Desde las Planas quedan tres resaltes para Toronzué.
Boca Norte del Túnel de Cotefablo, Pista
de Toronzué, Contrafuerte Este de Torcedor y Las Planas. Descenso saltando el Contrafuerte
Este de Torcedor.
28-03-2017.
Salida 10 h. Llegada 16:30 h.
Mixto.
Fácil.
Juan Castejón, Rosa Mª. Martínez y
Mariano Javierre.
Mapa de Toronzue procedente de Iberpix. Vía en amarillo.
Sabemos
por conocimiento personal que no ha nevado tanto como vocearon los medios de
comunicación pero terminamos por tragarnos alguna piadosa bola sobre la cantidad
de nieve caída aquí o allá. Quizás sea una aceptable oportunidad para subir a
Toronzué, puede ser la última, que desde Biescas no tiene mala pinta.
La nieve del pradillo del Túnel de Cotefablo nos engaña un poco.
Hemos
desechado otras opciones y a las diez menos cuarto aparcamos en la Boca Norte
del Túnel de Cotefablo a 1430 metros de altitud. Estamos a 28 de Marzo de 2017
y acostumbramos a subir en periodo invernal pero hoy estamos en Primavera y
creemos en la nieve primavera que cubre el pradillo de las inmediaciones del
túnel.
Alrededor
de las diez, de una mañana espléndida comenzamos a foquear prácticamente desde
el coche. Atravesado el pradillo alcanzamos la pista que orientándose al
norte aparece bastante cubierta de nieve
en las zonas con protección vegetal y en las zonas solaneras al menos ofrece
laterales nevados por los que se puede foquear. Otra cosa puede ser la vuelta.
Los Prados de Linás de Broto nevados todavía.
Ganamos
altura suavemente por la pista y en la vuelta de costumbre la abandonamos para
atajarla, subir un lomo sin pinos y
alcanzarla de nuevo en las inmediaciones del Collado de Cotefablo. La nieve
soleada está muy húmeda y se sube bien a pesar de la pendiente.
Estamos
a 1600 metros de altitud y la cabecera de la sierra está limpia al este y
cubierta de nieve blanda al oeste por lo que seguimos foqueando hasta alcanzar el Collado de la Línea
Eléctrica, Collado de Cotefablo.
Aparece Toronzué pero no hay tanta nieve como creíamos abajo.
La
pista que aparece a tramos algo limpia mantiene los márgenes con un poco de
nieve por lo que continuamos con ella ya que la ligera subida a Punta Gabardos también está medio pelada.
Faldeamos
con la pista por el este y alcanzamos el Collado Gabardos sobre los 1660 metros
de altitud, lugar en el que nace el barranco que desciende por los Prados de
Linás de Broto cubiertos de nieve.
Abandonamos la pista para atajar en busca de la arista.
El
camino que sube directo a Punta Torcedor está con mucha piedra en su inicio,
tiene un buen tramo de pinar y en estas condiciones ni pensarlo. Así que proseguimos por la pista que nos
aguarda con un par de tramadas solaneras que por suerte podemos foquear hasta
alcanzar el Lomón Este de Torcedor, lugar en el que abandonamos la pista para
marchar en busca de la cabecera de la sierra.
Llegando al Collado Gabardos.
El
pasado año era mitades de Febrero cuando subimos y tuvimos que portear hasta
aquí, lo que de alguna manera no avala la idea de que sea muy tarde para subir
estos montes. El problema de este año es que la nieve del invierno se había
marchado completamente y la que ha caído no tiene consistencia y se marcha a
todo trapo. El del pasado año sería la falta de nieve… problemillas que no
falten para amenizar la función.
Abandonamos la pista en busca de la Sur de Torcedor hacia Toronzué.
Alcanzamos
el derruido Casetón de Torcedor foqueando nieve y descubriendo piedras y
tomamos la arista hacia el norte comprobando que la loma que conduce a Torcedor
está medio limpia de nieve y tendremos que sortear los claros en descenso y
bajar fundamentalmente un poco al oeste para pillar nieve continua.
Poca nieve en Torcedor.
Ni
siquiera ascendemos el lomón sino que faldeamos por el oeste en una suave
diagonal ascendente sobre abundante nieve polvo muy húmeda y a medio
transformar para alcanzar el collado subsiguiente.
El faldeo de Torcedor por el oeste.
Delante
de nosotros sube una pareja de franceses por la matrícula del coche. Se hartan
de hacer zetas innecesarias y no les importa demasiado foquear hierba, pero al
menos y de cuando en cuando, su huella nos viene bien ya que se hacen menos
zuecos sobre la misma.
También faldearemos un poco el final del Tozal de las Planas.
El
ascenso al Tozal de las Planas también tiene claros pero junto a la alambrada
hay una buena rampa que aprovechamos para abandonarla al pelarse y faldear por
el este la llegada a la cima pues en esta parte el viento ha perdonado a la
nieve.
