Estibe Aute desde sus lagos.
La Fruitiere, Cabaña de Pouey Cout, Lacs
de Estibe Aute, Col de Estibe Aute y Arista Nor-noroeste. Descenso hasta el
Barranco de Lutour y Cabaña del Lac de Estom.
16-07-2012.
Salida 09 h. Llegada 18 h.
Sol.
Fácil.
Juán Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Estibe Aute procedente del IGN francés. Vía en amarillo
Cuando
con ciertas dificultades fuimos capaces de sustraer nuestra vista del Macizo de
Vignemale, enseguida se posó en una cadena de cimas situadas al nordeste del
mismo y en los tremendos valles que se articulaban entre ellas. Primero desde Baysellance
la Seda parecía asequible, posteriormente desde el Valle de Lutour el Labas
resultaba inquietantemente enigmático, pero aunque no muy frecuentados,
debíamos de rendirles nuestra visita de cortesía.
Este
verano 2012 no haremos nuestra acostumbrada salida larga pero a cambio haremos
escapadas que pueden resultar sumamente útiles y la primera llega el 16 de
Julio.
Son
las seis de la mañana cuando nos metemos en el coche y las ocho y media cuando
estamos aparcando en la Fruitiere recién entrados en el Valle de Lutour y a
1371 metros de altitud. Previamente nos hemos chupado el Portalet el Aubisque y
el Soulor, llegar a Pierrefite Nestalas y subirnos hasta Cauterets que nos
recibe con rancios recuerdos de nuestra primera visita al Vignemale allá por el
88.
Labas.
Reorganizamos
las cumplidas mochilas y a las nueve menos cuarto nos ponemos en camino valle
adelante y en dirección sur: preside el Labas.
El
transitadísimo camino atraviesa el barranco por un puente y marcha suavemente en
ascenso por la orilla orográfica derecha. Caminamos a la sombra mientras que el
sol inunda la cabecera del valle en una mañana absolutamente espléndida.
Sube
bastante gente, a pesar de ser lunes, que vamos dejando atrás mientras que el camino se introduce en el
pinar que baja hasta mojar sus pies en el barranco.
Poco más arriba dejamos ligeramente
al este la característica Cabaña de Pouey Caut y un poco más arriba el
acartelado desvío que parte hacia el este en busca del Refugio Russell.
Estaremos alrededor de los 1550 metros de altitud.
Enseguida el camino cambia de orilla
y cuando queremos darnos cuenta estamos ante el inicio de otro camino que en
dirección oeste se elevará en busca de los Lacs de Estibe Aute. Atención porque
no hay más que un hito de piedras en un vulgar caminillo que parte del
principal del fondo del valle. Estamos a 1600 metros de altitud y este será
nuestro camino.
Aligeramos las mochilas a la sombra
de un pino negro y recogemos un par de robellones que están deliciosamente agusanados,
será nuestra única frustración de estos días. Son las diez menos cuarto cuando
emprendemos el nuevo camino en dirección oeste.
Suavemente inclinado en principio,
enseguida se yergue por la orilla derecha de un torrente seco en el que
blanquean los cantos rodados de granito. Creemos que derivará un poco más
arriba hacia el norte para salvar un potente resalte de paredes también
graníticas que dividen la pared en dos pero no será así sino que lo hará hacia
el sur de la enorme ladera que tenemos que subir.
Sobre los 1800 metros de
altitud el camino se va en ascenso hacia
el sur practicando una serie de lazadas sobre una ladera mixta de verdura y
granito desprovista de arbolado y al sol de una espléndida mañana de verano.
Dejamos a nuestra izquierda un
indeciso caminillo que quiere marchar en busca del Lac de Estom y proseguimos
en ascenso girando al norte una vez alcanzada la altura de la parte superior de
los paredones.
