Farallones de camino a San Aniol de Aguja.
Beget, La Farga, Col de Muls, Pla de la
Plantada, Col de Talaixa, San Aniol de Aguja, Coll Roig, Coll de Basegoda y Can
Nou.
14-06-2013.
Desnivel de subida 1800 m.
Desnivel de bajada 1100 m.
Distancia recorrida 26000 m.
Tiempo efectivo 09:30 h.
Sol.
Fácil.
El recorrido con calor y peso es un perfecto
rompepiernas. No se trata de una etapa de alta montaña pero en nada le tiene
que envidiar si se refiere a desniveles.
Si además se le añade un embarque de
cierta entidad se pone a prueba el temple de la resistencia.
Agua en San Aniol de Aguja y el Can Nou,
dos lugares estratégicos en todo este largo recorrido.
Rosa Mª. Martínez y Mariano Javierre.
Mapa de Beget a San Aniol de Aguja procedente de GR 11.Vía en amarillo.
Mapa de San Aniol de Aguja- Can Nou procedente de GR11. Vía en amarillo.
En
la tienda y sobre crecida hierba no se hace demasiado duro para nuestras
espaldas y caderas. Llevamos una esterilla partida como método para reducir
peso y volumen en las mochilas.
Llueve
un poco durante la noche que no se hace larga en la tienda pues a las seis y
cuarto de la mañana nos levantamos al 14 de Junio de 2013. Todo está húmedo
pero no hay más remedio que recogerlo, ya se secará pues la mañana nos enseña
un cielo despejado.
Desayunamos
y a las siete nos ponemos en camino por el ramal de carretera que tomamos ayer
con el objeto de aprovechar el tiempo antes de que el sol caliente, que lo hará.
Unos
cientos de metros por la carretera siguiendo las balizas rojiblancas nos sacan
de la misma y nos meten en un camino que quiere ascender hacia la sierra en
dirección sur en busca de un vallecillo
por el que discurre el Torrente de Salomo, aunque no lo sabemos. Enseguida nos
alcanza el sol.
Pasamos
junto a una derruida masía y poco más arriba alcanzamos una pista en las
inmediaciones de otra masía que suponemos empleada por cazadores, quizás sea la
Masía de Salomo.
Continuamos
ascendiendo para alcanzar un collado por el que pasa una carretera que sube
desde Beget. Creemos que se trata del Coll Bucs situado sobre los 770 metros de
altitud
En
el poste indicador seguimos con las indicaciones del GR 86 y por allí
continuamos con la mosca tras la oreja y más ahora que la pista que llevamos se
orienta claramente al oeste cuando tendríamos que caminar al este.
Poco
después alcanzado un cruce ya en descenso decidimos volver incluso si es
preciso hasta Beget. Son las ocho y media.
De
nuevo en el collado suelto la mochila y marcho hacia el este por la carretera
en busca de una indicación diez minutos más allá.
Baja
un coche, para y charlamos: estamos en un lugar equivocado, es un hostelero de
Beget que viene de hacer la compra semanal, nos hace sitio y nos montamos. Nos
dejará en el GR 11, y a pesar de todo hemos tenido suerte.
Son
las diez de la mañana cuando nos deja justamente en el puente junto al que
hemos pasado la noche. En el poste indicador al que me propuse volver pero se
me pasó, y en la dirección contraria a la que llegamos, estaba la indicación de
la GR 11.
Bueno,
hemos sudado hora y media y hemos perdido dos horas cumplidas pero… son las
cosas que suele acarrear una actividad que realizamos sobre un terreno
absolutamente desconocido para nosotros.
Son
las nueve y cuarto, estamos a 450 metros de altitud y caminamos por la pista
hormigonada que se alarga llana en dirección sudeste a través de una zona de
labor hasta alcanzar la Farga, una masía que están rehabilitando.
Allí,
tras algunas breves dudas proseguimos por un camino que asciende en dirección
sur-sudeste en busca del Coll de Muls.
Se
hace calor cuesta arriba y con peso pero estamos dispuestos a aprovechar la
jornada a pesar del embarque.
A
media subida, la vegetación mixta de rivera ya ha desaparecido, nos detenemos
en una sombra del encinar para echar un trago y un bocado. Un cuarto de hora
más tarde proseguimos para arriba por el camino que pronto llaneará para
descender enseguida por medio de un espeso bosque de encinas, castaños y algún
alcornoque con sotobosque de boj un tanto disperso. Se trata de un monte cosido de pistas y
caminos establecidos sobre una vegetación bien desarrollada que nos deja sin
perspectiva. No tenemos vistas la mayor parte del tiempo y cuando contemplamos
el horizonte carecemos de referencias debido a nuestro desconocimiento de la
zona.
Descendemos
por la ladera derecha del monte creo que un poco más de lo que acabamos de
ascender hasta que dejamos el vallecillo para tomar otro en dirección norte que
asciende al encuentro de una pista.
En el Coll de Talaixa.
Perdemos
las balizas en una zona de pastos con el monte muy aclarado y tras superar un
par de amplias lazadas de la pista alcanzamos el Caserío de Can Vaquer. Allí
tomamos de nuevo un camino que en dirección este y por la orilla derecha de un
barranquillo nos conduce en ascenso al tan largamente esperado Coll de Talaixa
situado a 760 metros de altitud. Van a ser las doce y media de la mañana.
Se
trata de un collado amplio pero sin visibilidad aunque un poco más abajo podemos
distinguir el valle orientado al sudeste por el que discurre el Llierca y un
caserío que suponemos es Sadernes vista la evolución de nuestra ruta.
