Rodeando hacia la Oeste de la Cruz de Santa Orosia.
Isún, Camino de Santa Orosia, Camino de
Santa Marina y Cara Sudoeste. Descenso por el Camino de Isún.
04-03-2016.
Desnivel acumulado 630 m.
Distancia recorrida 9000 m.
Tiempo efectivo: 02:45 h.
Mixto.
Fácil.
Se trata de un camino no demasiado apto
para senderistas con poca experiencia que se debería evitar con roca muy húmeda
o hielo si no se llevan crampones. Hay un tramo en el que se puede extraviar el camino.
Agua en la Fuente de Santa Orosia algo
alejada de esta ruta circular.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Santa Orosia procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Creo
recordar que allá por el sesenta y tantos, antes de que nos dedicáramos a esto
de la montaña, habíamos llegado directamente a la Cruz de Santa Orosia desde
Satué. No teníamos ninguna competencia montañera especial, ni falta que nos
hacía.
La
cruz siempre ha tenido un significado particular ya que, también por aquella época, me sirvió
para detectar la necesidad de usar gafas para corregir mi miopía, pero como no
hay mal que cien años dure, ahora ya no las necesito si no es para leer la guía
telefónica o las ilegibles letras menudas de contratos o prospectos.
La Sudoeste de Santa Orosia desde la Variante de Sabiñánigo.
Pasarían los
años, la cruz seguía allí y sigue aunque el cierzo la tiene pendiente de una
buena reparación que no será demasiado fácil y yo seguía con mi idea de
ascender directamente a la cruz de nuevo cosa que haría allá por el 2004. En
esta ocasión partí de Cruz Guáriz y ascendí por la cara Sudoeste buscándome la
vida y sin camino alguno, al menos yo no lo encontré.
Iniciando el camino desde Isún.
En los corrillos
montañeros del pueblo se comenta que están limpiando, Jesús Sánchez y algunos
más, un camino que conducía a la Ermita de Santa Marina y que asciende a la
cruz, arrancando del Camino de Isún al Puerto de Santa Orosia y hoy 4 de Marzo
de 2016 vamos a tratar de recorrerlo, la noche ha sido ventilada, y creemos que
no quedará gran cosa de nieve en el suelo y que los bojes estarás escurridos.
Entrando en el Pinar de Isún.
A las nueve y
cuarto de la mañana aparcamos en Isún y tomamos el camino que abandona el
pueblo en dirección nordeste. Estamos a 980 metros de altitud y una reciente
pista nos conduce enseguida a los depósitos de agua. A partir de allí el camino
deja atrás los campos de labor y tras un breve recorrido sobre sotobosque de
boj se introduce en el pinar.
Desvío del Camino de Isún hacia la Cruz de Santa Orosia por Santa Marina.
Alrededor de
1075 metros de altitud, un hito de piedras señala el inicio del camino que
parte a nuestra mano izquierda o norte
entre bojes de mediana talla y pinos
claros.
Tramo de camino con vegetación pobre.
Muy llano y
limpio en principio prosigue al norte
atravesando pequeñas depresiones, orillado por algún que otro pino pasado por
la motosierra para alcanzar un tramo claro en el que incluso escasea el
sotobosque.
Tramo de camino sobre genista hórrida.
Poco más
adelante atravesamos en suave ascenso un claro cubierto de genista y seguidamente nos introducimos en un pequeño
barranco al que parece llegar una especie de tiradera de madera que muere de
inmediato y nos deja sin los hitos de continuidad que han aparecido no ha mucho
y que vamos siguiendo.
Remontamos tres o cuatro metros para abandonar la pista
y proseguimos de nuevo en dirección norte tratando de recuperar el camino casa
que haremos enseguida al transitar por
un suave lomo de vegetación no demasiado espesa. Deberíamos haber abandonado la
tiradera que subía por el barranco unos metros antes de su final pues
recuperamos el camino que asciende por nuestra izquierda.
El camino se empina en busca de la comba que nace bajo la cruz.
A partir de ese
punto aparecen restos de nieve asentados en el camino que se comienza a empinar
pues hasta el momento sesteaba indolente.
