17 jul 2012

40c-12. PIC DE LA SEDA. 17-7-2012.

Labas y Seda.

Col de Labas, Cara Sur, Contrafuerte Sur de la Seda y Arista Sudoeste de la Seda. Descenso por Arista Suroeste de la Seda, Hourquette de Ossoue, Lacs de Arraille y Col de Arraille a la Cabaña del Lac de Estom.
17-7-12.
Salida 12 h. Llegada 17 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.

Mapa de la Seda procedente del IGN francés. Vía en amarillo.

            En el Col de Labas nos despedimos de nuestro momentáneo compañero de descenso, el se baja a Bayssellance y nosotros nos vamos a por el Pic de la Seda, una auténtica incógnita del que solamente contamos con alguna referencia de su arista sudoeste.


            Las aristas del Pic de la Seda no parecen complicadas en exceso  y a simple vista, pero nos inquieta el hecho de que la vía más utilizada para su ascenso desde el refugio de Bayssellance se alargue hasta la Hourquette de Ossoue dando una vuelta considerable.

            Subiendo el Corredor a la Brecha Norte de Labas no nos hemos fijado demasiado en la arista este y si, en cambio, en una amplia terraza que bastante asequible se encumbraba muchísimo en el pico por su vertiente norte aunque tenía un acceso desde el Vallon un tanto incierto.

            Desde la Cima de Labas nuestras miradas han recorrido la arista este sin conclusión, los corredores cimeros de la cara sur bastante erguidos y la amplia ladera sur que de manera fácil nos permitiría aproximarnos a la cima.

Labas.

            Con toda esta información decidimos explorar la cara sur y sobre la marcha decidir.

            A las doce menos cuarto abandonamos el Col de Labas situado a 2719 metros de altitud y tomamos la Arista Este de la Seda por un tramo ascendente y salpicado de verdura. Abajo se ha quedado una diminuta depresión ocupada por un casi extinto nevero y el camino hacia Bayssellance.

            Unos metros más arriba se abre ante nosotros la ladera sur del pico y abandonamos la arista para trazar una diagonal imaginaria que atraviese toda la pared en suave ascenso y nos aproxime a los corredores cimeros situados más al oeste. Desde aquí no se distingue la Cima de la Seda.


            Se trata de una ladera medianamente inclinada y mixta de granitos y pratenses que se puede transitar por cualquier parte siempre por encima de las paredes inferiores que la separan del Rellano de Bayssellance y que de momento nos permiten un camino cómodo que nos aproximará poco a poco a nuestro objetivo.

            No nos acercamos demasiado a la base de los corredores que jalonan la arista este del pico por contar con perspectiva pero al paso todos nos parecen inconcretos y erguidos por lo que nuestras miras se cifran en el situado más al oeste que parece algo tumbado y todavía más en un contrafuerte que parte de la arista cimera hacia el sur y que tiene un buen perfil. Si fallan estos todavía tendríamos la opción de alcanzar la arista sudoeste y ascender por ella a la cima.

            Conforme vamos atravesando la ladera se acuesta un poco y prácticamente desaparece la instalación de pratenses convirtiéndose de hecho en un enorme pedregal de granitos bastante asentados. Nos aproxima al corredor más al oeste pero para entonces ya hemos decidido ganar el contrafuerte sur y progresar luego por la cresta en busca del pico que creo habremos rebasado por lo que habrá que volver un poco.


            El contrafuerte tiene variados y fáciles accesos que son cortos y fáciles corredores ya que la pedrera se encumbra bastante y de ellos tomamos uno estrecho de rocas menudas pero muy estable que nos conduce tras una pequeña trepada a una brecha en la que hay una hito y una maravillosa vista de la Norte de Vignemale. Estamos sobre los 2850 metros de altitud pero el desnivel no es importante. Son las doce y diez.


            Se trata de una brecha, luego muy visible desde la Hourquette de Ossoue, desde la que confirmamos nuestra sospecha de que no se trataba de la Arista Sudoeste sino del Contrafuerte Sur de la Seda.

            La ladera sigue transitable al otro lado del contrafuerte pero nosotros giramos al norte y nos vamos arista para arriba a toda cresta ya que se puede ir por cualquier parte, es una arista de las que nos gusta: cada uno por su sitio y disfrutando además de aprovechando el tiempo.

            Enseguida confluimos como la Arista Sudoeste de la Seda, que por cierto también se abre Más abajo hacia el oeste.


            Se trata de una arista que es igualmente fácil conformada fundamentalmente por bloques graníticos medianos que se transita cómodamente.

            Pasamos una pequeña brecha y alcanzamos otra siguiente que tiene el descenso por una placa de media docena de metros verticales pero muy cuarteados que se deja bajar  bien. Será de segundo. 

            Más allá un corto tramo de cresta nos conduce enseguida a la pequeña Cima del Pico de la Seda situado a 2976 metros de altitud y son las doce y media.


            La cima es un reducido y dislocado caos de bloques graníticos en la que no es fácil hacer una foto pero nosotros conseguimos una en compañía de Vígnemele en la que guardar tanta felicidad como nos proporciona la montaña puesto que nos coge toda en nuestras pequeñas almas de montañeros.

