19 feb 2012

13-12. UNA VUELTA POR EL VALLE DE BARROSA. 19-2-2012.

 
Robiñera y la Munia en el Circo de Barrosa.

Pista de Barrosa, Cabaña de Barrosa y Puerto de Barroseta.
19-02-2012.
Desnivel acumulado 1000 m.
Distancia recorrida18000 m.
Tiempo efectivo 05:00 h.
Mixto.
Fácil.
Las paredes del circo son impresionantes pero con buen tiempo las vistas desde el Puerto de Barroseta hacia los Lacs y Murallones de Barourde son exquisitas.
Agua en el Barranco de Barrosa.
Rosa María Martínez y Mariano Javierre.

Mapa del Circo de Barrosa procedente de Prames. Vía en amarillo.

            Aquella mañana de Julio del 87 conocíamos con incertidumbre el Valle de Barrosa. La entrada desde la carretera a través de los restos de viejas explotaciones mineras no tuvieron apenas significación pues en nuestras cabezas habitaban otros duendes; unos perentorios como era el estado de los pies de mi chica y otros subsiguientes pues queríamos alcanzar el Collado de La Munia y ese paretazo era todo nuestro universo inmediato…a media tarde estábamos montando nuestra tienda en el Collado de la Munia y luego, a media luz en la Cima de la Munia pues a nuestra travesía le habían salido tresmiles.

            Hemos vuelto al valle en alguna ocasión y hoy 19 de Febrero de 2012 estamos de nuevo aparcando a la entrada del valle. Son las diez y media de la mañana, estamos a 1450 metros de altitud y nos vamos a dar una vuelta sin más pretensiones, esperando que las nieblas de retención anunciadas no bajen a nuestro encuentro.

Pinarra desde la entrada del Valle de Barrosa.
 
            La mañana, ya casi moza, ha abandonado el frío de esta noche a juego con las de este mes y el sol que nos da en la espalda cuando iniciamos camino pista arriba y en dirección oeste. Creemos que la pista ha sido remodelada pues se encuentra en perfectísimas condiciones y muy acartelada en relación con las actividades mineras de la Sierra de Liena.

 
            Enseguida pisamos nieve pero tengo la idea, que confirmaré posteriormente, de que se trata de un valle no demasiado esquiable a no ser que haya un paquetón de nieve, además de que resulta excesivamente llano.

            La pista termina algo más arriba al cruzarse con la conducción de agua de la Central de Barrosa y se convierte en un plano y sinuoso camino que se introduce poco a poco en el circo mientras nos permite contemplar a nuestra izquierda las Cascadas Heladas de la Sierra de Liena en la que hay actividad, los murallones y las pedrizas metamórficas de Mallo Ruego y la Sierra Pelada a nuestra  izquierda y el cierre del circo al oeste o frente con el Robiñera unido a la Munia por el collado de nuestro , ya perdido en el tiempo, campamento.
 
La Munia y sus satélites.

            Adelantamos a una pareja y enseguida atravesamos el seco lecho del barranco que nace un poco más abajo para acercarnos a la Cabaña Robiñera situada a 1750 metros de altitud.

            Localizamos el lugar en el que plantáramos nuestra inestimable Makinley aquella noche en la que la cabaña se encontraba en un estado lastimoso e inutilizable y nos alegramos ya que la cabaña haya sido remodelada no hace mucho y se encuentre sencillamente estupenda: el techo reparado, la puerta cierra, está bastante limpia y hay un poco de leña para la cocinilla además de algunos muebles útiles.
 

            Junto al enorme peñasco de las inmediaciones de la misma, un lugar perfecto para el sol del mediodía echamos un bocado. Son las once y media pasadas.


            Son casi las doce y no tenemos nada mejor que hacer que orientarnos al norte y continuar el ascenso hacia el Puerto de Barroseta.
 

            Se trata de una enorme ladera vestida de pradera alpina y estructurada en dos resaltes con un rellano intermedio. La mayor parte de la misma está limpia ya que la nieve ha sido depositada por el viento en las depresiones y barrancos de la misma. Por tanto subimos todo el primer resalte por fuera de la nieve y alcanzamos el rellano intermedio coincidiendo con el camino.


            Estamos sobre los 2000 metros de altitud cuando sorteamos un nevero e iniciamos una travesía en dirección noroeste para pasar sobre la depresión y tomar el camino que atraviesa el resalte superior de la ladera para situarse en el puerto.

Nieva en Barroseta y la nieve baja.

            Los neveros se hacen más frecuentes y extensos y la senda los va atravesando en suave ascenso mientras que las nieblas empiezan a rebosar por las crestas fronterizas e inician el descenso hacia el sur dominado todavía por el sol. Enseguida caen bolisnas de nieve, esos copos diminutos y secos que se depositan sobre la ropa sin mojar, es nieve muy seca que trae el viento.

 
            Nosotros nos incorporamos a la senda y con ella continuamos para arriba prestando cumplida atención al hielo de algunas cascadas que atraviesan el camino. Incluso en una ocasión hemos de abandonarlo para subir unos metros más arriba en la pradera y pasando por encima de la surgencia que la origina retornar de nuevo a la senda.

Puerto de Barroseta.

            En dirección noroeste nos vamos aproximando al puerto en las inmediaciones del Troumousse completamente copado por las nieblas con pocas esperanzas de que la climatología mejore. El Puerto de Barroseta vomita nieblas sin parar y sigue nevando aunque de manera incierta.

            Unas últimas lazadas, de nuevo en dirección norte nos aproximan al collado que sucumbe a la niebla, el viento comienza a azotar y ni siquiera nos molestamos en alcanzar el amplio y plano collado que conocemos y que hoy no nos va a regalar ni una sola vista. Unos pocos metros antes del collado nos damos la vuelta y a otra cosa. Estaremos ligeramente por debajo de los 2500 metros de altitud ya que el Collado de Barroseta se encuentra a 2516 metros. Son las dos de la tarde un poco pasadas.

Valle de Barrosa desde el Puerto de Barroseta.
 
            Desandando idéntico camino bajamos alrededor de 200 metros de desnivel y aprovechando que parece que cesa de nevar nos sentamos a comer.

 
            Será un puro espejismo pues nos tenemos que poner los cortavientos para comer en polvo y reanudar el descenso un cuarto de hora más tarde. ¡Cuántas veces se nos estropea el rato de la comida!

 
            Pasamos las zonas de hielo  que tenemos perfectamente localizadas y aprovechando que la nieve de los neveros está deliciosa vamos a abreviar marchando de frente para abajo.

            Nevero tras nevero bajamos en polvo y  enseguida alcanzamos la Cabaña de Barrosa a la que acaba de llegar la pareja  que se ha dado la vuelta desde poco más arriba del rellano intermedio. Han venido de Francia para soslayar el mal tiempo pero aquí tampoco lo ha hecho demasiado bueno.
 
Nieva en Punta Mener.

            Enseguida proseguimos para abajo tomando el camino de la mañana en las inmediaciones del nacimiento del barranco.

 
            Las nieblas han ido apalancándose por las alturas del circo e incluso han atravesado la Cresta de Moudang y bajan al encuentro de los valles situados al sur. Así que, con el piloto automático en marcha nos vamos al encuentro de la pista y con ella nos llegamos a la furgo cuando son las cuatro y cuarto de la tarde. Ponemos fin a un paseo en el que hemos liquidado un desnivel mínimo de 1000 metros.

            Dejamos apalabrada una circular por la zona para otra ocasión y esperamos que no tarde.  

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