Barranco Faceras entre Fobarabach y el Verde.
Aparcamiento de Panticosa, Puente la
Zoche, Costera Plañueña y Barranco Faceras.
18-03-2016.
Salida 09:15 h. Llegada 15:15 h.
Sol.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa del Verde procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Durante
esta semana, las sucesivas borrascas que han ido pasando, no han sido profundas
pera han dejado algunas capillas de nieve que, al producirse con menos viento
de lo acostumbrado, han mejorado el
manto nival que cubre el Pirineo en altitud pero la nieve sigue estando muy
alta y hay que portear a nada que te descuidas.
Hoy
viernes 18 de Marzo de 2016 se anuncia una ventana de sol para la mañana y en
medio de una pléyade de inestables días para el monte decidimos aprovecharlo.
Portendo para llegar al Puente de la Zoche.
Vamos
subir al Verde para alejarnos en lo que cabe de la arista fronteriza. Esperamos
que continúe la nieve polvo y sabemos que habrá que portear al menos media
hora.
Son
las nueve y cuarto de la mañana cuando iniciamos el porteo desde la Base de la Estación de Esquí de
Panticosa por el camino de la Orilla Derecha del Bolatica por lo que hemos traído
las mochilas montadas desde casa. La Pista de Santa Cruz de la que desitimos el
pasado domingo sin ir más lejos tiene buena nieve desde abajo pero hoy no toca.
Cruzando el Puente de la Zoche.
La
mañana está espléndidamente soleada y la temperatura es como mucho fresca pero
más que aceptable cuando nos orientamos al este y nos vamos en busca del Puente
de la Zoche. Hemos salido de 1150 metros de altitud y el puente nos espera 150
metros más arriba. Se trata de un camino que no guarda la nieve al estar
orientado al sol, que se desarrolla en suave ascenso y en el que encontramos
los restos de nieve recién caída sobre la masa boscosa en la que abunda el boj,
mientras pisamos tramos nevados que no aconsejan el foqueo.
En los prados con Punta Fobarabach en el horizonte.
En
media hora alcanzamos el Puente la Zoche y continuamos el camino por la otra
orilla del Bolatica que en mediano ascenso y con más nieve sale del cauce para
incorporarse a los Prados de la Norte del Verde.
Todavía
ascenderemos alrededor de 100 metros de desnivel fundamentalmente con más nieve
hasta que pasados los 1400 metros de altitud, cuando se abre el bosque,
calzamos los esquís, Juan se ha puesto las raquetas en el puente.
Una buena huella en la Norte del Verde.
Enseguida
aparecen ante nosotros la sucesión de prados escalonados y por encima de los
mismos la Costera Plañueñas con su zona de grandes bloques y la travesía para
alcanzar el Barranco Faceras, todo ello recién iluminado por el sol.
Llevamos
por delante un montañero y un esquiador muy ligero nos adelanta, pero nosotros
a nuestra marcheta tomamos la huella que no tiene mala pinta y con ella
sorteamos los prados escalonados relajadamente pues hay un par de dedos de nieve recién caída
que esperamos vaya en aumento y no nos
propicie problemas de anclaje con la nieve dura de debajo.
Por encima de los Prados del Bolatica.
La
huella prosigue perfecta para nuestro gusto y como luego sabremos nos llevará
hasta la cima, y en suave ascenso alcanza la Costera Plañueñas tras un pequeño rellano que recordamos.
Del
rellano salimos siguiendo dirección sur hacia un asentamiento de grandes
bloques en una zona abarrancada. Superados los mismos proseguimos con una
travesía suavemente ascendente hacia el este que nos va a permitir atravesar la
alomada arista norte del pico e introducirnos seguidamente en el Barranco
Faceras.
Travesía para entrar al Barrnco Faceras.
Se
trata de una travesía en la que suele escasear la nieve y la que queda
acostumbra a estar bastante dura. No es hoy el caso y tras un punto de
inflexión en un crestón llaneamos por terreno muy amplio en busca del eje del
Barranco Faceras por el que se desarrollara el resto del ascenso y siempre al
amparo de Punta Fobarabach que luce un manto espléndido de nieve al igual con
el conjunto del barranco que es todo un espectacular merengue.
Argualas desde la zona intermedia del Barranco Faceras.
Disfrutando
de una nieve y una huella como pocas veces nos toca, progresamos relajada y
suavemente para arriba superando sucesivamente un par de resaltes muy bien
incorporados en el barranco sin otro objeto más que pasar tramada a tramada de
una huella de libro.