Lleno de hitos
de piedras poco firmes que rehacemos pues la ladera además de nieve tiene
abundantes restos de hojarasca que denuncian su escaso tránsito, lo
seguimos ya en ascenso considerable
mientras nos enseña la cruz en nuestro horizonte colgada sobre las peñas a la
vez que nos vamos acercando a las paredes.
Ascenso consistente en busca de las paredes.
La nieve se hace
casi continua y la pendiente sobre terreno algo resbaladizo se vuelve un tanto
incómoda pero el camino no ofrece dificultad para seguirlo. Nos conduce a la
base de las paredes donde comenzamos a utilizar los bojes como presas de mano que facilitan la progresión.
Tenemos que
atravesar una pequeña comba muy vestida de vegetación algo húmeda pero el
camino nos facilita la tarea mientras recuerdo que en esta zona fue donde tuve
que hacer el jabalí para terminar como
un cochino, lleno de verdín de los
musgos de los bojes entre los que tuve que reptar.
En las paredes de la vertical de la Cruz de Santa Orosia.
Cruzamos la
pequeña comba a modo de circo y en su orilla derecha, en la vertical de la
cruz, iniciamos el ascenso de las paredes.
Tramo final del roquedo bajo la Cruz de Santa Orosia.
Se trata de una
serie de gradas inclinadas, rellenas de materiales sueltos, bojes y genistas
que permiten la progresión con algún apoyo de manos en busca de un chaparrudo,
aguerrido y solitario pino al que llegaremos tras superar un resalte de un par
de metros largos vestido con muy buenas presas.
La ventana de la mañana no va a dar para mucho.
Debajo del mismo
recolocamos un trozo de la angular de hierro de la cruz que debió sobrar cuando
se instaló y que torpemente despeñaron
desde arriba en lugar de llevársela para abajo. Por encima del paso
encontramos otro trozo medio enterrado que clavaremos vertical sobre el suelo.
Ultimo tramo escalonado para alcanzar la Cruz de Santa Orosia.
A partir del
pino una serie de gradas requebradas pero muy fáciles nos permiten terminar de
dar media vuelta a la cruz y ascender los últimos metros, de nuevo con apoyos
de manos, con algún poco de hielo y muy
húmedos casi en la vertical de Satué.
Terminamos ascendiendo casi al noroeste.
Son las once
menos cuarto cuando llegamos a la Cruz de Santa Orosia situada sobre los 1600 metros de altitud mientras
comprobamos que la ventana de buen tiempo anunciada ha resultado prácticamente
inexistente pues por arriba ya hace ratos que está cerrado.
En la Cruz de Santa Orosia.
Advertimos como
suponíamos que Oturia no tiene nieve para esquiarlo, hacemos algunas fotos con
nieblas distantes, certificamos que la cruz necesita un buen repaso pues ha
cedido a los embates del cierzo y proseguimos en dirección este por la cabecera
de las paredes al encuentro del Camino de Isún.
Las Paredes de la Cruz de Santa Orosia desde el este.
En el comienzo
del descenso echamos un café con un dulce y tras hacer la acostumbrada foto
desde el Mirador de la Val Ancha nos vamos tranquilamente para abajo para
encontrarnos con Javier Nasarre que sube a estirar las piernas.
La Val Ancha desde el Camino de Isún a Santa Orosia.
A las doce y
media estamos de nuevo en Isún. Hemos conocido un nuevo camino que nos sube al
Puerto de Santa Orosia: el de la Ermita de Santa Marina que, por cierto, no
hemos visto. No debe quedar gran cosa de ella.
Manojo de violetas en Santa Orosia.
El desnivel ha
estado ligeramente por encima de los 600 metros como acostumbran a tener los
camino que suben al puerto pero hay que decir que no se trata de un camino para
todo el mundo ya que alguno de los pasos será de IIº y no es demasiado
recomendable superarlos en húmedo aconsejando desistir del tramo final en caso
de hielo si no se llevan crampones.
Santa Orosia
tiene muchos caminos hábiles para senderistas, este no lo es. No ofrece ningún
aspecto especialmente diferenciado de los demás y, harán lo quieran, pero no
creo que sea demasiada buena idea equiparlo con cadenas.
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