Rampas rocosas bajo el Plan Fiacconi.
Lago Fedaia, Refugio Plan Fiacconi,
Glaciar de la Marmolada, Corredor Oeste y Arista Norte.
30-08-2015.
Salida 07 h. Llegada 14 h.
Sol.
Bastante fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Marmolada Punta Penia procedente de Kompass. Vía en amarillo.
El
descenso por carretera a Canazei es corto y se pierde altitud con rapidez, para
qué vamos a andarnos con tonterías.
Llegados al pueblo lo atravesamos en dirección sur, tal y como venimos y
enseguida nos liamos en Alba guiados hacia el centro en lugar de seguir
carretera adelante.
A
continuación viene Penia para ascender
seguidamente hacia el Lago Fedaia. La carretera asciende primero suavemente
pero en la parte final una serie de revueltas nos hacen ganar la altitud de
2050 metros a la que se encuentra el lago.
Nos
pasamos carreta adelante por la orilla norte y damos la vuelta al darnos cuenta
de que se puede circular sobre la pared de la presa. En el lado sur de la misma
hay aparcamientos desde los que sale el camino que emprenderemos mañana.
En
un aparcamiento que es una pista de esquí aquí muy llana y a escasos 30 metros
del cartel que señala el camino al Refugio Fiacconi y Glaciar de la
Marmolada aparcamos. Hay mucho sitio a
pesar de que es sábado.
Disponemos
de una dilatada tarde para merodear por los alrededores todavía al sol, recoger
y organizar nuestros enseres, preparar la marcha de mañana y relajarnos con
unas cervezas mientras se hace la hora de cenar. Luego de la cena, alrededor de
las nueve y media nos empiltramos.
El camino discurre en principio por una ladera rocosa con vegetación.
Son
casi las seis y media de la mañana del 30 de Agosto de 2015 cuando nos
levantamos. Estábamos todos despiertos.
Son
las siete de la mañana cuando tomamos el camino, la SS619, que marcha ladera
para arriba en dirección sur. Se trata de un transitado camino con opciones que
se desarrolla entre placas rocosas emergentes y alternadas con asentamientos de
pratenses entre los que aparecen abetos y alerces. El sol nos acompaña en una
mañana espléndida.
Llegando al Col dei Bous.
Seguimos
balizas y un largo tramo de sirga que no sabemos que hace allí pero que
coincide con un tramo de nuestro camino
mientras vemos como solamente algunos alerces resisten a la altitud pues
la vegetación se queda retenida por debajo del Col dei Bous situado en la parte
sur de un crestón que surge en medio de la ladera glaciar. Estamos a 2500
metros de altitud.
Disponemos
durante casi todo el ascenso de un amplio horizonte que arranca al este con la
Cresta Serauta y seguidamente la Punta y el Piz Serauta. En medio de estos
aparece un teleférico que se eleva hacia Punta Rocca situada a continuación. Ya
al sur está nuestro objetivo entre dos
tramos de glaciar, el de nuestra izquierda más amplio y el que tenemos al
frente que se recoge en un circo reducido bajo las paredes de Punta Penia y que
es al que nos dirigimos. Hacia el oeste clarean iluminadas por el sol las
Paredes del Picolo y Gran Vernel y en medio de la morrena glaciar pues el hielo
está recogido más arriba surgen un par de crestones, son los Sassos da le
Doudes y el de Undes más al este.
El Piz Boe desde el Col dei Bou.
Enseguida
alcanzamos el Plan Fiacconi y unos metros más arriba el Refugio del mismo
nombre situado a 2625 metros de altitud al que llega el remonte que parte de
Fedaia. Se trata de una silla muy original en la que los viajeros, por parejas,
suben de pie y lo están probando ahora para luego ir subiendo a la riada que
quiere acercarse al glaciar.
El Refugio del Plan Fiacconi y la llegada del teleférico.
Son
las ocho y cinco cuando pasamos junto al refugio prosiguiendo para arriba por
un camino en el que han establecido escaleras de hormigón. Las lajas
extraordinariamente lisas y pulidas por el glaciar debían de proporcionar
frecuentísimos accidentes entre el turisteo que llegaba por aquí y había que
cuidar a quién daba y da de comer.
Las
escalerillas nos conducen al Refugio del Glaciar de la Marmolada, no sabíamos
de su existencia aquí a 2700 metros de altitud. El personal se está
desperezando.
Dejamos atrás el Refugio del Glaciar de la Marmolada.
Un
último tramo de escaleras permite bajar un paretazo algo tieso y nos deposita
en la Morrena del Glaciar de la Marmolada en la que el pedregal está establecido
sobre las placas. Nosotros aprovecharemos los tramos lisos y limpios de
materiales sueltos para ascender en busca del hielo del glaciar todavía algo
más arriba.