El camino es imperdible y
medianamente transitado nos lleva en ascenso al encuentro de una depresión seca
que no es el presumido desagüe de los lacs que lo hacen por la parte norte de
la pared pero desde allí contemplamos la primera estampa de nuestro objetivo
que es el Pic de Estibe Aute.
El ascenso se hace largo así como la
enorme diagonal que cruza prácticamente toda la ladera aproximándose a la
salida natural de los lacs en la zona alta de la misma que se ha arrellanado un
tanto.
Divisamos un diminuto laquette en la
salida de aguas del circo y alcanzamos
el cierre del circo lacustre señalado con un par de hitos a prueba de nieblas.
Desde allí y orientándonos al sudoeste recorremos una considerable pedrera
granítica con materiales de grandes proporciones que en suave declive nos
conduce al Lac Pequeño de Estibe Aute; una irregular y poco profunda mancha de
agua por la que desagua el circo. Al sur se encuentra el Lac Grande de estibe
Aute. Estamos a 2328 metros de altitud y en el brazo de separación de ambos
lacs nos sentamos a almorzar cuando son las once de la mañana para
reponernos de un repecho interesante.
Media hora después atravesamos el
brazo de separación de los lacs y nos
enfrentamos a la tartera que se convierte en corredor y nos debe de conducir en
dirección sudoeste al Col de Estibe Aute.
Lacs de Estibe Aute.
Al objeto de avanzar lo más
cómodamente posible iniciamos el ascenso inmediatamente, para alejados del
fondo del barranco progresar en suave ascenso y a media ladera, transitar la
ladera izquierda, escalonada de praderío, atravesando los mínimos tramos de
pedrera posible.
Pasamos muy altos sobre el
estrangulamiento intermedio y afrontamos el tramo final de subida que es el más
erguido y descompuesto un poco por medio buscando los tramos más firmes.
Son las Doce y media cuando
alcanzamos el Col de Estibe Aute situado
a 2622 metros de altitud. Estamos en la divisoria con el Valle de Gaube y la
imagen de la Cara Norte de Vignemale resulta tan espectacular como siempre. A
nuestros pies está el rellano del Refugio de Ouletttes.
A nuestra izquierda tenemos la
arista nor-noroeste que es nuestro inmediato objetivo.
Se trata de una arista suave y
amplia que se transita muy bien hasta que alcanzamos el primer resalte, lugar
en el que hay que empezar a apoyar las manos
y superar pequeñas dificultades siempre ligeramente en la vertiente oeste
en la que hay establecida una línea de hitos, el lado este está cortado por
paredes.
Un segundo resalte en la arista que
no ofrece dificultades especiales nos conduce a una brecha en la que hay que buscar un poco el paso; tras
ella aparece el resalte somital que ascendemos un poco por cualquier parte
empleando las manos con algún paso que a lo sumo será de segundo ya que se
trata de una zona de lajas graníticas.
Es la una y diez cuando alcanzamos
la cima del Pic de Estibe Aute, el punto culminante de la arista que separa los
Valles de Gaube y Lutour, a partir de aquí la arista gira al este se alarga en
descenso hasta el Arraille y prosigue decididamente al este: allí están
nuestros objetivos siguientes que son la Seda y Labas.
Labas y Seda.
En la amplia y apacible cima en la
que hay una estaca en el monolito cimero hacemos fotos y contemplamos un amplio
paisaje del que destacamos al norte el Ardiden del que recorremos su vía sur
por la Brecha de Agudes y el Refugio Russell, el Chanchou y Cestrede más próximo, al este Neouvielle y el Circo de
Estaube, luego casi al sur el Circo de Gavarnie con su irrepetible skyline. Después
siguiendo hacia el oeste territorio comanche desde Fenez al oeste toda
Tendeñera, Panticosa, Midí de Ossau discreto, Piedrafita, Gran Faxa, Frondiellas,
Balaitus, hasta Guara.
Laquettes de Estibe Aute.
