina. El resto del
largo es de IVº y con ello se alcanza un
hueco que remata la dificultad, luego viene un tramo muy empinado con una larga
fisura de la que se sale por la derecha
y tiene la virtud de depositarnos en la cima de la Aguja Lamathe
situada a 2937 metros
de altitud cuando son las nueve de la mañana.
Nos
estiramos, nos relajamos un poco y no le concedemos ni tan siquiera una
fotografía, pues lo que viene frente a nosotros es, para mí, una sorpresa:
“Un paretazo de cojones.” Y yo que
pensaba que a partir de aquí se continuaría con alguna que otra trepada para
alcanzar la cima del Balaitus al estilo de la Gran Diagonal.
Bajar a la Brecha Lamathe es
un rápel de 50 metros que aunque no me gusta, no me preocupa
demasiado, algo más me preocupa la pared
de enfrente que es la que tenemos que subir a continuación. ¡Pero quién me
habrá mandado meterme en este cirio!
Es un
descenso no difícil pero expuesto en el que los primeros metros son los más
delicados. Rapelando no hay ningún
problema para alcanzar la estrecha Brecha Sur de la Aguja Lamathe.
Aguja Lamathe y Arista al Balaitus hasta la Brecha de los Sarrios. 14-7-05.
La
continuación en ascenso hacia la cima
del Balaitus va a resultar entretenida por no decir larga. Van a ser seis largos
de cuerda de IIIº en los que puntualmente van apareciendo algunas cosillas
de IVº.
El primer
largo tiene una roca regular y hay que andarse con cuidado, sobre todo en el
muro de salida, luego por la arista se va ya mejor.
Después
viene un largo más fácil que nos deposita en otro muro. El granito es bueno y se escala bien.
Los tres siguientes largos
son una continuación del anterior
y nos deposita frente a una fisura larga
y bastante vertical que remata en una plataforma. Se trata, a mi juicio del paso más delicado de este tramo de
arista.
El sexto
largo es fundamentalmente una travesía hacia
nuestra derecha que nos permite
alcanzar la Brecha de los Sarrios, que
es exactamente el lugar en el que yo creía que íbamos a comenzar la escalada.
Echamos
un trago, comemos un poco y sin perder tiempo nos vamos hacia los descompuestos
corredores de nuestra derecha que son parte de la vía normal desde el Refugio
de Larribet al Balaitus: la parte superior de la Gran Diagonal
Frondiellas desde Balaitus.
Hemos
salido al sol y ya, a buen ritmo, trepando tranquilamente y en ensamble subimos
los últimos metros que nos depositan de nuevo en la corta arista que muere en
la cima del Balaitus a 3144
metros de altitud.
Cuánto tiempo estará esta porquería en la Cima de Balaitus.
Son las
doce de la mañana, hemos invertido tres horas en la Aguja Lamathe y
otras tres hasta aquí. Dicen que el
ritmo es flojo pero yo he estado bastante entretenido.
Otra Cima del Balaitus. 27-9-87.
No he
reconocido el camino que trajimos con mi chica la vez anterior que subimos al Balaitus. De cualquier manera no es fácil
reconocerlo, pues se trata de un conjunto de corredores más o menos paralelos y
similares. La Gran
Diagonal no es una vía de camino único, tiene diversas
alternativas en cualquiera de las partes de la misma.
La Norte de la Torre de Costerillou y de la Aguja de Ussel desde Balaitus. 13-7-05.
La cima
del Balaitus me llena de recuerdos. Tiene algo especial para mí: he subido por la Gran Diagonal , por la Brecha de Latour y ahora
por la arrogante Aguja Lamathe. Luego subiría de propio a vivaquear en la
cima y a disfrutar. Es mi romance particular con el
Balaitus.
Puedes ver la Continuación.
Puedes ver la Continuación.
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