El
camino bastante llano e indeciso prosigue al este transitando una ladera muy
soleada y seca para alcanzar enseguida las edificaciones medio derruidas de la
Quera, lugar en el que volvemos a perder momentáneamente el camino ya que hay
trabajos de máquinas pesadas.
El valle hacia Sadernes.
Recuperado
prosigue por medio de una ladera muy escarpada y con algún paso artificial
alcanza la Arista Este de la Sierra de Monards para girar al norte prosiguiendo
con el rodeo en ascenso cuando esperábamos un descenso consistente.
Proseguimos
en ascenso sobre un camino rocoso de aspecto calizo y escalonado que transitará
por medio de una pared antes de instalarse de nuevo en el encinar e iniciar un
suave descenso a la vez que comenzamos a encontrar gente, pues hasta ahora
salvo un par de grupos una a cada lado del Col Boixera no nos hemos cruzado con
nadie.
Pasado
el tramo de camino que a la postre será de lo más exigente, descendemos
largamente hasta que llegamos al emplazamiento de San Aniol de Aguja, situado
en un minúsculo rellanito del Barranco de la Comella.
San Aniol de Aguja.
Son
las dos menos cuarto y estamos a 460 metros de altitud. Allí está tanto la
ermita como un edificio en reconstrucción pero lo más importante es una
fastuosa fuente que arroja un agua fresquísima y abundante.
Sentados
en un banco de piedra y a la sombra comemos, bebemos y descansamos puesto que
la jornada viene cumplida y sabemos que no ha terminado para nosotros. Mi chica
se solea un rato mientras descansa, yo descanso a la sombra pues soy lagarto de
poco sol.
La
gente va y viene entre Sadernes y las pozas del Barranco de San Aniol unos
metros más arriba de la ermita.
Le
idea primigenia indicaba esperar a que bajara la fuerza del sol para luego
continuar en mejores condiciones pero
eso suponía una espera de alrededor de
cuatro horas, cosa que no estamos muy dispuestos a hacer. Consecuentemente
abandonamos la idea y a las tres y cuarto, cargados de agua pues no sabemos
hasta dónde llegaremos, continuamos camino.
Pasamos
entre la ermita y el edificio en reconstrucción y cruzamos inmediatamente el
Barranco de San Aniol por el puente colgante para tomar en descenso el camino
hacia Sadernes.
Bajamos
un poco por la orilla izquierda del barranco hasta que a nuestra izquierda
aparece el camino que nos ha de llevar al Coll de Basegoda.
El
camino transita en ascenso un amplio valle que subimos por su ladera izquierda
en dirección este. El sol todavía está muy alto y se cuela por entre la
vegetación metiéndonos en calores.
Poco
más arriba transitamos sobre unas pedreras que rellenan la ladera hasta que la
abandonamos para pasar a la otra ladera
en las inmediaciones del Coll Roig, lugar en el que se suaviza la pendiente que
ha sido bastante rigurosa.
Proseguimos
en dirección nordeste en suave ascenso en busca de Can Principi a la vez que
aparecen las hayas. Pasamos por las inmediaciones de algún edificio derruido y
seguimos en ascenso de nuevo consistente tras un breve descenso.
Esperamos
que sea la última subida de la jornada y así será puesto que un rato después,
la pendiente se suaviza y alcanzamos el Coll Principi y prácticamente de llano
el Coll de Basegoda situado a 1105 metros de altitud, poniendo fin a una larga
y penosa subida.
Anémona fucsia en Basegoda.
Son
las seis y cuarto de la tarde cuando tomamos la pista que transita por la
cabecera de la sierra en dirección sur. Bajamos unos metros con la misma y la
abandonamos por un camino que sale a nuestra izquierda en dirección sudeste.
El
camino desciende de manera consistente por medio de un carrascal claro y seco,
lleno de bloques calizos que lo escalonan continuamente. Bajamos con la marcha
de resistencia y con ganas de terminar la jornada, sobre todo mi chica que lleva
los pies bastante mal.
Regugio de Can Galan.
Un
rato después avistamos una edificación. Se trata del Refugio de Can Galán,
nosotros creíamos que quedaba un poco alejado del GR. Estamos a 800 metros de
altitud y el refugio está cerrado. Un cartel indica que se puede pedir la llave
en Can Nou, una masía a medio kilómetro de aquí.
Nosotros
no tenemos intención de utilizarlo ya que no tiene agua y caminando
prácticamente en horizontal por una pista herbosa nos llegamos enseguida a Can
Nou. Charlamos con tres personas que viven en la masía y nos indican que la
fuente está unos metros más abajo en la pista.
En la Fuente de Can Nou.
Son
las siete de la tarde cuando soltamos las mochilas en los muretes que rodean la
fuente, han sido doce horas de jornada y creemos que ya vale por hoy.
En
la fuente que mana un chorrazo de agua fresca nos remojamos en soledad. Nos
hacemos la cena y la liquidamos seguidamente a la sombra de la tarde que va
cayendo.
Buscamos
y encontramos inmediatamente un pequeño
prado seco junto a la pista y allí nos vamos a quedar.
Plantamos
la tienda y hablamos con nuestra gente pues, cosa curiosa, hay cobertura
telefónica aquí y a las nueve y media nos empiltramos dispuestos a compensar
los 1800 metros subidos y 1100 bajados, no todos necesarios pero… Ha resultado
una jornada durilla y nos dormimos tan cansados como satisfechos.
Si quieres seguir pincha en la Continuación.
Esta actividad tiene su Comienzo.
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