Echamos un bocado y permanecemos
casi una hora en la cima. Tenemos tiempo para estudiar el Wallón de Labas el
corredor a su arista norte, el Col de Labas, la Norte de la Seda que no
tocaremos y que quisiéramos atravesar para ver y las cimas que conforman el Circo Lacustre de
Aspe. Son las dos de la tarde cuando iniciamos el descenso.
Recorremos la arista aproximadamente
por el lugar de subida disfrutando del mediodía hasta que alcanzamos el Col de Estibe Aute, allí, sin miedo a las pedreras nos vamos tranquilamente para
abajo un poco por medio buscando el tránsito de pedreras de buen tamaño por las
que bajamos con comodidad. También aprovechamos los reducidos neveros que
todavía anidan en el fondo del corredor.
A las tres de tarde alcanzamos el
pasillo de separación de los dos lacs y buscando los hitos del cierre lacustre
nos vamos para abajo sin prisa pero sin pausa.
Adelantamos a unos cuantos
visitantes de los lacs y bajamos la pared siguiendo exactamente el camino de
subida de tal forma que a las cuatro y cuarto alcanzamos el depósito de
material que hemos dejado por la mañana.
Damos una pequeña vuelta por el
pinar para comprobar primero que hemos cogido los dos únicos robellones y
segundo que se encuentran completamente agusanados y a la sombra recomponemos
las mochilas y echamos un buen trago de agua.
Media hora después nos incorporamos
al camino del fondo del valle y proseguimos el ascenso en dirección sur y por
la orilla izquierda del barranco.
Enseguida el camino se empina y
subimos la zona escalonada con calor con carga y sin demasiadas ganas pero
sabemos que queda muy poco.
Nos distraemos con las cascadas que
adornan el barranco y saludando al tropel de caminantes que baja hacia la
Fruitiere.
Lac de Estom y nuestros objetivos próximos.
Van a ser las cinco y media cuando
pasamos Junto al Refugio del Lac de Estom a 1804 metros de altitud. Echamos una
visual al circo cuyo fondo alberga al Lac de Estom y nos vamos ligeramente al
este del refugio en busca de la Cabaña de Estom.
Se encuentra a un centenar de metros
del refugio, la encontramos con la puerta y las ventanas cerradas y va a ser
toda para nosotros puesto que ya muy tarde llega un grupo muy numeroso que
decide vivaquear en los pinos.
La Cabaña de Estom tiene una bancada
de hormigón para poderse acostar una decena de personas, hay una colchoneta de
gomaespuma muy grande y dos o tres mantas. También cuenta con un fuego bajo
recrecido con bloques de granito y una desvencijada mesa metálica. Está
bastante limpia aunque con las paredes y los techos renegridos por el humo del
hogar. En la parte trasera hay una surgencia que nos facilitará el agua fresca
para beber y allí nos vamos a quedar.
Deshacemos las mochilas organizamos
un poco lo nuestro, nos damos un lavazo y
secamos un poco el sudor de las ropas antes de que se vaya el sol que
aquí lo hará pronto.
Clavelinas de Pastor.
Disponemos de una enorme tarde para
descansar de los 1700 metros subidos y de los 1470 metros bajados, para reponer
líquidos pues hoy ha sido una jornada de sol toledano y para hacernos una cena casi
pantagruélica: ni siquiera nos haremos el café con leche. Como había que
portear relativamente poco pues nos hemos excedido con la comida.
Después de cenar nos damos una
vuelta por la orilla del lac y los alrededores del refugio y a las nueve y
media nos hemos puesto horizontales y dispuestos a despedir la jornada desde el
cómodo mullido del colchón de gomaespuma. Hemos porteado la tienda y las
esterillas para nada pero eso es algo que nunca se sabe y no es conveniente
jugar con la suerte ya que nunca se sabe si estará de tu parte.
Puedes ver la Continuación.
Puedes ver la Continuación.
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