Desde
el Tozal de las Planas a 1962 metros de altitud, la nieve se uniforma pero sin
tirar cohetes, los franceses siguen zeteando a lo suyo muy arriba ya y a
nosotros nos queda el triple resalte final que afrontamos linealmente por las inmediaciones de la
cabecera de la sierra.
Casquete Somital Sur de Toronzué.
Subido
el primer resalte y sin transición recorremos un pequeño hombro y faldeamos la
Antecima Sur también un poco pelada en su cabecera. La nubosidad que ha ido
desarrollándose nos envía una
avanzadilla de nieblas volanderas procedentes del oeste y que nos van a
acompañar hasta la cima.
Faldeada
la antecima, alcanzamos el hombro y proseguimos con el ascenso del casquete
somital, también algo pelado en el lomo, por el que han subido los fransuás que
ya están arriba.
Cima de Toronzué con nieblas.
Nosotros
acostumbrábamos a trazar una diagonal de hombro a arista este, pero en esta
ocasión subiremos directamente ya que la nieve permite unas zetas cómodas. Es
la una y media cuando alcanzamos la Cima de Toronzué a 2268 metros de altitud y
sitiada por las nieblas.
Los
franceses, uno de ellos habla perfectamente Español, nos hacen una foto sin
paisaje, charlamos con ellos y nos sentamos sobre la nieve en la vertiente
norte para comer al abrigo de la tímida brisa que desaparecerá enseguida.
Otal y Fenez desde Toronzué.
Puede
ser que disfrutemos de la mejor temperatura que recordamos en esta cima.
Además, las nieblas se disipan y aunque no nos acompaña el sol al menos podemos
hacer algunas fotos algo llenas de nubes de desarrollo.
Alrededor
de las dos y cuarto aprovechando de que la visibilidad es decente sin más,
iniciamos el descenso con una nieve también decente gracias a la pendiente
inicial que enseguida blandea demasiado pero es lo que hay. Nuestro problema no
será ese ya que estamos acostumbrados a esquiar nieves pesadas sino que nos
obligará a controlar continuamente la
continuidad de la misma y la afloración de piedras que son frecuentísimas.
Hacia las Planas.
El
descenso será pausado y siguiendo los campos de nieve que hemos utilizado para
el ascenso, contando ahora con una buena visibilidad ya que las masas nubosas
se han elevado bastante.
Nieve blanda bajando hacia el Tozal de las Planas.
Remontamos
el Tozal de las Planas con los esquís en la mano para el tramo final y
proseguimos descenso en busca de Torcedor que faldearemos el igual que a la
subida ya que no había nada decente en su descenso.
Faldeamos de nuevo Torcedor.
Aprovechando
el faldeo proseguimos por la vertiente oeste del lomo, dejamos a nuestra izquierda
el casetón y nos vamos por el camino, el pasado año ya lo hicimos porteando en
descenso, en busca del pinar. Nunca utilizamos este camino con los esquís pero
el habitual no podía aportarnos más que problemas.
Saliendo del faldeo de Torcedor.
Primero
practicamos esquí de supervivencia entre bojes y genistas que colaboran con la
nieve y luego jabalinearemos un poco en el pinar hasta que escasee la nieve
para terminar el pinar con los esquís al hombro.
Bajaremos directamente al Collado Gabardos.
Alcanzado
el Collado Gabardos volvemos a calzar los esquís y foqueamos o deslizamos por
la pista con mucho cuidado ya que se ha ido nieve por un tubo de la misma. De
hecho las dos rampas que nos hemos saltado no las hubiéramos bajado sin
portear.
Tendremos
que llegar al Collado de la Línea eléctrica tras portear la rampa anterior y
nos calzamos de nuevo los esquís para recorrer el tramo de la cabecera de la
sierra antes de abandonarla.
Los Prados de Linás han pedido toda la nieve.
Cuando
vamos a echarnos para abajo para atajar la pista advertimos que el lomo que
hemos subido ha perdido en unas pocas horas la mitad de la nieve que tenía y
que no se puede bajar. Así que colgamos los esquís en las mochilas y nos
olvidamos del tema al que habíamos venido.
Alcanzamos
la pista en el lugar que la habíamos abandonado a la mañana y recorriendo
algunos tramos absolutamente limpios de nieve, cunetas incluidas, nos vamos a finiquitar la jornada. Juan se
baja por el camino y nosotros continuamos por la pista, más cómoda para las
botas y terminamos bajando el pradillo del aparcamiento que verdea lo suyo al
igual que los Prados de Linás de los que se ha marchado completamente la nieve
que tenían a la mañana.
Por esta pista hemos foqueado hace tan solo cuatro horas.
Son
las cuatro y media de la tarde cuando llegamos al coche con ganas. Los 950 metros de desnivel de la
jornada han resultado cómodos en ascenso aunque duros por el estado de la nieve
que nos ha fastidiado un tanto por los zuecos y bastante incómodo el descenso a
pesar de que lo hemos negociado de la mejor manera posible.
No
se puede confiar en la nieve de Primavera pues suele resultar demasiado
efímera.
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