Baissellance.

            Contemplamos una vez más el Arriden con sus monaguillos, difícilmente identificamos el Estibe Aute pues no es una cima excesivamente prominente, nuestro oeste discreto e inconfundible, Bayssellance plácidamente plano y la arista que bastante plana e irregular se alarga hacia el este dándonos la impresión de que no debe ofrecer excesivas dificultades al igual que el corredor tumbado que hemos desechado para subir pero en la montaña hay que decidir; luego, han quedado ya atrás otras opciones que podrían haber sido.


            Un cuarto de hora después ponemos nuestra vista en el oeste e iniciamos el descenso de la arista sudoeste con nuestro acostumbrado paso de maniobra, disfrutando por libre de la forma personal de evolucionar en la montaña.



            En la brecha cimera hacemos algunas fotos de la placa y coronada nos vamos para abajo especulando si abandonamos la arista en la entalladura característica y anterior a la Hourquette de Ossoue para irnos a comer a los Lacs de Arraille, y desechada la arista noroeste que nos conduciría directamente al Col de Arraille. Al final optamos por hacer la arista completa hasta la Hourquette de Ossoue y desde allí alcanzar los Lacs de Arraille.


Una mirada más a Labas.

            Comprobamos que con la excepción de un primer corredor estrecho luego las paredes defienden muy bien la vertiente norte hasta la amplia depresión próxima a la Hourquette, también nos parece asequible la arista que conduce al Col de Arraille  y sin más nos llegamos a la Hourquette de Ossoue disfrutando de las armerías alpinas profusamente floridas.

La Soroeste de la seda.

Col de las Neous.
            Son las dos menos cuarto cuando abandonamos la Hourquette por el transitadísimo camino que desciende hacia el norte en busca del Rellano de Oulettes de Gaube y al paso a disfrutar de uno de los espectáculos más grandiosos del Pirineo tantas y tantas veces contemplado pero que con el paso del tiempo no hace más que ganar emocionante espectacularidad.

            Guardaba la idea en mi memoria de que el Camino hacia el Col de Arraille partía desde bastante arriba pero la realidad es que hay que bajar bastante, incluso por debajo del nivel del col.

            Nosotros, atracados ya de paisaje, decidimos abandonar el camino e introducirnos directamente en la Cubeta Lacustre de Arraille en dirección nor-nordeste y enseguida alcanzamos el Lac Superior de Arraille a 2475 metros de altitud.


            Son las dos y cuarto cuando nos sentamos junto al lac para darnos un remojón de pies que mitigue la severidad de tanta piedra. El agua está que corta, a la temperatura del nevero de la otra orilla, está de testigo la Pique Longue.


            Comemos tranquilamente y alrededor de las tres de la tarde nos vamos en suave descenso recorriendo la cubeta lacustre en dirección norte para rodear por el este el Lac Medio de Arraille y contemplar el Lac Inferior de Arraille enmarcado con las Agujas de Chanbarrou. Desde allí iniciamos un suave remonte a través de un amplio pedregal para alcanzar el Camino al Col de Arraille.


            Alcanzado el camino enseguida se sumerge en un tramo de pedrera que rellena completamente la subida al sol salvo un reducido nevero residual que atravesamos con encendida devoción.

            Son 150 metros de desnivel que realizamos tranquilamente con el sol cargado a nuestras espaldas los que nos depositan en el Col de Arraille situado a 2583 metros de altitud.

            En el col hay un trío bajo un sombrajo al que se has hecho algo larga la subida y nos anuncian desconsoladamente piedras. No hay que confundir el monte con la playa.

Vertiente Norte del Col de Arraille.

            Son las tres y media pasadas cuando iniciamos el descenso de un camino que en dirección norte se alarga en busca del fondo del valle a través de cumplidas pedreras graníticas; pero no hay problema, la vista larga, la mochila y la gorra que nos quita el sol de la espalda y el piloto automático que haga su tarea, nos depositarán en el cruce de caminos de la mañana cerrando el bucle que habíamos soñado.

            Estamos a 1600 metros de altitud y proseguimos para abajo con la vista puesta en el Desagüe de los Lacs de Labas y de Aspe. Esta mañana he creído ver alguna baliza clara en la orilla derecha del mismo y una clara posibilidad de camino que permita superar las paredes del circo.


            Luego dejamos que la espléndida plancha de agua del Lac de Estom  se haga próxima y Alcanzamos la cabaña del Lac de Estom cuando son las cinco menos cuarto de la tarde con lo que finiquitamos nuestra jornada de 1650 metros de desnivel.

            Tenemos una inmensa tarde, algo más cálida que la de ayer para darnos un lavazo en el lac y descansar mientras rumiamos una bolsa de aceitunas que regamos con abundante agua.

Geranios robertianos.

            Tenemos tiempo de localizar de nuevo la culebra de agua que es la patrona de la pensión, de hacer la cena y liquidarla tranquilamente y de dar una vuelta por los alrededores en busca de cobertura telefónica que no la habrá, todo para hacer tiempo de empiltrarnos cosa que sucederá sobre las nueve y media cuando todavía no ha llegado la noche al relevo del día.

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