Escuellas por encima de Punta Fobarabach.
El
barranco nos ha de subir 500 metros y se
lleva su tiempo pero cuando queremos darnos cuenta hemos dejado al este
Fobarabach y nos aproximamos a su collado sur que dejamos enseguida por debajo.
Catieras y Fobarabach.
La
huella alcanza la arista nordeste de nuestro objetivo, creo recordar que hace
un par de años no subimos tan al este pero una larga lazada nos saca casi de la
pared somital para cruzar magistralmente la misma de vuelta y depositarnos en la parte central de la plana
arista cimera. ¡Gracias al trazador de la huella!
Ultimas lazadas bajo la Cima del Verde.
Rosa remontando con Tendeñera.
Los
tramos finales se me hacen pesados. Bueno, lo que se me hace pesado es el
partidillo de futbol sala de ayer tarde más que los 1150 metros subidos hoy
pero…
Cima del Verde.
Mandilar y la perturbación que llega puntual por el oeste.
Son
las doce y cuarto de la mañana cuando nos reunimos con Juan que se ha ido
directamente por la Arista Norte. Estamos en la Cima del Verde o Faceras
situada a 2287 metros de altitud, la mañana sigue buena pero ya hace rato que
se asomaba la perturbación por el oeste y ahora nieva sobre la Partacua. Será
cuestión de no demorarse demasiado.
Ibón de Sabocos desde la Cima del Verde.
Hacemos
fotos, charlamos y compartimos con Joaquín y su compañero, un par de
pamplonicas majetes con los que hemos hecho el ascenso. Disfrutamos de un
conocido y dilatado paisaje que se está estropeando rápidamente y media hora
después iniciamos el descenso relajadamente deslizando por la arista cimera,
como a nosotros nos gusta.
Iniciando el descenso desde la Cima del Verde.
Juan
se vuelve por donde ha subido y nosotros nos echamos a la pared y al barranco
para disfrutar de una nieve polvo indescriptible sobre todo en el tercio
superior; luego, la nieve sigue siendo
muy buena sobre todo buscando los
giros en las zonas vírgenes de los lados del mismo.
Excerlente nieve en el Barranco Faceras.
Disfrutando del descenso que bastante nos ha costado subir.
La
visibilidad se reduce enseguida no siendo problema para mí pero en cambio mi
chica se marea para terminar con un descenso penoso en el que antes de
abandonar el barranco ya caen algunas bolisnas de nieve pasajeras.
La nubosidad llega puntual al Verde.
En
la travesía hacia los bloques de la Costera Plañueña nos cruzamos con una
pareja que sube, más abajo con algunos más pero nosotros proseguimos nuestro
descenso mientras dejamos atrás nubes negras que cubren el Casquete Somital del
Verde.
Bajo los Bloques de Plañueñas.
Alcanzados
los prados los descendemos con nieve primavera pues ya se ha humidificado
bastante y en el prado inferior cargaré los esquís y las botas en la mochila,
Rosa lo ha hecho un poco más arriba y nos iremos camino abajo hasta el Puente
de la Zoche donde se quitará las raquetas el socio.
Cargamos los esquís y media hora larga de porteo hasta Panticosa.
Media
hora después, cuando son las tres y cuarto nos llegamos al coche liquidando una
jornada un poco más que mañanera.
Hola Mariano! La huella que os encontrasteis la abrimos nosotros el miércoles pasado! Fue Ángel Moraga, derrochando generosidad, el que hizo un trazado inteligente evitando las zetas...
ResponderEliminarNosotros también tuvimos buena nieve arriba y peor conforme bajamos...
¡Hola David!
ResponderEliminarCon esa huella y esa nieve hasta puede parecer que seamos capaces de hacer algo.
Nosotros firmamos todas esas zetas. De hecho esa es el tipo de trayectoria que nos gusta y con la que solemos soñar.
Yo creía que la había trazado Julio Benedé. Creo que de entre la gente capacitada solamente los mejores tazan huellas cómodas y asequibles para los más comunes de los mortales.
Dile a Angel que "muy cojonudo." ¡Que no cambie nunca! Algunos se lo agradeceremos.
Si, la nieve fue perdiendo calidad según descendíamos pero tuvimos la suerte que mejoró ligeramente al final que apareció primavera.
¡Que vaya bueno!