La
morrena se torna consistente en un pequeño rellano y enseguida aparece el hielo
mezclado con gravas que conformando cordones se elevan hasta sumergirse
completamente en el hielo del glaciar. Ha helado a esta altitud.
Nos aproximamos al Glaciar de la Marmolada.
Utilizando
una de esas rampas mixtas ganamos altura hasta que, a la entrada del hielo nos
ponemos los crampones. No hay nadie por delante, no hay huella pues se trata de
un resalte de hielo vivo que no recuerda cuándo estuvo cubierto de nieve y lo
vamos a negociar de frente y por el sombrío de una suave prominencia. Hubiera
sido un ascenso un poco más amable haciéndolo en quiebro al sol pero…
Superado el muro de hielo vivo de la entrada al Glaciar de la Marmolada.
Terminaremos
a la sombra, al hielo vivo en el que prácticamente los crampones no hacen más
que arañar el hielo y en una pendiente final más comprometida de lo esperado.
Son 75 metros entretenidos como poco los que nos sacan al sol cuando el muro se
arrellana y coincidimos con una tenue huella que asciende en diagonal por la
parte soleada del muro. Estaremos sobre los 2900 metros de altitud.
Tramo amable del Glaciar de la Marmolada con huella y sin grietas.
La
continuación es una serie de zetas amplias por hielo más amable y siguiendo una
huella sobre nieve hielo que comienza a blandear.
Con
ella atravesamos el rellano que nos
conduce al Contrafuerte Norte de Punta Penia que limita el circo glaciar en el
que estamos entrando en su parte oeste.
Subimos una rampa de hielo y gravas en la parte oeste del Glaciar de la Marmolada.
La
huella nos conduce a la base de las paredes y asciende junto a las mismas por
una rampa de gravas y hielo de esas que no dan confianza y que me recuerdan a
la subida desde el Glaciar del Perdido al Collado del Cilindro de hace
muchísimos años.
Contorneando grietas en busca del Corredor Este de Punta Penia.
Superado
el tramo la huella se introduce de nuevo en la pared para seguir zeteando
suavemente y contornear una serie de
grietas abiertas. Una zeta más al este es la última alternativa para superar
una gran grieta que corta casi todo el glaciar. Superada esta, la huella se
vuelve horizontal al oeste en busca de las paredes.
En
la pared hemos localizado el corredor equipado que permite ascender la misma.
El único problema es que el corredor arranca de la grieta que hemos terminado
de atravesar y llegados a la pared hay que perder unos pocos metros muy
erguidos, con poca huella y con las fauces de la grieta dispuesta a recoger
cualquier patinazo. Estamos sobre los 3175 metros de altitud.
Entrando al Corredor Oeste de Punta Penia.
En
la pared nos quitamos los crampones, recogemos los piolets y bastones y nos
vamos para arriba con toda comodidad.
Se
trata de un corredor rectilíneo, bastante erguido y encajonado con buenísima
roca que es una delicia ascenderlo sin ninguna necesidad de tocar la sirga que
tiene instalado pues en ningún caso pasará del IIº. A pesar de ello nos
cruzamos con una cordada que lo está rapelando.
En la salida del Corredor Oeste de Punta Penia.
Son
75 metros disfrutones que se nos van en un pis-pas y que nos depositan en la
arista cimera sobre los 3250 metros de altitud.
En la Sección C imera del Glaciar de la Marmolada.
Creo
que se puede subir hasta la cima sin pisar el hielo del glaciar colgante
cimero, cosa que comprobaremos enseguida, pero hay tan buen sitio que volvemos
a ponernos los crampones al sol y continuamos luego para arriba.
Se
trata de subir una rampa suavemente inclinada al oeste de la arista por la que
transitamos en algunos momentos. A nuestra izquierda y antes de alcanzar las
paredes hay un pasillo limpio de nieve que conduce a la cima.
La Cabaña Punta Penia en la Cima de la Marmolada.
Ascendemos
tranquilamente sobre un buen hielo hasta que la pendiente suaviza y desaparece
la nieve en una cima amplísima y muy llana en la que tenemos la Cruz y el Hito
Cimero al este, la Cabaña Punta Penia en el centro y al oeste una antena desde
la que la arista comienza a inclinarse hacia los Verneles. Son las diez y media
y estamos a 3343 metros de altitud.
En la Cima de Punta Penia.
Recorremos
toda la amplia cima de un lado a otro sin quitarnos los crampones pues el terreno
es una fina gravera. Desde la parte oeste contemplamos las Cimas de Ombretta
que es nuestro plato de mañana y el Valle Rosalía hacia el refugio Contrin. No
nos molestamos ni siquiera en entrar en la cabaña. El personal parece que
acostumbra a pasar la noche en el refugio y deja que el sol ablande el hielo
del glaciar. Los primeros con los que nos hemos cruzado son los que rapelaban
el corredor. Esta noche ha sido luna casi llena.
Una mirada hacia las Ombrettas nuestro tajo de mañana.
En
el lugar más alto de la cima hay una enorme cruz metálica y un hito artificial.
Hacemos algunas fotos y nos sentamos sobre los paredones del este a echar un
bocado mientras contemplamos la llegada del teleférico y el refugio instalado
en Punta Rocca además de una máquina pisanieves que está merodeando alrededor
del mismo. También contemplamos el Valle de Ombretta.
Punta Rocca con su refugio desde la Cima de Punta Penia.
Digamos
que no me molesta pero a mí no me gusta este tipo de montañas con teleféricos
por cualquier parte hasta las cimas, con refugios en las cimas, en medio de los
valles y en la parte baja de los mismos, con sirgas tan pronto como aparece la
dificultad más mínima, con caminos muy transitados y estupendamente señalizados
para el uso masivo de todo aquel que se quiera acercar a la montaña. Me parece
estupenda la accesibilidad general pero yo prefiero otra cosa. Contra gustos no
hay disputas.
Compramos
las fotografías de unas chovas con un poco de comida y una hora después nos
vamos para abajo sin haber podido localizar el Refugio Marco dal Bianco situado
en las inmediaciones del Paso de Ombretta.
Descendiendo por el Corredor Oeste de Punta Penia.
El
descenso del casquete somital no tiene otra historia más que convertirse en un
delicioso paseo al sol de la mañana. En la entrada del corredor nos quitamos
los crampones y descendemos el corredor haciendo cola con una cordada que va
delante algo lenta.
La
adelantamos en la parte baja del corredor pero tenemos que hacer de nuevo cola
para entrar al glaciar.
Rodeando grietas en la Cabecera del Glaciar de la Marmolada.
Contorneada
la grieta grande les adelantamos y nos vamos para abajo con paso de maniobra
opus dominical.
La
rampa terrosa se desciende mejor de lo que la hemos ascendido, la gente sube
asegurando por medio del glaciar y antes de llegar al muro inicial la pareja
que va delante y que ha asegurado un poco el descenso del tramo intermedio nos
deja pasar. Deben preferir que les marquemos camino.
Descendiendo con cuidado el muro de hielo inferior del Glaciar de la Marmolada.
El
descenso del muro lo hacemos en diagonal al oeste para luego volver al este y
rematarlo. Sigue vestido de hielo duro y negro que se hace aguas por todas
partes. Alcanzada la morrena
glaciar nos quitamos los crampones, recogemos los piolets y continuamos
descenso utilizando todas las placas de roca pulida que podemos. Nos conducen
al Refugio del Glaciar de la Marmolada donde se solea el personal en biquini.
Hacemos alguna foto del glaciar a modo de despedida y continuamos por las
escaleras para abajo con destino al Refugio Fiacconi.
Nos
entretenemos un poco viendo como se montan y desmontan de las perchas yo me doy
una columpiada recordando mi infancia en una zona de columpios al lado del
refugio y poco después tras contemplar cómo algunos que bajaban con nosotros se
meten en el teleférico, continuamos nuestro descenso a pateta como es nuestra
ejecutoria. Hemos sido los primeros en subir pues no hemos visto huellas en el
glaciar y quizás seamos de los pocos o únicos que ha hecho el pico sin la ayuda
de los remontes. La montaña se puede afrontar de diversas maneras sin pretender catalogar a nadie por la forma de
abordarlas.
Amapola amarilla en Plan Fiacconi.
Sin
prisa pero sin pausa nos bajamos al encuentro del bosque y al abrazo
progresivo del calor llegando a la furgo
a las dos de la tarde tras liquidar un desnivel acumulado de alrededor de 1300
metros.
Hay
más sitios en el aparcamiento que ayer cuando llegamos. Parece ser que ya no es
el mejor momento para hacer el pico utilizando la vía del glaciar.
Hay
una preciosa zona llana con sombra de abeto para aparcar la furgo debajo,
tenemos al lado sitio al sol para poner a secar todas nuestras pertenencia
húmedas y a una veintena de metros del inicio del camino una charca alimentada
por una surgencia de agua helada que debe bajar del glaciar y que no hay quien
aguante de fría que está.
Nos
pegaremos un buen remojón como hemos visto que lo hacia el personal y como unos
bebes recién bañados comeremos tranquilamente en la furgo dando tiempo a que se
seque todo. Tenemos toda la tarde por delante y poca faena por realizar.
Luego
de recogido todo nos vamos al otro lado de la presa para fotografiar con
perspectiva desde allí el territorio de nuestro ascenso y a continuación
carretera para abajo con destino a Alba.
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